UN CONSEJO ESCOLAR EN APUROS
La ANMAT confirmó que se entregó azúcar adulterada en escuelas de Lobos
Hace quince días contamos en El Cohete sobre la denuncia del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación bonaerense (SUTEBA), los allanamientos en escuelas que llevó adelante el juez de faltas de Lobos por casos de azúcar adulterada en bolsones del Servicio Alimentario Escolar (SAE) y la confesión del adulterador. Ahora se conocieron los resultados del análisis realizado por el Instituto Nacional de Alimentos (ANMAT) de la partida que Norberto Moscoloni vendía a los dos proveedores del Consejo Escolar a 40 pesos, Guillermo Arijo y Carlos Delia, quienes ganaron la licitación para la distribución de los módulos del SAE en el Consejo Escolar comercializándola a 68 pesos. El análisis detectó partículas de maíz y de trigo. “En la muestra analizada se detectan cristales de azúcar y amiloplastos de maíz y trigo. Se detecta gluten un valor superior a 80 mg de gluten/kg”, señala el estudio en las conclusiones. Para el Código Alimentario Nacional, un alimento que contenga menos de 20 mg es apto para celíacos. El azúcar que comercializó Moscoloni tiene cuatro veces más de lo permitido.
La adulteración fue con azúcar impalpable y maicena. El porcentaje de trigo que se encontró es por contaminación de harina, que pudo ser por el proceso de elaboración o de envasado. Moscoloni entregó el azúcar en un envase de harina con un etiquetado casero. En sede judicial expresó: “Que efectivamente los proveedores le encargaron el azúcar para proveer en el SAE, la cual no se encontraba en condiciones de ser entregada ya que no poseía aún las bolsas correspondientes”. También declaró que por dicha cuestión se dirigió a hablar con la presidenta del Consejo Escolar, Marcela Caronni, quien le dijo que era necesario que se lo entregara ya que el reparto de módulos comenzaba esa semana. Que le llevó una muestra de un paquete de harina de su marca y sobre la leyenda de ese producto pegó la etiqueta de “Azúcar”. La respuesta de la presidenta del Consejo Escolar —declaró Moscoloni— fue que era un tanto desprolijo pero que necesitaba el producto sí o sí, y que para el mes siguiente solucionara el problema.
El empresario Moscoloni explicó ante el Juzgado de Faltas que con motivo de la pandemia, al verse afectado en su trabajo, decidió encarar como actividad comercial el fraccionamiento de azúcar. Con ese fin adquirió una máquina envasadora que le permitiera ensobrar en paquetes de 1 kilo de azúcar comprada a granel directamente al ingenio azucarero. Ubicó su emprendimiento en un galpón junto a su panadería, donde guarda bolsas de la actividad que ejerce hace treinta años.
Moscoloni dijo haber sido consultado por el producto por los proveedores Arijó y Delia, con quienes acordó luego la entrega de azúcar ya que son proveedores directos del Consejo Escolar. Pero el respaldo a su nuevo emprendimiento y a su producto lo obtuvo cuando lo presentó ante el Municipio al programa Compre Local. Allí le dijeron que le daban prioridad de compra y que se presentara al Consejo Escolar, donde también le darían prioridad. Moscoloni emprendía así su nuevo negocio sin la debida habilitación de comercio para fraccionamiento, distribuyendo alimentos sin las condiciones bromatológicas mínimas, sin la aprobación de esos productos, carentes de rótulos reglamentarios, pero con el aval del Municipio y del Consejo Escolar.
Cuando estalló el escándalo Moscoloni pidió disculpas en los medios y también desde la cuenta en Facebook de su producto.
A nivel provincial, SUTEBA se pronunció a través de un comunicado acompañando la denuncia realizada el 28 de octubre ante el Juzgado de Faltas por su secretario general adjunto de SUTEBA Lobos, Francisco Medina. “A las denuncias que ya se realizaran por la compra con sobreprecios (en un 100%) de naranjas, se suma ahora la entrega de azúcar fraccionada distritalmente, con la clara presencia de un componente adicional”, señalaron. Reclamaron “una investigación en profundidad de las responsabilidades de las autoridades del Consejo Escolar y del proveedor del SAE. Los bolsones alimentarios son destinados a lxs niñxs, adolescentes y jóvenes que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, a lxs que se debe garantizar calidad nutricional, tal como lo establece el Programa Alimentario Provincial”. El gremio demandó una investigación exhaustiva acerca del funcionamiento del programa alimentario en el distrito.
“Los análisis realizados por ANMAT vienen a confirmar que el azúcar distribuida por el SAE de Lobos estaba adulterada. Confirman la presencia de gluten, constituyendo un hecho gravísimo porque puso en riesgo la vida de celíacos o cualquier persona sensible al consumo de esa proteína”, expresó Medina en diálogo con El Cohete a la Luna. “Los análisis también detectaron la presencia de almidón de maíz por encima de los niveles permitidos. Sin dudas esto que sucedió es responsabilidad no solamente del fraccionador y de los proveedores sino también del Consejo Escolar, que es el encargado de supervisar que la mercadería que forma parte de los módulos (bolsones) a distribuir sea de buena calidad y esté en óptimas condiciones”, puntualizó.
La auditoría al Consejo Escolar que se realizó desde la provincia de Buenos Aires sumada el fallo del Juzgado de Faltas, que dictaminará multas a los responsables, será un paso importante para evaluar si no es necesaria la intervención del Consejo Escolar por su deplorable actuación en la protección de los más vulnerables.
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