La agenda del movimiento obrero no tiene respiro. Mientras el gobierno promete convocatorias que no llegan, los sindicatos se encuentran en estado de alerta por la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. Este lunes se acordó un nuevo salario mínimo, vital y móvil. Sin embargo, no todos los sectores quedaron conformes y aunque el nuevo piso no impactará en los pisos salariales del sector formal, sirve como referencia para el sector informal y el aumento de los planes. Un día después, las organizaciones gremiales volvieron a mostrar símbolos de unidad. La defensa hacia Cristina Fernández Kirchner ante la embestida judicial fue unánime por parte de todas las centrales obreras. El miércoles asumió Walter Correa, Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. Ante una sala llena en el Teatro Metro, Axel Kicillof, gobernador de la provincia, dijo que su gobierno era “de los trabajadores” y “de los empresarios que invierten” en el país.
Desde septiembre el salario mínimo, vital y móvil será de $51.200. La actualización se dará en tres tramos del 7%, con la cláusula de revisión del acuerdo en el mes de noviembre. De esta manera los montos quedarán en 51.200 pesos en septiembre, 54.550 en octubre y 57.900 en noviembre. La votación obtuvo 30 votos positivos, una abstención de la CTA y un rechazo de la Autónoma. Sin embargo, entre los que votaron a favor tampoco tampoco estuvieron todos conformes.
Pablo Moyano, secretario general de la CGT, opinó que más allá de la votación estaba “en contra del salario acordado” porque “es muy poco”. A la vez, en la misma entrevista realizada por Jorge Rial, el dirigente camionero contó que “discutió con el Ministro de Trabajo” y con “los empresarios”. Sus palabras encuentran cauce en la abstención de la CTA. En el último tiempo, el Frente Sindical —que lidera Moyano— se encuentra unido en las acciones con la Corriente Federal y la CTA, quienes no guardan críticas al gobierno de Alberto Fernández.
Roberto Baradel, secretario general del Suteba y CTA Provincia de Buenos Aires, contó que ellos se abstuvieron en la votación del salario mínimo. “Lamentablemente hay una escalada inflacionaria muy alta y creemos que se tiene que mejorar”, dijo en diálogo en El Cohete a la Luna. No obstante, remarcó que es “bueno” que el “aumento se dé inmediatamente”, pero que “no es suficiente”. Por este motivo, no votaron a favor del nuevo monto.
Luego de varias semanas en que la unidad sindical estuvo en cuestión, El Cohete destacó la movilización del 17 de agosto en defensa del salario y en contra de los especuladores financieros. Esa concentración demostró que aunque hubiesen líneas distintas, aún podía lograrse la unidad en algunas acciones. En esa instancia, uno de los pedidos que los gremios le hacían al gobierno era unánime. “Empodérense con la clase trabajadora”, decían.
Apenas unos días después y luego del alegato del fiscal Diego Luciani, las centrales sindicales dieron una muestra de reacción que pocos esperaban: repudiaron el accionar de la justicia e hicieron un llamado en respaldo de CFK. En la defensa que realizó la Vicepresidenta desde el Senado de la Nación, sentenció que “este no es un juicio a Cristina. Es un juicio al peronismo, al gobierno nacional y popular, a los que peleamos por la memoria, la verdad, la justicia y el salario". Sobre la situación de los trabajadores agregó que cuando su gobierno terminó, “los laburantes se llevaban el 51,8% del PBI” y “por eso”, también la “van a condenar".
Los comunicados de las centrales en apoyo a la Vicepresidenta comenzaron a circular en redes sociales minutos después de que CFK terminara su discurso. La Corriente Federal repudió el “nefasto accionar judicial de los fiscales que en el medio de un show mediático y sin prueba alguna intentan justificar una absurda condena”. La CTA rechazó “la conjura de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, tendiente a proscribir a la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, mediante una burda acusación de asociación ilícita”. Hugo Yasky, líder de la central, tuiteó “sepan los antipueblo que si quieren otro 17 de octubre, lo van a tener”.
La CGT calificó como “absurda” la acusación impulsada por la fiscalía en contra de la ex Presidenta y en su comunicado titularon que “un gobierno nacional electo bajo ningún punto puede considerarse una asociación ilícita”. Además, publicaron que “no hay una sola prueba material que relacione a CFK con el direccionamiento amañado de la obra pública ni ningún otro delito”.
Por la noche del martes, la CTA ya tenía presentado su plan de acción. El mismo incluye concentraciones destinadas a impedir “la maniobra de proscripción de CFK y la criminalización de la protesta social”. Así también, “convocar a movilizaciones en todo el país con el objetivo de preparar el paro nacional activo” y “exigir la remoción de todos los miembros de la Corte Suprema de Justicia y de los magistrados que actúan al servicio de la guerra judicial emprendida contra la dirigencia popular”.
A la mañana siguiente, en el Teatro Metro de La Plata, Axel Kicillof le tomó juramento al nuevo Ministro de Trabajo, Walter Correa. Su llegada al gobierno provincial implica el desplazamiento de Mara Ruiz Malec, quien ocupará el puesto de directora en la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP. Correa es líder de la Corriente Federal y secretario general del sindicato de obreros y curtidores (SOCRA). Oriundo de Moreno, fue diputado nacional en el período 2017-2021 por la lista de Unidad Ciudadana. La misma semana que Sergio Massa asumió como Ministro de Economía, Correa estuvo reunido con Cristina Kirchner, Moyano y Mario Manrique.
La sala del teatro se encontraba colmada de dirigentes sindicales, intendentes y funcionarios del gobierno provincial. En la primera fila estaban sentados: los dirigentes Abel Furlán (UOM), Hugo Yasky (CTA), Pablo Moyano (CGT); la diputada nacional Vanesa Siley; el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde; el ministro de Desarrollo, Andrés Larroque; la ministra de Ambiente, Daniela Villar; el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez; la ministra del gobierno, Cristina Álvarez Rodriguez; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza y el jefe de Asesores, Carlos Bianco.
En su discurso inaugural, el Ministro apuntó a que su cartera tendrá un perfil “sumamente territorial”. En agradecimiento al gobernador, destacó que “por primera vez en la historia y con mucha responsabilidad” habrá un “trabajador del movimiento obrero organizado que viene a hacerse cargo de la cartera laboral”.
Luego de agradecer la gestión de la ministra saliente, Kicillof planteó la necesidad de fomentar los centros de formación técnica en convenio con sindicatos y llamó a realizar un trabajo especial sobre los trabajos que están “en la informalidad absoluta”. También se refirió a las empresas de plataformas digitales que “encubren sobreexplotación” y al caso de las trabajadoras de casas particulares donde los niveles de informalidad aún permanecen altos. “Lo único que pedimos es que cumplan las leyes laborales y que paguen lo que tengan que pagar”, remató.
Sobre la designación de su ministro dijo que “estamos en un momento donde la provincia viene a reconocer a Walter Correa”, recalcando su extracción sindical. A la vez, dijo que fue legislador al mismo tiempo que él y que “es un hombre de principios, pero sobre todo es un trabajador industrial de la provincia de Buenos Aires”.
Antes de cerrar su discurso, el gobernador expresó que leía a la prensa macrista diciendo “va a ser duro en sus negociaciones”. Y se preguntaba: “¿Cómo no va a ser duro para defender los derechos? ¿Qué quieren que seamos, blandos? ¿Que nos doblemos ante la primera presión? ¿Ante la primera operación política? ¿Ante el primer juez que diga cualquier cosa para llevarnos en contra de nuestro propio pueblo?”
Luego de la jura hubo una reunión de la CTA, El Frente Sindical y la Corriente Federal en la sede de SUTEBA en la localidad de La Plata. Esa tarde, el consenso sindical para apoyar a CFK quedó nuevamente ratificado. Los dirigentes afirman que las corporaciones y las derechas van contra los derechos de los trabajadores.
Baradel explicó que “contexto político es muy complejo”, ya que “las derechas y las corporaciones están decididos a avanzar tratando de impedir que líderes populares puedan conducir procesos políticos en favor del pueblo”. Frente a quienes buscan proscribir a CFK, opinó que “hay que salir desde todos los sectores a impedir que eso suceda porque no se puede sostener el lawfare en la Argentina”. Además catalogó como “muy importante” la reacción rápida de todas las centrales sindicales.
En las últimas horas comenzó a circular la idea de un paro en defensa contra la proscripción de la ex Presidenta. Sin embargo, las propuestas —por ahora— no están confirmadas. “Veo un abanico de posibilidades como las que hoy están instaladas en todo el territorio nacional, donde hay sectores de compañeros y compañeras que se manifiestan y movilizan”, dijo Correa. De la misma manera, el líder de los docentes bonaerenses expuso que “todas las iniciativas que podamos llevar adelante en forma unificada —mayoritariamente entre los sectores populares— creo que son posibles y necesarias”.
El jueves, los gremios se reunieron con Máximo Kirchner en el marco del Consejo Nacional del Partido Justicialista. La decisión fue convocar al Congreso del PJ bonaerense para el día 3 de septiembre en Merlo, dos antes de que comiencen los alegatos de las defensas en la causa de Vialidad. Una de las propuestas que estuvo sobre la mesa fue que la Vicepresidenta esté a cargo del cierre de ese acto. El objetivo: mostrar el apoyo masivo de la militancia en favor de la democracia y en contra de la corporación judicial que “tiene la sentencia firmada”.
El cierre de la semana tuvo lugar en la UOM. Máximo Kirchner participó de un encuentro de metalúrgicos en el que brindó un discurso acompañado por el titular de la UOM, Abel Furlan, el secretario general de la seccional local, Daniel Daporta, y el Ministro de Trabajo bonaerense, Correa. En un discurso que tuvo como eje el apoyo a su madre, dijo que "si a Cristina la defiende la gente, es porque siempre actuó en función de las mayorías". También se refirió a los dichos de Mauricio Macri en una entrevista por Cadena 3 sobre llevar a cabo “una reforma laboral de hecho”. El ex Presidente dijo que hay que “tener una regla que permita que no nos roben con contingencias laborales que son mentira, mafias enquistadas en los sistemas de justicia laboral y que la gente pueda invertir”. En respuesta a esto, Máximo ironizó: “miren donde hay mafias en la justicia: en el sistema laboral”. Y continuó “para el señor el poder judicial es buenísimo salvo el fuero laboral. Y finalizó diciendo que Macri “toda la vida va a ser patrón, toda la vida va a ser un patrón”.
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