Un encono particular

El gobierno atropella la autonomía de la Universidad de las Madres

 

El gobierno negacionista que reivindica la dictadura tomó a la Universidad de las Madres como un botín de guerra. Con particular ensañamiento pretende avanzar con su verdadero proyecto, que es cerrarla, y de esa manera sentar precedente para avanzar sobre cualquier universidad pública. Para Milei sería un gran triunfo, de peso simbólico e ideológico, cerrar la Universidad de las Madres, nacida como Instituto y posteriormente, a partir de setiembre de 2023, creada como Universidad Nacional por ley del Congreso.

El lunes de esta semana el interventor-normalizador designado por el gobierno nacional, Eduardo Maurizzio, envió un mail desde una casilla cualquiera ordenando a la policía cerrar la universidad, esgrimiendo razones arbitrarias y absurdas. La policía se presentó en la sede y cerró el paso a quienes debían ingresar a estudiar o a trabajar, mientras que siete personas que se encontraban dentro se vieron privadas de la libertad porque no las dejaban salir, entre ellos la rectora Cristina Caamaño. El objetivo: generar tensión, para dar el mensaje de que la universidad está en conflicto, que se está desguazando y que no funciona como debiera. Lo que siembran es la incertidumbre en los estudiantes.

 


Marcelo Koening, profesor de Teoría del Estado en la carrera de abogacía, da cuenta del camino que llevó a la institución de ser un Instituto de estudios a la Universidad actual:

“Durante un tiempo el Instituto funcionó en la Casa de las Madres hasta que por el deterioro del edificio debieron trasladarse y, luego de deambular por distintos edificios prestados, la universidad se instaló en una sede de la Procuraduría, mediante un comodato que permite utilizar un piso del edificio”.

“El gobierno macrista designó un rector interventor normalizador con la intención de quedarse con la universidad, meter gente de ellos, pero no destruirla. En ese momento, la comunidad educativa dio una pelea con toma del edificio incluido, presentando una enorme resistencia al intento de desnaturalizar el proyecto de la Universidad de las Madres. El interventor macrista no logró apropiársela, y cuando llegó el gobierno de Alberto Fernández comenzó el debate sobre cómo darle una institucionalidad para que fuera sea autónoma a los gobiernos de turno”.

“La creación de la Universidad a partir de la sanción de la ley de septiembre del 2023 termina de darle forma a esa problemática. La diferencia con la creación de otras universidades es que el Instituto ya tenía un largo recorrido. Esto es crucial a la hora de entender por qué se logra en un tiempo tan corto la normalización de la Universidad. Las normalizaciones en las universidades parten del criterio de la legislación argentina universitaria, que plantea que la universidad se gobierne a sí misma a través de los distintos claustros: estudiantes, docentes y no docentes. En el caso de la Universidad de las Madres, los tres claustros se reunieron y por medio de una asamblea en diciembre del 2023 procedieron a realizar la normalización. Posteriormente, en marzo, realizaron otra asamblea donde se eligió a Cristina Caamaño como rectora. A partir de ese momento la Universidad está normalizada, se compuso su Consejo Superior con los representantes de todos los claustros y funciona normalmente. Una de las personas que intervino en este proceso, que en su momento era empleado de la Universidad, hoy es quien Milei impone como rector normalizador, desconociendo la legitimidad de la asamblea”.

 

Rectora Cristina Caamaño.

 

“Milei desconoce la normalización, atropella la autonomía universitaria y designa un rector como si la universidad no tuviera una autoridad. Está infringiendo la ley que dice que las universidades no pueden ser intervenidas si no es por ley del Congreso”.

“Desde el 1º de enero nadie cobra su salario. En 2022 el entonces Instituto contaba con un presupuesto que enviaba el Ministerio de Justicia. En la actualidad, el Ministerio esgrime que a partir de la nueva condición de la Universidad el presupuesto debe ser autorizado por el Ministerio de Educación, que fue reducido a Secretaría y depende del Ministerio de Capital Humano conducido por Sandra Pettovello, quien ostenta el don de no cumplir con reglamentos, leyes, medidas cautelares, etcétera. El subsecretario de políticas universitarias, Alejandro Álvarez, sostiene que las universidades son un curro y que hay que cerrarlas”.

“El gobierno de Milei está avasallando no sólo esta universidad, con la que tiene un encono particular. Lo que está haciendo es desconocer la autonomía universitaria con esta institución y sentar precedente para el resto de la educación pública, y el resto de las universidades”.

Koening manifiesta que lo del lunes fue un aviso para amedrentar, cree que seguirá habiendo acciones similares pero que al gobierno le resultará difícil seguir ordenándolas sin la complicidad de algún juez. Y a su vez afirma: "Lo que no han podido y no podrán hacer es penetrar en la comunidad universitaria, gracias a la gran cohesión de los estudiantes y los docentes que se apoyan en que la Universidad está normalizada y que tiene que seguir funcionando democráticamente”. Sostiene, además, que no cree que le resulte fácil al gobierno desarmar esta comunidad educativa.

“Con estas acciones siembran incertidumbre en los estudiantes que necesitan garantías en su desempeño educativo. El verdadero proyecto de este gobierno es cerrar la Universidad Nacional de las Madres de Plaza de Mayo. Actualmente hay abiertos varios procesos judiciales, muchos de ellos amparos, algunos favorables a ellos, otros favorables a la comunidad educativa de la Universidad, pero todavía no se resuelve la cuestión de fondo, que es la causa acerca de la normalización o no de la universidad”.

“Como plan de lucha, lo que se plantea la comunidad educativa es seguir dando clases a pesar de los nueve meses sin cobrar, visibilizar esta problemática, organizarse y resistir. Seguir promoviendo la inscripción de alumnos para el segundo cuatrimestre y para el año próximo. Todo esto aun con el peso de las amenazas del interventor, que manipula la situación con el fin de boicotear completamente la vida universitaria”.

“El lunes la comunidad se movió, estuvo rápidamente convocada en la calle y manifestó su adhesión y defensa de la Universidad de las Madres. Eso provocó que llegara más policía, pero a su vez la contienda demostró que la única batalla que se pierde es la que no se da, y que los integrantes de la comunidad de la universidad están firmes en su defensa. Decidir estudiar o ser docente en la Universidad de las Madres es un acto político y eso hace que la resistencia sea mucho más fuerte en momentos de una persecución brutal”.

 

 

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