Solidaridad y esperanza

El mensaje de Cristina en la Universidad del Oeste

 

Cuando algunos mediocres han criticado a las universidades del Conurbano bonaerense, o la creación de universidades, es porque siempre han visto al país desde el helicóptero, por el espejo retrovisor, y no han comprendido las realidades diversas y profundas que tiene nuestro país. Y quiero mandar un saludo a los senadores y senadoras que anoche sancionaron la Ley de Financiamiento Educativo.

Hace mucho tiempo vengo hablando de la economía bimonetaria en la República Argentina. El gobierno que ganó las elecciones, fincaba en el déficit fiscal el principal problema que tenía la Argentina en materia de macroeconomía, y que eliminado el déficit fiscal y la emisión, todo se iba a solucionar mágicamente. Esta no es solamente una cuestión de la teoría, porque la formación teórica requiere, cuando se gestiona, conocimiento empírico de lo que es Argentina y de lo que es su realidad. El problema es la economía bimonetaria, la escasez de dólares, y cuando además la Argentina está endeudada en dólares, desde la gestión del macrismo y el retorno del Fondo Monetario Internacional, todo esto se agrava.

Esto no significa que uno tenga como bandera el déficit fiscal o piense que es lo mejor que le puede pasar a un país. Pero muy pocos países del mundo, tres o cuatro, tienen superávit fiscal. El problema es cuando no tienen financiamiento para ese déficit. Pero la solución no va a modificar mágicamente la realidad de la Argentina, en donde la economía bimonetaria es el problema.

La función de la moneda

¿Qué función cumple la moneda en una sociedad? Tres funciones: unidad de valor, unidad de transacción y unidad de reserva o de ahorro. En todos los países del mundo la moneda es única. En cualquier lugar. Se atesora en la moneda de ese país, se transacciona en la moneda y la unidad de valor es la moneda de ese país. Excepto en la Argentina, donde la unidad de valor es el dólar. El atesoramiento es también en dólares. La gente quiere ahorrar en dólares. Las empresas ahorran y transfieren en dólares muchas veces y forman activos en el exterior en dólares. Y el peso es para la transacción. Inclusive para algunas transacciones como compra de inmuebles, también dólar.

Además se necesita el dólar para las importaciones, fundamentales para que un país pueda industrializarse, agregar valor, conocimiento, investigación, ciencia y tecnología, como hemos hecho durante los 12 años en los cuales pasamos a no reprimarizar la producción, sino al contrario, agregarle valor. Pusimos satélites en el aire. Esos dólares no alcanzan si además de atesorar, además de transaccionar, los tengo que dedicar al pago de importaciones. Si además tengo un endeudamiento externo en dólares, como el que se hizo durante el gobierno de Mauricio Macri, que nosotros habíamos logrado reestructurar la deuda, por supuesto. Y luego el Fondo para poder financiar la fuga de los capitales que habían entrado para hacer carry trade y que se fueron. Así llegamos a la situación que hoy tenemos, donde hay escasez de dólares y donde este es el problema fundamental y que está vinculado a la inflación. Los precios se mueven a partir de los movimientos del dólar.

Y sino que me expliquen por qué pusieron una tablita de devaluar solamente el 2 % mensual, como en la época de Martínez de Hoz. Luego de nueve meses de gobierno, se comprobó lo que decíamos y emitimos un nuevo documento, en el cual inclusive abordamos un problema que derivó del tema de la escasez de dólares y la economía monetaria, como fue lo que se denominó “el cepo”. E invitamos a los economistas locales a que fueran buscando alguna otra denominación un poco menos antipática y más realista respecto de lo que apenas es una administración de un bien escaso.

El Presidente, en la crítica que me hizo en Mendoza, dice “llegó con 52.000 millones de dólares”. No. Cuando llegamos al gobierno, el 10 de diciembre del 2007, había 45.600 millones en el Banco Central. Pusimos 6.500 millones más en el Banco Central. ¿Pero en qué marco en esos cuatro años? Para que ustedes vean las dificultades. En el marco de dos crisis monumentales que tuvo mi primer mandato como Presidenta. La primera fue la crisis por la 125, con las patronales rurales, donde casi me pongo el país de sombrero. ¿Se acuerdan aquella madrugada del 17 de julio, después de cuatro meses de cortes de ruta, volcaban los camiones, porque había lock out patronal y camión que se atrevía a salir a la ruta con los granos, lo daban vuelta? Yo lo comparo con las crisis de los carapintadas a Alfonsín. Con una diferencia. Esta se prolongó durante cuatro meses y fue una protesta francamente destituyente. Con el Vicepresidente además votando en contra. Esto también provocó desgajamientos en nuestros bloques parlamentarios. Fue una situación realmente grave que superamos a partir de que tomé la decisión, pese a que no estaba obligada por la ley, de remitir al Congreso, al parlamento, aquella resolución 125, con los resultados ya por todos conocidos.

A los dos o tres meses, ya no tuvimos un problema en el país, tuvimos un problema en el mundo. Se cayó el mundo. Crisis de Lehman Brothers, tasa subprime. Una crisis que solamente tiene como antecedente la depresión del año 30. La pudimos superar también. Ese año 2008 también crecimos y completamos un ciclo del 2003 al 2008 de superávit fiscal con crecimiento e inclusión social, que… esa es la virtud. Porque que se mueran todos de hambre y a vos te sobre la plata es fantástico, pero la gracia está en que la gente coma y vos puedas administrar el Estado también. No pagando deudas, ahogando a provincias, no haciendo obra pública, no comprando vacunas, no haciendo escuelas ni hospitales, así cualquiera. El tema es hacer… y habiendo reestructurado la deuda como la reestructuró Néstor, y pagando al Fondo Monetario Internacional. Y pagando el corralito, aquel corralito del 2001 lo pagaron los giles de los peronistas. Nosotros, el Boden 12. De esto se trata gobernar. No es solamente la macroeconomía, es gobernar un país. Y gobernar un país es esto.

 

 

Teníamos 52.000 millones en agosto. Porque en agosto fueron las PASO. En agosto fueron las PASO, donde obtuvimos el 50% de los votos, cuando todos decían que “perdían, no la quiere nadie”. Y en octubre, con el 55% de los votos en primera vuelta. En ese lapso, caen las reservas. Volvimos a cómo estaban cuando asumí el 10 de diciembre, un poquito más abajo. Y a esto se le sumaba que YPF Repsol había dejado de explorar y producir, se dedicaba al negocio financiero con las estaciones de servicio, sólo cubría el 60 o 70% de la demanda. Y tuvimos que empezar a importar energía. En ese marco es que se toma la decisión de administrar los dólares de la República Argentina.

Esta semana, en La Nación, un economista, director de una fundación muy “fiel”, se refiere al levantamiento del cepo. Todos quieren levantarlo. Macri lo levantó, endeudando, reventando al país en deuda, trajo al Fondo Monetario de vuelta y finalmente tuvo que poner el cepo, no a 2.500 dólares como era en nuestra administración de los tres años, apenas 200 mugrosos dólares, que es lo que sigue hasta hoy. Pasaron macristas, peronistas y libertarios, y el cepo sigue. Decía este señor de la Fundación Fiel que en realidad deberíamos comenzar con el tema del levantamiento del cepo, haber restricciones o que hubiera restricciones en materia de atesoramiento de individuos y de empresas.

Bueno, ¿hola, qué tal? Porque la fuga de dinero, de dólares, siempre ha tenido como correlato la formación de activos en el exterior o colchón en el país. Pero ya se empieza a visualizar que esto de la economía bimonetaria y de los problemas que tiene la escasez de dólares no es peronista, ideológica. Es una construcción estrictamente empírica, basada en la experiencia. Y otro economista, también entrevistado por La Nación, de una consultora, habló de una suerte de cepo en capas que fueran corriéndose. Y mencionaba inclusive, a título de ejemplo, una cuotificación de giros de compañías multinacionales que tienen que girar dólares al exterior.

 

El choque con la pared argentina

La novedad más grande que trajeron estos nueve meses es que nació la criatura, y el padre se dio cuenta que las ideas que traía de los austriacos chocaron con la pared de la Argentina. Pero su ministro de economía dice públicamente que no pueden devaluar, que es lo que pide el Fondo Monetario Internacional, porque si no esto impactaría en los precios. ¿Cómo, no era que la inflación era, como dice Milton Friedman, un fenómeno exclusivamente monetario? Mire, Presidente, lárguelo a Friedman, largue la escuela austríaca, cace el manual argentino, y por favor, siéntese a administrar el país.

Le reconozco una cosa. Ha conseguido que lo saquen a este señor Valdés, que parece ser que no era muy amigo de la Argentina. Yo reconozco también las cosas que se logran. Me hubiera gustado por ahí que ese empeño lo hubieran tenido otros. Punto. Déjenlo ahí. No voy a avanzar más sobre el tema. Pero también sería bueno que advierta que no se trata de lograr, como se está rumoreando, que le habiliten el tramo de préstamo que le habían otorgado a Macri de 12.000 millones de dólares que no usamos para pagar deuda, porque estaríamos en lo mismo.

Yo aprovecharía ese ímpetu que tiene para ver si puede lograr un esquema de vencimientos compatibles con la capacidad de pago del país. Nadie está hablando de no pagar. Y además también reclamar la eliminación de las sobretasas. Está claro que llegó al gobierno en nombre de la libertad, criticando al Estado que le ponía un pie en la cabeza a todos los argentinos. Y a nueve meses, están totalmente intervenidos y controlados por el Poder Ejecutivo tres de los cuatro precios fundamentales que tiene la economía: el precio del dólar, el precio del dinero, el precio del trabajo, que son los salarios, pero no el precio de los bienes y servicios, que han sido desregulados en favor de determinados sectores de la economía.

Entonces tenemos por un lado un crawling peg similar al que tenía Martínez de Hoz, del 2%. En esa clase magistral que dice que dio a la noche en Mendoza, me dice que yo critiqué la tasa de referencia. No, simplemente hice una descripción que la tasa de referencia es una tasa ultra negativa, que fue la que le permitió licuar los pasivos remunerados, también el precio del trabajo, salarios con tope, y libertad en materia de bienes y servicios. Todo esto en un esquema de ajuste fiscal a provincias, a universidades, a jubilados, que ha provocado una auténtica tragedia social. La vemos en nuestros jubilados, la vemos en el precio de los remedios, en que declaran remedios libres que antes eran gratuitos, entregados por el PAMI, en la falta de compra de vacunas, en salarios totalmente deprimidos, en pérdida del poder adquisitivo. Todo este combo y este manejo de los cuatro precios de la economía nos han llevado a ser el país más caro en dólares. Además, todos los países de la región están creciendo y nosotros vamos para atrás.

A mí me gusta mucho estudiar. Así que el domingo por la tarde, mientras hacía actividad física, escuché su charla del viernes. Para analizar el discurso, me lo hice desgrabar, son 20 páginas. Prueben verlo, escucharlo y después leer lo que dice. El personaje es muy pintoresco, grita, insulta, entonces uno finalmente termina prestándole atención a los gestos, a los insultos, y no ponés tanta atención en el contenido.

En el discurso dice que la Argentina hace 100 años era maravillosa, era la primera potencia del mundo, estábamos fantásticos. Uno podría recordar, por ejemplo, el año 1904, cuando el gobierno del general Roca sanciona la ley de servicio militar obligatorio.

 

Julio A. Roca.

 

Y los médicos de las Fuerzas Armadas tienen que hacer las revisaciones médicas de todos los hombres que inclusive vienen del interior. El estado de la salud de la población argentina era calamitoso. La miseria era calamitosa: tuberculosis, raquitismo, enfermedades venéreas, hidatidosis, Mal de Chagas. Joaquín V. González, el fundador de la Universidad Nacional de la Plata, que era ministro del Interior, encarga un trabajo a un catalán, abogado y médico, Bialet Massé, para que haga un estudio sobre la clase obrera argentina. El resultado de ese trabajo es catastrófico en términos humanos, sociales.

El cuadro más lindo que tiene el Museo de Bellas Artes es “Sin pan y sin trabajo”, de Ernesto de la Cárcova, que marca como solamente lo suele hacer el arte, el clima de época. Ese hombre crispado, con una mujer macilenta, con un chico colgado de un pecho, mirando la represión en una fábrica, marca ese clima de época. Pero para que no digas que lo mío puede ser una interpretación ideológica, de los kukas, de los zurdos, mirá lo que dijo Natalio Botana, que zurdo no es, en nuestras antípodas. Profesor emérito de la Universidad Di Tella: “Milei ha creado una imagen de un paraíso perdido y es la de la Argentina de hace 100 años como primera potencia mundial, que no resiste a la más mínima historia comparada”.

 

 

Basta Milei de engañar y envenenar a nuestros pibes. Pero además, si estábamos tan bien, ¿por qué vino el peronismo? A ver si los gorilas en este país se avivan un poco alguna vez. No pasó en Estados Unidos, que finalmente tuvieron la suerte de que ganaran los industrialistas, los que querían un país de valor agregado, de obreros que tuvieran plata más tarde con Henry Ford, para poder comprar los autos que Henry Ford hacía. No tuvimos esa suerte nosotros. Y ese modelo agroexportador que él levanta, que en realidad ya estaba finiquitado a fines del siglo 19 y que Inglaterra en el año 30, cuando convoca la conferencia imperial de Ottawa, le pone el certificado de defunción, cuando decide que todos los productos de sus territorios iban a tener un tratamiento y precio privilegiado frente a lo de los argentinos. Lo que culmina finalmente en ese pacto de entregas que se llama… sobre las carnes argentinas, denunciado por Lisandro de la Torre, un gran patriota, el pacto Roca-Runciman.

Siento a veces estas cosas como un fracaso de la educación argentina. Si la educación hubiera podido llegar a todos los rincones, en historia, en formación, no podría venir un lunático a decirnos cosas que no sucedieron, que son mentira y que no existen realmente. Hablando de números también, bueno, y esto es muy importante, él dice en una parte, cuando empieza, hace un cálculo, porque vieron que suma, multiplica, llega a la inflación de 17.000%. Pero hay una cosa muy curiosa, porque él, para invalidar el modelo de sustitución de importaciones, industrialista, dice que a partir del Banco Central la inflación por año promedio hasta la actualidad fue del 240%.

La inflación acumulada del ‘43 al ‘76 es del 38,7% anual. En la dictadura cívico-militar, de 1976 a 1983, es 179,4%. Entre el ‘84 y el ‘91, con las dos hiperinflaciones de Alfonsín, más la de Menem, antes de la Convertibilidad, ese período fue de 844%. Pero lo importante de ese gráfico es demostrar dónde estalla verdaderamente el problema de la Argentina, dónde la montaña de la inflación sube. Ese era el periodo de la dictadura cívico-militar, donde se instala en el país un modelo de acumulación, un patrón de acumulación absolutamente diferente al que teníamos hasta ese momento. Porque se instala un patrón de acumulación de valorización financiera, que no se dio solamente en la Argentina, bueno es decirlo, también se dio en el mundo, pero que en la Argentina, como siempre es la hipérbole, siempre es la hipérbole, lo que en otras partes, acá es exponencial. Y ahí está claro que en realidad es más. Si ustedes ven en el año ‘52, cuando Perón tiene el problema de la sequía, que hace un plan de ajuste y la baja la inflación, tenemos… que lo más alto también se da en el ‘58, y en el ‘59, durante el gobierno del desarrollismo de Arturo Frondizi.

Los números son claros. ¿Qué hace él? Ah, suma todo, y divide por la cantidad de años. Es como la famosa estadística de hay 10 pollos y hay 10 argentinos. Cada argentino come un pollo. No, hermano, hay uno que se come cinco o uno que se come 10 y el resto mira con la ñata contra el vidrio. No nos quieran meter el perro con los números.

Después pasa a su caballito de batalla, a decir “señora, no sea burra”, me dice. “La inflación es un fenómeno exclusivamente monetario”. Y empieza ahí a hablar y mezcla… bueno, por supuesto, le da a Keynes, con la tasa… porque mete todo. Después mete la teoría del valor objetivo, la teoría del valor subjetivo, empieza a hacer un cálculo de los panes que el panadero le querría pagar por un eventual discurso de él. Es más, menciona en una parte, porque pasa a la historia del dinero, de cómo se desarrolla el dinero, hay un párrafo entero dedicado al Zorro. Al Zorro de Guy Williams. Lo menciona. Se ve que él miraba televisión y le gustaba El Zorro. Le sigue dando a Keynes y termina diciendo que el dólar no tiene nada que ver con los precios. Que el dólar es apenas un alerta temprano de los precios, cuando hay mucho exceso de dinero.

¿Y por qué es un alerta temprano, Milei? Porque la gente va a atesorar en dólares o se va a fugar. Por eso es la economía bimonetaria, estúpido. Esto es lo que estamos diciendo. Pero él sabe, habla también, porque ahora la inflación le dio 4,2%. Hola, qué tal. Aumentó. Habla de rezago también. De rezago de la inflación. Que la inflación tiene un rezago de 18 a 24 meses. Que me disculpe, pero él no tiene un plan de estabilización. No es que hay rezago de la inflación, porque cuando se instaló el Austral como plan de estabilización, la inflación venía viajando, como él dice, venía viajando al 28-30% mensual. Y al mes siguiente de que se lanza el plan Austral, la inflación cae al 5 o 6%. ¿De qué rezago me estás hablando? Y duró hasta que finalmente fracasó. Fracasó el plan de estabilización, que fue lo que pasó también con la convertibilidad.

En un momento dado también nos critica del documento que publicamos la semana pasada, el tema de la deuda. ¿Desde cuándo tenemos que tener dólares en el Banco Central para pagar la deuda? ¿Ah, no? Mirá vos. Y nos quiere echar la culpa a nosotros. ¿Nació de un repollo? No, señor, no nació de un repollo y usted lo sabe. Poneme el video de Milei.

 

 

Parece ser que ahora Caputo ha pasado a ser el mejor ministro de la historia. El oro, bueno, ya lo vas a ver tal vez en algún repo que nos den para poder salir de reservas negativas, pese a que siguen diciendo que el dólar no es el problema.

En el discurso dice que no se produjo la catástrofe social que predijeron. Y menciona el aumento de la AUH. La AUH es una política social de carácter universal que creamos allá por el 2009, que no es original nuestra. Había otros legisladores que habían presentado el proyecto con un pequeño detalle: no nos habían dicho de dónde íbamos a sacar los recursos. Lo pudimos hacer cuando recuperamos la administración de los fondos de las AFJP. ¿Cuál era la ventaja y por qué pensamos en este modelo? Porque era necesario crear una política universal social que no colisionara con la política de empleo. Que la persona que fuera titular de la política social, si pasaba del mercado de la informalidad al mercado formal, seguía cobrando la misma suma bajo la forma de asignación familiar, que también paga la Anses. Pese a eso, los libertarios nos decían planeros, no por los planes sociales que no teníamos, porque dejamos con muy pocos planes sociales, 250.000. Los kukas son todos planeros. Es más, alguien había dicho “la AUH se va por la canaleta de la droga” hace unos cuantos años. O sea, también objetaban la AUH, pese a ser una política absolutamente inclusiva y absolutamente complementaria de la política de empleo.

¿Qué fue lo primero que hicieron? Porque fíjense que ellos sabían dónde iban a pegar y lo que estaban haciendo. Desengancharon la AUH de la asignación familiar. No está mal que le hayan aumentado la AUH a la gente. Y además le aumentaron también la tarjeta Alimentar en un 137%. Y ahora también tomaron una buena medida, que fue eliminar el tope de edad. Las cosas hay que decirlas, las que están bien y las que están mal. Y además, si tiene un Potenciar Trabajo que quedó congelado en $80.000, no son muchos, porque quedó creo que un millón doscientos, un millón trescientos mil personas, teniendo en mano sin salir de su casa 450.000, 440.000, que evidentemente tampoco alcanza, pero que es mejor que absolutamente nada.

¿Pero qué pasó con los trabajadores en relación de dependencia? ¿Los que decían que nosotros éramos planeros y que perjudicábamos a los trabajadores en relación de dependencia? ¿Cuál es la tarea que tiene la CGT ahora? Para mí, pedir inmediatamente y exigir que los trabajadores en relación de dependencia del primer tramo cobren también, igualmente que los trabajadores informales de la AUH. Tomando la canasta alimentaria básica a julio que es $131.000, la de $84.000, la AUH del sector informal cubre el 64% de la canasta alimentaria y para el trabajador en relación de dependencia solamente el 32%. Y de la básica total para la de 84.000, el 28,9% de la canasta básica total y solamente el 14%. ¿Por qué es importante actualizarle también a los trabajadores en relación de dependencia del primer tramo esto? Porque realmente la asignación familiar o la Asignación Universal por Hijo es muy distributiva, porque es por niño, es por hijo, es una de las políticas más distributivas. Y por eso esperemos que pueda ser planteado por la CGT, que no sea un movimiento táctico.

La tarea de la CGT

¿Y por qué digo esto de la CGT? Porque un párrafo del documento que publicamos fue leído tal vez por algunos como si fuera una imputación. Cuando uno describe lo que ha pasado en el mundo del trabajo, cuando uno describe que aun conservando la tasa de sindicalización más alta que tiene Latinoamérica, que sigue siendo la Argentina, seguimos con la tasa de sindicalización más alta, pero tampoco podemos ignorar que ha surgido un mundo informal. En los tiempos de Saúl Ubaldini, el sector informal era mínimo, teníamos todas las empresas del Estado, los trabajadores en relación de dependencia, ya sea en el sector público o en el sector privado, no existía el monotributo. El monotributo fue una creación del cavallismo, de Cavallo, durante la época del menemismo.

Cuando ese Saúl Ubaldini hablaba en nombre de los trabajadores, hablaba así, en nombre de los trabajadores, pero no era una cuestión de que me gusta más Saúl Ubaldini que Juan, Pedro o José. Es un problema de descripción. Esto no quita que haya dirigentes sindicales que representan acabadamente a sus representados, pero debemos entender que es a sus representados. Tenemos otro mundo afuera, de trabajadores informales, que ha quedado sin representación. Y esto tiene impacto en la política. No podemos hacer como el avestruz, meter la cabeza en el hoyo, no es imputación, es descripción. ¿Para qué? Para evaluación y para poder articular pensamiento, palabra y acción con las nuevas demandas. Hay nuevas demandas. Fíjense. ¿Qué fue el peronismo? Hacerse cargo de las nuevas demandas que había allá por el 45. No podemos quedar atados solamente a esa demanda del 45. El mundo cambió y tenemos nuevas demandas. Y nadie se tiene que sentir ofendido, al contrario, hay que sentarse en la mesa a cranear cómo hacemos para volver a representar al conjunto de los trabajadores de la República Argentina.

Pero, siguiendo con la clase magistral que me diera desde Mendoza, el Presidente en un momento dado dice: “es decir, uno avanza por objetivos al punto tal que estos logros dependen de las decisiones de los individuos. Por lo tanto es endógeno”. Acuérdense de esta palabra “endógena”. También dice: “pudimos terminar con los pasivos remunerados”. ¿Cuándo terminaste con los pasivos remunerados? Los pasivos remunerados, que eran los que tenía el Banco Central, el famoso déficit cuasi fiscal, no terminó nada. Es cierto que los licuó en gran parte con la tasa de referencia de interés negativa, pero están. ¿Qué hizo? Los pasó del Central al Tesoro.

¿Qué significa? Que los depósitos en los bancos perdieron la garantía privilegiada que significa tener como acreedor al Banco Central, y pasaron a tener una garantía quirografaria, los abogados me van a entender. Lisa, llana, común, que es la del Tesoro, que está totalmente endeudado. Entonces él dice limpiamos, y esto tiene que ver con lo que viene después, limpiamos el balance del Banco Central. Claro, se lo mandaste todo al Tesoro. A no ser que tenga en la cabeza en algún momento que eso no se pague. Inmediatamente que dice que se eliminó los pasivos, pasa a hablar de que quiere buscar la inflación cero. ¿Y cómo lo va a lograr? Y alguien dice, esto es importante, la economía ha empezado a crecer. “La actividad económica, pese a lo que les decían, se está recuperando de manera muy interesante. Y esto naturalmente conlleva a un aumento de la demanda de dinero”. Todo esto era en un auditorio de empresarios. El les dice “¿qué pasa? Como está creciendo la economía, los empresarios van a empezar a demandar working capital”, capital de trabajo. Habla porque pone ejemplos, dice frases enrevesadas en el medio para que todo el mundo piense que sabe un montón, y surte efecto. Antes de venir para acá estaba mirando una señora que opinaba a favor. Y decía: “es loco, pero sabe”. Pobre mujer cuando se entere que además no sabe. Pero ha creado una imagen de gente que sabe, de omnipotencia de saberes. Y sigue entonces, “¿Qué pasa cuando los empresarios empiecen a pedir working capital?”, capital de trabajo, “van a empezar a desarmar las posiciones, los bancos de los pasivos remunerados, porque van a tener que darle caja a los empresarios, producto de la actividad económica. Y yo voy a seguir sin emitir”. Pero entonces, dice, ¿cuál es el gran riesgo? “Nosotros hemos dejado constante la oferta de dinero y la demanda de dinero está creciendo. Obviamente van a tener menos inflación por la teoría monetarista de la inflación”.

 

 

No asistió Ferraresi, quien le teme a Mayra Mendoza, ni El Cuervo, que ensayaba nuevas melodías con Chiche Duhalde.

 

 

La deflación

Y a continuación dice: “una vez que llegamos a ese punto”, y esto es impresionante porque se dan cuenta, él se va contestando él mismo, dice “¿cuál es ahora el problema? Que la base monetaria coincidió con la ampliada. ¿Entonces qué puede pasar?” Dice “la demanda de dinero puede seguir creciendo y la oferta de pesos no crece más”. Correcto, no vas a emitir, emisión cero. “En ese caso, ¿el riesgo cuál es?” Y dice “el riesgo es que haya deflación”.

Les recuerdo a todos que en el año 1999, 2000 y 2001 en la Argentina hubo deflación. Es más, en los años anteriores, 95, 96, la inflación estaba en el 0,7, 0,6 y fue bajando, bajando, bajando, bajando hasta que vino la deflación. Y después vino el 2001. “Y el problema radica”, y ahí, escuchen esto ante empresarios, “¿cuál es el problema cuando viene la deflación?” Dice: “bueno”. Dice “ahí el problema radica en que los mercados no ajustan a la misma velocidad”, lo cual es cierto. “El mercado financiero ajusta mucho más rápido que el mercado de la economía real”. “Entonces –dice– es más rápido, los financieros, es más rápido en el mercado. “¿Y entonces qué puede ser? que a ustedes –se refería a los empresarios, esto es maravilloso– se les caiga fuertemente el tipo de cambio y conlleve a la quiebra de empresas y a una ralentización del crecimiento económico”.

Esto lo dijo y estaban todos aplaudiendo. Y después dice que el problema somos los políticos en Argentina, pero hay cierta clase de empresarios que también son un problema en la Argentina cuando aplauden estas cosas. Ya pasamos a la deflación, quebraron las empresas, se ralentizó todo, es un desastre y dice: “Y ahí tenemos otra cosa”, porque te va sacando como conejos de la galera.

 

El sueño del canuto

¿Y qué dice ahí? “Competencia de monedas”. Ah, mirá, bien. En realidad está hablando de una dolarización endógena. Porque él dice “como va a haber deflación, el tipo de cambio va a seguir cayendo. ¿Qué va a pasar?” Les leo: “la monetización de la economía la van a hacer los individuos, como siempre. Y la van a hacer metiendo dólares y haciendo transacciones en dólares”. ¿Qué sueña? Con la clase media o media alta que él sueña que todos tienen canuto, que es posible que muchos tengan canuto, habría que ver los volúmenes del canuto que están dispuestos a meter en la transacción. Las grandes afectaciones de capital en el exterior no van a venir a la Argentina para remonetizar la Argentina. Y acá descubrimos a dónde apunta el verdadero pato de la boda, además de los pobres, que es la clase media argentina. Cuando dice y les exige que van a escupir los dólares que tienen ahorrados, pagando expensas, el seguro del auto, los colegios, las prepagas, sosteniendo el nivel de vida. Entonces él sueña con una monetización. Como no consiguió los dólares para la dolarización que había prometido, ya no dice dolarización, sino competencia de monedas. Pero la competencia de monedas para él es sacar los dólares que tienen encanutados la clase media, remonetizar la Argentina.

Sigue. “Y en un momento la cantidad de dólares va a ser tanto más grande que la cantidad de pesos que vamos a poder cerrar el Banco Central. Y así se va a terminar de por vida con el cáncer de la inflación argentina. Muchísimas gracias”. Termina, tun, y se va. Y todos quedan aplaudiendo.

Creo que en el fondo muchas de estas cosas él ya ni las cree. Yo creo que ha advertido que el problema que tiene es la escasez de dólares. Por eso despotrica contra Valdés, exige que el Fondo Monetario le preste un auxilio, es lo que pienso. Y creo que va a ser otro show, porque todos son show, como el que va a hacer el domingo en la Cámara de Diputados.

La elección de vida

Yo respeto su elección de vida, el modo de vida que cada uno ha elegido. No tener familia, no tener hijos, no tener nietos. La mayoría de todos nosotros hemos elegido hijos, nietos... Y ver a un Presidente recurrir todo el tiempo a “les vamos a dejar como mandriles”, “compren vaselina”, “niños envaselinados”, un gesto que no se sabe si es de onanismo o fálico, que hizo ese viernes en Mendoza. La palabra de un Presidente es muy importante. Y los niños, no los grandes, yo tengo hijos grandes, ya no se van a horrorizar ni nada, pero los niños prestan atención a esas cosas. Y vivimos en un país donde hay un niño que ha desaparecido hace 90 días y se presume que se lo han llevado para tráfico sexual. Y tenemos un diputado que lo acaban de sacar de la Legislatura por abuso infantil, material de abuso infantil. Y otro legislador, también en Corrientes, detenido por lo mismo. No pueden ser palabras que un Presidente pronuncie, las palabras de un Presidente no pueden contener violencia, simbólica o explícita. La palabra de un Presidente tiene que ser sanadora, no violenta.

¿Qué hacer?

Qué hacer frente a todo esto, es la pregunta. Me parece que algo como lo que se hizo ayer, por ejemplo, a la noche, donde distintos partidos políticos votaron en el Senado el financiamiento educativo. Se obtuvo muy holgadamente, con ocho votos más de los 48 votos, que son los dos tercios. La semana pasada, el sábado, sin ir más lejos, estudiantes recuperaron importantes centros de estudiantes de la UBA por primera vez. Vaya mi felicitación a los compañeros y compañeras, sobre todo haber logrado un triunfo en la FADU, la Facultad de Arquitectura. El último peronista que hubo ahí fue en el 73.

Fueron triunfos importantes, son construcciones importantes. Cuatro presidentas mujeres, además. Me gusta mucho, tiempo de mujeres. Ustedes me dirán, bueno, sí, pero mirá que el miércoles en Diputados fuimos para atrás porque jodieron a los pobres viejos al no insistir... Bueno, la política y la historia no es una línea recta, que siempre va para adelante. Hay marchas, contramarchas, pero lo importante es estar en marcha. Y creo que, además, tuvo un triunfo, pero yo digo que es un triunfo pírrico. A Néstor le gustaba mucho esa frase. Y cierto, fue un triunfo pírrico, porque esos cinco radicales que se dieron vuelta claramente porque les compraron el voto, lisa, llana y literalmente pegaron a Milei con la casta. La casta de la que él hablaba es la casta con la cual pudo joder a los jubilados.

Ni que hablar de lo que nos tocó ver ayer de esa nena gaseada. En el documento de la semana pasada hablábamos de que, como siempre en la Argentina, a todo proceso de ajuste le sobrevienen palos. Y mencionaba el caso de los jubilados gaseados y apaleados. Antes de ayer tuvimos que ver una nena gaseada y un gobierno mintiendo descaradamente. Los diálogos que se dieron entre los periodistas que había en el día anterior, receptando la fake news, de que había sido alguien de los derechos humanos la que había agredido a la nena, es de antología. A mí particularmente, conociendo a la protagonista, como ya lo dije en el juicio, no me extraña absolutamente nada de ella. Siempre operaron así. Pero ahora ya es cada vez más explícito, porque cada vez es más aguda la situación. Y cuando se pone más aguda la situación, más se van cayendo las máscaras y los disfraces, porque se disfrazaron de una cosa que no están haciendo y que no son.

El peronismo y el cementerio judío de Praga

Todos los que militamos desde muy jóvenes nos preguntamos: ¿cómo fue que llegamos hasta acá? Y yo creo que sobre todo a partir del surgimiento del peronismo hay una tensión entre la Argentina antiperonista y nosotros, que podemos ser los peronistas, los kirchneristas, ponele el nombre que vos quieras, que ha sido muy fuerte y que es y que por momentos parece irresoluble. Sobre todo porque los otros, los que son antiperonistas, sueñan con que desaparezcamos los peronistas.

Nosotros jamás escribimos exterminar al otro. Competir sí, ir a elecciones sí. Bueno, desde los bombardeos, pasando por las desapariciones, tenemos que estar y tenemos que darnos una tarea, no solamente de modificar el sentido común de las cosas a partir de discutir con datos, con realidades, con conocimiento de la historia, sino también hacer un intento para convencer… no que se hagan peronistas, sino para que comiencen a aceptar al otro, que es el problema que tenemos, la no aceptación del otro, que no es nuestro solamente. Acá es en la política, en otras partes es la religión. En Medio Oriente es los que sueñan que desaparezcan los palestinos, los palestinos que sueñan que desaparezcan los israelíes, los israelíes que suenan que desaparezcan los iraníes, los iraníes... Bueno, miren, le tengo a todos los que quieren que desaparezca algo una mala noticia. No va a desaparecer ninguno.

Esto lo aprendí en la ciudad de Praga, una ciudad maravillosa, donde estábamos visitando la sinagoga en la cual Borges se inspiró para escribir El Golem. Y al lado, en pleno corazón de Praga, hay un cementerio, un cementerio viejo, muy viejo, 700 años, un cementerio judío. Es un cementerio que tiene árboles muy altos, frondosos, viejos, y las lápidas están todas destruidas, tiradas, dadas vueltas. Muy viejo. Bueno, ese cementerio fue preservado bajo las órdenes de Hitler, porque quería que fuera el único testimonio del paso de los judíos por la tierra. Aprendamos a partir de esto, primero a respetar al otro, a entenderlo y a saber que de eso depende que podamos construir un país mejor o tengamos un país fallido.

 

 

Discurso en el escenario externo

Muchas gracias por la compañía, muchas gracias por el aguante. Quiero agradecerle a todos los compañeros, compañeras, estudiantes que hoy se acercaron acá para compartir con nosotros un momento en el cual queremos ayudarlos a ustedes y a todos los argentinos a que podamos pensar un poco en las cosas que nos pasan. Hacerlo desprovistos de falsas anteojeras ideológicas, hacerlo a partir de poner la mano en el corazón y ser solidario con los que más sufren hoy en la República Argentina. Y saber… quiero decirles a todas, que estemos junto a los que más sufren, a los que más nos necesitan, con una palabra de aliento, con una palabra de ayuda, pero también con una palabra esclarecedora. La gente, los compañeros, el pueblo, la gente está con muchos problemas, muchos problemas, y por lo tanto muchas veces no tienen la posibilidad de ver las cosas con mayor claridad. Y tenemos que ayudar a todos. Y sin enojarnos con nadie, sin pelearnos con los que por ahí piensan de una manera o de otra, sino simplemente poder de vuelta comenzar a hablar de argentino a argentina, de los problemas que tenemos, que son muchísimos, y que no se van a solucionar pisándole la cabeza a los pobres para darle más a los ricos. Necesitamos volver a sentir la cooperación, la solidaridad. Necesitamos llevar la palabra de aliento. Tenemos problemas graves, y precisamente el retiro del Estado de las barriadas... ¿qué les voy a contar? Como lo dije en el documento, del avance del narco también, que avanza cuando el Estado se retira, que para muchos jóvenes pobres, muy pobres, termina siendo una salida laboral. Tenemos que ponerle el pecho a esas cosas y salir a recorrer los barrios, junto a las iglesias, junto a los compañeros que todavía tienen solidaridad, el corazón para recuperar lo que se está perdiendo, que es el amor entre los argentinos.

¿A dónde nos quieren llevar a los argentinos? Realmente es necesario ponerle mucho corazón a todo esto, y es necesario que todos y cada uno de nosotros ponga lo mejor de sí para ayudar al que está al lado y fundamentalmente llevar una palabra de aliento y de amor ante tanto desamor. Confío infinitamente en las fuerzas del pueblo. La historia se toma su tiempo también.

 

 

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