Pese a todo, todos juntos

Panorama sindical ante la movilización del 17 de agosto

 

El movimiento sindical colmó el centro porteño. Con una movilización que había sido anunciada un mes atrás, la CGT, la CTA y los movimientos sociales marcharon en contra de los especuladores. La concentración que inundó las avenidas 9 de Julio, de Mayo y Rivadavia mostró diferentes matices según las organizaciones, pero concordó en un punto: contener la demanda social por la pérdida adquisitiva del salario. Mientras que el Frente Sindical —liderado por Pablo Moyano— y la CTA son perspicaces al momento de pedir medidas para paliar la escalada inflacionaria, el sector de los gordos sostiene un respaldo sin advertencias al gobierno. Sin embargo, este miércoles demostraron algo que era bien importante y es que aún persiste la unidad en la acción de la movilización.

Las distintas organizaciones que participaron de la movilización tuvieron puntos de concentración distintos, aún así todas terminaron en el Congreso de la Nación. La elección no fue ingenua, transitar por la avenida 9 de Julio y desembocar en la Plaza de Mayo frente a la casa de gobierno podría haber sido un mensaje que los sindicatos fueron cautos en no transmitir. En cambio, el pedido que los gremios le hacían al gobierno se repitió en cada una de las declaraciones de los dirigentes sindicales. “Empodénrese con la clase trabajadora”, decían. 

 

Foto: Luis Angeletti
Foto: Luis Angeletti.

 

Hasta el mediodía del miércoles no estaba clara la logística de la movilización. Algunos creían que la existencia de un escenario con oradores podría haber generado complicaciones que esparcieran diferencias inoportunas. Cuando Sergio Massa asumió como Ministro de Economía hubo sectores —como el de los gordos— que consideraron suspender la marcha, y otros actores —como el Frente Sindical y la CTA— que estaban firmes en la decisión de que se realizara. Cuando la fecha llegó, primó el sentido de la unidad pese al contexto de diferencias internas sobre cuáles deben ser los respaldos y exigencias al gobierno. En este contexto, se decidió no montar un escenario principal. Sergio Palazzo, titular de La Bancaria, manifestó que marchaban "convocados por CGT contra los formadores de precios que abusando de sus posiciones oligopólicas suben los precios y destruyen el poder adquisitivo del salario".

Hugo Yasky, Secretario General de la CTA, dijo que "lo del 17 de agosto es un primer paso muy importante, pero creo que hay que construir una convocatoria que, con eje en el movimiento sindical, establezca una red que constituya una especie de bloque social para enfrentar a los sectores dominantes". Además cree que "hay que conformar un movimiento que tenga la capacidad de poner en la calle la energía y el voltaje político que en esta etapa el gobierno está imposibilitado de jugar a fondo".

 

Foto: Luis Angeletti
Foto: Luis Angeletti.

 

En la intersección de las avenidas Belgrano y 9 de Julio se concentraba el Frente Sindical. El mismo camión que utilizaron de escenario para la marcha de las antorchas fue el lugar que utilizó Pablo Moyano, acompañado por Omar Plaini, para dar su discurso. Ante la inexistencia de un acto compartido, este sector decidió hablar para los suyos y lograr la atención de todos los medios. “Alberto, Presidente, poné lo que tengas que poner para terminar con los especuladores. No podemos seguir con estos niveles de inflación”, dijo Pablo Moyano. Desde que Massa anunció en su primera aparición pública que iba a convocar a sindicatos y empresas, ninguna invitación fue cursada a los trabajadores por parte del gobierno. “Parecería que en algunas medidas el gobierno avanza y en otras no tanto”, comentaba un sindicalista que marchaba por Avenida de Mayo.

De la misma manera que lo dijeron durante el aniversario de la muerte de Evita, el Frente Sindical y la CTA reiteraron este miércoles que los culpables del “plan de desestabilización” son “los grandes grupos concentrados agrupados en AEA (Asociación Empresarial Argentina), la Asociación de Bancos, AMCHAM (Cámara de empresas estadounidenses en la Argentina), Sociedad Rural y la cúpula del PRO”. En este sentido, alertan que si el gobierno no controla a los remarcadores de precios van “a seguir marchando”. Por eso, Moyano en su discurso se dirigió al Presidente y le dijo: “Presidente, tome las medidas que tenga que tomar, lo vamos a apoyar, pero algo tiene que hacer”.

 

Foto: Luis Angeletti.

 

A unas cuadras, en Paseo Colón y avenida Belgrano, concentraba la Corriente Federal. En un comunicado publicaron que se movilizaban porque estaba "en juego el destino del pueblo y de la Nación argentina". Y alertaron que "en este minuto de la historia" se definía si eran "capaces de recuperar" su "derecho a reconstruir una Argentina soberana con pleno derecho económico y justa distribución de la riqueza" o en cambio, se "resignan a ser un país semicolonial donde las multinacionales hacen su negocio a costa de un empobrecimiento generalizado".

Las medidas que piden los sindicatos son la suma fija o un bono extraordinario. A este reclamo no se suma el sector de Daer y Acuña que se opone al aumento de suma fija porque considera que invalida las paritarias. En ATE-Capital dicen que la discusión con el gobierno consiste en “subir la escala salarial” para recuperar la pérdida de los veinte puntos que causó el macrismo. Omar Plaini, titular de Canillitas, tiene la misma postura y agrega que la suma fija es “un refuerzo para achicar la asimetría que hay en el mundo laboral entre los que más y menos ganan”. Abel Furlán, Secretario General de la UOM, opinó que “si el gobierno está pensando en dar una suma fija no tiene que estar atada a las paritarias”. En ese sentido, aclara que la suma debería estar “orientada a la recuperación del salario real”. Furlán insiste en que el gobierno tiene que estar “resolviendo la puja distributiva” en favor de los trabajadores y “tomar las riendas” para resolver la inflación.

Un día después de la movilización, Massa contó ante el Consejo de las Américas que “están trabajando con el sector privado y las organizaciones sindicales en dos sistemas de refuerzo en materia de ingresos para trabajadores formales, y sobre todo para los sectores de indigencia”. Ante el dato de índice de precios del 7,4%, el ministro dijo que “los picos de inflación de estos meses, los más altos que nos va a tocar vivir, tienen que encontrar en la acción del Estado una respuesta o una solución”. Allegados al gobierno comentan que se está estudiando que la medida sean dos bonos de quince mil pesos entregados en dos meses únicamente para el sector privado. 

 

Foto: Luis Angeletti
Foto: Luis Angeletti.

 

Esos bonos serían una herramienta muy lejana a lo que buscan los sindicatos más cercanos al kirchnerismo. Lo que solicitan es un bono o  suma con un piso de cuarenta mil pesos para el sector privado y para los estatales. Daniel Yofra, líder de la Federación de Aceiteros, cree que las medidas anunciadas son “baldes de agua tibia”. La razón radica en que ante la situación que atraviesa el país un bono o suma “no solucionan necesidades”. En cambio, está convencido de que los problemas deben resolverse con “producción, salarios y trabajo genuino”.

En el camino hacia el Congreso, se veían columnas de canillitas, estatales (UPCN, ATE), gremios de docentes y no docentes (APUBA, APULZ, ATULP, ATUNIPE, UNDEF, SADOP, UTE-CTERA, SADOP, SUTEBA, UDA, UDOCBA), la UOCRA y trabajadores de la AFIP (AEFIP). También se encontraban presentes el sindicato de televisión (SATSAID), prensa (SIPREBA), actores y actrices argentinas (AyA), telefónicos (FOETRA), sanidad, personal legislativo (APL) mecánicos (SMATA), la Federación de la Carne, aceiteros y desmotadores, plásticos (UOYEP), curtidores (FATICA), la UOM, Luz y Fuerza y panaderos, entre otros.

Sobre la avenida Rivadavia estaba instalado un puente inflable que entre los colores de la Argentina decía “primero la patria”. Por abajo desfilaron las columnas sindicales hasta las cuatro de la tarde. Durante toda la jornada sonó la marcha peronista, había puestos de venta de choripanes y hamburguesas, volaban papelitos y en el cielo flotaban globos con forma de zepelín. A las cuatro de la tarde comenzó la conferencia de prensa de la CGT en la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) ubicada en la calle Perón. El triunvirato estaba completo. En la mesa se ubicaron Moyano, Daer y Acuña con otros miembros del secretariado de la central que los acompañaron en el mismo escenario. 

 

Foto: Luis Angeletti.

 

“Quedó claro que la única que moviliza a los trabajadores es la CGT”, dijo Pablo Moyano luego de calcular que la asistencia había sido de medio millón de personas. Daer, esquivo ante las preguntas sobre las opciones en la agenda del trabajo que podría tomar el gobierno, sintetizó que su sector sigue “reivindicando la paritaria como mecanismo sectorial”. Por su parte, Acuña, en una única intervención de pocas palabras manifestó que “hay que decirle al gobierno que tome las medidas que tenga que tomar para el pueblo argentino” y que las movilizaciones existen porque “primero está la patria” y “eso significa paz”.

La reunión del Consejo del Salario que se iba a celebrar el jueves pasado, finalmente se realizará mañana. Si bien el aumento del salario mínimo no impacta en los pisos salariales del sector formal, sirve como referencia para el sector informal y el aumento de los planes. Sobre los anuncios del gobierno de implementar políticas que transformen planes sociales en empleo genuino, Yofra exclamó que “uno puede tener planes de contención, pero no puede estar toda la vida con planes porque incluso los que tienen planes la pasan muy mal”. Y agregó que el “enfrentamiento que tenemos de clase” es fomentado “por los gobiernos en darle planes y no brindar una solución de fondo y a largo plazo”.

Al cierre de esta nota, el gobierno había adelantado que se publicaría en el Boletín Oficial el decreto que transforma planes sociales en empleo genuino. El proyecto es el mismo que el ministro de Economía había presentado en la Cámara de Diputados. Esto implica que por doce meses el trabajador o la trabajadora podrá mantener el plan social como complemento al salario accediendo a la obra social y ART. Y a su vez, los beneficios para las empresas son reducciones de las contribuciones patronales de hasta el 100% para las nuevas relaciones laborales por dos años.

 

 

 

 

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