Rechiflado en su tristeza

El mundo imaginario del Presidente, al desnudo en Davos

 

El Presidente se cree disruptivo pero su discurso en Davos estuvo plagado de datos imprecisos y vagos, conceptos falsos, y con un marco teórico atrasado y viejo.

Milei saca conclusiones en base a estadísticas de PBI per cápita y crecimiento mundial entre el año 0 y el 1800. La base de Maddison es un digno intento de reconstrucción estadística pero lo cierto es que ¡no hay datos para las épocas remotas que Milei cita!

  • Hay mil años de historia (entre el año 1 y el 1000) que tienen una muy vaga estimación (por la ausencia total de fuentes estadísticas) en gran parte del planeta, es decir tres continentes: América Latina, Asia, África.
  • Hay 16 siglos (año 1 a 1600) donde cuatro países desarrollados de Occidente (Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos) tienen el mismo valor.
  • En ese mismo periodo, la única variación real de aumento del PBI es la de Europa.

Lo que está claro, y es obvio para cualquiera que haya cursado historia en la escuela primaria o secundaria, es que hay un salto en el crecimiento económico desde el 1800 producto de la revolución industrial, que significó un cambio en el modo de producción. El pasaje de la Edad Media al Capitalismo. ¡Gran descubrimiento, Milei! Es algo que ya se sabe hace tiempo, lo dijo un economista muy relevante del siglo XIX, se llamó Karl Marx y lo escribió en El Manifiesto Comunista, adjudicándole un carácter revolucionario a la burguesía por su ruptura con el modo de producción anterior.

¿Leyó Milei al premio Nobel en economía Simon Kuznets? Kusnetz ya había dicho que no todo era el PBI. Publicó la obra Ingreso nacional y su composición en 1941, y ganó un premio Nobel por esta contribución, pero justamente fue él quien advirtió el riesgo de sólo mirar el PBI per cápita como única manera de medir el bienestar.

 

Billonarios y pobres

Milei dijo en Davos: “Si tomamos el período entre el año 2000 y el 2023, la tasa de crecimiento volvió a acelerar el 3% anual, lo que implica que podríamos duplicar nuestro PBI per cápita en el mundo en tan sólo 23 años”. El mundo no discute si el capitalismo genera crecimiento. La preocupación es por la desigualdad del sistema: en los últimos tres años la fortuna de los cinco hombres más ricos más que se duplicó (+114% según OXFAM). A este ritmo, en diez años aparecerá un nuevo billonario (que para Milei sería un “héroe”) ¡pero se necesitarían 200 años más para erradicar la pobreza!

 

El cuento de la decadencia argentina

El Presidente dijo en Davos que la Argentina era potencia a fines del siglo XIX y que el estancamiento vino con el “colectivismo” posterior. Eso es falso: hay que mirar bien los datos. Entre 1860 y 1895 la Argentina tuvo un gran crecimiento que luego se frenó. ¿Por qué? Por sus bases débiles de sustentación:

1) el crecimiento fue por expansión de frontera productiva pero con poca educación y con escaso valor agregado (5% sólo de exportación de harina), es decir demasiada dependencia del factor tierra (ya lo dijo Alberdi); y

2) La Argentina en esa época forjó una fuerte dependencia de la inserción primario exportadora, sin industria, lo cual tuvo un límite brusco por la crisis internacional de 1929.

Eran tan desastrosas las condiciones de vida durante esa época que Julio Argentino Roca, en 1904, encargó un informe a Bialet Massé para diagnosticar la situación. Los argentinos trabajaban 16 horas, vivían hacinados y hasta cobraban en especie. Eso luego dio origen al Departamento de Trabajo encabezado por Joaquín V. González y a la Ley Nacional del Trabajo. Aunque Milei se esfuerce en buscar, no va a encontrar peronismo en la época: Perón tenía nueve años de edad... estaba en pantalones cortos.

Para Milei, Roca fue “uno de los mejores Presidentes argentinos”. Pero Roca, en pos de la organización nacional, más que duplicó la cantidad de impuestos existentes y los sueldos pagados por el Estado Nacional. Oscar Oszlak lo estudió muy bien:

  • En la década del ‘80 aumentó la cantidad de impuestos: en 1880 había diez rubros de ingresos, y cinco años más tarde ya había 23 (memoria Ministerio de Hacienda, 1890).
  • La recaudación de impuestos del Estado nacional se incrementó de forma explosiva entre 1863 y 1886: 241%. Peor aún, para el año 1908 los impuestos per cápita ya eran 346% más altos que en 1863.
  • Los sueldos pagados por el Estado nacional, en su importe anual medido en oro, se duplicaron entre 1879 y 1890, con Julio Argentino Roca.

 

Industria y peronismo para crecer

En comparación con Estados Unidos, la Argentina tiene un muy buen desempeño entre 1945 y 1975 (1,9% versus 1,1%), época de sustitución de importaciones y desarrollo industrial, de salarios al alza, movilidad social ascendente y en camino de ser un país exportador industrial. Sin industria, desde 1975 hasta 2002, nos fue peor. El peor período para la Argentina fue el protagonizado por economistas liberales (Martínez de Hoz, Cavallo, López Murphy): nuestro país disminuyó su PBI per cápita un 0,5%. Y nuevamente, desde 2002 hasta 2015, se produjo el mayor salto en el PBI per cápita: 4,7% anual acumulativo.

 

 

Lucas Llach y Pablo Gerchunoff (como bien señala Ezequiel Adamovsky en Anfibia) aportan datos contundentes para ratificar que la Argentina declina en relación a la economía de Estados Unidos desde 1913 y la caída se sostiene hasta la crisis del ‘30:

  • En 1885 el ingreso per cápita argentino era el 74% del estadounidense;
  • En 1913 cae a 64%;
  • En la crisis de 1929 la Argentina empeora más aún (29%);
  • Desde Perón al golpe de 1976, la Argentina recupera terreno: 12 puntos porcentuales es la mejora del ingreso per cápita respecto de Estados Unidos;
  • Entre 1975 y 2001 vuelve a retroceder fuertemente (29%)

 

 

Las tasas acumulativas de crecimiento argentino en el siglo XX también favorecen al peronismo:

  1. La Argentina como granero del mundo, entre 1900 y 1930, creció a un ritmo de 4,5% por año;
  2. La primera ISI (industrialización sustitutiva de importaciones), forzada por la crisis internacional entre 1931 y 1945, registró tasas de crecimiento anual de 2,18%;
  3. El primer gobierno de Perón creció a un ritmo de casi 4% anual (3,98%) entre 1946 y 1955;
  4. La segunda ISI, entre 1956 y 1974, sostuvo ese ritmo, creciendo a 3,84% anual.
  5. La dictadura, el radicalismo, el menemismo y el gobierno de la Alianza significaron un periodo de crecimiento muy magro, inferior a 1% anual (0,86%) entre 1976 y 2002;
  6. El gobierno de Néstor Kirchner registró la mejor tasa de crecimiento anual, con 8,74%;
  7. Los gobiernos de CFK, entre 2008 y 2015, crecieron al 1,87% anual, con cambio de ciclo internacional mediante por la crisis internacional del 2008;
  8. El gobierno de Macri fue catastrófico, con una caída de un punto por año (0,99% anual);
  9. Por último, el gobierno del Frente de Todos, con pandemia incluida, creció a 1,49% anual.

 

 

La ilusión de elegir

Milei adscribe a la escuela austríaca, la cual niega las fallas de mercado (¡que hoy reconocen hasta los propios neoclásicos!). Los austríacos dicen que la competencia está impedida porque el Estado la dificulta artificialmente. Sin embargo, en los principales sectores económicos de la Argentina no hay competencia, hay cartelización, sin que pueda atribuirse al Estado. Veamos el índice de concentración Herfindahl Hirschman (HH): da altísimo en alimentos básicos, productos de limpieza e higiene personal.

 

 

Y vean también la concentración en la venta de fideos: seis marcas de Molinos acaparan el 80%.

 

 

En insumos difundidos directamente hay ausencia de competencia en sectores como aluminio, plástico, acero y papel.

 

 

Prepagas cartelizadas

La Coalición Cívica denunció a Claudio Belocopitt (de Swiss Medial Group y Medicus) y a las prepagas por aumentar los precios de las cuotas ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia ¿Qué plantean? Que los aumentos de enero/febrero son por un acuerdo celebrado en el marco de la cámara de empresas que los nuclean (UAS) y que, según la legislación vigente, la mera acción coordinada de dos o más competidores para fijar los precios a los consumidores es una conducta ilegal. Vean la facturación de los principales laboratorios en la Argentina. En millones de USD (a precios mayoristas) en 2021 (Fuente CILFA).

Para seguir analizando el discurso de Milei en Davos, su marco teórico vetusto y con poca aplicabilidad a la realidad argentina (y global), recomiendo leer el informe del CEPA.

 

 

 

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