RECUPERAR EL SALARIO Y LA ALEGRIA
El discurso de CFK. Fracturas expuestas, la suma fija y y el trabajo que se crea.
Luego del intento de magnicidio, Cristina Fernández de Kichner hizo su primera aparición pública en el Microestadio de Pilar en el marco del cierre de los congresos regionales de la UOM. “Quería estar acá porque después de algunas cosas no hay mejor lugar que estar junto a los trabajadores y trabajadoras” expresó dando inicio a su discurso. CFK selló su postura ante los debates por el bono y suma fija, refirió a las rentas extraordinarias empresariales y puntualizó sobre la inequidad tributaria. Al cierre convocó a “volver a recuperar esa alegría que tuvimos alguna vez, la alegría de que el sueldo alcanzaba, la alegría de ir al trabajo”. El pasado 17 de diciembre, el gobierno nacional anunció la entrega de un bono de $24.000 para los trabajadores en relación de dependencia del sector privado. El monto se alejó del pedido de los sectores sindicales más allegados a la Vicepresidenta que durante el año alzaron su voz para la obtención de una suma fija -y no de un bono- que rondaba el doble del pago que ofreció la administración de Alberto Fernández. El discurso de en la UOM sigue vigente.
La Vicepresidenta estuvo acompañada en el estrado por el intendente de Pilar, Federico Achával, y el secretario general de los metalúrgicos y ex diputado nacional, Abel Furlán. Además detrás de ellos se encontraban sentadas las autoridades de la UOM. La platea lateral del estadio fue la designada para la plana política y los sindicalistas más cercanos a Cristina. Entre los presentes estuvieron el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y su hijo Máximo Kirchner.
También los dirigentes gremiales: Hugo Yasky (CTA), Pablo Moyano (Camioneros), Walter Correa (CFT), Vanesa Siley (CFT), Roberto Baradel (SUTEBA) y Daniel Catalano (ATE-Capital). Los intendentes Mario Secco (Ensenada), Mayra Mendoza (Quilmes), Juan Zabaleta (Hurlingham) junto a otros funcionarios provinciales como Cristina Álvarez Rodríguez, Andrés Larroque. Acompañaron los senadores Oscar Parrilli, Juliana Di Tullio, Mariano Recalde, y los diputados Eduardo Valdés y Leopoldo Moreau. Asimismo asistieron Martín Sabbatella, Amado Boudou, Carlos Heller, Julián Domínguez, Juan Martín Mena, Héctor Recalde, Daniel Gollán y el Ministro de Defensa, Jorge Taiana.
Por detrás de los oradores podía leerse la consigna elegida para recibir a CFK. “No hay solución gremial, sin solución política” decía entre los logos de la UOM. La frase se la atribuyó el referente metalúrgico al histórico dirigente de la unión, Lorenzo Miguel. En 2016, Cristina Kirchner, había dado su anteúltimo discurso con sede sindical - el más reciente fue en la CTA Avellaneda - donde luego de perder las elecciones del año 2015, les pidió a las y los trabajadores que tengan un “proyecto político” porque “lo político” debía “estar unido con lo sindical”.
Achával rompió el hielo al calor de un público que antes de la aparición de la Vice coreaba: “Queremos aumentos, la puta que lo parió”. Luego de agradecer la presencia de la invitada principal, manifestó que “en la política hay gestos que marcan las convicciones y dónde uno está parado”. El estadio festejó cuando el intendente remarcó que “el futuro es con todos, pero fundamentalmente es con vos”, refiriéndose a CFK.
En el marco del cierre del plenario, se reprodujo un video resumen de todos los congresos regionales que se llevaron a cabo por el país. Las primeras filas estaban ocupadas por cincuenta y tres secretarios generales y banderas de todas las regionales decoraban el estadio. Furlán tomó la palabra y en un discurso con impronta propia dijo “no vinimos a representar a trabajadores pobres, vinimos a representar a trabajadores dignos”. Y además en respuesta a los empresarios dijo: “Que no se equivoquen los empresarios que dicen que el mejor salario es el que pueden pagar”. Porque “el mejor salario es el que nos da dignidad”, explicó y los afiliados garantizaron el ruido de todas las cornetas.
Cristina comenzó jocosamente. “Muchas gracias, los de la corneta, por favor”, en referencia a los trabajadores que festejaban la ocasión. Pasados los agradecimientos generales, hizo específico su saludo a Antonio Caló que se encontraba entre las primeras filas. Los silbidos sonaron en un alto nivel. El resto del discurso se centró en la pérdida del poder adquisitivo del salario y en un vaivén entre la actualidad y el 2015.
Recordó que “en 2015 el salario de los trabajadores en la República Argentina era el salario más alto en dólares”. El “de los meta”, como los nominó a los metalúrgicos, ”era 2.400 dólares por mes”. Cabe destacar que actualmente la misma remuneración ronda los mil dólares. “Este era el problema que tenían los trabajadores” dijo. A la vez preguntó “¿saben por cuántos votos perdimos las elecciones del 2015? Por 670.000 votos. ¿Saben cuántos trabajadores pagaban ganancias en ese momento? Un millón cien, aproximadamente. Después, por supuesto, siguieron pagando ganancias y hoy estamos como estamos”.
El miércoles la UOM reabrió su paritaria en reclamo de una suba del 111% y un bono de 50.000 pesos para sus trabajadores. La negociación pasó a un cuarto intermedio a pedido de las cámaras empresarias para estructurar una propuesta y continuará el martes 15 de noviembre. Ese día, los metalúrgicos esperan adicionar 46% para el período diciembre-marzo para sumar a los 65% que ya acumula el año paritario.
La productividad y el salario también fueron dos focos donde CFK puso la lupa. En este sentido, mostró un gráfico de curvas donde una línea era el salario y otra la productividad, y la brecha entre una y otra era de diecisiete puntos. En ese gap se detuvo y diferenció lo que la “doctrina liberal de la economía” asimila cuando “los medios de comunicación” informan que “el salario es igual a la productividad”. “No es así”, dijo, y explicó que “esa diferencia es la renta extraordinaria que está tomando el capital hoy en la República Argentina”. Además dijo que "la recuperación del salario tiene que ver directamente con que vuelva a pagarse el salario de acuerdo a la productividad también y es algo que tienen que luchar los sindicatos con organización".
Uno de los puntos más fuertes de su discurso llegó cuando se pronunció sobre las medidas que el gobierno debería tomar. “Es necesario una suma fija que vuelva a darle capacidad al salario de los trabajadores” y aclaró que “no va en detrimento de las paritarias”. “¿Cómo vamos a ir en detrimento de las paritarias justamente nosotros, que fuimos, como lo señaló Abel, los que volvimos a introducir la cuestión paritaria en la cuestión económica?”, exclamó en relación a quienes postulan esa exclusión.
Cristina también se refirió a la designación de Alberto Fernández como candidato a Presidente. “No me arrepiento porque pudimos lograr el objetivo que no era votar en contra de alguien sino votar en contra de determinadas políticas”, manifestó y contó que en aquel momento ella “tenía la responsabilidad” de “tomar una decisión y garantizar que el peronismo ganara las elecciones”. También hablando “a calzón quitado” dijo que “muchos decían que su ciclo estaba terminado”. Y puso de relieve que “algunos movimientos sociales, tal vez los más importantes, no veían tan mal las ayudas que recibían”. A la vez que “los dirigentes de la Confederación General del Trabajo no parecían tan decididos a enfrentar esas políticas”. Estos fueron los motivos que encaminaron su resolución.
Facturas expuestas
El año corriente cerrará con una clara distinción entre las acciones del Frente Sindical en conjunto con la CTA y la Corriente Federal, en contraposición de aquellas estructuradas por los gordos e independientes de la CGT. Pese a todo, la unidad primó en dos instancias claves: el atentado contra CFK y la movilización al Congreso de la Nación del 17 de agosto concretada frente a la demanda social por la pérdida adquisitiva del salario. Sin embargo, las fracturas quedan expuestas. El sector de Héctor Daer y Carlos Acuña de la CGT muestra en cada oportunidad signos de alianza con el gobierno de Fernández, mientras que el moyanismo, la CFT y la CTA advierten como “urgente” la recuperación de la pérdida adquisitiva de los trabajadores y les preocupan los destinos de la voluntad gobernante.
Las señales del gobierno ponen de relieve las internas. El lunes, Massa reunió a Acuña, José Luis Lingeri, secretario general de SGBATOS, y Andrés Rodríguez, secretario general de UPCN, en sus oficinas de avenida Libertador. La conversación tuvo foco en los fondos de las obras sociales y la promesa que había realizado el ministro sobre los pagos adeudados. Además le transmitieron la preocupación por la eliminación en la ley de presupuesto de dos artículos que beneficiaban a las prestadoras de salud y fueron rechazados en Diputados. Al día siguiente, la ministra de Trabajo, Raquel Kismer, se presentó en la sede de UPCN y mantuvo un encuentro con once dirigentes sindicales de la CGT. La reunión fue de tono protocolar, los gremios le transmitieron su respaldo aunque le pidieron que la cartera laboral asista a los reclamos salariales pendientes y Kismer se comprometió a estar alerta y ocuparse de los mismos.
La CTA se presentó este viernes en Alem. El objetivo de la cartera laboral es “fortalecer el diálogo y el compromiso al trabajo en conjunto”. De la reunión participaron Hugo Yasky, Roberto Pianelli, Yamile Socolovsky, Eduardo Pereira, Roberto Baradel, Daniel Catalano, Eduardo López, Edgardo De Petri, Claudio Marín, Juan Facundo Vitta y Daniel Pérez Guillen.
En línea con las opiniones de CFK sobre la inequidad tributaria y la laxitud fiscal, el Frente Sindical, la CTA y la CFT tuvieron cita en Azopardo y dialogaron sobre los alcances del proyecto de ley por ganancias presentado en el Congreso por el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo. Entre los presentes estuvieron Pablo Moyano, Yasky y Mario Manrique. El texto busca “convertir el impuesto a las ganancias en un gravamen a los altos ingresos y hacer un sistema más justo”. Yasky dijo que “es inadmisible que empresarios paguen menos porcentaje de impuesto por sus ganancias que los trabajadores por sus salarios”.
Sobre esto, Cristina remarcó que “hoy hay 891.000 trabajadores y trabajadoras que pagan impuesto a las ganancias. Y aproximadamente 640.000 trabajadores autónomos. En total: millón y medio de personas físicas que pagan impuesto a las ganancias”. Esas personas representan el 30% del total de ganancias, mientras que las 226.000 sociedades comerciales representan el 52%. “A un trabajador que supera el tope de ganancias le aplican la alícuota del 35%, no tiene posibilidad de dibujar el salario como se dibujan los balances de las grandes empresas que terminan pagando un cinco o un seis por ciento del impuesto a las ganancias y no el 35%”, remató la vice.
Suma fija vs Bono
Una semana antes de que Sabag Montiel intentara dispararle a la Vicepresidenta, el diputado nacional y titular del PJ bonaerense Máximo Kirchner había concurrido a un encuentro de delegados de la UOM en Avellaneda y participado de una mesa junto a al secretario general de los metalúrgicos, Abel Furlán, y el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa. También allí se expresó a favor de implementar una suma fija. “Cuando planteamos el tema de suma fija, primero salió una cuestión engañosa, porque no decimos suma fija o paritaria. Las paritarias van por su lado”, resaltó.
El dilema sobre la entrega de una suma fija o un bono es un asunto latente entre los sindicalistas, el gobierno y las empresas. La semana pasada, Wado de Pedro confirmó que el ministro de Economía, Sergio Massa, “tiene todo el apoyo y está pensando con Cristina una suma fija y armando una propuesta para que aquellos que perdieron con la inflación puedan recuperar su nivel de consumo”. Como publicó El Cohete, Massa se había reunido antes de su último viaje a Washington con Moyano y Mario Manrique, responsable gremial de CGT y secretario adjunto de SMATA, y en aquella oportunidad respondió que las medidas están en evaluación y que esperaba poder transmitirles novedades a su regreso del viaje a Estados Unidos. En la cartera de economía aclaran que aún “no está la letra” del decreto, pero que la medida sigue en la agenda y “pronto” habrá una decisión.
Distintas fuentes indican que el día de mañana podría darse una reunión importante entre Massa y Kismer para darle forma a la medida que finalmente sería un bono de fin de año de carácter no remunerativo. Esto contentaría a los gordos e independientes de la CGT, no así al sindicalismo más cercano a CFK que pide una suma fija para los sueldos por debajo de la línea de pobreza.
El sector de Daer explica que se oponen a la suma fija ya que “invalida las paritarias”, pero quienes creen que aquella es la medida que debería aplicar el gobierno piensan lo contrario. En diálogo con El Cohete, Manrique explicó que “hay sectores que pueden discutir muy buenos salarios” y otras actividades que tienen “sueldos bajos convencionados”. Por ello, insisten en que la suma fija es una ayuda para algunos sindicatos.
La CTA considera que ante el “contexto de emergencia” la suma fija es una medida esencial. Su pedido ya circula por las redes sociales. Lo cierto es que de concretarse sería la segunda vez que el gobierno de Alberto Fernández haga entrega de este tipo de aumentos. La última había sido en diciembre de 2019, a días de la asunción presidencial.
El trabajo que se crea
En junio de este año la Vicepresidenta había sellado el antecedente más próximo con sindicatos al cierre del plenario de la CTA en Avellaneda. Fue entonces cuando destacó que el Estado nacional debía recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales y criticó su tercerización. “A mí no me gusta que me quieran convencer de que eso es peronismo. Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé la alta y la baja”, dijo.
Luego de aquel discurso de CFK, la gestión del ex ministro de Desarrollo, Juan Zabaleta, comenzó a realizar las auditorías sobre los planes sociales. El procedimiento para el relevamiento fue consensuado con su par de Educación, Jaime Perczyk, y a través de la resolución 835/2022 se incorporó a las universidades nacionales como unidad de evaluación para las tareas de control.
Este jueves, luego de una reunión en la que participó el mandatario junto a sus ministros de las carteras de Economía, Desarrollo Social y Trabajo, el gobierno anunció que limitará la distribución de la asignación Potenciar Trabajo, Potenciar Inclusión Joven, Nexo y Plus Esencial. La administración de Fernández apunta a que la medida funciona como “medio para avanzar en la vinculación de planes sociales con empleo genuino”.
Según fuentes oficiales, se instruye a la Oficina Nacional de Contrataciones a incorporar en los pliegos de bases y condiciones generales un margen de preferencia para los oferentes que acrediten un mínimo del 5% de trabajadores vinculados o trabajadoras vinculadas al programa “Puente al Empleo”. Y otorga en favor de las cooperativas de trabajo de la economía popular el 30% de la obra pública nacional con montos de hasta 300 millones de pesos, bajo la modalidad de contratación que corresponda. Asimismo, instruye a los tres ministerios nombrados a designar a sus representantes en el Consejo de la Economía Popular y el Salario Social Complementario (CEPSSC). El Consejo es la continuación de la ley 27.345 de Emergencia Pública —conocida como Ley Carolina— y reglamentada durante el gobierno de Mauricio Macri.
La ministra Kismer había mantenido un primer encuentro con su par en Desarrollo, Victoria Tolosa Paz. Al finalizar aquella reunión, que se extendió más de tres horas, había manifestado la necesidad de "evitar las superposiciones de transferencias de ingresos que terminen desalentando el empleo”. La nueva medida queda alineada con las proyecciones que Massa estableció al asumir e indicaban una “política de reordenamiento de los planes sociales durante los próximos 12 meses”, para la “vuelta al mercado de trabajo, el fortalecimiento de cooperativas y la protección en caso de situaciones de vulnerabilidad”.
Especialistas en la materia opinan que “el CEPSSC puede ser una política de institucionalización de ese sector pero todavía los planes están atados a lo que acuerdan los sindicatos y los empresarios en el consejo del salario”. La actualización del salario mínimo, vital y móvil impacta automáticamente en los programas sociales. Por ese motivo, agregan que “ese enganche es un ancla para el salario mínimo de todos los trabajadores asalariados”, ya que con miras al cumplimiento de las metas fiscales un alza de las asignaciones traccionaría el aumento de los programas. Además explican que una suba considerable del salario mínimo “es una herramienta que serviría para salir del atolladero que significa debatir durante meses si es más adecuada una suma fija o un bono”, y en ese sentido es necesario desanclar los planes del salario mínimo.
Asimismo puntualizan que bajo este nuevo criterio “la economía popular depende del Estado cuando en verdad está integrada a redes de informalidad de la economía privada, empresas, prestamistas, proveedores y compradores”. La fórmula tripartita del gobierno, empresas y sindicatos que se replican en las negociaciones colectivas será saldada únicamente por el diálogo bilateral entre el estado y la economía popular. Lo cual creen que apunta a “pensar que la economía social está excluida de toda relación con el mercado”. En sus últimas declaraciones públicas, la ministra Kismer adelantó que la próxima sesión del Consejo del Salario será durante la segunda quincena de este mes.
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