Universidades y bioempresa

 

Media docena de universidades estatales crearon una Sociedad Anónima para poner en marcha iniciativas de desarrollo e innovación tecnológica y social. La llamaron Bioempresa y tiene por objeto articular entre el Sistema Científico Tecnológico y el sector empresario, tanto de la Argentina como del exterior.

Según detallaron a El Cohete desde la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), “se trata de un emprendimiento asociativo cuyo objeto social será la explotación comercial por cuenta propia, de terceros o asociados, a terceros en la República Argentina o en el exterior, en forma directa o indirecta, de todo tipo de desarrollo, creación e innovación, tecnológica, social o de otra índole, basado en conocimientos, investigaciones y know how”.

Además de su rector, Ernesto Villanueva, firmaron los de Quilmes, Alejandro Villar; de San Martín, Carlos Grecco; de Hurlingham, Walter Wallach; de Moreno, Hugo Omar Andrade, y de Entre Ríos, Andrés Ernesto Sabella.

De acuerdo al convenio suscripto el 6 de julio, Bioempresa podrá actuar además como Unidad de Vinculación Tecnológica para apoyar la labor de las universidades nacionales en su relación con los sectores privados.

 

 

 

 

El empleo como premisa

Las universidades del Conurbano bonaerense están enclavadas en el territorio donde más se siente el desempleo, problema que está en la base de muchas de las consecuencias más nefastas de la convivencia democrática, que van desde el hacinamiento hasta el delito de menudeo que deriva en la creciente demanda de punibilidad contra los pobres.

Desde las áreas de extensión universitaria, implementaron iniciativas para contribuir a saciar algunas demandas laborales. Algunos casos fueron dados a conocer por El Cohete cuando comenzaba la segunda ola de la pandemia. Nuevos ejemplos son los de Moreno, Hurlingham y San Martín.

En Moreno, organizaron un Directorio Industrial para contar con un panorama actualizado del entramado productivo del distrito. Ahora están llamando a empresas industriales. Con sus datos arman un mapa productivo territorial, organizan talleres dirigidos a empresarios, relevan las necesidades de capacitación y las demandas tecnológicas. Lxs interesadxs pueden comunicarse con la Subsecretaría de Vinculación Tecnológica al (0237) 466 7186 interno 122 o a [email protected].

 

 

En la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), “tras las adecuaciones necesarias fruto de la pandemia” consiguieron pasantías en TACSA, una empresa de fabricación de cintas adhesivas en Villa Tesei. Es sólo para sus estudiantes, con al menos cuatro materias aprobadas y un año de cursada.

 

 

En la Universidad de San Martín (UNSAM) han creado un Servicio de Empleo y Pasantías –SEPas– que busca facilitar la inserción laboral de estudiantes y graduados. A ellxs les ofrecen un sistema de carga de datos a una plantilla de perfiles laborales. A las empresas les brindan un banco de recursos humanos con respaldo universitario. A la vez, programan cursos y talleres de capacitación. Puede entrar al sistema desde este link, escribir a [email protected] o llamar al 2033 1400 interno 6155.

Además, han pensado en los adultos mayores con un Programa de Extensión (PEAM) que desde 1998 funciona como un puente de la Universidad con la población mayor de 50 años, que es la franja intermedia previa a la jubilación con más dificultad para emplearse.

 

 

Hasta ahora, las experiencias eran propias de cada casa de estudios. Hubo colaboraciones interuniversitarias, como la de la UNSAM con la UBA para la creación del superbarbijo, reconocido por el Conicet, o el intercambio de desarrollos entre UNSAM y UNAHUR respecto del superbarbijo y los medidores de CO2.

El convenio de Bioempresa es uno de los mayores emprendimientos colaborativos en su especie, o lo que se dice “trabajo mancomunado”.

 

 

 

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