¿Y POR CASA CÓMO ANDAMOS, VIDALITÁ?
El piso en Recoleta que compró María Eugenia Vidal amenaza convertirse en otro motivo de conflicto dentro de la alianza Juntos. La propietaria que le concedió un generoso préstamo de 200.000 dólares está casada con un socio de Facundo Manes en el instituto de Neurociencias y fue directivo de una de las autopistas de Maurizio Macrì, hoy objeto de una investigación judicial. Es decir, los rivales de Diego Santilli en la primaria bonaerense y de Horacio Rodríguez Larreta por la conducción del PRO. Vidal forma parte del mismo espacio interno de Rodríguez Larreta y Santilli, y sus relaciones con Macrì y Manes han sido tensas. La documentación asentada en el registro de la propiedad inmueble también muestra que el piso se escrituró por casi la mitad de su valor de mercado, lo cual podría implicar delitos tributarios de evasión y penales de lavado de dinero. Santilli por su parte recibió otro préstamo hipotecario de 550.000 dólares, de un proveedor de su gobierno, que canceló en un año sin que se explique con qué fondos. En ambos casos los prestamistas son vendedores de drogas.
El miércoles de esta semana hará un mes de la publicación en El Cohete acerca de ese piso en el que la candidata porteña intenta curar la nostalgia por haber abandonado la provincia de Buenos Aires, a la que tanto orgullo le daba pertenecer.
Sin ninguna de las precisiones que formaron parte de esa nota titulada Cambiemos [de domicilio], un par de medios entrevistaron a una heredera despechada de Bartolomé Mitre, quien se preguntó cómo hizo la ex gobernadora bonaerense para mudarse de Morón a Recoleta. También sostuvo que Maurizio Macrì había aportado 15 millones de dólares al diario fundado hace siglo y medio por un antepasado de ella, lo cual le permitió colonizar con los propagandistas más obsecuentes del ex Presidente la señal de cable del matutino sesquicentenario. Antes que Mitre, la transacción había sido afirmada por Daniel Vila y Jorge Fontevecchia, dos competidores de La Nación en el mercado de noticias por cable. Recién el miércoles pasado, justamente con uno de sus apologistas y en esa señal, Macrì formuló una aparente desmentida: dijo que nadie "vinculado" con él tenía acciones allí.
En aquella nota del 8 de agosto hubo una omisión del Cohete que nadie se interesó en subsanar. Dijimos que la candidata le compró el piso 10 del edificio de la Avenida Pueyrredón 2421 al ex Superintendente de Seguros de los dictadores Leopoldo Galtieri y Benito Bignone, Eduardo Alberto Toribio, y que pasó un año remodelándolo. En realidad, hubo una venta intermedia. A Toribio se lo compró por 330.000 dólares el 17 de agosto de 2018 Brenda Celina Biondi, registrada ante la AFIP como asesora de empresas, quien se lo vendió por 340.000 a Vidal el 4 de septiembre de 2019, tres semanas después de las elecciones primarias en las que perdió por 17 puntos con Axel Kicillof y un mes y medio antes de las generales, en las que redujo esa diferencia a 14 puntos. Más que pensar en la elección, Vidal se dedicó a planificar su repliegue a terreno más seguro.
Según el Registro de la propiedad inmueble, el piso tiene 205 metros cuadrados, y 200.000 de los 340.000 dólares pactados fueron un préstamo de la anterior dueña con garantía hipotecaria, y no con el crédito de un banco, como había informado la dirigente política del PRO.
Esto sugiere varias cosas:
- Que la escritura subvaluó el precio de la propiedad, ya que simultáneamente la inmobiliaria Gómez Salmerón ofreció otro piso en el mismo edificio, de 180 m2, por 540.000 dólares.
- Esto implicaría evasión de los impuestos a los sellos y a la transferencia de inmuebles; de ganancias, por la diferencia entre el precio de mercado y el de la escritura, con un incremento patrimonial no justificado. Tal vez también lavado de dinero.
- Que existe una relación previa entre compradora y vendedora, por la cual Biondi sólo recibió 140.000 dólares, y le prestó 200.000 a Vidal, cosa que no es habitual en este tipo de operaciones. Sólo suele ocurrir entre personas de estrecho vínculo previo, basado en la confianza.
Un socio de Manes
Esto es llamativo, dado que Brenda Celina Biondi no es próxima a Horacio Rodríguez Larreta, quien bendijo el enroque de distritos entre Vidal y el vicejefe Diego Santilli, sino al contendiente de todos ellos, el postulante por la UCR, Facundo Manes y al ex Presidente Macrì, quien se ilusiona con una segunda oportunidad.
La rispidez entre Manes y Rodríguez Larreta es la tónica de la campaña de Juntos. Manes atribuyó a Rodríguez Larreta los brulotes que le dirigió Elisa Carrió, quien dijo que era "un muchacho sin cultura", que no entendía la política y que pretendía llegar a la presidencia en helicóptero dentro de dos años, y el gobernador de Jujuy Gerardo Morales agregó que "los radicales no vamos a permitir que Larreta colonice nuestro partido. Se está poniendo el traje de Presidente antes de tiempo". Lo mismo piensa Macrì, quien no ocultó su fastidio por el cambio de nombre de la coalición, de Cambiemos a Juntos, con el que HRL procura borrar las huellas de su presidencia fallida. Macrì y Vidal se cargan recíprocamente la derrota de 2019, aunque por razones de supervivencia han compartido un par de actos de campaña.
Esa relación con Manes de la prestamista y vendedora Biondi se da a través de su esposo y padre de sus dos hijos, el abogado de 48 años Jorge Alfonso Gutiérrez Carrillo, quien es un emprendedor polirubro:
- Según la red Linkedin, es subgerente general de la gerenciadora de convenios farmacéuticos Preserfar, creada por los mayores laboratorios nacionales e internacionales, para negociar la venta de medicamentos con obras sociales, empresas de medicina prepaga, hospitales y otros organismos relacionados con la salud.
- Sus familiares, los contadores Mario Biondi (h) y Adrián Alejandro Biondi, son los síndicos titular y suplente de Preserfar. El contador Mario Biondi padre, fallecido en 2016, fue profesor decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA durante la última dictadura.
- En 2017, Gutiérrez Carrillo era síndico, gerente general ejecutivo y director de operaciones del Grupo Concesionario del Oeste, que administra 60 kilómetros del Acceso Oeste, con un tránsito diario de 350.000 vehículos. Uno de los socios de la concesión, con casi un cuarto del paquete accionario, era Sideco Americana, la empresa de SOCMA de la que Maurizio Macrì fue vicepresidente ejecutivo. La concesión fue entregada en 1994 por Menem. Luego de una larga serie de renegociaciones del contrato, al asumir Macrì la presidencia, el consorcio español Abertis presentó una demanda en el CIADI, reclamando una presunta deuda y el gobierno de Macrì le reconoció 247 millones de dólares y prorrogó hasta 2030 la concesión, que estaba por vencer. Otro tanto hizo con el Acceso Norte, en manos de Autopista del Sol, otra empresa de Abertis y la famiglia. Con los intereses capitalizables en dólares que también les reconoció el Estado la deuda sobrepasaría los 1.100 millones de dólares, al valor del Contado con Liqui. Luego de autorizar un aumento sustancial del precio del peaje, Macrì vendió su participación al consorcio español. Una fiesta para menos que 12, mientras millones miran, la ñata contra el vidrio. El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, solicitó a la Justicia la anulación de los acuerdos y que se investigue la comisión de delitos.
- Desde el 30 de mayo de 2018, Gutiérrez Carrillo preside la sociedad Instituto de Neurociencias Temperley, SA, cuyo director titular es Gastón Manes, hermano del candidato. En esa sociedad, conocida por la sigla INECO, donde se tratan lesiones cerebrales y medulares, ACV, Parkinson, esclerosis múltiple, ELA, Alzheimer y otras enfermedades degenerativas, Gómez Carrillo es socio de Gastón, Pedro y Facundo Manes, además de Marcelo Pablo Savransky y Lisandro Kors. Aunque su denominación es INECO Temperley, tiene su sede social a pocos metros de la sede porteña de la Corte Suprema de Justicia.
Ser socio de Manes y de Macrì y benefactor de Vidal es una proeza política que pocos pueden igualar.
Otra muestra de generosidad
En aquella misma edición del Cohete te mostramos el suntuoso piso de Figueroa Alcorta 3.410, frente al MALBA, que Diego Santilli le compró al ex secretario de obras públicas y ministro de Justicia de Carlos Menem, Rodolfo Barra. Ahora, Barra es asesor informal de Santilli en asuntos legales.
En ese edificio, uno de los espías de la AFI le pidió una selfie a Santilli cuando se lo cruzó en la puerta, para disimular la tarea que estaban realizando sobre él, por orden de Macrì, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, como consta en la causa que se instruyó en el juzgado federal de Lomas de Zamora y hoy reposa en el Estado Libre Asociado de Comodoro Py. Los agentes debían investigar los nexos personales y comerciales entre el Colorado y Hugo Moyano; chequear una información referida a gastos en efectivo del vicejefe (aproximadamente 1,5 millones de dólares durante 2018; incluyendo un viaje a Dubai junto a toda su familia y dos amigos en el cual habría gastado más de 250.000 dólares en efectivo). También, “verificar movimientos de dinero por parte de la suegra del Colorado, que viajaría asiduamente a Estados Unidos a depositar dinero en una cuenta que tendría a nombre de ella (en los próximos días viajaría una comisión a corroborar la información). Respecto de la suegra, pasó de vivir en Pompeya a un departamento en calle República Árabe Siria”, según un informe del espía Leandro Araque. En estos días, la inmobiliaria EXA Propiedades ofreció un departamento de 365 metros cuadrados en el mismo edificio de Santilli, por 1.380.000 dólares. Tiene 7 ambientes, chimenea, vigilancia las 24 horas del día y las expensas llegan a los 70.000 pesos mensuales. Luego de publicada la nota en El Cohete, el precio descendió a 1.200.000 dólares. De todos modos, excede con holgura el equivalente en pesos a 800.000 dólares en que Santilli lo valuó en su declaración jurada de 2015.
No fue la única novedad. El blog El Disenso publicó el viernes 3 las declaraciones juradas de Santilli. En la de 2015, aparece favorecido por un crédito hipotecario de 550.000 dólares, otorgado por Marcos Podestá. En la de 2016, la deuda desapareció. Su sueldo, que ese año fue de 1.074.424 pesos, no puede haber sido la fuente de recursos con la cual saldó el préstamo. Igual que en el caso de Vidal, el benefactor de Santilli es un empresario farmacéutico. Una de sus compañías es la Droguería Varadero que, además, es proveedora de medicamentos para hospitales y centros de salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sus contratos no son menores. Por ejemplo, en 2015, la Ciudad Autónoma le compró medicamentos por 71,3 millones de pesos. Esa cifra sí guarda congruencia con el simultáneo préstamo de más de medio millón de dólares. En este intrincado intercambio de prestaciones, el ministro de gobierno de la Ciudad, Bruno Screncia, incluyó entre sus ingresos declarados bajo juramento, pagos como consultor de la droguería de Podestá, desde 2012 hasta la fecha, a la que hace tres meses le adquirió análogos de insulina por 8,5 millones de pesos.
Tanta transparencia abruma.
¿Alguien le pedirá explicaciones sobre este modus operandi a alguna de las personas involucradas?
La música que escuché mientras escribía
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