Televisión contra las violencias
Una serie que propone visibilizar casos de violencias por cuestiones de género
Contar las violencias, contar las historias que nos atravesaron y nos despertaron conciencia, que ayudaron a amplificar el grito de “Ni una menos”.
Con este leiv motiv surge en la pantalla Televisión contra las violencias, un proyecto que busca visibilizar las violencias contra mujeres y disidencias y que se emite en Canal Encuentro y en la televisión pública. Todos los miércoles a las 22 horas por Canal Encuentro, por la televisión pública a las 22.30 y también se puede encontrar en el canal de YouTube de ambos canales y en la plataforma Cont.ar.
Se trata de ocho capítulos realizados por ocho directoras jóvenes. A lo largo de la serie se plantea un profundo análisis de la mano de referentes del pensamiento, la justicia y el arte.
Paloma Coscia, su directora general, relata que la iniciativa surgió con el fin de usar la televisión para visibilizar lo que se conoce como violencias, en una idea en conjunto con la productora del proyecto, Malena Villafañe: “La idea nace a fines de 2021 cuando se abre el concurso Renacer Audiovisual (Ministerio de Cultura y la Secretaria de Medios y Comunicación Pública) para reactivar la industria audiovisual después de la pandemia”.
El proyecto se propuso ser lo más diverso posible. Tanto desde la temática hasta en los equipos de trabajo. Una novedad que demuestra esta coherencia, es que el equipo técnico de la serie está integrado por mujeres y disidencias: “En nuestro caso intentamos que la acción de trabajo sea bastante horizontal y súper amena. En ese sentido, tengo entendido que el equipo también quedó bastante contento”, explica la directora.
A lo largo de la serie se abordan casos como el de Higui, Tehuel De La Torre que aún se encuentra desaparecido, Diana Sacayan, Pepa Gaitán, Micaela García y Johanna Piferrer. Casos emblemáticos que conmovieron a la sociedad y fueron una insignia para el movimiento feminista local.
Dice Paloma Coscia: “Es importante que las demandas de los feminismos no dejen de estar en agenda y desde nuestro lugar en la industria quisimos poner en ejercicio esta cuestión. No existe la violencia de género en términos singulares, existen distintos tipos de violencias porque los feminismos están compuestos por múltiples identidades, y eso quisimos plasmar desde el proyecto”.
La elección de estos casos no fue azarosa, sino que se pensó en aquellos casos que fueron referencia: "Nuestro criterio de selección fue intentar denunciar aquellos casos que marcaron un precedente para la justicia o para la militancia. Si bien nos quedaron muchos afuera, intentamos dar un panorama representativo".
En los capítulos se habla de casos de violencia mediática, femicidios en el caso de —por ejemplo— Micaela García, que dio lugar a la ley que lleva su nombre”. Y agrega: “Hablamos de la violencia en sus diferentes formas, los travesticidios, las distintas formas de discriminación, el acceso laboral para las personas trans, visibilidad lésbica, entre otros”.
La directora no solo remarca la importancia de amplificar voces, sino también que los episodios sean una voz o un registro que llegue a los diferentes hogares y no solo a la militancia: “Esta hecha para la militancia, sí, pero espero que pueda trascender, que sea un dispositivo educativo, que dispute el sentido común. Que aquellas personas que, por ejemplo, no saben quién fue Diana Sacayán se enteren y que se empiecen a cuestionar sus lugares y problematizar”. Y aclara: “Es esperable que los testimonios que componen a los capítulos convoquen a identidades inherentes al movimiento transfeminista; aunque esto no quiere decir que no sea compatible con otras audiencias, como por ejemplo un canal de televisión al cual acceden identidades de toda índole”.
Este trabajo coral tiene un mensaje directo, dice Coscia: “Es urgente una reforma judicial con perspectiva de género. Esta demanda está explícita en todos los capítulos y no hubo ninguna búsqueda desde dirección para que eso sucediera. El pedido surgió sólo porque la justicia brilla por su ausencia en este tipo de casos”.
Frente a la consulta de cómo ve la violencia de género en la sociedad actual, la directora opina: “Si bien existen muchas formas de violencia, me da la sensación que dentro del feminismo hay jerarquías, se da prioridades a ciertos casos y otros son invisibilizados. Eso debería dejar de ser así. Son más visibles casos de abuso o acoso de figuras públicas que la desaparición de un pibe trans, por ejemplo. Es fundamental que dentro del colectivo exista más compromiso en no darle más importancia a una lucha que a otra y entender que no solo existe la violencia contra mujeres blancas de clase media; sino también contra personas travestis trans, personas no binarias, violencia por cuestiones étnicas, etc. Pienso que actualmente es urgente poner en crisis este mal llamado sentido común que inclusive existe dentro del feminismo”.
La propuesta y el objetivo de Coscia también busca “llevar el cine a la televisión” es decir, no seguir replicando los formatos que reproducen las plataformas comerciales actuales, sino también hablar de una autoría cinematográfica y esto se puede ver en la elección de las directoras: Eloísa Solaas, Daniela Seggiaro, Ana García Blaya, Marilina Giménez, Martina Matzkin, Amparo Aguilar y Valentina Llorens.
“Cada una de las directoras imprimió su sello en cada capítulo, ninguno de los capítulos se parece entre sí. A pesar de las limitaciones de presupuesto o de cualquier tipo, cada uno tiene la impronta de quien lo dirigió, fue increíble ver cómo cada una desplegó su trabajo”.
Integran los capítulos de Televisión contra las violencias:
-Episodio 01: Viva la Pepa (directora Eloísa Solaas)
-Episodio 02: Parir la voz (directora Paloma Coscia)
-Episodio 03: Trava, sudaca y originaria (directora Ana García Blaya)
-Episodio 04: La negra (directora Daniela Seggiaro)
-Episodio 05: Salir a escena (directora Martina Matzkin)
-Episodio 06: Violencia mediática (directora Valentina Llorens)
-Episodio 07: ¿Dónde está Tehuel? (directora Marilina Giménez)
-Episodio 08: La ternura (directora Amparo González Aguilar)
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