(No tan) Juntos por el Cargo
La feroz interna de PRO eyectó a Nicolás Massot del Banco Ciudad
Nicolás Massot es concejal de Tigre y hasta el jueves era director del Banco Ciudad. No era un secreto de Estado ni un rumor malintencionado: figura en la página oficial del Concejo Deliberante, aún permanece en la web del banco y él mismo lo expone en sus redes sociales. Es decir, admite abiertamente un delito.
En las últimas horas el polifacético Massot recibió un pedido por parte de un sector del PRO para que renuncie al Banco Ciudad, que terminó aceptando. Pero, ¿qué desató semejante solicitud? ¿Un súbito acto de transparencia? ¿De responsabilidad? ¿Un repentino arranque de ética? ¿Un inédito compromiso social? No. Es la interna feroz entre halcones y palomas de Juntos por el Cargo, como represalia del larretismo por militar con Patricia Bullrich.
Paradojas de la vida o no, Massot preside la comisión de Legislación del Honorable Concejo Deliberante. La ley es clara: el artículo 53 de la Constitución bonaerense prohíbe acumular dos o más empleos a sueldo en una misma persona, aún en el caso de que uno sea provincial y el otro nacional.
Además, la Ley de Ética Pública 25.188 obliga a que los funcionarios públicos presenten una declaración jurada. En ella queda asentada la situación patrimonial, pero también deben figurar los cargos en los que se desempeña. Queda claro, entonces, que Massot debería haber blanqueado su primer cargo y jamás podría haber asumido el segundo. Si estos datos se omiten de forma intencional, se incurre en el delito de perjurio del artículo 268 ter. del Código Penal. Esta pena contempla la inhabilitación especial perpetua y de quince días a dos años de prisión.
Pero eso no es todo. El artículo 14 de la Ley Orgánica de las Municipalidades establece que “todo concejal que ejerza otra actividad pública simultánea deberá comunicarlo al cuerpo para que se proceda a su reemplazo. El cuerpo, a falta de comunicación del afectado, deberá declarar a éste cesante”. Algo que, llamativamente, tampoco ocurrió.
Massot asumió como concejal en diciembre de 2021, momento en el que ya era director del Banco Ciudad hacía dos años y cuatro meses. A pesar de que era una ilegalidad, nadie se lo impidió, pero tampoco nadie lo desplazó de su cargo como concejal.
Las contradicciones de Massot
En 2017, el entonces jefe del bloque PRO, refiriéndose a la causa judicial llevada a cabo contra el ex ministro Julio De Vido, dijo: “Los legisladores no tenemos el rol de juzgar o prejuzgar. La Justicia tiene que ir más rápido que la política. Por la inacción de la Justicia, la política termina llenando ese vacío”. Es muy interesante la visión sobre la Justicia que tiene Massot cuando habla de integrantes de un partido opositor. Sin embargo, a la luz de sus recientes funciones públicas incompatibles, resulta probable que haya proyectado en ellas conceptos que bien le vendrían aplicar a sí mismo. ¿O acaso era mentira que la ley es igual para todos?
Y hay más. Siendo diputado nacional, cruzó fuertes comentarios con Juan Cabandié y Horacio Pietragalla, ambos hijos de desaparecidos. Sucede que ambos mencionaron la complicidad de su tío, Vicente Massot, ex propietario del diario La Nueva Provincia, con los crímenes de la dictadura cívico-militar. “Estoy muy orgulloso y agradecido de la familia a la que pertenezco y del apellido que cargo”, sentenció el sobrino Nicolás.
En esa oportunidad, además había afirmado que su moción iba también contra el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, y “a través de ellos a todos los que de alguna y otra manera hicieron alusión” a su apellido. A continuación, pretendiendo negar dichas acusaciones con dudoso éxito, expresó que “a veces ser botón es buscar la justicia”. Para buscar justicia no hace falta ser “botón”. Los expertos en Derecho aseguran que no habría que buscar justicia si las leyes no se violaran.
De Massot a Monzó
Massot se recibió de licenciado en Economía empresarial en la Universidad Torcuato Di Tella. Entre 2015 y 2019 fue diputado nacional por Córdoba y fue convocado por el armador político de Mauricio Macri, Emilio Monzó, para ganar en esa provincia.
De indiscutible origen justicialista, Monzó –ex integrante del Frente para la Victoria– fue el amigo peronista que necesitó el macrismo, cuando solamente era un partido vecinal, para llegar a la Casa Rosada. Cabe destacar que al haber comenzado su carrera política como presidente del Concejo Deliberante de su pueblo (Carlos Tejedor), es de suponer que tendrá interesantes aspectos a compartir con su hijo político acerca del ejercicio de un cargo municipal en la Provincia.
Actualmente, junto al también ex funcionario macrista Rogelio Frigerio, sostiene prometedores negocios en la exploración de yacimientos mineros de la provincia de Salta. En noviembre del año pasado constituyeron la sociedad RONIALEM S.R.L., que con un capital insignificante, pero como socia local de la canadiense Portofino, acaba de firmar un acuerdo con Recursos Energéticos y Mineros de Salta S.A. (REMSa, con participación estatal mayoritaria) para realizar tareas de exploración e investigación de futuros yacimientos en la provincia.
A pesar del forzado desplazamiento del Banco Ciudad, el polifacético Massot no descansa ni se aburre porque sabe que más allá de las internas y disputas, la Argentina fue, es y será una tierra de oportunidades para emprendedores.
Vicente Massot y su complicidad con la dictadura:
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