Transmitir la resistencia

Un 24 de marzo romano sin acto en las fosas ardeatinas pero con Coronavirus

 

“Nosotros tenemos la obligación de transmitir la herencia de la Resistencia”, afirma en Roma Mario Fiorentini, ex partigiano y matemático de lúcidos 101 años, pues como subraya, “soy anciano pero no envejezco”.

En una entrevista telefónica a causa de las medidas de seguridad impuestas en Italia para tratar de contener la difusión del coronavirus, Mario recordó sus años de lucha, sus “acciones”, entre ellas cuando lanzó “una bomba frente a la cárcel romana de Regina Coeli” y se alejó en “bicicleta bajo una lluvia de proyectiles”.

Fiorentini, “el partisano más condecorado de Italia”, nació en Roma el 7 de noviembre de 1918, de madre católica y padre judío. “Más pacifista que yo no podrás encontrar, pero el destino me arrastró, no podíamos quedarnos afuera”, enfatizó.

Entrevistar a Fiorentini en vísperas del 24 de marzo es, además de una lección de vida, una manera de conmemorar el asesinato de 335 personas a manos de las fuerzas de ocupación nazis, matanza cometida en esa fecha en 1944, en las Fosas Ardeatinas, cerca del centro capitalino.

Todos los años se realiza un acto en ese lugar, y en no pocas ocasiones la Argentina lo ha compartido, como también se pensaba hacer este año.

Pero estamos en tiempo de coronavirus y ese sitio de memoria, como los demás lugares públicos está cerrado y ni siquiera el Presidente italiano, Sergio Mattarella, podrá concurrir.

Es por esto que la Embajada Argentina tampoco puede colocar allí una ofrenda floral. “Ante la emergencia por la cual pasa hoy Italia vamos a acompañar la conmemoración del 24 de marzo en la Argentina y aquí en las redes sociales”, explicó la ministra Ana Tito, de la Embajada Argentina, obviamente en diálogo telefónico. “Nuestra intención es sumarnos a lo que definan los organismos de Derechos Humanos de la Argentina”, agregó.

“Para retomar la política de derechos humanos de la Embajada habíamos programado para el 24 la apertura en la Casa Argentina de la muestra ‘Ausencias’, con la presencia del fotógrafo y autor de la misma, Gustavo Germano”, dijo Tito. “A causa de las medidas sanitarias esto no será posible. Pero este contexto nos parece propicio para volver a destacar la solidaridad que ha unido siempre a Italia y la Argentina, cristalizada en los juicios que se llevan adelante en Roma a los responsables del asesinato de ciudadanos italianos durante la dictadura y el Plan Cóndor, con el memorable accionar del ex cónsul Enrico Calamai y con los encuentros educativos de Vera Jarach en ambos lados del Océano”.

Tito señala, asimismo, que la emergencia ha llamado a los funcionarios públicos argentinos a estar cerca de los connacionales varados en Italia y a “recalcar la importancia de la reclusión social como forma de prevención ante esta epidemia, en consonancia con lo solicitado por los dos gobiernos”.

La pandemia cruza el sistema socioeconómico con incógnitas y reflexiones sobre la actual crisis y sus consecuencias.

Lorenzo Teodonio (46 años, doctor en Física e historiador), se interroga sobre la Unión Europea (UE). “La UE atraviesa desde hace años una situación difícil: Grecia, Brexit y ahora el coronavirus. Para nosotros, que nacimos en los '70 y crecimos en la década europea de Maastricht a Lisboa, es legítimo y de rigor preguntarnos qué ocurrirá con nosotros europeos”, comenta.

“Ya veíamos los límites de una Europa solo monetaria y fuertemente liberal, pero creíamos. Esta última década nos marcó. Seguimos escuchando a nuestros amigos de París, tenemos un grupo de WhatsApp con italianos que no están en el país y con alemanes trasladados, etc, etc. Pero la pregunta de fondo es si esto será suficiente. En sentido generacional somos europeos al cien por ciento. Si pienso en un político ‘bravo’ pienso en Pablo Iglesias; me falta un paseo en Alfama, Lisboa; y si se me ocurre dónde quisiera ir recuerdo el Báltico alemán. Pero nuestro imaginario se está cayendo a pedacitos y acá estamos tratando de reconstruirlo. Esperamos que el coronavirus no sea la última y definitiva prueba. Que no sea ‘la gota que hace desbordar el vaso’", dice y concluye: “Cuando leemos la Ginestra de Leopardi, de 1827, y la ‘cadena social’ , esa necesidad de construir una solidaridad humana frente a las catástrofes, pensamos que ojalá ésta sea la ocasión. Una cadena europea y europeísta a pesar de todo”.

“Salta a la vista de todos el impacto devastador que la pandemia del Covid-19 tiene y tendrá sobre la salud de los ciudadanos y el Servicio Sanitario Nacional italiano”, opinó Mario Bernardini, 68 años, Director General de la Caja Mutual del Sistema de los Bancos de Crédito Cooperativo.

“El shock abarcará toda la economía italiana. Previsiones atendibles hipotetizan una caída de casi el 2% del PIB de 2020, fruto de la disminución de la producción y de la menor propensión al consumo. Todo esto se reflejará en crisis empresariales y pérdida de puestos de trabajo, como tal vez no ha ocurrido antes”, agregó.

En ese sentido, “Italia podría reaccionar con menor rapidez que otros países europeos a causa de su tejido productivo constituido en mayor parte por empresas de pequeña y pequeñísima dimensión. Serán estas empresas las que sufrirán más que las otras, porque están menos equipadas para la reorganización impuesta por la crisis”, sostuvo.

En cuanto al sistema bancario Bernardini piensa que la situación lo involucrará “de manera diversificada”. “Es un sistema condicionado por bajo rédito, débil demanda de crédito y necesidad de rápido cambio tecnológico”. En consecuencia, “se puede presumir que 2020 se caracterizará por un fuerte deterioro del crédito con la consecuente necesidad de absorción de capital y restricción de las líneas de crédito”.

“Un impacto patrimonial negativo y una reducción de las recaudaciones explican la marcha de la bolsa de los últimos días, que ha penalizado mucho a todo el sistema bancario. Sin embargo la posición de varios actores aparece muy diversificada. Intesa, Unicredit y Mediobanca parecen mejor equipados que las otras entidades para enfrentar la crisis por las estrategias de diversificación y mejora de la eficiencia general que adoptaron en años anteriores”.

Pandemia, curvas, casos autóctonos y otra serie de palabras pueblan los medios en Italia desde hace quince días. Y hay de todo, expertos y fantoches, la biblia y el calefón. Nosotros conversamos con el Director Sanitario de la Agencia de Protección de la Salud (ATS) de Lecco y Monza, en Lombardía, el doctor Emerico M. Panciroli.

¿Qué es una ATS, en italiano Agenzia Tutela della Salute? Se trata de un sistema sanitario lombardo (en el norte del país y el más afectado por el Covid-19) que cuenta con ocho ATS en la Región.

Panciroli, de 65 años, explica que las ATS “no son hospitales sino instituciones de coordinación, de gobierno del sistema local de hospitales públicos y privados, además de ser instituciones de programación y de control”. O sea, un “brazo armado sanitario de la Región”.

En Lecco y Monza, con 1.300.000 habitantes, hay hasta ahora 1.130 personas contagiadas , destacó Panciroli y precisó que de esa cifra “un 30-40 por ciento va a hospitales, y un 10-15 por ciento va a reanimación”.

Y este es el grave problema en Lombardía y en toda Italia, pues el “sistema no da abasto” para los requerimientos de terapia intensiva. “En Lecco y Monza –puntualizó— estamos al límite. En Monza quedan siete puestos libres para reanimación y en Lecco solo uno”.

Se buscan soluciones  como los “hospitales de campaña” , la derivación de pacientes, pero nada basta.

Todo es “dramático”, como la situación de los dispositivos de protección individual (DPI), es decir, barbijos, delantales especiales, anteojos de protección. “No estábamos preparados para esta explosión y no teníamos stock de estos elementos”, que se terminaron en pocos días. Los barbijos, por ejemplo, no se pueden usar indefinidamente, tienen límites temporales precisos, de lo contrario dejan sin protección a médicos, enfermeros, anestesistas, que se contagian y muchos fallecen.

“La epidemia estaba en China en noviembre pasado. El error italiano “fue no comenzar desde entonces con medidas adecuadas a lo que se venía”.  “Nadie esperaba una situación tan espantosa comoesta. Nunca había sucedido antes”, dijo el experto y sugirió “no minimizar, aprender de nuestra experiencia, contener el contagio todo lo que se pueda”.

El único modo es “limitar la vida social, los contactos entre las personas”.

 

 

 

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