Planta desierta

Las consecuencias del parate de la industria

 

El sector industrial sufrió este año el impacto brutal de las decisiones políticas y económicas recesivas anti-industriales del gobierno de Milei. “Estamos con una planta casi desierta, con un futuro incierto”, dice el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, Pablo González, en diálogo con El Cohete a la Luna. Para el sindicalista, el 2024 fue “el peor año de la historia” de la empresa del grupo multinacional Acindar ArcelorMittal, que tiene una de sus plantas principales en la ciudad de la provincia de Santa Fe. El 2024 finaliza con suspensiones que afectan a 700 trabajadores de planta y 400 de las empresas contratistas, un total de 1.100 trabajadores.

“La afectación viene por el cierre definitivo de la obra pública, con todos los problemas estructurales que le traerá al país, también le trae problemas grandes a las tres siderúrgicas que se dedican al hierro de construcción”, dice González. Explica que el sector del agro no “ha traccionado la cantidad de producción que puede complementar para levantar los volúmenes (de producción) y la obra privada no tiene una marcada significación en la producción como debía tenerla para poder compensar esa falta de crecimiento”. 

Las suspensiones ya se habían acordado en junio y el valor diario de la prestación no remunerativa sería equivalente a un 83% del salario básico neto para las suspensiones que se realizaran en los meses de junio y julio, 80% si se realizaban en el mes de agosto y de un 75% si se producían en septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Es decir que los trabajadores suspendidos durante este último mes están percibiendo el 75% de su salario.

“Hoy la planta está casi vacía. Algunos compañeros de empresas contratistas ya empiezan a salir de vacaciones; quedan las guardias de mantenimiento de la planta de alambre de Villa Constitución, de los tres trenes laminadores, las guardias de mantenimiento de acería y una mínima guardia de mantenimiento de reducción directa, cosa que no se venía viendo desde hace muchos años en la planta”, describe Pablo González. 

La planta de Acindar en Villa Constitución cuenta con tres trenes laminadores. 

  • Uno que fabrica mayormente hierro de construcción y acero simple. 
  • Otro que produce hierro de construcción y también el hierro para ser procesado luego que es utilizado para el agro, bulonería, etc. 
  • Un tercer tren laminador que produce el acero más especializado para el mercado automotor.

González habla de la situación de los 700 trabajadores de planta afectados y los 400 de las empresas contratistas trabajadores: “Siguen dispensados de prestar tareas. Con vacaciones anticipadas y cortadas unilateralmente por la empresa. En suspensiones con el 75% del sueldo”. Con respecto a lo salarial, lo que respecta a la rama 17, que corresponde a metalmecánica y otras actividades, “tienen sueldos atrasados de noviembre y ya comenzarían a deber diciembre. El acuerdo llegó hasta octubre y no se estaría avizorando ningún tipo de avance en las negociaciones”. Los que están en la planta encuadrados en esa rama son los trabajadores de las contratistas.

Pero la mayoría de los trabajadores de planta pertenecen a la rama 21, que es de siderurgia. En esa rama “hay un atraso muy significativo”, señala González y agrega: “Con una inflación menor que la de principio de año, pero con una cantidad de meses similares atrasados. Estamos cursando el sexto mes de atraso. Los últimos incrementos salariales que se percibieron fueron en junio. Nos estarían debiendo aumentos de julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre. La empresa está jugando muchísimo con las necesidades de la gente y abusándose de que no hay producción hoy para parar la planta”.

Esa situación, según el dirigente gremial, llevará a que cuando comience la producción a mediados del mes próximo, se intensifiquen las asambleas que se vienen realizando, “con parada de equipos en diversos sectores hasta llegar a un paro total de la planta, con todo lo que significa. Con relación a esto, González expresa: “No somos irracionales. Entendemos que parar en este momento es una situación crítica, pero tampoco podemos dejar que nuestra gente no reciba su aumento como corresponde”. Se verá qué pesa más. Si el impacto de importados acentúa la problemática, la acción gremial estará enfocada en detener los posibles despidos, dejando el reclamo salarial en suspenso, porque las prioridades serán sostener la fuente de empleo.

La situación de los trabajadores de la industria que no llegan a fin de mes y un panorama sombrío para el 2025 complican al gremio para una lucha por mejora salarial, aunque desde la UOM no piensan resignarse. “Básicamente es una tormenta perfecta. No nos quieren pagar los salarios con aumento. No hay producción para parar en reclamo de esos salarios atrasados. Así que tendremos que evaluar cuáles son los pormenores y cada uno de los detalles en cada sector en que vaya apareciendo alguna producción coyuntural, porque dicen que tan solo enero está con una producción asegurada, pero febrero y marzo están endebles”, manifiesta Pablo González.

El dirigente gremial señala que, de acuerdo con lo que informan desde la empresa, “han decidido, por una cuestión de costos y de asegurar lo que tienen vendido para enero y febrero, correr una parada técnica de reparaciones de la acería que estaba programada para marzo, para abril”. González califica de “endeble” la palabra de la empresa, porque tienen un “doble discurso” y hace tiempo que vienen confrontando con ellos. 

El secretario general de la UOM Villa Constitución sostiene: “Estamos en un mal momento sin que se pueda analizar cuánto se puede llegar a acentuar y por cuánto tiempo, porque todavía no se vio el acero importado de China o del mismo Brasil, que devaluó y tiene muchas plantas que son idénticas a las nuestras y de los mismos grupos”. Pablo González habla de los “siderúrgicos como Paolo Rocca”, de su planta Siderar en Ramallo, que fabrica aceros planos, o “como ArcelorMittal que tiene todo lo que es construcción en la Argentina y es el principal vendedor, y Bragado o Cipar, que tienen sus plantas primas en Brasil con condiciones para producir lo mismo que se produce en nuestro país con menores costos”. 

“El peor año de la historia”, califica el dirigente sindical. Se debe a que la planta produjo solamente el 50% de lo que producía. 1.100 trabajadores afectados, que cobran un 75% de su salario. Si ya el 100% no alcanzaba para llegar a fin de mes, la situación se complica aún más  y el mercado interno se resiente. “A principios de este año, vaticinamos que íbamos a tener un año duro”, señala el secretario general de la UOM villense. 

“El gobierno nacional no está analizando que el mercado va a terminar fagocitando nuestra industria y lo lamentable acá es que tienen un fuerte apoyo, con mucha gente esperando que esto salga adelante”, evalúa el sindicalista. Pero está claro que no se trata de una equivocación o de un mal análisis. Lo que hay es un plan premeditado. El gobierno de Milei sabe lo que hace y a quiénes beneficia. Lo supo Martínez de Hoz con la dictadura, lo supo Menem con Cavallo, lo supo Macri. El problema es que no lo entiendan algunos esperanzados que pretenden ver la luz que nunca llega al final del túnel. A este paso, González cree: “Vvamos a tener un escenario peor que el de los ‘90. Después, nos va a costar muchísimos años reconstruir el entramado industrial que están destruyendo.

 

 

 

 

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