Un día dice que no son suyos y otro que los vendió
El presidente Maurizio Macrì perfeccionó en marzo de 2018 la venta de 32,5 hectáreas en la zona de barrios cerrados del norte del conurbano bonaerense, que no figuran en ninguna de las declaraciones de bienes presentadas por el mandatario, quien en 2012 negó ser dueño de ese predio y en 2017 dijo que lo había vendido diez años antes.
Su valor supera el de todos los bienes que Macrì reconoce como propios ante el fisco. El mes pasado, una vez registrada la escritura en el Registro de la Propiedad de la Provincia de Buenos Aires, en La Plata, el acceso a los libros fue vedado al público, para mantener en secreto la transacción, que desnuda el engaño al fisco.
Publiqué la primera noticia sobre estos lotes en agosto de 2017 en el diario Página/12, donde trabajé durante 30 años, con el título Plata Negra. A la semana siguiente proseguí esa investigación sobre el patrimonio presidencial con la nota Plata Blanca, sobre el blanqueo de capitales del hermano presidencial Gianfranco Macrì. El presidente dijo furioso que el país estaría mejor si él pudiera ponerme en un cohete y enviarme a la luna junto a otras 562 personas, y comenzó una campaña de hostigamiento contra el editor de aquel diario con amenazas de ponerlo en la cárcel por supuestos fraudes de los que nunca presentó pruebas. Ése fue el origen de El Cohete a la Luna, un nuevo medio digital donde hoy es posible informar que aquella operación inmobiliaria concluyó 200 días después, cuando nuevos escándalos quitaron aquel de la atención pública.
El terreno fue registrado cuando aún no se había subdividido el Partido de General Sarmiento; hoy corresponde a Bella Vista, partido de San Miguel. Pero ya no es un terreno baldío porque allí se edificó el barrio cerrado Buenos Aires Village, que según su desarrollador inmobiliario comprende 250 unidades de vivienda, de casi mil metros cuadrados de promedio. Una de esas fracciones se ofrece en el mercado inmobiliario por 220.000 dólares, que equivalen a 4,5 millones de pesos.
La primera información la ofreció el portal Perfil.com.ar en 2012. Sostuvo que para construir ese barrio, “Macrì y su familia” debieron conseguir una excepción a la ordenanza que sólo permitía levantar planta baja y un piso. "El subsecretario de Legal y Técnica de la Municipalidad de San Miguel, José Richards, quien había sido funcionario de Macrì en la Capital y ahora forma parte del equipo bonaerense del Hada Buena, gestionó la excepción”, agregó la edición digital de Perfil, que luego fue levantada. El entonces intendente y hoy también ministro bonaerense Joaquín De la Torre la elevó al Concejo Deliberante, de modo de permitir la construcción de planta baja, dos niveles y terraza.
Pero Macrì negó haber tramitado la excepción en San Miguel porque, dijo “los terrenos los vendió hace años a la empresa Emdico, que fue la que se encargó de la comercialización del mencionado barrio”. Los voceros del municipio transmitieron para esta nota que “la ordenanza que aprobó la urbanización se firmó una vez que Jorge O’Reilly le compró a Macrì ese terreno que había pertenecido a la madre, y revendió una franja a desarrolladores locales que construyeron dormis. El expediente de autorización a O’Reilly para desarrollar el barrio privado se elevó a la provincia de Buenos Aires, que nunca respondió. En la misma situación hay casi un centenar de barrios privados, que se construyeron sin contar con el visto bueno definitivo de la provincia”.
Según Emprendimientos Inmobiliarios de Interés Común (Eidico, no Emdico), el barrio Buenos Aires Village “cuenta con cancha de fútbol, 4 canchas de tenis, pileta y espacio de juegos para los más chicos. Además tiene un Club House concesionado que permite disfrutar a los propietarios momentos especiales acompañados de buena comida”. A principios de esta década el alma mater de Eidico, Jorge O’Reilly Lanusse, contó a la revista de negocios Reporte Inmobiliario que en el comienzo de su actividad fue inspirado por su tío materno y actual socio, Patricio Lanusse, quien compró con un grupo de amigos cinco hectáreas en La Horqueta. “Luego le cambiaron la zonificación”. Esta es una de las claves del negocio inmobiliario, de la corrupción municipal y de la dificultad para modificarlo con provecho social.
Valuación fiscal y en acto
Pese a la desmentida de Macrì, cinco años después el predio seguía formando parte de su patrimonio. El 13 de julio de 2017 el presidente y su hermano Gianfranco inscribieron un trámite de subdivisión de condominio ante el Registro de la Propiedad de la provincia de Buenos Aires. La minuta de inscripción de la partida 36432, que menciona a Macrì como casado en terceras nupcias con Juliana Awada, remite a la parcela 209 d, donde se levanta el Buenos Aires Village.
Según la agencia de recaudación bonaerense, ARBA, la valuación fiscal del terreno era de 122.283.646 millones de pesos y el impuesto a pagar ascendía a 2,4 millones de pesos. El mismo documento señala que la superficie del terreno es de 32,5 hectáreas y que la superficie edificada es de 69.990 m2.
Estos 122 millones de pesos superan en 50 por ciento los bienes de Macrì contenidos en su última declaración jurada, de 2016, que asciende a 82,6 millones. Si a ello se suman los 44 millones de pesos del fideicomiso ciego en el que dijo haber colocado una parte de sus bienes, el total llega a 126,6 millones, apenas cuatro millones por encima de la valuación fiscal de ese solo terreno. La figura del fideicomiso ciego no existe en la legislación argentina y Macrì la invocó como prueba de su voluntad de transparencia para evitar conflictos de intereses, con la misma impresionante técnica de manejo de la información por la cual dijo que volvía a fojas cero la negociación por la deuda del Correo, que sigue sin novedades hasta hoy. El fideicomiso no es ciego para el presidente sino protegido de la vista de la sociedad, igual que la escrtura recién firmada. La declaración jurada del presidente comprende una propiedad en el Uruguay, legada días antes de la muerte del tío Jorge Blanco Villegas, en abril de 2011; lotes en Tandil, Pilar, Salta y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; acciones en las sociedades ECosta SA, Agropecuaria del Guayquiraro, Molino Arrocero Rio Guayquiraro, Yacylec, Maria Amina, y 4 Leguas; y su participación en el Fideicomiso Inmobiliario Caminito, quince pisos de un edificio nuevo en el barrio de La Boca. Ninguno de esos bienes tiene relación con el lote en Bella Vista con valuación fiscal de 122 millones de pesos, por lo cual no puede tratarse de los mismos. Además, sólo esas 32,5 hectáreas valen tanto como todos los bienes presidenciales, dentro y fuera del fideicomiso opaco.
Para el Registro Bonaerense de la Propiedad, el Valor al Acto del lote era de 477 millones de pesos. El Valor al Acto es utilizado para calcular las tasas fiscales y los tributos a la herencia. Es siempre superior a la valuación fiscal pero inferior al valor venal o de mercado de la propiedad, que en este caso es el doble según tasaciones de inmobiliarias que ofrecen terrenos en el mismo barrio cerrado y en otros próximos.
El Catastro Bonaerense identifica a San Miguel con el Código 131. La parcela aledaña a la anterior (209 c) pertenecía a las hermanas María Lía, Anabel Gloria y Celina Gisela Busco Bayón, quienes en septiembre de 1995 la vendieron indivisa a Gianfranco Macrì, casado desde entonces con Eliana Badesich; Maurizio Macrì, casado en aquel momento con Isabel Menditeguy y a la Inmobiliaria y Mandataria Litoraleña SA. La parte de Maurizio Macrì fue embargada en febrero de 2007 por orden del juzgado civil 4 de la Capital a pedido de su exposa Isabel Menditeguy, de quien se había separado. El embargo se levantó cuando la pareja llegó a un acuerdo, el 12 de noviembre del mismo año, un mes antes de que Macrì asumiera por primera vez como intendente de Buenos Aires.
La Sociedad Anónima Inmobiliaria y Mandataria Litoraleña fue creada en 1978 y presidida hasta su muerte el 13 de abril de 2011 por Jorge Alberto Blanco Villegas, tío materno del presidente. Su actividad principal fue “Servicios inmobiliarios realizados por cuenta propia, con bienes urbanos propios o arrendados”. El domicilio fiscal de esa empresa es Avenida del Libertador 498, piso 28, en el mismo edificio conocido como El Rulero, donde tienen sede SOCMA, SIDECO y Correo Argentino.
Por la subdivisión de condominio inscripta en julio de 2017 por Gianfranco y Maurizio Macrì ante el Registro de la Propiedad de la provincia de Buenos Aires y perfeccionada en marzo de este año, lo que antes eran tercios con Inmobiliaria y Mandataria Litoraleña, ahora son mitades, una de cada hermano. En uno de los lotes linderos se levanta otro barrio cerrado y en otro el Buenos Aires Golf Club, sobre la parcela 209 c.
Cesiones online
En la subdivisión de condominio actuó el escribano Bernardo Mihura de Estrada. Como apoderado representó al presidente y a su exposa Isabel Menditeguy el empresario Mateo María Salinas. La relación no es nueva: Macrì le otorgó el poder el 28 de octubre de 2012.
Mihura de Estrada y Salinas son nombres llamativos en semejante tarea para Macrì:
Uno de los ocho hermanos del escribano, Gabriel Mihura de Estrada, fue el principal asesor jurídico de Sergio Tomás Massa en la ANSES y en la jefatura del gabinete de ministros. Ambos son sobrinos del secretario de Culto Católico, Santiago de Estrada de la Torre. El apoderado de Macrì, Mateo María Salinas, es el gerente general de Eidico y yerno de su fundador, Patricio Lanusse. Jorge O’Reilly Lanusse también fue asesor de Massa en la jefatura de gabinete de ministros, en 2008.
Eidico se define como una empresa de servicios con un sistema propio de comercialización al costo, casi como una cooperativa de pequeños inversores que participan del negocio de transformar una fracción de tierra virgen en una urbanización (con toda su infraestructura). Como administrador o mandatario, generalmente bajo la figura de un fideicomiso, Eidico ha desarrollado más de medio centenar de barrios privados, la mayoría en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, y otras decenas de proyectos de inversión comercial en shoppings, clubes de golf y hoteles en Ushuaia, Carmelo (Uruguay), Miami y Córdoba. El apoderado de Macrì, Mateo María Salinas, fue el primer empleado de Eidico y llegó a ser la mano derecha de O’Reilly. También es yerno del fundador, Patricio Lanusse, tío a su vez de O’Reilly.
Cuando se inició la construcción del barrio, Rodolfo Tarraubella, descendiente de una familia de martilleros de Ramos Mejía, inauguró allí una inusual modalidad de venta de inmuebles: “Diseñó un sistema de inversión que permite comprar desde 5 metros cuadrados. Y asegura que cada metro cuadrado lineal, como se llama a este tipo de compra, representa una parte de un edificio, y permite tanto ir sumando hasta llegar a completar un departamento o simplemente quedarse con los metros lineales y obtener una rentabilidad en proporción al porcentual”. En un video promocional, Tarraubella explicó que “el inversor puede adquirir una fracción de un departamento sin ser condómino del mismo y formalizando la operación –sin las solemnidades impuestas por nuestro Código Civil– con un transferible boleto de compra venta”. Ante una consulta para esta investigación, Jorge O’Reilly informó que “al final de ese proceso, cada uno de nuestros clientes recibe su unidad ya dividida, con el título de propiedad definitivo”. Entretanto hay un proceso que según Eidico puede llevar años y que se tramita con una herramienta electrónica llamada Cesiones Online. “Como muchos de los lotes todavía no tienen la escritura individual, se deben transferir por medio de una cesión de derechos. Esto lleva a que la certificación de la titularidad de esos productos de Eidico sea un paso fundamental para la seguridad y transparencia del proceso”, explica. La pregunta tendía a esclarecer cómo era posible que un mismo predio perteneciera a Macrì y al mismo tiempo fuera ocupado por las viviendas de Buenos Aires Village. La respuesta de O’Reilly aclara que los ocupantes de las casas tienen cada uno su título de propiedad. Es claro que de acuerdo con el Código Civil el mismo terreno no puede tener dos propietarios distintos en forma simultánea. De modo que Macrì tiene la posesión del lote, como indican el registro de la propiedad y la agencia de recaudación bonaerense, o el dinero que percibió por su venta. En cualquier caso, debería haberlo declarado entre sus bienes y no lo hizo.
Por la herencia del tío Jorge Alberto Blanco Villegas el presidente “declaró que su patrimonio se había incrementado un 84%” en 2012, explicaron en esa época voceros del entonces jefe de Gobierno porteño al diario La Nación. No obstante, esa novedad no figura en la declaración jurada de Maurizio Macrì, quien en 2012 iba por su segundo mandato como jefe de gobierno de la Capital. En su declaración jurada de 2014 aparece una Inmobiliaria Litoraleña (en vez de Inmobiliaria y Mandataria Litoraleña). Macrì declara que ingresó a su patrimonio en 1998. Al inicio del periodo la valúa en 0,00 pesos y al cierre del período 2014 en 0,01 pesos. Vuelve a declararla con valor de 0,01 pesos al inicio del período 2015, pero ya no figura al cierre de ese año, ni en la declaración jurada de 2016.
Gianfranco Macrì preside el Buenos Aires Golf Club. Su revisor de cuentas titular es el secretario legal y técnico de la presidencia, Pablo Clusellas, y suplente Jorge Ledesma, el escribano habitual del presidente Macrì. Los negocios familiares están inextricablemente ligados al gobierno. Uno de sus socios e íntimo amigo de Gianfranco es Marcelo Mindlin, presunto comprador de la constructora familiar de los Macrì.
Preguntas sin respuesta
Con el objeto de formularle preguntas específicas sobre el Buenos Aires Village y su relación con el Presidente, de tanta confianza que lo designó su apoderado, le pedí a O’Reilly el contacto con Mateo María Salinas. Me respondió que prefería centralizar él toda la información. Le remití entonces este cuestionario:
¿Cuándo compraron las 32,5 Ha donde construyeron Village Buenos Aires?
¿Cuando se terminaron de pagar y a qué precio?
¿Cuántas unidades se vendieron?
¿Por qué Mateo Salinas fue apoderado del propietario en la división de dominio con su hermano?
En este punto se cortó el contacto y O’Reilly no respondió. Otro tanto ocurrió con Rodolfo Tarraubella cuando le envié un cuestionario sobre su innovación de los metros lineales cuadrados. A él le pregunté cómo podían superponerse los 5m2 de un comprador con el título del propietario original. Es comprensible el silencio, ya que estas preguntas tocaron un nervio hipersensible. Con independencia de las respuestas, el hecho comprobable documentalmente es que Macrì no declaró ni los terrenos ni el dinero recibido por su venta.
Sin embargo intentó desmentir el artículo, no en forma directa, sino a través de un vocero en la televisora del Grupo Clarín de modo que el diario Clarín presentara la cuestión como una polémica entre periodistas. Según el vocero ese predio fue vendido en 2007 por el actual presidente, en un millón de dólares que fueron depositados en una cuenta en el Banco Galicia. Lo que el Presidente y su vocero no explican es cómo si ese terreno fue vendido hace once años a Eidico, el Presidente y su hermano Gianfranco Macri realizaron una inscripción de división de condominio ante el Registro de la Propiedad de la Provincia de Buenos Aires el año pasado, y perfeccionaron la operación ahora. En las declaraciones juradas de Macrì nunca figuró ese predio ni el dinero cobrado por su venta.
El fiscal federal Ramiro González requirió al juez Marcelo Martínez de Giorgi que pida informes al registro de la propiedad de la provincia de Buenos Aires sobre las parcelas de 32,5 y 17,3 hectáreas en Bella Vista, que el presidente no incluyó en su declaración jurada. La desmentida que según el diario Clarín el presidente Maurizio Macrì encargó a un vocero sin cargo oficial genera más dudas que certezas. La velocidad de la respuesta en los medios del Grupo Clarín mide la inquietud del gobierno por la revelación. La nota fue citada por el diputado nacional Rodolfo Tailhade quien denunció al presidente por omisión maliciosa.
El vocero reconoce que la Agencia de Recaudación Bonaerense emitió la boleta del impuesto inmobiliario a nombre del presidente pero pretende que eso “no significa en absoluto que ese terreno sea de su propiedad”. La explicación de esa incongruencia sería “una sutileza técnica” que el presidente se abstiene de explicar. Si la Agencia de Recaudación puede tener su registro desactualizado, al estilo de las compañías prestadoras de servicios que continúan enviando su facturación de electricidad o gas a nombre del propietario anterior de un inmueble, nada de eso es posible con el Registro de la Propiedad, donde la inscripción debe coincidir con la realidad. Por otra parte, la información suministrada por el vocero presidencial no obtuvo confirmación de Emprendimientos Inmobiliarios de Interés Común (Eidico), que construyó y vendió en las tierras de Macrì el barrio privado Buenos Aires Village. O’Reilly no respondió al cuestionario, pero tampoco avaló la versión presidencial.
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La música que escuché mientras escribía esta nota
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