No basta con ganar elecciones
Ocupar las calles es parte de nuestro mito fundacional: “El pueblo quiere saber de qué se trata”.
La sostenida huelga del transporte en Francia, respaldada por movilizaciones masivas de trabajadores, empieza a lograr sus primeras victorias. En el marco de la multitudinaria movilización de la semana pasada, el gobierno de Emmanuel Macron anunció el retiro de la cláusula del aumento de la edad jubilatoria para facilitar el diálogo con los huelguistas. Con algunos altibajos en el acatamiento a la medida convocada por las centrales sindicales galas la huelga, ya superó en duración a todas las anteriores. Después de seis semanas de conflicto, la intersindical (CGT, FO, Solidarités, FSU, CFE-CGC y tres organizaciones juveniles) convocó este jueves 16 de enero a un sexto “día de movilización masiva interprofesional de huelgas y manifestaciones”.
Un cuarto de millón de personas y mucha determinación. No hubo gases por primera vez. Lo novedoso son las nuevas formas de lucha que se han gestado al calor de la huelga, que ha sido reconducida por unanimidad en asambleas en las estaciones de trenes. El 25 se presentará la ley en consejo de ministros. El conflicto entró en etapa de definiciones, son días decisivos. La perturbación de los servicios públicos en toda Francia, particularmente en el área metropolitana, cuenta con una gran tolerancia y aceptación de los usuarios, dado que la pretendida reforma afecta al núcleo más importante de la Seguridad Social, al corazón del Estado de Bienestar que sobrevino a la Segunda Guerra. Amplios sectores de la población perciben que esta reforma es la puerta de entrada para desmantelar la protección social en beneficio de los sectores más concentrados de la economía y los grandes empresarios.
El arte de repartir la escasez
Tras el fracaso de la segunda audiencia por la paritaria de los camioneros, los Moyano están amenazando con medidas de fuerza “necesarias” para recuperar el poder de compra del salario de los choferes. Se trata de una actualización del 33% que están pidiendo para mantener el poder adquisitivo. Este parece ser el primer round que deberá afrontar el gobierno de Alberto Fernández en las negociaciones del presente año. Con una inflación que alcanzó el 53,8 % y una caída del 7,3% en el consumo medido en los supermercados, queda cerrado el ciclo macrista y marca el piso más bajo de los últimos 30 años de los ingresos de los estamentos más bajos de la población.
Otra gran mesa paritaria que recorrerá el camino espinoso de repartir la escasez es la de los docentes. A pocos días de que el Gobierno comience a discutir con los gremios los futuros aumentos paritarios, el Ministro de Educación, Nicolás Trotta, aseguró que “este año los salarios le van a ganar a la inflación”, ya que ese es “un compromiso que asumió el Presidente Alberto Fernández”. Fue luego de que el secretario general del SUTEBA, Roberto Baradel, dijera que su organización va a pedir un incremento de sueldo que “le pase por arriba” a las últimas escaladas de precios. Las cláusulas “gatillo” constituyen un nudo gordiano que la inflación desenfrenada de la administración Vidal dejó como regalo y constituirán un problema de difícil solución para los paritarios.
Desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) rechazaron el incremento automático por la “cláusula gatillo” en la paritaria docente que otorgará un aumento de hasta 12,5% para los docentes porteños. Volvieron a reclamar la “inmediata” convocatoria a paritarias en la Ciudad, tras conocerse la mayor cifra de inflación en casi tres décadas. Según los cálculos de los sindicalistas, la suba de enero del 2019 a enero del 2020 rondó un 50,95%, varios puntos debajo del 53,8% del INDEC. “Reclamamos la urgente convocatoria a la mesa salarial para garantizar que el aumento del 2020 no esté por debajo de la inflación, recuperar lo perdido en el gobierno de Macri-Larreta y recomponer de manera inmediata las asignaciones familiares congeladas desde hace siete años en la Ciudad de Buenos Aíres”, señalaron a ambito.com.
Máquinas que no despegan
Otras urgencias de gran porte recorren el tejido social. Al menos 150 trabajadores de los Molinos Minetti de Córdoba permanecen ocupando las instalaciones de la empresa y ya llevan seis meses sin percibir sus salarios. Los 190 trabajadores despedidos por la firma Techint de Campana continúan esperando que el empresario Paolo Rocca acate la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y puedan volver a sus puestos de trabajo.
El gobierno de Alberto Fernández heredó Vaca Muerta con 1847 despidos y suspensiones anunciados, un nivel de actividad en caída y sólo 29 equipos de perforación activos. Con el precio de los combustibles como prenda, las empresas distraen la atención sin ofrecer soluciones. “No es un paro contra el gobierno, llevan un mes. Es un tema de las empresas y de su voracidad de querer todo”, afirmó Marcelo Rucci, secretario Administrativo de Petroleros Privados al diario Río Negro.
Luego de dos años de lucha y resistencia, los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) despedidos durante el gobierno de Mauricio Macri, empiezan a ser reincorporados al organismo. Se trata de 150 “compañeros con formación y muchos años de trayectoria que tras un ajuste atroz fueron echados por la anterior administración y hoy vuelven con toda su capacidad y conocimientos” explicaron a Radio Gráfica. Varias corrientes que militan en el gremio sostuvieron el conflicto y la nueva gestión confluyó con los gremialistas para llevar aire puro a una repartición esencial para el despegue prometido por el nuevo gobierno.
Estas son algunas pinceladas del cuadro de situación de la herencia real que recibió el nuevo gobierno tras cumplirse un mes de gestión al frente del Poder Ejecutivo. La otra mitad del cuadro la constituye el endeudamiento, que actúa como soga al cuello, condicionando la política social y económica y cuyos efectos empiezan a sentirse en la Provincia de Buenos Aires, que debe enfrentar el primer vencimiento de capital e intereses de su propia deuda en dólares y que caerá sobre la provincia como una continua catarata en los próximos años. Reactivar y crecer para pagar parece contradictorio con buscar la salida por el lado de encender la política industrial para generar empleo, porque no hay divisas disponibles para importar los insumos que requiere la industria. Apagados los fulgores del final de ciclo de decadencia e inicio de un nuevo gobierno que plantea un rumbo diametralmente opuesto, el escenario político lleno de esperanzas empieza a mostrar las piedras del fondo del río y pone a prueba la nueva conducción económica que deberá sumar a las secuelas de la devastación la acción organizada y fervorosa de una oposición que no se resigna a la derrota sufrida en las urnas.
Libertad a los presos políticos
La Mesa Intersindical de Derechos Humanos se reunió en la mañana del martes con el flamante Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla. Treinta y cinco representantes de los sindicatos que integran la coordinación manifestaron su beneplácito por la designación del ex diputado nacional, con quien compartieron en la etapa anterior muchas actividades vinculadas con la política de Memoria, Verdad y Justicia. En el encuentro acordaron varias iniciativas destinadas a fortalecer la formación sindical de los nuevos trabajadores acerca del destino de miles de sindicalistas victimizados durante la dictadura militar: acompañamiento sindical a los juicios por crímenes de lesa humanidad —sobre todo aquellos en los que ventila la responsabilidad empresaria en aquellos años de terrorismo de Estado—, fomentar encuentros regionales en todo el país para promover la política de Memoria, Verdad y Justicia. En el final de la reunión se le pidió al funcionario impulsar una política más activa de parte del gobierno, tendiente a terminar con la indebida detención que sufren los presos políticos del gobierno macrista cuya resolución de parte de la Justicia se sigue postergando y prolonga el injusto castigo aplicado con excusas procesales en causas amañadas que fueron parte de una persecución política sin precedentes desde la recuperación de la democracia. La detención de Milagro Sala, Luis D’Elía y el ex Vicepresidente Amado Boudou fueron mencionados como ejemplos de la situación denunciada por los sindicalistas.
La presencia de la Intersindical en el acampe por los cuatro años de privación de la libertad de Milagro Sala y sus compañeres de la Tupac Amaru está en línea con la construcción transversal que ha emprendido un grupo importante de secretarios de Derechos Humanos de los sindicatos nacionales y locales encuadrados en todas las corrientes y centrales existentes. La movida (de alcance internacional) apunta a presionar al Poder Judicial para que se revisen o agilicen las causas en las que están involucrados los presos políticos de la era macrista. Otro capítulo es el acoso a las visitas y a la propia Milagro de parte de los responsables de su custodia. “El secretario de Seguridad Ekel Meyer dio la orden para que me hostiguen junto con el comisario Tejerina. Me estoy remil puteando con la policía: me sacan fotos a las visitas, les retienen los documentos y me restringen todo”, denunció Milagro. Al decir del Presidente Alberto Fernández, “no están a disposición del Poder Ejecutivo”, como en las viejas dictaduras, sino en mano de jueces que no resuelven la situación cuando cada día que pasa se desnuda más el entramado de cuadernos, arrepentidos, espionajes ilegales y noticias falsas construidas desde el poder mediático concentrado. ¡Todos ellos están presos por motivos políticos!
Hay momentos en que una coyuntura determina el destino de toda una etapa. Este verano se define el destino del nuevo gobierno. O se logra avanzar con fuerza e iniciativa en el rumbo anunciado o la reacción derrotada logra su objetivo obstruccionista e impone una restauración cuyas consecuencias siguen lacerando el tejido social. El riesgo de abandonar la calle pensando que el triunfo electoral es suficiente para producir los cambios y, en consecuencia, delegar las soluciones en ministros y funcionarios, conduce a resignar el territorio de la resistencia que fue la movilización y la calle para que las fuerzas derrotadas la ocupen. En política, como postula la física desde Arquímedes, no existen espacios vacíos. Si nos vamos de la calles siempre alguien se ocupará de forzar la contraofensiva.
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