Luego de deglutirse a Jorge Triaca y Miguel Etchevehere, lo cual lo convierte en el otro polo de poder ministerial además de Nicolás Dujovne, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Enrique Sica (DES), avanza sobre María Eugenia Vidal. Su pretensión es desplazar al responsable de la agencia de recaudación bonaerense, Gastón Fossati, y propone para el cargo a su empleado en la consultora ABCB, Sebastián Brusa.
Dicen que Vidal resiste como gata panza arriba porque entiende que el desplazamiento de Fossati, cuyo gran amigo es Federico Salvai, sería una virtual intervención.
El jujeño Fossati se recibió de contador en la universidad confesional de Tucumán creada por el fraile integrista Aníbal Fosbery (la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, UNSTA), con experiencia previa en la consultora multinacional Price Waterhouse Cooper y llegó al cargo a través de su amigo Federico Salvai, el jefe de gabinete de Vidal. El argumento de Sica es difícil de rebatir: con 18%, ARBA es el ente recaudador que menos incrementó sus ingresos. Brusa ya comenzó el desembarco en ARBA, donde es funcionario.
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