Tecnalia y Repsol como ariete de las multinacionales.
Tal vez el origen de todo esto haya que buscarlo en las celebraciones de julio de 2016, cuando Mauricio Macri le dijo al "querido rey Juan Carlos" que los patriotas "claramente deberían tener angustia de tomar la decisión de la independencia". Poco después, aquí y ahora, la angustia acabó. Los despidos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) parecen explicarlo. El conflicto estalló cuando los trabajadores accedieron informalmente a la lista de 250 despidos, en el contexto de un megaplan de reforma, llave en mano, impulsado por la mayor corporación tecnológica española y entre las cinco europeas. Hasta aquí se conocieron aspectos del plan con propuesta de fusión de centros de investigación, venta de bienes patrimoniales para generar ingresos y un modelo que piensa la relación del Instituto con la industria en términos de unidades de negocios. Pero hasta ahora no se conocía qué es Tecnalia Corporación Tecnológica ni la escala de lo que significa dejar en sus manos nada menos que la elaboración del modelo de política productiva de país: desarrollo, innovación tecnológica y soberanía industrial.
Tecnalia Corporación Tecnológica no es sólo una consultora: es un gigantesco conglomerado de centros de innovación tecnológica conducidos por la industria. Con sede madre en el país vasco, está gobernada por un patronato de 44 integrantes, 75 por ciento de los cuales pertenece al sector privado. Entre los capitales hay multinacionales de energía y del sector financiero. El presidente es de Petronor, filial de Repsol en la zona norte de España y el tercer lugar de la compañía está en cabeza de Kutxabank, un banco originado por la fusión de tres cajas vascas: BBK, Kutxa y Vital. Durante su existencia —cuyo origen data de 1955—, la corporación recogió denuncias de robo de patentes y en 2017, en espejo con Argentina, "con un plan de ajuste y despidos que incluyó un millón de euros en indemnizaciones en 2015", la situación financiera en Tecnalia arrojó un saldo positivo después de años perdiendo dinero", según publicó Gananzia.com.
El desembarco de Tecnalia en el INTI puede actualizar fantasmas del saqueo menemista pero en realidad se parece a la segunda parte de una serie recargada. En el mundo de la innovación tecnológica, Tecnalia es vista como un emergente de una tendencia global muy opuesta al paradigma del desarrollo de las instituciones de los estados nacionales como el INTI. Se trata de la nueva manera en la que se mueven los Estados neoliberales en su relación con los centros de investigación y la industria. Un mundo donde los gobiernos ponen representantes de las empresas privadas en los centros de investigación, gente con capacidad de lobby en temas muy delicados como energía, transporte y alimentos. Los centros de investigación de la era Tecnalia pueden tomar a cargo nada menos que el diseño estratégico de las políticas productivas de un país (Argentina), pueden direccionar líneas de desarrollo en un modelo de mundo-maquila (soja y trasporte de soja) y por lo general buscan, además, líneas de subsidios y financiamientos millonarios aplicando a programas como en la Unión Europea. Uno de sus principales saberes parece ser buscar subsidios por sobre todas las cosas. Saben vincular laboratorios con empresas, la industria española tiene un nivel de necesidades más alta que la argentina.
A diferencia del INTI que es una institución pública nacida para promover el desarrollo industrial argentino, Tecnalia nació como empresa. El INTI se creó en 1957. Tecnalia, en 1955 a partir de un centro de investigación llamado Labein Tecnalia creado "con una clara orientación empresarial", según la web oficial. A lo largo del tiempo, la compañía tuvo distintos momentos. Uno de los saltos de crecimiento importante ocurrió en 2010 con la creación del nombre Fundación Tecnalia Research & Innovation (TRI) a partir de la fusión de ocho centros de investigación: Labein Tecnalia, Robotiker, Fatronik, Cidemco, ESI (European Software Institute), Inasmet, Euve (European Virtual Engineering) y LEIA. Hoy la Fundación Tecnalia Research & Innovation es además parte de la Corporación Tecnalia integrada por otros dos centros tecnológicos: Azti, Neiker.
En la presentación oficial, se describen como un centro tecnológico privado vasco creado para contribuir al desarrollo científico y tecnológico de las empresas y de la sociedad. Su estrategia de fusión ha sido aunar masa crítica para ser más competitiva en el mercado de la tecnología global, señalan. Y en la actualidad cuenta con 1.437 empleados e ingresos de 121 millones de euros anuales, es la primera entidad de España en retornos del FP7 y cuenta con un millón de euros de ingresos por licencias. El gobierno del TRI está dirigido por un Patronato de 44 miembros: 33 (75%) representantes de entidades privadas (26 de empresas y 7 personas relevantes); 6 del Gobierno Vasco; 3 de las diputaciones; uno de la Administración del Estado y uno de la Universidad del País Vasco.
Aquí, algunos de esos perfiles:
1) Desde 2016, el presidente de Tecnalia es Emiliano López Atxurra, directivo de Petronor, la refinería más grande de España, cuestionada por numerosos hechos de contaminación. Petróleos del Norte S.A. fue constituida en Bilbao en 1968. Tras diferentes modificaciones de su composición accionarial, los socios que la componen en la actualidad son: Repsol (85,98%) y Bilbao Bizkaia Kutxa-BBK (14,02%). Los archivos de la web recuerdan cuando Petronor decidió patrocinar a los jugadores del Athletic Club de Bilbao. "Desconozco si con renovadas energías (cambioclimáticas) bajo el mentón el mítico club de fútbol vasco meterá más goles, pero lo que es seguro es que en Muskiz, población de la comarca del Gran Bilbao, la institución deportiva va a perder unos cuantos aficionados. Esta localidad soporta desde hace muchos lustros las actividades de una refinería de petróleos de Petronor y en breve puede que se amplíe con una planta de producción de coque; los conspiradores tóxicos tienen la máquina a tope para que así sea", escribió en su blog, el periodista Miguel Jara.
2) La vicepresidencia de Tecnalia está a cargo de un ejecutivo de Ingeteam, otra empresa con problemas. En marzo del año pasado, trabajadores de la compañía ocuparon la sede de Bizkaia en protesta por la venta por tercera vez desde 2008 sin que ninguno de los compradores, dijeron, "haya sido capaz de encontrar el rumbo". Según relató el diario El Correo de Bizkaia, "como resultado de esta deriva, Ingeteam se encuentra en una delicada situación, lo que le llevó a iniciar un proceso de venta de alguna parte de sus empresas. Operaciones que comenzaron con el traspaso de la empresa alavesa Ingeteam Power Plants a un grupo industrial chino".
3) La secretaría de Tecnalia está en manos de Kutxabank: “El 1 de enero de 2012 inicia la actividad Kutxabank, un banco que surge del proceso de integración de las tres Cajas Vascas —BBK, Kutxa y Vital—, las tres únicas accionistas de la nueva entidad, a la que traspasan su negocio financiero.”
Un rápido paseo de noticias del mundo muestra otras dos situaciones complicadas. El 9 de octubre de 2015, quince ingenieros involucrados en el desarrollo de un coche eléctrico vasco denunciaron a Tecnalia por robo de patente. La edición del diario El Mundo de ese día señalaba que los "trabajadores afectados por el fracaso del proyecto de coche eléctrico vasco Hiriko, que se tragó unos 18 millones de euros en ayudas públicas de los Gobiernos central y autonómico, han denunciado que Tecnalia y AIC 'copian' la tecnología desarrollada en Hiriko al presentar una 'motorrueda' que guarda muchas similitudes tecnológicas con la 'roborrueda'".
El otro dato es una situación en espejo con Argentina. El sitio vasco de negocios Gananzia.com señaló que "la situación financiera en Tecnalia parece haberse estabilizado en 2017. Tras seis años perdiendo dinero, las cuentas de los últimos doce meses han arrojado un saldo positivo, según ha adelantado la corporación tecnológica. Ajustes, despidos incluidos (en 2015 se gastó un millón de euros en indemnizaciones por ceses), y un incremento de la facturación están detrás de esta mejora de los resultados en los países vascos".
Algo de esto es lo que se puso en escena en las últimas asambleas dentro del predio de Migueletes. Julián Beviglia es experto en adhesivos del Centro especializado de Caucho, y desarrolla la patente de un adhesivo para la industria maderera, alternativo al formaldehido, prohibido por cancerígeno en la Unión Europea y Estados Unidos. Es uno de los despedidos. En una asamblea resumió el modelo Tecnalia en dos líneas: "Los intereses de ellos chocan de lleno con las necesidades de nuestro pueblo que necesita un INTI abierto a la comunidad", dijo. "Esto que están haciendo no es un descuido porque Tecnalia viene a hacer lobby por las empresas que importan estos equipos desde la Unión Europea. Hacen lobby para que no hagamos esos equipos en el país, para que los compremos importados y para que desarrollemos aún más la primarización de la economía porque ellos solo quieren desarrollar la biotecnología para el campo y el transporte para sacar la soja del país".
Tecnalia aparece en varios proyectos de la Unión Europea, a veces como un laboratorio de la red europea y a veces como coordinador de proyectos. Quienes trabajan en esas redes, señalan que los programas de la Unión Europea vinculados a Ciencia y Técnica están cada vez más dirigidos a experiencias aplicadas. Por esta razón, cada vez es más necesario armar consorcios de laboratorios y/o empresas. En ese esquema, Tecnalia aparece como una gran consultora de tecnología asociada a empresas y laboratorios o en nombre propio en un mapa que la muestra con bastante penetración europea.
Enrique Martínez fue director del INTI entre 2002 y 2011. Dice que esta convocatoria es una locura que no ocurrió nunca teniendo en cuenta los 60 años de historia que generaron la creación del INTI, INTA y Conicet: "Desprenderse del Instituto de Tecnología es desprenderse de la política productiva", dice. Y señala entre los problemas del masterplan el que piensa la relación del INTI con la industria como unidad de negocios y evaluaciones en términos inmediatos y de corto plazo, cuando la investigación y desarrollo se hizo en todos los lugares con resultados tremendamente positivos pero que llevaron más de una década. "Y es muy relevante advertir todo lo que implica esto para lo verdaderamente estructural: porque con este modelo lo periférico y lo pequeño latinoamericano queda afuera absolutamente de foco. Es decir, nosotros estábamos trabajando con organizaciones del Impenetrable chaqueño, del este salteño, del interior de Misiones, situaciones con la agricultura familiar, y con comunidades rurales del norte de Santa Fe, eso ni siquiera está escrito en el masterplan de Tecnalia. No se les ocurre que eso exista. Por eso, estoy absolutamente estupefacto. ¡Como se puede desarrollar un programa de cooperación con Tecnalia como si fuésemos un país desarrollado! Acá se trata de millones de personas que tienen que pensarse en términos más eficientes desde el punto de vista productivo. Y esa lógica de organización eficiente que resuelve todos los problemas acá no sirve. A Tecnalia lo podría contratar un condado alemán o alguno de Francia, pero no la Argentina. Acá no estamos hablando de optimizar variables de un sistema que ya existe, esto es un sistema que hay que crear". La certificación de productos y procesos que hace el INTI para empresas y artículos importados o exportables, es otro de los ejes que Martínez pone en foco. Y con el desarrollo también hace hincapié en las líneas de investigación o innovación cuyas cabezas directrices van a estar en otra parte.
En tanto el miércoles 14 será un día clave en el Instituto. La presidencia anunció que reabrirá las puertas. Los trabajadores están decididos a continuar con el paro hasta tanto no se resuelvan los despidos.
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