¿UNA CONADEP PARA NISMAN?

Mezclar la CONADEP con una causa indigna como la llamada "caso Nisman" es una vergüenza

 

He leído con total sorpresa que alguien propuso que se cree una CONADEP para investigar el caso Nisman. Lo cual me genera, como mínimo, dos reflexiones o interrogatorios:

  1. que la persona que eso propone no tiene idea de lo que fue la CONADEP, ni de las circunstancias dramáticas que llevaron a tal propuesta y,
  2. como si lo anterior fuera poco, quién era Nisman y cuál el contenido del llamado “caso” aludido.

Y, como consecuencia de ello, me pregunto qué relación tendrían los dos casos entre sí para poder relacionarlos en el mismo nivel.

Y yo que –por pertenecer a la tercera edad, por suavizar la calificación— intervine en ambas circunstancias y viví las épocas en las que se dieron, no les encuentro relación alguna.

En primer lugar, la CONADEP se creó luego de una dictadura que llevó a cabo los crímenes del terrorismo de Estado, como se ha probado en todos los juicios realizados luego de la nulidad de las leyes de impunidad —es decir de Obediencia Debida y de Punto Final—,  y que permitió probar lo que la clandestinidad del proceder de los titulares del poder represivo había querido ocultar. La tarea llevada a cabo por quienes la integramos –me refiero a los empleados y abogados que integramos las distintas Secretarías— culminó con la redacción del Nunca más, que constituye ahora un documento histórico.

El caso Nisman nada tiene que ver ni con ese caso de la CONADEP, ni con ningún otro similar en la Justicia.

Nisman, quien sólo pensaba en su conveniencia personal, hizo una denuncia en enero de 2015 contra Cristina Kirchner, Héctor Timerman y otros —entre los que se encontraba mi defendido Andrés Larroque— totalmente infundada, al punto que al otro día fue desmentida por el director de Interpol Ronald Noble, afirmando que tal denuncia era falsa. Yo intervine como defensora de Larroque desde entonces, ante la falsedad evidente de la denuncia, como también lo hicieron mis colegas Alejandro Rúa y Graciana Peñafort respecto de Héctor Timerman.

Se trataba de la firma que Memorándum con Iran, por la cual se acordaba que se recibieran las indagatorias de los acusados, sin las cuales la causa no podía avanzar. Y todo esto figuraba en un expediente judicial público, no clandestino, al que todos pueden acceder. Y era lo único que se podía hacer para ayudar a que avanzara la causa.

Hay pruebas en el caso de Nisman que acreditan que se mató, que su denuncia fue infundada. Si alguien tiene dudas deberá probarlas en el expediente respectivo.

Cualquier caso penal puede presentar dudas, pero eso no justifica una CONADEP que permitió que hubiera Memoria, Verdad y Justicia.

Respetemos a Nisman en su elección y en lo que no quiso, ante un fracaso al que no podía hacer frente.

  • Profesora Consulta de la Facultad de Derecho de la UBA y Jueza de Cámara en lo Criminal Federal
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