Se quedó sin chispa
Detuvieron en Brasil al represor de la ESMA Gonzalo Sánchez, uno de los secuestradores de Walsh
Uno de los represores de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) que participaron del secuestro de Rodolfo Walsh acaba de ser detenido en Río de Janeiro para ser extraditado a la Argentina y rendir cuentas por los crímenes en el campo de concentración de Avenida del Libertador. Se trata del ex prefecto Gonzalo Sánchez, conocido en el centro clandestino como Chispa u Omar, que está prófugo para la justicia argentina desde 2005 y que se fugó en Brasil antes de que el Supremo Tribunal Federal confirmara en 2019 que debía ser extraditado. En Tribunales estiman que Sánchez podría estar en Buenos Aires esta misma semana.
La noticia de la detención de Sánchez llegó a la Cancillería en la tarde del lunes. Más tarde, le informaron telefónicamente al juez Rodolfo Canicoba Corral, que está a cargo de la megacausa ESMA desde que Sergio Torres renunció para irse a la Suprema Corte bonaerense. A Sánchez, de 68 años, lo buscan por más de 900 hechos en la ESMA.
Sánchez declaró una única vez y fue ante los tribunales militares en 1986. Desde entonces, logró esquivar siempre a la justicia. En 2003, al menos, se presentó y designó defensor en el expediente. Se trataba de Gonzalo Torres de Tolosa, más conocido como el Teniente Vaca en la mazmorra y que, a diferencia de Chispa, terminó condenado a perpetua en 2017. Buscado desde 2005, el juez Torres ordenó su captura internacional en 2009. La policía brasileña lo encontró en Angra Dos Reis, al sur de Río de Janeiro, en 2013, donde se había reciclado como como arquitecto naval en un importante astillero – su pasión, que incluso compartía con sus secuestrados en la ESMA y afuera.
En Brasil, Sánchez pidió asilo político, pero le fue rechazado. Estuvo un tiempo esperando el juicio de extradición en prisión domiciliaria hasta que se escapó. La decisión del Supremo llegó el año pasado cuando Sánchez ya estaba fugado. En la tarde de ayer, le comunicaron a la Cancillería –que dirige Felipe Solá y que la semana pasada logró que Francia retirara una condecoración a otro represor de la ESMA, Ricardo Cavallo– que estaba en pleno trámite la extradición de Sánchez.
En la ESMA, Sánchez integraba la rama operativa del grupo de tareas, es decir, se dedicaba a secuestrar. Sobrevivientes como Miguel Ángel Lauletta lo ubican como uno de los represores que emboscó al periodista Rodolfo Walsh en San Juan y Entre Ríos mientras repartía su carta a la Junta Militar el 25 de marzo de 1977.
Chispa fue un integrante activo del grupo de tareas de la ESMA. El 12 de septiembre de 1978, tres días antes de pasar a retiro, Emilio Eduardo Massera armó una ceremonia para rendir homenaje a sus mejores hombres. Chispa se llevó una medalla al “Heroico Valor en Combate”.
Chispa
El sobrenombre de Chispa fue uno de los primeros en surgir vinculado a los vuelos de la muerte. Lo mencionó el militante Horacio Maggio, el Nariz, en las cartas que envió después de fugarse de la ESMA. Concretamente dijo que Chispa había explicado a otro detenido cómo se habían ido modificando las formas de exterminio dentro de ese campo de concentración. Relató que primero colocaban a los secuestrados en un auto y lo incendiaban; que después los ahorcaban dentro de la ESMA y los tiraban al mar y, por último, que les colaban un somnífero, los ubicaban en una lona y los subían a un avión.
Graciela Daleo recordó en sus testimonios que Sánchez se había referido a ese método primitivo de aniquilamiento. "Nos dijo los habían ahorcado a Edgardo Moyano y a Ana María Ponce en el sector Dorado en la planta baja del Casino de Oficiales", relató. Alicia Milia de Pirles lo recordó también a Sánchez hablando del final de Loli Ponce y de Moyano.
A Graciela García Romero, fue el propio Chispa quien, una vez cuando la llevaba a su casa estando en libertad vigilada, le relató que los vuelos eran la forma de desaparecer a los secuestrados. Era un domingo de lluvia.
—¿Vos sabés cómo se resuelve el tema de los traslados?
—No.
—Se suben a aviones y se los arroja desde ahí.
Tanto García como Susana Ramus situaron a Sánchez como uno de los responsables de las quintas, que funcionaban como satélites de la ESMA. Graciela García dijo que allí Chispa les daba clases de barcos. Su pasión y lo que siguió haciendo hasta hace poco tiempo en Brasil.
Chispa tendrá finalmente tiempo para hablar ante la Justicia argentina.
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