Morales no para

 

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, militantes del Frente por la Dignidad Milagro Sala encendieron el viernes 2.140 velas en Plaza de Mayo para reclamar por la liberación de la dirigente social jujeña y líder de esa organización, que cumplía 2.140 días como presa política del gobernador Gerardo Morales. Mientras desde distintos espacios se exigía la intervención del gobierno nacional para terminar con la persecución política en Jujuy, el ex diputado provincial Juan Manuel Esquivel, dirigente de la Tupac, presentaba un hábeas corpus ante el Juzgado de Control 2 a cargo de Jorge Zurueta luego de tomar conocimiento de tareas de inteligencia ilegal en su contra por parte de la Brigada de Investigaciones de la policía provincial.

“Milagro fue detenida en 2016 durante el gobierno de Mauricio Macri y Gerardo Morales y está por cumplir seis años como presa política. El Poder Judicial de Jujuy, que responde de manera directa al gobernador, es misógino, racista y oligárquico. Por eso decimos que nuestra compañera está detenida a disposición del Poder Ejecutivo de Jujuy y sufre violencia política, institucional, mediática y simbólica”, destacó los organizadores de la actividad frente a la Casa Rosada, que también reclaman por la libertad de Patricia Cabana, Graciela López, María y Adriana Condori.

“Milagro Sala está presa hace 2141 días porque es mujer, porque es pueblo originario, porque es trabajadora y porque es luchadora social”, dijo durante el acto el diputado nacional y secretario general de la CTA-T, Hugo Yasky. “Exigimos la libertad de Milagro. El gobierno nacional tiene que entender que no hay más margen. Hay que lograr que Milagro Sala quede libre. Ese es el compromiso de todos nosotros y de todas las compañeras que están acá”, destacó.

Las integrantes del Frente leyeron un documento en el que además exigieron medidas para reparar las consecuencias de la violencia patriarcal. Reclamaron políticas que permitan generar y garantizar trabajo digno, entre ellas la generación de programas de empleo productivos con mirada feminista. También pidieron una reforma judicial feminista que garantice el acceso a la Justicia para todas y todes, y la transversalidad de la mirada feminista en el Estado. Por último se solidarizaron con el Pueblo Mapuche y finalizaron con un grito por una Navidad sin Presxs Políticxs.

De la actividad participaron María Elena Naddeo, una de las presidentas de la APDH, quien trajo el saludo de toda la mesa de organismos de derechos humanos; Virginia Franganillo, del Partido Justicialista, y representantes de las doce organizaciones que conforman el Frente Milagro Sala, entre otras.

 

 

Esquivel en la mira

El ex diputado provincial Juan Manuel Esquivel, dirigente de la Tupac en Jujuy, presentó el hábeas corpus luego de enterarse de que personal de la Brigada de Investigaciones de Jujuy realizó tareas de inteligencia en su contra en el barrio de la Tupac Amaru. Según explicó el abogado Luis Paz, “personal policial vestido de civil recorrió distintas viviendas buscando personas para que denuncien al ex director de la institución educativa de la organización barrial como si hubiera entregado títulos apócrifos durante su gestión al frente de la escuela”. “Ya estamos acostumbrados en Jujuy a que el Ministerio Público de la Acusación arme causas en base a testimonios a todas luces falsos pero que utilizan como prueba suficiente para condenar a los dirigentes de nuestra organización social. Es lo que ha sucedido en la causa de los huevos, en la causa de las bombachas, en la causa Pibes Villeros y en todos y cada uno de los procesos que se han iniciado desde que Gerardo Morales tiene la suma del poder público en la provincia”, señaló.

 

 

 

En el escrito presentado ante el juez recordaron que desde el 16 de enero de 2016 “nuestra filiación ideológica se ha transformado en un obstáculo a los derechos y garantías más básicos del sistema constitucional que nos asisten. Privaciones de la libertad al margen de lo fijado por el sistema constitucional, transformando la manifestación social y la libertad de expresión en causas de detención; apartamiento del sistema de garantías penales con firme tendencia al derecho penal de enemigo, donde la razón de la persecución penal no radica en lo que uno hace sino en lo que uno es y en la pertenencia ideológica; allanamientos de domicilio en horas de la noche, sin fundamento legal para tal excepcionalidad, con uso excesivo de la fuerza, realizados por grupos armados pasando por arriba de la intimidad y la honra, sin las garantías que manda la Constitución; persecuciones en la vía pública,  con la constante restricción de la libertad ambulatoria que esto supone, con amenazas directas, dando nombres de los jefes a los que responden; avance sobre la conformación del Poder Judicial con el fin de consolidar su ya tradicional tendencia conservadora y asegurarse la actuación sin los límites que debe poner la Carta Magna; actuación del Poder Judicial bajo presión, con directa injerencia de quienes ejercen ese poder por vías de hecho; resoluciones judiciales que después de producidas las detenciones intentan blanquear las privaciones de la libertad, tratando de legitimar lo que no sólo es nulo de nulidad absoluta sino inconstitucional de inconstitucionalidad absoluta”.

En ese contexto, Esquivel reclamó que “como todo ciudadano pretendo seguir moviéndome en el marco del derecho y la legalidad y, en el mismo sentido, pretendo que la Justicia y sus mandatarios se ciñan al estricto cumplimiento de la Constitución y sus leyes”. Y le reclamó al juez que solicite un informe circunstanciado sobre los hechos tal como lo determina el artículo 40 inciso 3 de la Constitución de Jujuy, y que se ordene a la policía provincial “cesar en la amenaza y restricción de nuestra libertad”.

 

 

 

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