EL GUITARRISTA CIEGO
Pablo Picasso pintó El guitarrista ciego entre 1903 y 1904. Un viejo tan frágil como los jubilados argentinos se aferra a una guitarra. Los críticos de arte interpretaron que la guitarra es su única esperanza de supervivencia. La intervención de la obra por el artista argentino Navaja reemplaza al anciano por la imagen de Milei, ya sin sus pilosidades. Todavía le falta más de una década para jubilarse, pero también se aferra a su guitarra, porque desde hace un mes solo viene acumulando reveses, tema por tema.
El memecoin- Las juezas María Servini y Sandra Arroyo se disputan la competencia para investigar el rol presidencial. Desde algún punto del planeta el principal responsable del lanzamiento de esa burbuja, Hayden Mark Davis, reiteró que esperaba instrucciones de "la Argentina" para entregar los 100 millones de dólares que dice tener en su poder. ¿Cuál de sus contactos conocidos (los Hermanos Milei, Mauricio Novelli, Manuel Terrones Godoy, Sergio Morales) será "la Argentina"?
Davis también designó como abogado al Director del posgrado en CiberCrimen y Evidencia Digital de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Marcos Salt. Como asesor del entonces ministro de Justicia Germán Garavano, Salt participó en 2017 en la negociación amistosa entre el gobierno y la constructora brasileña Odebrecht, ambos interesados en sofocar el escándalo que los involucraba por el pago de coimas en los trabajos para el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. Odebrecht acudió en auxilio de las Sociedades Macrì (SOCMA) en el concurso de acreedores del Correo. Eran socios en el fondo de inversión Blackwood Group.
Hasta hoy Milei evitó cualquier recriminación pública a Davis. Cuando un papagayo mediático le preguntó por qué no lo hacía, el Presidente respondió con una enérgica diatriba… contra los periodistas. Es comprensible, porque Milei y Davis están unidos en cualquier investigación seria sobre $Libra. Todo sugiere que alguien está extorsionando al Presidente, advirtiéndole que, si se conocieran todos los pasos previos al lanzamiento de Libra, no podría eludir su propia responsabilidad y/o la de su rubio Jefe.
La inundación de Bahía Blanca- El gobierno reaccionó tarde y mal ante la catástrofe, que por un lado ridiculiza su negación del cambio climático y por otro cuestiona su aversión al Estado que conduce, una contradicción insalvable que se repite en otros temas. Pasó una semana repitiendo su interpretación del federalismo: que cada uno se arregle como pueda. Apenas ofreció un socorro de unos 10 millones de dólares, cuando la intendencia reclamaba no menos de 400. Ni siquiera aprovechó para señalar la precariedad de las obras preventivas y de remediación que no adoptaron los gobiernos de la UCR, el PJ y el PRO que lo precedieron.
La ex Presidenta CFK y el gobernador Axel Kicillof lo primerearon. Ella señaló la ostensible falta de empatía presidencial con sus representados. Kicillof visitó de inmediato a Bahía Blanca, durante varios días, presentó un plan ordenado para cada etapa, cuando las calles vuelvan a ser transitables y los hogares viviendas, mantuvo estrecha relación con el intendente Federico Susbielles y anunció unos 200 millones de dólares en asistencia a los arrasados y para la reconstrucción.
Perturbado por las consecuencias del criptoescándalo, el Presidente estaba recluido en Olivos. Sus íntimos lo arrastraron de madrugada hasta el avión que lo llevó a la ciudad anegada. Sin previo aviso, para que nadie lo esperara.

La fugacidad de la visita, más breve que el viaje, su cara de fastidio, la magnitud de su custodia, la absoluta falta de contacto con víctimas y prensa y los insultos dedicados por los presentes a la pareja presidencial, lo forzaron a anunciar de regreso a Buenos Aires un paquete de asistencia para Bahía Blanca. Se preocupó por señalar que era superior al de Buenos Aires, lo cual no deja dudas de su preocupación electoral, a la que por supuesto tampoco es ajeno el gobernador, en un año irremediablemente electoral. Al día siguiente Milei lo compensó con un baño de multitud, ovacionado por los empresarios rurales en Expoagro. Kicillof, por su parte, fijó la fecha para las PASO que no quiere realizar: el 13 de julio.
La relación con el FMI- Moviéndose a los tumbos conceptuales, Milei dijo al empezar la semana que enviaría una ley al Congreso, porque así se lo exigen la Constitución y la ley específica que acompañó el acuerdo firmado en 2022 por el Doctor Fernández. Pero, a mediados de la semana, en vez del proyecto de ley firmó un decreto de necesidad y urgencia, que no revela las condiciones de un acuerdo que solo existe en las intenciones oficiales. No se conoce ni el monto, ni las tasas, ni las condiciones que el FMI nunca deja de imponer con cada dólar que desembolsa. Lo explica con todo detalle en esta edición Pablo Manzanelli. Y el amigo presidencial Juan Carlos De Pablo sinceró que sería creer en los Reyes Magos que el gobierno enviara al Congreso la fecha de la devaluación. Por lo visto, la única duda es cuándo ocurrirá. Así lo entendieron los mercados, que el viernes obligaron al Banco Central a vender casi 500 millones de dólares, al tiempo que el informe del INDEC constataba que el IPC vuelve a empinarse.
Hasta Maurizio Macrì dijo que el decreto demostraba la debilidad institucional, pero al mismo tiempo elogió la negociación y sin dudas dará su apoyo en el Congreso. También respaldó la represión a los jubilados de su enemiga personal Bullrich.
La aberración es tan evidente que ni el abogado Daniel Sabsay se privó de decir que aquel DNU es ilegal e inconstitucional. Por supuesto en otro tono que cuando exigía a los gritos, ante una audiencia empresarial que lo ovacionaba, que Cristina exhibiera su título universitario. Ahora habló casi como si fuera un constitucionalista y sugirió que Milei "debería" ser denunciado por abuso de poder, incumplimiento de deberes de funcionario público y malversación de fondos.
Además, el ministro Luis Caputo contradijo a Milei. El Presidente se jactó del plan de estabilización más exitoso de la galaxia. En cambio, los considerandos del decreto, luego explicados por Caputo, señalan que la situación es muy grave, en circunstancias excepcionales que imponen la exigencia imperiosa de adoptar de inmediato las medidas que eviten un impacto sobre la economía. Es decir, dólares ya o catástrofe. Su desesperación se reflejó también en el descomunal aumento de la tasa de interés que paga el Banco Nación por depósitos en dólares: 200 veces mayor que las de los principales bancos privados. Casi como para convencernos de que el Estado es una maldición.
En 2005 Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI entregando una letra intransferible al Banco Central. Así convirtió una deuda con el acreedor externo más exigente en un asiento contable entre dependencias del Estado, renovable cada vez que fuera necesario. De este modo se libró de las condiciones que impone el Fondo en cada renegociación. Esto permitió un crecimiento económico y una mejora en la distribución del ingreso únicos en las cuatro décadas post dictatoriales. Ahora Milei hace todo lo contrario: adquiere una nueva deuda con el Fondo para limpiar esos inofensivos papelitos del balance del Banco Central.
Peor aún: Milei le enchufó al Banco Central más del 10% de las letras que considera veneno. El argumento oficial para firmar lo que el Fondo le pida, sin pasar por el escrutinio del Congreso que mandan tanto la Constitución como la ley de 2022, es fortalecer al Banco Central, el mismo al que Milei mostró en llamas cuando lanzó el primer memecoin, en 2021.
También se le perdió en el camino la dolarización. Lo que queda firme es el arrasamiento de los derechos de los trabajadores, que será respondido entre el 3 y el 10 de abril con un nuevo paro general de la CGT.
La planificada brutalidad represiva- El fotógrafo periodístico Pablo Grillo se agazapó con su cámara para enfocar a través de una barricada en llamas el avance de las fuerzas de inseguridad que disparaban gases irritantes. Uno de esos cartuchos impactó en su cabeza. La ministra de Seguridad Nacional Patio Bullrich declaró que era un militante de La Cámpora, equiparándolo al delito de subversión que rigió durante tres décadas en la Argentina, que ella intenta reeditar ahora con su imprecisa "ley antimafia". Agregó que el fotógrafo estaba detenido por tirar piedras, cuando su imagen con la cámara como única arma es irrefutable. El extremo fue un columnista de Clarín, quien escribió que "hay neo montoneros enquistados en filas kirchneristas y ultraizquierdistas". En su batalla desigual con la sintaxis responsabilizó a "Héctor Cámpora, un obsecuente liberador de criminales, que revivió en una organización que existe; la Cámpora justamente, presente en los desmanes de ésta semana bestial". Llegó a fustigar a la Vicepresidenta Victoria Villarruel por calificar de ejercicio democrático la "agresión a mansalva" (¡cometida por los manifestantes!). Concluyó que "las momias de los ‘70 están vivas. Seguimos bajo fuego". Y no se refería a Patio Bullrich.
Los peritos de la plataforma web Mapadelapolicía.com utilizaron registros de audio y filmaciones desde distintos ángulos para reconstruir la trayectoria de la bala e incluso especificar quién fue el tirador. Se lo puede ver, rodilla en tierra, junto a un tanque hidrante, disparando en línea recta, lo cual contradice todo protocolo, internacional o incluso bullrichonista. Lo confirmó hasta Clarín con la filmación de un drone.
Los mismos peritos esclarecieron con ese método científico el asesinato de Teresa Rodríguez en 1997 y la masacre de la base aeronaval de Trelew, ocurrida en 1972, pero examinando las paredes de la edificación encontraron los impactos de las balas.
La ministra sumó una mentira a otra: dijo que el efectivo policial disparó en ángulo de 45 grados, hacia un grupo de manifestantes, que Grillo estaba en el medio, que el proyectil rebotó contra los metales de la barricada y lo impactó (La Nación documentó con una foto el impacto del cartucho sobre la barricada, que no era de metal sino de madera). Otra curiosidad argenta: la ministra soltó esa falsedad en una entrevista con la esposa de su compañero de fórmula en la elección presidencial y actual Ministro de Defensa, Luis Petri. Saldo: como dijo la insuperable Lilia Lemoine, para hacer una omelette hay que romper algunos huevos.

Pablo Grillo es hijo y nieto de sindicalistas peronistas. Su abuelo fue uno de los presos Conintes en 1961, por la huelga ferroviaria de 42 días en protesta por el plan del Banco Mundial, elaborado por el general ingeniero estadounidense Thomas Larkin: desmantelar la red ferroviaria y despedir miles de trabajadores para favorecer al transporte automotor. El padre de Grillo milita en la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE).
El episodio tiene similitudes y diferencias con el asesinato en Neuquén del maestro Carlos Fuentealba en abril de 2007. En ambos casos, los agresores uniformados cumplieron órdenes de los respectivos gobiernos para impedir cortes de rutas. Entre dirigentes sindicales y policías neuquinos, se acordó que se detendría la represión y que los docentes se retiraran, escoltados por vehículos policiales. No obstante, el policía José Poblete disparó a dos metros de distancia del auto en el que se retiraba Fuentealba y le acertó en la nuca. Fue condenado a prisión perpetua por homicidio. A raíz de eso se prohibió el uso de escopetas de gases en movilizaciones, veda que suprimió Bullrich.
Los jueces neuquinos dijeron que, además de la seguridad, el Estado debía garantizar la protesta social. Lo mismo sostuvo el miércoles la jueza porteña Karina Andrade, quien ordenó la liberación de 114 detenidos. El gobierno no demoró en calificarla de "camporista".
El jefe, subjefe y la plana mayor de la policía neuquina recibieron penas menores, por abuso de autoridad. El gobernador Jorge Sobisch sólo declaró como testigo. ¿Ocurrirá lo mismo con Patio Bullrich, por dar órdenes que no pueden dejar de producir consecuencias gravísimas, con abuso de autoridad y dolo eventual? Lo sucedido es todo lo contrario de los "accidentes no previstos" cuya responsabilidad el jefe de gabinete, Guillermo Francos, endilgó a los manifestantes. Lo mismo hizo con la anciana golpeada por un policía que la arrojó al piso de espaldas. "Se cayó sola por su impulso al pegarle un bastonazo al policía", dijo con su seriedad habitual Francos. Bullrich directamente la llamó "vieja patotera". Una bonita proyección.
Con la ayuda de sus guacamayos mediáticos, el gobierno instaló desde el día anterior y lo reiteró sin descanso desde entonces que se trataba de un acto desestabilizador, un golpe de Estado. Señaló a los barrabravas del fútbol, el kirchnerismo y la izquierda e hizo saber que los reprimiría sin miramientos. Milei mostró su respaldo total, al llevar a Expoagro a Bullrich, a quien llamó la mejor ministra de la historia. Ella anunció que no habrá sanciones ni sumarios a los policías. Es su práctica habitual. El miércoles, entre los policías que reprimieron la manifestación estuvo el efectivo que el año pasado arrojó gases al rostro de una nena de 12 años.
El jueves 13, el diario Clarín afirmó que hubo un centenar de barrabravas detenidos, lo cual motivó una declaración de repudio de los compañeros de trabajo del autor. Pero la jueza de garantías Andrade dijo que "ninguna de las personas detenidas lo fue bajo la imputación de delitos de portación de armas de fuego, lesiones o incendio a bienes públicos". Destacó que la información policial era imprecisa, que no consignaba la hora y lugar de cada detención, ni qué delito la justificaba. Andrade también sostuvo que el Poder Judicial debe garantizar derechos constitucionales fundamentales: a la protesta, a manifestarse en democracia, a peticionar ante las autoridades gubernamentales en disconformidad con sus decisiones.
Este dictamen excepcional enfureció al gobierno, que anunció que denunciará a Karina Andrade ante el Consejo de la Magistratura porteño. Francos, Bullrich, Manuel Adormi y Cúneo Libarona repitieron que fue un intento de golpe de Estado y acusaron a "los jueces garantistas" por la puerta giratoria. Cúneo señaló que los barrabravas eran delincuentes organizados. Tiene como saberlo, porque ha sido abogado defensor de delincuentes organizados de las barras de Racing, River y Boca. Pero varios periodistas deportivos de primera línea, entre ellos Juan Pablo Varsky, de La Nación, aseguran que los barrabravas no asistieron. Otros mencionaron a dos ex integrantes de un par de barras, y no más. El gobierno sólo mencionó a cinco. La pretensión bullrichonista de convertir a quien lleva cualquier camiseta de fútbol en objeto de control administrativo, represión armada y proceso judicial sólo puede calificarse de delirante.
Su Ministerio exigió el apartamiento de la jueza Andrade y denunció penalmente a los detenidos por la presunta comisión de los delitos de “sedición, asociación ilícita agravada, atentado contra el orden constitucional y la vida democrática”. Señala como financiadores (no explica de qué) a los municipios de La Matanza y Lomas de Zamora y afirma que los barrabravas están asociados a grupos delictivos, asociaciones ilícitas profesionales destinadas a ejercer violencia para apoyar intereses económicos y políticos, que actúan como “mano de obra” de ciertos sectores políticos. El fiscal federal Franco Picardi le requirió que fundamentara cuáles de los detenidos merecen esa caracterización y con qué documentación lo sustenta. Parece sobre todo una intimidación dirigida a disuadir nuevas movilizaciones.
Lo que las filmaciones periodísticas mostraron fueron agresiones violentas contra manifestantes que se alejaban, golpes brutales incluso a mujeres octogenarias, a niños de 12 años, a transeúntes que esperaban un colectivo en la parada. También nítidas provocaciones policiales. Una toma muestra a un uniformado cuando arroja al pasto un arma de fuego y se aleja. Otra documenta el abandono de un coche patrullero con las puertas abiertas y sus luces destellando. Una multitud lo da vuelta y dos disfrazados de hinchas de fútbol le prenden fuego. Desde un camión hidrante se escuchaba decir “vengan, zurdos”, eco cercano del discurso del Presidente y su cohorte.
Según Bullrich querían "tomar el Congreso. Es una mezcla de narcopolítica con otras personas". Dijo que secuestraron armas de fuego, que no mostró. Lo único que se vio fue a manifestantes que arrojaban piedras. El gobierno fingió creer en la autenticidad de un panfleto recogido en la calle. Llevaba la firma de un presunto Frente de Izquierda, e instruía cómo atacar y cometer desmanes. Las fuerzas de inseguridad comenzaron a lanzar agresivos químicos antes de la hora de convocatoria, para disuadir de su asistencia.
Para quienes militamos en la subversión de décadas pasadas, el desempeño de Bullrich es una invitación a reflexionar sobre los valores y los objetivos de cada quien. Mientras la mayoría procuraba un cambio social en favor de los trabajadores, que no logramos y del que no desistimos, hubo quienes participaron por impulsos violentos y por ansias de poder. La actual ministra y su cuñado, Rodolfo Galimberti, no son los únicos, pero sí ejemplos paradigmáticos.
Al mismo tiempo, el designado viceministro de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Troy Edgar, justificó el arresto, retiro de la visa de residente permanente y orden de deportación del estudiante palestino Mahmud Khalil, equiparando las protestas que encabezó en la Universidad de Columbia con terrorismo. Cuando el entrevistador de la Radio Pública Michel Martin le preguntó de qué modo Khalil apoyó a Hamás, Edgar sólo respondió que "se puede ver en la televisión". El gobierno de Trump anunció también que recortaba 400 millones de dólares de fondos federales para Columbia, porque no protegió debidamente a los estudiantes y profesores judíos de aquellas manifestaciones. Además fue detenido un centenar de militantes de la organización La Voz Judía de la Paz, que hicieron una sentada en favor de la libertad de Khalil en el vestíbulo de la Trump Tower de Nueva York.
La sumisión argentina a las decisiones de política internacional de Estados Unidos e Israel llegó a un extremo hace dos semanas, cuando fueron los únicos tres países que votaron en contra de la resolución de las Naciones Unidas que fijó el 28 de enero como Día Internacional de la Paz y la Coexistencia Pacífica. El tablero de la votación es elocuente: esos tres votos se completan con 161 a favor y dos abstenciones (Perú y Paraguay). Hasta ahora Trump no se ha inclinado a la reciprocidad que Milei busca: ni apoyo explícito en el FMI, ni excepción al aumento de aranceles al aluminio y al acero. Al gobierno no le preocupa demasiado, porque entre el capital financiero internacional y los grupos locales, no tiene dudas.

La valijera tropezó- También contrarió a Milei la denuncia sobre el vuelo misterioso del avión privado más rápido y lujoso del mundo. Llegó con una sola pasajera y muchas valijas que la Aduana habría recibido orden de no inspeccionar.
Lo que comenzó como una pugna entre dos sectores de los servicios de inteligencia que defienden sus respectivas competencias, puede proveer indicios de que existe un grado de coordinación en las acciones y planteos de la internacional reaccionaria que integran Estados Unidos y la Argentina. Al menos, la pasajera del vuelo fue una de las coordinadoras de las filiales estadounidense y argentina de la Conferencia Política de Acción Conservadora, que ha organizado dos grandes encuentros en Mar-a-Lago y Buenos Aires. La historia de Laura Belén Arrieta ha sido bien investigada por la pluma irónica de Carlos Pagni. La explicación oficial es que no se revisó el equipaje que quedó a bordo, en tránsito. Pero esa escala fue de una semana en Buenos Aires, con el carísimo avión parado, antes de completar el trayecto más extravagante: Miami-Buenos Aires- París (sic).

Bullrich es un instrumento al servicio de una política de reingeniería social que intenta imponerse por el miedo. La movilización del miércoles sugiere que no lo está logrando. Pero antecedentes históricos obligan a ser cautelosos. El libro del periodista Clay Risen (Pánico rojo: listas negras, macartismo y la creación de los Estados Unidos modernos) afirma que el pánico rojo del macartismo fue una “guerra cultural” y transformó todas las instituciones de la vida estadounidense: Hollywood, los sindicatos, las iglesias, las universidades, las escuelas primarias y el estado de seguridad nacional.
En las audiencias de la comisión que conducía, Joseph McCarthy anticipó el método de la sortija, que en la Argentina popularizó el fiscal Stornelli: quien no acusaba a otro, era perseguido porque eso demostraba que era comunista, de modo que los delatores hicieron cola. Para llegar al Senado, ese mediocre ex entrenador de boxeo introdujo un nuevo estilo político: golpear duro, moverse rápido, decir mentiras en serie. En vez de responder a la agenda de los medios generó titulares para ellos, con una constante actitud de indignación. Apuntó contra los empleados públicos, "burócratas del gobierno que te dicen cómo manejar tu vida" y publicó listas de presuntos comunistas infiltrados entre ellos. De ese modo también golpeó al Partido Demócrata de Franklin Roosevelt, que durante la guerra había sido aliado de la URSS. Los republicanos temían que cada nuevo empleo público era un voto para sus adversarios, que gobernaban desde 1933. Gracias a los mamporros de McCarthy, en 1952 los republicanos no sólo recuperaron la Casa Blanca, con el general Eisenhower, sino también las dos cámaras del Congreso. McCarthy, dice Risen, era especialmente popular entre la clase obrera católica, un sector que no era partidario de los republicanos. El principal asesor de McCarthy, Roy Cohn, fue uno de los primeros mentores de Trump, cuya guerra antiwoke parece calcada de aquella locura y seduce a débiles mentales de distintas latitudes.

La ventana de los jueces- La pelea a golpes entre dos diputados libertarios (Oscar Zago y Lisandro Almirón) y la gritería, empujones y vasos de agua contra celulares entre cuatro diputadas de la Libertad Avanza (Marcela Pagano, Rocío Bonacci, Lilia Lemoine y Celeste Ponce) fue provocada con el objeto de levantar la sesión del miércoles, mientras los gases policiales de la calle penetraban el recinto. Almirón insultó a Zago hasta que consiguió que se levantara de su banca para trompearlo. Ponce y Lemoine tuvieron menos éxito con sus compañeras, a las que recriminaron dar quorum, porque ninguna despegó el culo del sensor de la banca que registra la presencia de su ocupante.
Seis temas perturbaban al gobierno. En la comisión de Acuerdos del Senado: el ingreso de Manuel José García-Mansilla Baring por una ventana de tribunales. No sólo García-Mansilla Baring sino también Ariel Lijo deberán pasar por el recinto del Senado el jueves próximo, donde con alta probabilidad sus pliegos como comisionados del Poder Ejecutivo en la Corte Suprema de Justicia no alcanzarán los dos tercios. Y cinco en la Cámara de Diputados:
- la represión a los manifestantes en las calles,
- la creación de una comisión investigadora de la estafa con el memecoin presidencial,
- la confirmación de Pagano como presidenta de la Comisión de Juicio Político,
- la objeción al DNU de la deuda externa y
- la anulación de las facultades delegadas que la Ley Bases le concedió a Milei, quien las está utilizando sin darse un respiro.
Los diputados olían los gases lacrimógenos, veían la represión en sus telefonitos e insistían con sus puntos. Pese a los intentos por impedirlo, se acordó tratar la semana próxima los proyectos de creación de la comisión investigadora y la ratificación de Pagano, a quien Karina Milei le niega el agua y la sal. Aunque se declara libertaria, reivindica el pensamiento propio, lo mismo que Zago, que por la misma razón fue separado de la presidencia del bloque. Como en una novela de Soriano, Pagano se descargó con Ponce y Lemoine porque "no representan a Milei".
El columnista de temas empresariales de La Nación, Francisco Olivera, preguntó cuánto tiempo podría aguantar el gobierno "una batalla campal entre manifestantes y fuerzas de seguridad, todos los miércoles durante más de seis horas, sin que termine en un desastre". La nota tiene un título sugestivo: "Con la mecha corta y el fuego encendido". Milei se aferra más fuerte a su guitarra.
La música que escuché mientras escribía.
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