Vidas paralelas

Creo que ya los subí un par de veces antes y es posible que vuelva a hacerlo otras tantas más adelante, porque están entre mis discos preferidos. Disco suena como una palabra antigua, evocadora de oficios desaparecidos, cosa que bien sabe Alejandro Ros, gran diseñador de las tapas de los rocks argentinos. ¿No?

La aparición de Los Beatles a mediados de los años '60 había trastornado el mercado de la música y las compañías presionaban a los artistas para que siguieran esa moda, lo cual dio lugar a grabaciones ridículas como traje de payaso. Ojo, no es una crítica a los Beatles, sino a la idea de las empresas de que todos tenían que hacer lo mismo o jubilarse, porque eso era lo que vendía.

Tony Bennett no se plegó y con los morlacos que había ganado como crooner creó una pequeña compañía para grabar junto con su admirado Bill Evans, quien también padecía el revoltijo del mercado.

El primer álbum que grabaron es una exquisitez como hay pocas, el empecinamiento en la calidad, sólo un piano y la voz humana.

 

 

Esta semana sentí necesidad de volver a escucharlo y de precisar algunos detalles  y me llevé una sorpresa. La grabación se realizó en un estudio de Berkeley entre el 10 y el 13 de junio de 1975. Una semana antes, el ministro de Economia Celestino Rodrigo, designado por Isabel Martínez de Perón a instancias de José López Rega, quien era compañero de Rodrigo en una secta esotérica, anunció una drástica devaluación del peso que perdió la mitad de su valor en un día. Hubo quienes hicieron fortunas y quienes se arruinaron.

A partir de ese curso acelerado, la sociedad aprendió a defenderse de esos barquinazos. La economía argentina es bimonetaria y el peso perdió su utilidad como reserva de valor, que es una de los funciones de la moneda, además de medio de pago y unidad de cuenta. No haberlo entendido fue la primera causa del fracaso del gobierno de Macrì, que levantó el control de cambios convencido de que la devaluación no se transmitiría a los precios y que era muy fácil combatir la inflación.

La repercusión de aquel álbum fue tal que al año siguiente grabaron una secuela, Together again, o De nuevo juntos. Además del registro sonoro hay una media hora de televisión, que Tony Bennett y Bill Evans grabaron en 1976, mientras nuestro país se hundía en las sombras.

 

 

Volver a escucharlos hoy, cuando un gobierno tan incompetente como perverso nos hace tropezar una vez más con la misma piedra, señala un camino que es fundamental en el arte pero que sirve como propuesta para cualquier actividad humana.

Tuvieron destinos muy distintos. Bill Evans murió pocos días después de cumplir 51 años, por los efectos de la cocaína y la heroína sobre su hígado. Tony Bennett cumplió 93 el mes pasado y sigue grabando y ofreciendo recitales, cada vez más perfectos, a siete décadas de su primer gran éxito, Because of You, admirado ya por cuatro generaciones de oyentes.

Ojalá estos perfeccionistas te ayuden a soportar tanta malaria, tal como me pasa a mí.

 

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