Una hipocresía que oculta temas más graves y negocios más grandes
La prohibición de que los ministros del gabinete nacional tengan familiares en cargos públicos y la promesa de reducir en 25% el gasto político es una muestra transparente de hipocresía y desvía la atención de temas más graves y negocios más grandes.
La decisión fue tan apurada que recién después del anuncio en conferencia de prensa comenzó a elaborarse el decreto. El texto final dijo: “Parentesco tanto en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado, con el Presidente y Vicepresidente de la Nación, Jefe de Gabinete de Ministros, Ministros y demás funcionarios con rango y jerarquía de Ministro". No aclaró cuáles son esos funcionarios con rango de ministro pero sí que “quedan incluidos el cónyuge y la unión convivencial”. Nadie explicó por qué las decenas de ministros no podrán designar parientes pero los centenares de secretarios, subsecretarios y directores sí.
Para agregarle un toque de ridículo, el gobierno pretende estar trabajando en el tema desde hace tres meses. La realidad es que el presidente Maurizio Macrì respondió así a la abrupta caída de los índices de aprobación del gobierno y propios. El bajón se debe a la quita de unos 5.000 millones de dólares anuales a los haberes de jubilados, pensionados y asignados; a la batahola en los alrededores del Congreso cuando se discutió esa reforma; a la mezcla explosiva de insensibilidad e ineficiencia en el caso del submarino perdido y a la escandalosa conducta del ministro de Trabajo. Demasiado para un mes.
Jorge Triaca (h) insultó a su empleada de confianza Sandra Heredia, a quien mantuvo años en negro hasta la semana de la elección presidencial, y luego le pagó parte de su salario con fondos públicos provenientes del intervenido sindicato de obreros marítimos, donde le asignó un cargo jerárquico. También se supo que hubo más de un centenar de designaciones similares en ese SOMU.
La alarma del Celador
En enero las encuestas que orientan al gobierno mostraron a Macrì bien por debajo no sólo de la gobernadora bonaerense María E. Vidal sino también del intendente de la Capital, Horacio Rodríguez Larreta, lo cual enfureció al jefe de gabinete Marcos Peña Braun, el celador de la clase. Así acuciados, Rodríguez Larreta declaró el 26 de enero a La Nación que en 2019 él y Vidal buscarán la reelección en sus respectivos distritos y que el candidato presidencial no será otro que Macrì, una convicción tan oscilante como las mediciones de sociología electoral. Además de firmar el decreto, Macrì pidió a los gobernadores que hicieran lo propio. Hubo dos movimientos inmediatos: Vidal y Rodríguez Larreta accedieron y el jujeño Gerardo Morales se negó. Como no se trata de una ley convenio, la aquiescencia de la bonaerense y el porteño no significan nada. En el almuerzo en que coordinaron su estrategia, seguidos por los fotógrafos oficiales, estuvo también Federico Salvai, el jefe de gabinete de Vidal en La Plata, sonriente como si el tema no lo rozara.
Y no lo roza. Salvai está casado con la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley. Pero cada gobierno decide en su jurisdicción, que no se cruza con las demás, aunque la propia foto con funcionarios nacionales como Peña y Fernando de Andreis, provinciales como Vidal y Salvai y del municipio porteño como el alcalde Rodríguez Larreta, evidencia la estrecha interrelación política.
Es la misma táctica con que el Poder Judicial elude el reglamento que prohíbe la designación de familiares: yo nombro a tu hijo, vos poné a mi hermana y todos contentos. La explicación más bizarra la suministró la jueza de la Corte Suprema Elena Highton por la designación de su hija Elena Nolasco en una secretaría del tribunal: no depende de mamá sino del tribunal.
Pese al desaire de Morales, Macrì lo acompañó en una visita a la localidad de Volcán, arrasada hace un año por un aluvión. Ambos fueron abucheados por centenares de manifestantes en Humahuaca.
El abucheo a Macrì y Morales en Humahuaca.
Desde la hostigada Organización Barrial Túpac Amaru se difundió una lista parcial de parientes de Morales en su gobierno: sus hermanos Freddy, Secretario General de la Gobernación; Walter, presidente del Instituto de Vivienda y Urbanismo y María del Carmen, a cargo del Fondo Solidario; sus hijos Gastón, Secretario de Asuntos Legales e Institucionales, y Facundo, Coordinador del Festival de Cine De las Alturas; su sobrino Julián, Coordinador de Promoción Artística del Ministerio de Turismo; su cuñado Marcelo Fernández, Presidente del Banco de Acción Social; su primo Néstor Gomera Navarro, Secretario de Relaciones con la Comunidad, y su novia Tulia Snopek, síndica de la empresa provincial de energía.
Esta aglomeración de familiares se repite en cada ministerio jujeño.
La misma lógica impera en los municipios. En San Nicolás, Ismael Passaglia llegó a la intendencia en la boleta del Frente para la Victoria y acomodó en distintos puestos a hijos y hermanos. Cuando la gobernadora Vidal y su ministro Cristian Ritondo convocaron a los intendentes oficialistas de la segunda y la cuarta sección electoral, Passaglia apareció entre los de Cambiemos. Uno de sus hijos, antes secretario privado, fue electo concejal y otro diputado provincial. El año pasado, Vidal designó a Ismael Passaglia Secretario Provincial de Vivienda. Para asumir el cargo, pidió licencia y como intendente interino asumió su hijo el concejal Manuel Passaglia. Nada cambia en estos feudos con el decreto presidencial.
El ratón Micky
Nadie en el gobierno ve motivos para excluir a un ministro por actitudes como las de Triaca, como si no incluyeran faltas administrativas graves y delitos que el Código Penal castiga con multas e inhabilitación de hasta tres años para desempeñar cargos públicos. Se comprende, porque tanto el presidente como buena parte de sus colaboradores han incurrido en infracciones a la Constitución, a las leyes y a la ética pública mucho más graves. Pero lo hicieron con maniobras offshore de alta sofisticación que la gente normal no distingue de otras operaciones legítimas o a través de amigos y compinches, más próximos que muchos parientes. En cambio, Triaca es el José López del neoliberalismo. Si las cosas que se recriminan a Cristóbal López o Julio de Vido fueran ciertas o el fiscal Guillermo Marijuan hubiera encontrado algo más que piedra y tierra congelada en los pozos que cavó en Santa Cruz, su importancia cuantitativa y cualitativa desmerecería las andanzas del ex secretario de Obras Públicas. Pero sólo el tucumano López llegó de madrugada a un convento con bolsos llenos de dólares, algo que está al nivel de las pillerías con que puede fantasear una persona del común. Esto es mucho más fácil de entender que el desvío de impuestos cobrados por un agente de retención para crear o adquirir nuevas empresas. Otra trapisonda cuya comprensión no requiere de conocimientos especiales es la del ministro de Agroindustria Micky Etchevehere, que recibió una retribución especial de medio millón de pesos de la Sociedad Rural cuando saltó de su presidencia al gabinete nacional. El ministro pretendió que era la liquidación final de sus haberes en ese cargo rentado, pero la propia SRA lo desmintió: no le debían nada y fue una gratificación extraordinaria, a la que media comisión directiva se opuso. En vez de dictaminar como correspondía, la Oficina de Encubrimiento de la Corrupción a cargo de Laurita Alonso, le avisó al Poder Ejecutivo que Etchevehere era indefendible y que su opinión debería ser negativa, lo que apuró al ministro a devolver el medio millón y dar por cerrado el incidente.
Eso prueba que no le correspondían, pero nadie en el gobierno se mosqueó. Su situación sigue siendo complicada a raíz de la denuncia de su hermana Dolores por la que será indagado en unos días. Los cargos, sostenidos por el Ministerio Público, son administración fraudulenta y vaciamiento de la empresa familiar. Además fue denunciado por la situación de varios trabajadores de sus fincas. Dos peones mayores de cincuenta años vivían en unidades habitacionales “desprovistas de energía eléctrica, agua potable y baños” y recibían apenas 450 pesos mensuales de 2014. Trabajan allí desde 1976 y nunca vieron un recibo de sueldo. También se verificó el empleo de un jubilado y de su hijo infantil, no registrado. En otras estancias del actual ministro se detectaron más trabajadores no registrados. Todo esto indica que no es razonable considerar que la Sociedad Rural hizo pie en el poder. Por el contrario, la novedad es que quedó ostensiblemente subordinada al capital financiero internacional que controla el gobierno. Etchevehere no es un poderoso hacendado, sino un ratón cubierto de deudas que sobrevive robándole a sus trabajadores, trampeando a su hermana y cediéndole parte del diario familiar al aventurero mendocino José Manzano, porque de otro modo no podría pagar los sueldos a fin de mes.
El bluff de la AFIP
La poda sólo alcanza a cónyuges, hermanes, abueles, nietes, cuñades, nueras y yernos, lo cual es un pequeño avance sobre el blanqueo de capitales que excluyó a Franco Macrì y Alicia Blanco Villegas pero no a Gianfranco Macrì, Angelo y Fabio Calcaterra, por poner un ejemplo ostensible. Claro que aquí sólo hay plata chica en juego y no centenares de millones de dólares. El viernes fueron detenidos varios empleados de la AFIP y el juez Rodolfo Canicoba Corral hizo saber a los periodistas que se trataba de la investigación iniciada por los datos sobre el blanqueo que comencé a publicar en Página/12 y continué en El Cohete A la Luna. Me permito ponerlo en duda, primero porque no conozco a ninguno de los detenidos ni pagué ni me lo pidieron por esa información y segundo porque no me imagino quién podría comprar los datos sobre el el blanqueo, que pueden llevar a la cárcel a quien los posea y no hay forma de extraerles provecho. Por lo que se va sabiendo, se trata de una empresa que vendía datos fiscales y quizás también su adulteración en las bases de datos de la AFIP a quienes estaban en deuda con el fisco. Esa operación es conocida por lo menos desde la presidencia de Raúl Alfonsín, cuando Marcelo Da Corte estaba al frente de la DGI. Los jóvenes de la Coordinadora conseguían acceso a las pantallas y luego visitaban a los morosos para ofrecerles una quita.
Es curioso que quienes trampearon al fisco toda la vida disfruten de sus bienes mal habidos, mientras los presuntos empleados infieles que si la versión oficial fuera cierta los habrían puesto en evidencia, van a la cárcel. Así estamos. Recordemos que Marcelo Mindlin blanqueó bienes por 770 millones de pesos, equivalentes a 44 millones de dólares, una suma homóloga a la que trascendió que habría pagado por la constructora de los Macrì: entre 40 y 50 millones. Lo sigue Gianfranco Macrì, con 622 millones de pesos, o 35,5 millones de dólares. Nicky Caputo blanqueó 465 millones de pesos, o 26,5 millones de dólares. La fortuna de Caputo creció como contratista de obras públicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante el gobierno de Macrì y de la Nación desde que asumió la presidencia (con otra empresa que no lleva su nombre, para simular que se cumple la promesa de ambos de que no volvería a contratar con el Estado. Intentaron engañar a la aliada revoltosa Elisa Carrió, que exigió excluir a los contratistas del blanqueo, pero no les preocupó que los viera toda la sociedad, que es más incrédula). Alejandro Jaime Braun Peña, primo del jefe de gabinete, blanqueó 109 millones de pesos, o 6,2 millones de dólares. La hermana del secretario Legal y Técnico de la presidencia, Susana Clusellas Zorraquín, está casada con Manuel Lucio Torino Ortíz, quien blanqueó 353 millones de pesos, equivalentes a 20,1 millones de dólares. Además, Pablo Clusellas Zorraquín es revisor de cuentas del Buenos Aires Golf Club, que preside Gianfranco Macrì. Alfredo Coto blanqueó nada menos que 7.000 millones de pesos, casi 400 millones de dólares. Casi lo mismo que Marcela Rocca, prima de Paolo y encargada de tareas de beneficencia. También blanquearon los primos Roberto y Elena Bonatti Rocca. Los gerentes están varios escalones por debajo de los accionistas. Daniel Agustín Novegil, quien se encarga de los aceros planos que produce Techint, blanqueó 557 millones de pesos o 32 millones de dólares. Javier Madanes Quintanilla y Miguel Madanes, los señores del neumático y el aluminio, pasaron por ventanilla para blanquear 1279 millones de pesos o 73 millones de dólares. María Bulgheroni de Luque, hermana de Alejandro y tía de Marcos Bulgheroni blanqueó 185 millones de pesos o 10,5 millones de dólares, suma que sugiere que no es una pieza clave en los negocios familiares. No faltaron la suegra del presidente, Elsa Baker, ni sus cuñadas, Leila y Zoraida Awada, con sumas menores a un millón de dólares, pero tan ilegales como las millonadas de Gianfranco. Se entiende la furia de Macrì, pero es mala consejera porque le hace pegar a tontas y a locas. Siga participando.
Con la misma lógica del mundo al revés, en lugar de pedir la renuncia del ministro Triaca, Macrì forzó con el decreto la dimisión de sus hermanas Lorena y Mariana Triaca y de su esposa María Cecilia Loccisano. Si no estaban calificadas para las funciones que cumplían, la responsabilidad recae en el Presidente. Si lo estaban, el decreto expulsivo es una arbitrariedad poco republicana, además de una fuente de injusticias que puede privar al Estado del aporte de personal incluso sobrecalificado, como el director de YPF Octavio Frigerio. En su renuncia Lorena Triaca sumó otra hipocresía: dijo que su decisión “corresponde a motivos estrictamente profesionales”, mientras se limpiaba la huella del zapato presidencial en la parte del vestido en que la espalda pierde su honesto nombre. Al alejarse del directorio del Banco Nación, Mariana Triaca le agradeció directamente a Macrì “la confianza dispensada”. Se estiman en 40 los renunciantes, lo cual sobre 20 ministerios equivale a un promedio de dos por ministro. Nada mal para los campeones de la ética.
Duran Barba y los radicales
Jaime Durán Barba utilizó un razonamiento ad hominem durante la discusión del Club Político, un ateneo de librepensadores y de ex funcionarios vinculados con la UCR. El consultor ecuatoriano cuya remuneración el gobierno recién blanqueó ahora, luego de años de pretender que era un filántropo que contribuía graciosamente a la campaña amarilla, escribió que “nuestro país es como Suecia. Nadie tiene una empleada en negro. Siguiendo la Biblia, todos estamos libres de pecado, podemos lanzar una lluvia de piedras. Hay que lapidar a Triaca de inmediato”. Añadió que el ministro “cumple un papel muy importante en la reforma laboral y en la lucha contra las mafias", antes de recordar que “Yrigoyen no reconoció a ninguno de sus hijos. No por eso debería ser borrado de la historia”. Lejos de su colaborador Santiago Nieto, Duran Barba no tiene la misma sensibilidad que en sus libros para los cambios de costumbres y valores en la sociedad. Pero sus razonamientos fueron hechos a la medida de sus interlocutores radicales. Uno de los impugnadores de Triaca fue el ex ministro radical Ricardo Gil Lavedra, quien hace dos décadas fue uno de los defensores del entonces jefe de gobierno porteño Fernando De la Rúa cuando se descubrió que el Concejo Deliberante pagaba el salario de su jardinero particular. Ironías de la vida: la esposa del actual ministro Triaca fue la escribiente de las fiscalías que investigaron la malversación. Por la misma época, De la Rúa fue víctima de una extorsión, cuando se difundieron audios e imágenes de un viaje de compras a Miami de su esposa Inés Pertiné y tres amigas, pagado por un concesionario del gobierno municipal interesado en la renovación de su licencia. De la Rúa acusó a Daniel Hadad de "espionaje gangsteril. Quizás mi señora, de buena fe, cometió un error o una imprudencia al aceptar los pasajes de canje. Al tomar conocimiento del tema, subsané ese error inmediatamente”. Hadad presionaba así para que De la Rúa destrabara la adjudicación de la radio Municipal, que había dispuesto el menemismo. Antes de la emisión, Hadad presentó el material al vocero del jefe de gobierno, el actual interventor del ENACOM, Miguel de Godoy, y le sugirió que todo podía arreglarse. No sólo “su señora”. Las grabaciones de la Secretaría de Inteligencia también registraron la voz del propio De la Rúa cuando dialoga con Pertiné sobre la posibilidad de sumarse a la partida, para terminar diciendo: “Aprovechen ustedes”. Uno de los dirigentes radicales que asesoraban a De la Rúa comentó así el episodio: “Fernando e Inés no son corruptos. Son garroneros”, una condescendencia que Durán Barba reprocha a los radicales no tener con Triaca.
Lo que no se ve desde la calle
Los grandes negocios y los mayores escándalos no están al alcance del público. Hasta los programas de chimentos de la televisión se ocuparon del despido de la empleada de Triaca. En cambio, nada se publicó sobre la gestión del hermano presidencial Gianfranco Macrì por adquirir la filial argentina de la quebrada constructora española Isolux Corsan. Cuando algunos diarios del interior mencionaron sin detalles que SOCMA, el holding familiar de los Macrì, estaba interesado en Isolux, anónimos voceros lo negaron. Lo que nadie contó es que Gianfranco planteó el negocio a varios asociados de la Cámara Argentina de la Construcción y les preguntó si estaban dispuestos a actuar como fronting de la operación. Gianfranco no es la lumbrera de la familia, pero por el deterioro de su padre y las responsabilidades políticas de su hermano mayor, firma como cabeza del grupo, cuando su única pasión verdadera es el golf, donde estrechó relaciones con Marcelo Mindlin, a través de las respectivas esposas, amigas del alma. Isolux Corsan integró distintas Uniones Transitorias de Empresas con IECSA, la constructora de los Macrì, para la construcción del tren bala; la usina a carbón de Río Turbio que ahora el gobierno quiere liquidar o dos centrales termoeléctricas. Por separado ganaron distintos tramos de la licitación para el Paseo del Bajo, pero los españoles no pudieron cumplir su parte en el tramo A, que fue asumida por AUSA. Isolux había ganado con una oferta llamativamente baja, la mitad de la de IECSA por el tramo C, porque necesitaba mostrarse activa ante sus acreedores españoles. El Ministerio de Energía también adjudicó a Isolux la construcción de parques eólicos, que luego vendió a otras empresas de los Macrì, Sideli y Sidsel. Apenas dos meses después, los Macrì revendieron esos parques eólicos a Genneia con una diferencia próxima a los 50 millones de dólares. El vicepresidente de Genneia es Darìo Lizzano, quien también es vicepresidente de TGLT, la constructora que asociada con el fondo de inversión PointState Argentum compró la constructora de Nicky Caputo, que puede hacer cualquier negocio siempre que disimule, porque los hermanos de la vida no tienen restricciones para ninguna trampa. El precio de 109 millones de dólares que TGLT dice haber pagado llamó la atención, porque el mercado no la valora en más de 60. ¿No te da un poco de pena el pobre Triaca, apenas una mojarrita entre tantos tiburones?
La música que escuché mientras escribía esta nota
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