El domingo pasado Marcelo Figueras me hizo un hermoso regalo por el Día del Padre: un tema cantado por quien él sabe que es mi preferida: the one and only Sarah Vaughan, Sassy, the divine, por los apelativos que se granjeó en las cinco décadas de su carrera impresionante. Si seguís esta columna ya sabés que no concibo el arte como una competencia deportiva, sólo digo que tal o cual compositor o cantante me gustan. Eso no significa que sean mejores y tampoco quita que también otros y otras puedan emocionarme.
Pruebas al canto. Para que cada quien haga su propia lista, hoy vamos a escuchar un tema célebre de los hermanos George y Ira Gershwin, como lo registraron tres cantantes fenomenales. La primera es Sarah Vaughan, en una versión de su espléndida juventud, cuando además de cantar tocaba el piano en las formaciones de un gigante, como Earl Fatah Hines, y de Billy Eckstine, en las que compartió la escena con Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Miles Davis y Art Blakey. Las únicas chicas en las giras eran Sassy y Carmen McRae, que también sobresalía tanto al piano como cantando.
La segunda es la de Ella Fitzgerald. No me acuerdo si te conté la historia asombrosa de sus comienzos, cuando se presentó como bailarina un miércoles de aficionados en el teatro Apollo de Harlem. Ya en el escenario sintió pánico y no pudo bailar. Entonces dijo, pero puedo cantar. Como dice Cristina: ¡mamita! Si en Sarah Vaughan impresiona la amplitud de su registro, capaz de cubrir tres octavas, es difícil encontrar una voz de una pureza tan cristalina como la de Ella Fitzgerald.
La tercera versión es la de Billie Holiday, con una voz pequeña comparada con las otras, pero con una intensidad de sentimiento insuperable en la interpretación de las letras, y con un acompañamiento superlativo, con Teddy Wilson, Lester Young y Harry Sweets Edison.
Hay otras grandes cantantes, como la propia Carmen McRae, Amy Winehouse, Dinah Washington, Nina Simone, Abbey Lincoln, Anita O'Day, Nancy Wilson, Shirley Horn, Julie London, Cassandra Wilson, Dee Dee Bridgewater, Helen Merrill, Esperanza Spalding, que escucho con placer. Pero para mi gusto, Sassy, Ella Fitzgerald y Billie Holiday son lo máximo.
Para terminar, un documental subtitulado en portugués sobre Sarah Vaughan.
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