Oleada anti-aborto en Estados Unidos
Donald Trump usa la grieta para especular electoralmente de cara al 2020
Estados Unidos atraviesa una ofensiva contra el aborto, los Estados conservadores del sur y medio oeste aprobaron leyes restrictivas que contradicen el fallo de la Corte Suprema que en 1973 legalizó la interrupción del embarazo en todo el país. En la Casa Blanca, el antaño pro-choice (a favor de la elección de las mujeres) y hoy declarado pro-life (a favor de la preeminencia de la vida del feto sobre el derecho de la mujer), Donald Trump usa la grieta para especular electoralmente de cara al 2020 y el aborto se encamina a ser uno de los temas cruciales de las próximas elecciones.
“Promover la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural es una de las principales prioridades de la administración del Presidente Trump”, dijo el Departamento de Estado en el comunicado del 5 de junio que anuncia una drástica reducción de los fondos destinados la investigación médica sobre tejidos fetales. Esta jugada de la administración Trump es la última de una serie de movimientos para consentir a los oponentes de la legalidad del aborto, una facción importante en la base política del Presidente republicano.
El primero fue elegir como vicepresidente a Mike Pence, que como gobernador republicano de Indiana lanzó la iniciativa para retirar toda financiación federal a Planned Parenthood. Luego la administración Trump anunció que se permitía a los Estados que retiren la financiación pública a esa y otras organizaciones que brindan información sobre derechos reproductivos y la prohibición de financiar con dinero público las interrupciones de embarazos.
Pero en los últimos meses la estrategia antiderechos se concentró en los cambios legislativos y con una seguidilla logró mover el tablero. A principios de mayo de este año el gobernador de Georgia, Brian Kemp, lanzó una legislación que baja el plazo de legalidad del aborto de 20 semanas a 6. La ley fue denominada “Ley Heartbeat”.
La medida causó un escándalo internacional porque en respuesta a la restricción varias megaproductoras audiovisuales lanzaron una campaña para boicotear el Estado de Georgia, conocido como el “Hollywood del sur”. Si se aprueban las leyes restrictivas retiran sus productoras de esos territorios. Netflix, Disney, Amazon y WarnerMedia lideran la iniciativa. Ahora el debate está en boca de todos y varios personajes del mundo del espectáculo salieron a defender el derecho al aborto.
El Estado de Luisiana se sumó en la última semana con otra “Ley Heartbeat”, que también limita el aborto a la semana 6 de embarazo, justo cuando comienza a ser perceptible para muchas mujeres, y no hace excepciones en caso de violación o incesto, lo que la ubica entre las más restrictivas del país.
El caso de Luisiana dejó en evidencia la división que existe dentro del Partido Demócrata respecto al aborto. El respaldo bipartidista a la ley del latido es un ejemplo de la grieta que existe entre los mismos demócratas respecto a los derechos reproductivos. La postura más conservadora de algunos demócratas incomodó a los candidatos presidenciales progresistas, que levantan la bandera del derecho al aborto en la campaña con miras a las elecciones de 2020.
Roe v Wade
En 1973 la joven Jane Roe (un nombre supuesto) solicitó realizarse un aborto luego de una violación, y el fiscal por el Estado de Texas, Henry Wade, se oponía. El caso llegó a la Corte Suprema y el fallo fue ejemplar: el máximo tribunal estableció que el aborto es un derecho constitucional protegido por la enmienda 14 de la Carta Magna. Roe v Wade es citado por la jurisprudencia sobre aborto en todo el mundo, incluso en el fallo FAL argentino.
Muchas veces las leyes restrictivas en materia de aborto como las de Georgia, Alabama o Luisiana no logran entrar en vigencia porque tribunales federales las frenan amparándose en el derecho superior dictado por la Corte Suprema. Pero ahora, que hay una mayoría conservadora en el máximo tribunal, el desenlace es imprevisible.
Para Johanna Cervone, Directora Asociada de Comunicaciones del Women's Equality Center, la mayoría republicana en los tribunales es clave para comprender por qué los sectores antiderechos comenzaron a actuar con más fuerza en los últimos meses:
“En 2016, el Partido republicano ganó la presidencia, mayoría en ambas cámaras federales y también mayoría en varias legislaturas estatales. Al quedarse con el poder, tomaron ventaja de la oportunidad para llenar los tribunales con jueces conservadores, incluyendo la Corte Suprema. Las leyes en estados como Alabama, Georgia y Missouri son intencionalmente extremas con la meta de entrar en juicio, llegar a la corte suprema del país y anular la decisión Roe v Wade, que mantiene el aborto legal en EE.UU.”.
El vaivén de Trump
Por su lado, Donald Trump se desmarcó en Twitter de la ley contra el aborto aprobada a mediados de mayo en Alabama. Se definió “fuertemente pro-vida”, pero aclaró que apoya la interrupción del embarazo cuando el bebé es producto de una violación, de un incesto o cuando la vida de la madre corre peligro. Atrás quedó el Trump “pro-elección”, como se definió en una entrevista en 1999.
https://www.youtube.com/watch?v=tsOlXidHXRE.
"Odio el concepto de aborto. Lo odio. Odio todo lo que representa. Me estremezco cuando escucho a la gente debatir sobre el tema. Pero aún así, solo creo en la elección". Decía entonces, y hoy: “La izquierda radical, con el aborto tardío (y peor), está implosionando en este tema. Debemos mantenernos unidos y ganar por la vida en 2020. Si somos tontos y no nos mantenemos UNIDOS como uno solo, todas nuestras luchas por la vida pueden desaparecer rápidamente. ¡Y lo harán!”, proclamó ahora en Twitter.
As most people know, and for those who would like to know, I am strongly Pro-Life, with the three exceptions - Rape, Incest and protecting the Life of the mother - the same position taken by Ronald Reagan. We have come very far in the last two years with 105 wonderful new.....
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 19, 2019
El uso electoral de la grieta de los derechos sexuales y reproductivos no es patrimonio argentino unicamente. “EE.UU. empieza una época de elecciones y el partido conservador está poniendo en peligro las vidas de mujeres y niñas para usar el aborto como un tema divisivo en un año electoral que será extremadamente competitivo”, explica Cervone, “muchos de estos políticos son respaldados por grupos anti-derechos y sus campañas de desinformación”, agrega.
Juego de estrategia
En Citizen Ruth, una película de Alexander Payne de 1996, una joven drogadicta llamada Ruth, interpretada por Laura Dern, atraviesa un tironeo que bordea lo paródico entre la Justicia, los medios, las organizaciones "pro-life" y las feministas aborteras. El cuerpo de Ruth, embarazado, rebota de acá para allá. Si bien la película es ficción, funciona prácticamente como un documental sobre las estrategias callejeras despampanantes de los antiderechos.
Para Marcela Fuentes, profesora en la Northwestern University School of Communication de Chicago, especialista en feminismos y performance, las tácticas de los antiderechos se volvieron más sutiles, al menos que las de Citizen Ruth. “Ahora son mucho menos escandalosos y buscan la empatía de las personas gestantes que están por abortar”, opina. “Están yendo por estéticas menos performáticas, porque eso genera la contramovida, todo está hecho más sutil para no generar protestas”, agrega, y a diferencia de Cervone, considera que “quieren evitar que se derogue Roe vs Wade, porque ahí se armaría una respuesta popular, así que la estrategia es más sutil”.
Las mujeres cada año abortan menos en Estados Unidos. Según el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) entre 2006 y 2015 cayó un 24% la tasa de abortos. Los 638.169 procedimientos realizados en el último año del que se disponen datos son la cifra histórica más baja registrada desde la despenalización del aborto en 1973. Todos los grupos por edad y étnicos bajaron sus cifras.
Según estudios recientes, el 67% de los estadounidenses apoyan el fallo Roe v Wade y la mayoría no están de acuerdo con las leyes extremas de Alabama y Georgia. El tema del aborto va derecho a convertirse en uno de los grandes problemas en la agenda electoral, incluso la mayoría, tanto republicana como demócrata, considera que “los temas relacionados con el aborto” van a ser importantes en la definición de su voto.
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