LOS VIERNES Y LOS MARTES
Orlando Ferreres le puso nombre a la Letra del Tesoro que, según dijimos la semana pasada, le encajarían al sistema financiero. "Es un plan Bonex para los bancos", dijo el ex viceministro de Menem en la etapa Bunge&Born, con la precisión de la que el Cohete carece, pero confirmando nuestra lectura. El desconcierto en el gobierno es tan grande que un vocero informal respondió que la aceptación de la letra sería voluntaria, mientras los banqueros protestan por su carácter compulsivo. A diez días del anuncio la cuestión no está saldada y todo sigue abierto a regateo. Aun así, en la madrugada del martes 9 de julio, el gobierno de los Hermanos Milei se propone firmar el denominado Pacto de Mayo con un grupo de gobernadores e invitados especiales. Se trata de principios generales que ya están contemplados en la Constitución, como la propiedad privada, el derecho de aprender y enseñar o la libertad de comercio. Pero en otros casos la contradicen, como la reforma laboral. Lo más concreto es la advertencia en la invitación oficial de que los asistentes deben vestir de traje oscuro.
Ni te cases ni te embarques
Al menos para el sistema financiero, el antiquísimo consejo conserva estricta actualidad. La convocatoria a una conferencia de prensa un viernes después del cierre de los mercados, transmite que está ocurriendo algo muy grave y/o que hay un anuncio trascendental que debe formularse antes de la reapertura de las mesas. Los socios Santiago Bausili y Luis Caputo forman una extraña pareja para afirmar la presunta independencia del Banco Central en la que tanto insiste la ortodoxia, o su demolición, según la fantasía presidencial. El último viernes de junio celebraron las nupcias de ambas instituciones, borrando definitivamente la distancia entre ambas: la letra la emitirá el Tesoro, pero la administrará el Banco. Mayor mescolanza no se consigue. La consolidación de un pasivo entre ambos próximo al 10% del PIB contradice toda la retórica oficial.
Con esta compleja maniobra sólo ganaron unas horas, difiriendo las reacciones al anunciado encuentro convocado para el lunes por la mañana con más de medio centenar de banqueros. Los resultados fueron negativos, volvieron a crecer las cotizaciones paralelas del dólar y el riesgo crediticio de la Argentina y a caer la credibilidad del gobierno. Pero además sus consecuencias serán de largo plazo porque se incrementó la desconfianza en el esquema que administran ambos especuladores financieros. Esto incentivó la disputa interna, al punto que el principal crítico público de la decisión fue el asesor presidencial Fausto Spotorno, que recorrió medios gráficos y audiovisuales destilando hiel.
Las asociaciones de bancos firmaron pronunciamientos de apoyo a los anuncios, mientras sus ejecutivos las limaban en las mesas, las pantallas y los teléfonos. Lo mismo hicieron en 2001, cuando ni el blindaje ni el megacanje ni la ley de intangibilidad de los depósitos detuvieron el vendaval que se llevó todos los dólares y dejó a la vista la desnudez económica de Fernando De la Rúa y Domingo Cavallo.
Otra paradoja es que las variables escapan de control en el preciso momento en que el gobierno consigue su primer logro parlamentario al cabo de siete meses, con la sanción de la ley de Bases Circuncisa y el paquete fiscal. Aunque sea para desmentirlo, los papagayos mediáticos del gobierno compararon la conferencia de prensa de Caputo y Bausili con la que el 28 de diciembre de 2017 dieron el mismo Caputo, junto con Marcos Peña y Nicolás Dujovne, para despojar de sus atribuciones a Federico Sturzenegger, quien asistió de cuerpo presente a su propio velorio. Nadie duda que el ex banquero central lleva casi siete años con la sangre en el ojo ni dejó de apuntar su relación privilegiada con el crítico Spotorno. Esta semana El Coloso se incorporó por fin al gabinete como Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, lo cual preanuncia nuevas escaramuzas. Las venganzas están a la orden del día en el gobierno. Su jefe de gabinete, Guillermo Francos, acusó por la estampida cambiaria al ex Ministro de Economía Sergio Tomás Massa, quien con el propósito de desestabilizar al gobierno se estaría encargando del mantenimiento del helicóptero, una referencia de mal gusto, según se verá. Infoemba, que se especializa en ese tipo de operaciones, atribuyó el pronunciamiento de Francos a su amigo Daniel Osvaldo Scioli, y enumeró las ofensas que Massa le infligió.
Motivos no le faltan, poder para incidir en el mercado cambiario sí, salvo que se piense que sus conveniencias políticas moldean las decisiones de negocios del hijo homónimo de Jorge Brito, que hoy conduce el Banco Macro. Sigue la tradición de sus creadores, José María Dagnino Pastore, Mario Brodersohn, Alieto Guadagni y Alfredo Concepción, que aseguraban negocios con el oficialismo, ya fuera radical, peronista o militar.
Es cierto que las conferencias de prensa del 28 de diciembre de 2017 y del 28 de junio de 2024 reflejan situaciones diferentes, pero no tanto como los respectivos solsticios de verano y de invierno. Entonces, el sector político del gobierno de Maurizio Macrì anunció apenas dos meses después de su victoria electoral en los comicios legislativos, el abandono de las metas de inflación a las que se ataba el Banco Central, con desdén por la vertiginosa pérdida de reservas que consumían. Ahora, dicen los propagandistas del gobierno, no se trata de debilitar como entonces al Banco Central sino de fortalecerlo. Sin embargo, antes y ahora, el FMI cuestiona el empleo de los dólares escasos en el intento de contener la escalada de su cotización, porque se repite un problema estructural, gobierne quien gobierne, que es la escasez de ingresos genuinos de la moneda universal, para mantener los niveles de funcionamiento de la economía a los que la sociedad está acostumbrada. Los productores agropecuarios siguen liquidando a cuentagotas su cosecha, como presión para que se modifique el tipo de cambio. Hasta Caputo y Bausili admiten que en los próximos meses, en vez de superávit podrá acumularse un déficit de 3.000 millones de dólares.
Nada por aquí
Al transferir los pasivos del Central al Tesoro, se eliminará la emisión de 750.000 millones de pesos mensuales para el pago de intereses, explica el dúo dinámico. Lo que no dice, pero nadie en el mercado ignora, es que, en su lugar, el Tesoro deberá generar ingresos por ese monto vía mayor ajuste. O, si eso se demostrara política y/o socialmente inviable, incurrir en algunas de las múltiples formas del default, que es lo que palpitan los banqueros. Justo con un gobierno que comparte sus prejuicios, mitos y premisas, temen ser víctimas de un clavo gigantesco. El discurso oficial sobre la emisión cero es contradicho por los datos duros del Banco Central: en el primer semestre de Milei la emisión creció casi ocho veces más que en el último de Massa y el Doctor Fernández. La emisión de los hermanos Milei superó incluso la inflación. Todo esto indica que el discurso oficial se basa en datos falsos, lo cual le quita relevancia, más allá de la conveniencia inmediata.
A diferencia de lo que ocurrió en la década pasada, esta vez la bolsa del FMI permanece cerrada, lo cual explica los berrinches presidenciales contra el responsable de Subamérica en el organismo, el chileno Rodrigo Valdés, un ortodoxo al que Milei pinta de rojo, como casi todo lo que le disgusta.
Pese a la gestión de amables componedores, como el chileno José Luis Daza (quien por su nacimiento casual en la Argentina, donde su padre era diplomático, ingresaría al gabinete como viceministro de Economía), la guerra entre Valdés y Caputo es a muerte. Si se miran los antecedentes, varias veces el FMI se cargó a ministros argentinos, como Bernardo Grinspun durante la presidencia de Alfonsín o el propio Caputo, cuando gobernaba Macrì. En cambio, no hay registro de la inversa. No es probable que esta sea la primera vez. Pero tampoco imposible porque el escándalo público en el que Milei se siente cómodo, fastidia al organismo internacional.
Rivales
El Pacto de Mayo debía firmarse en la noche del 9 de julio, pero se adelantó al primer minuto de ese día para que no coincidiera con el partido por la semifinal de la Copa América, que la selección argentina de fútbol jugará ese día contra Canadá. El jueves, el equipo argentino eliminó por penales al de Ecuador y el viernes del mismo modo Canadá a la Vino Tinto. Pese al entusiasmo que el desempeño del equipo argentino provoca, con altísimos ratings de las transmisiones televisadas y varios spots publicitarios protagonizados por Lionel Messi, Dibu Martínez, Fideo Di María y La Araña Álvarez, no se ha difundido lo suficiente que en el último medio siglo, la Argentina es la máxima potencia mundial. En ese lapso
- Llegó a cinco finales, de las 13 que se disputaron.
- Ganó tres, contra Holanda, Alemania y Francia.
- Obtuvo dos subcampeonatos, sólo detrás de Alemania.
- Ganó seis veces el campeonato para jugadores de hasta 20 años.
- Dos veces consiguió la medalla olímpica de oro
- Una vez la de plata.
- Ocho veces jugó la final de la Copa América, ganó tres y perdió cinco.
En el mismo lapso, Brasil fue campeón del combinado mayor dos veces, subcampeón una. Obtuvo cinco títulos juveniles y dos medallas olímpicas, ganó seis veces la Copa América y perdió cuatro finales. En síntesis: 5 a 3 en finales del mundo, 3 a 2 en copas ganadas, 6 a 5 en juveniles, 2 a 2 en olimpiadas y 8 a 10 en torneos americanos. Por eso entrenadores argentinos han estado o están ahora al frente de las selecciones de Uruguay, Bolivia, Paraguay, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, México y Costa Rica.
La rivalidad futbolística es nada en comparación con la animosidad política que los Hermanos Milei han mostrado hacia el gobierno de Lula. Tal como hizo con España, el Presidente argentino realiza este fin de semana un viaje no oficial a Brasil, mientras insulta a su Presidente. En Camboriú asiste a un encuentro de la ultraderecha brasileña y se reunirá con el ex Presidente Jair Bolsonaro. En cambio, decidió no presentarse en la cumbre del Mercosur en Paraguay para no cruzarse con Lula, a quien volvió a llamar corrupto y comunista. Brasil es el principal socio comercial de la Argentina y uno de sus proveedores de energía en situaciones de emergencia, como la que se vivió en mayo. Xi Jinping prorrogó por un año el swap de monedas con China, pero Lula comienza a contemplar la finalización del acuerdo de intercambio automotor compensado que le reclaman los industriales brasileños, y que sería una catástrofe para la Argentina.
Tribunas o pantallas
La semana que comienza mañana, Cristina estará en Santa Cruz, por el undécimo cumpleaños de su nieto Néstor Iván. La ex Presidenta se aleja esos días, confiada en la contundencia de su mensaje del 1° de julio, en la señal de streaming Gelatina. Allí volvió a cuestionar la idea del déficit fiscal como problema básico de la economía y mencionó la deuda y la falta de dólares para pagarla como clave.
Además planteó que esos temas el peronismo no puede discutirlos a solas, que debe ser parte de un temario de relación con otras fuerzas políticas. La cuestión es saber quién estará dispuesto a sentarse a la misma mesa con el kirchnerismo.
En el acumulado del 1° de julio y de los días siguientes, vieron la entrevista 811.000 personas. Al mismo tiempo, entre las 20.53 y las 21.20 su diálogo con Pedro Rosenblat se solapó con la presencia del Presidente Milei en la señal de noticias por cable del Grupo Clarín. El rating presidencial fue en promedio de 4.4 puntos. Como cada punto expresa a 114.000 personas, su alcance cubrió 501.600 televidentes. Si se le suma el acumulado de varios días en YouTube, de 298.000, llega a 799.600, es decir 11.400 menos que Cristina. El mismo día, pero más temprano, el canal oficial de la gobernación de Buenos Aires en YouTube transmitió el acto que Axel Kicillof encabezó en la Quinta de San Vicente. Al par de miles de asistentes presenciales, se sumaron los 17.867 que lo vieron en las pantallas. El tuit en el que la ex Presidenta le agradeció al equipo gelatinoso y envió saludos a Lali, fue visitado 2.300.000 veces.
Esto plantea una discusión acerca de las formas que la militancia política puede y debe asumir en esta época. Sin moverse de su despacho en el Instituto Patria, Cristina obtuvo una repercusión 40 veces mayor que la de su ex ministro de Economía y declarado precandidato presidencial para 2027. Quienes lo acompañan en ese intento, afirman el encuentro cara a cara como forma organizativa superior, sobre todo en estos tiempos de desaliento y escepticismo. El modelo es el Clío del actual ministro y armador Carlos Bianco, con quien Kicillof recorrió varias veces los 135 partidos de la provincia en 2019. La experiencia de los últimos años abre un interrogante: en las elecciones presidenciales del año pasado, Milei arrasó en provincias que no pisó ni una vez, y en cambio fue derrotado en la Capital Federal, donde residía y realizó varios actos y movilizaciones, con la motosierra y el dólar gigante.
Otro de los organizadores de la campaña de Axel es su ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque. El domingo pasado, El Cuervo fue entrevistado en Perfil por su director, Jorge Fontevecchia. En ese extenso diálogo se puede apreciar la seriedad de sus razonamientos y la formación cultural de quien aparentemente ha comenzado a recular en el intento de independización de CFK. "Cristina se ganó el derecho a hacer lo que ella quiera, por el esfuerzo, por el compromiso, por todo lo que le ha dado a la Argentina y al peronismo. Después, todos tenemos que mirar cómo desde cada posición particular colaboramos con el conjunto", dijo.
Fontevecchia también le preguntó:
—¿Cuál es el rol de Máximo hoy?
—El que él determine. No sé si soy yo el que tiene que definir eso. Él es una persona con mucha capacidad, que por supuesto tiene una situación distinta a cualquiera de nosotros, de mayor complejidad, porque no es fácil ser el hijo de dos ex Presidentes, y creo que en ese sentido, por supuesto, carga con un peso que no tenemos el resto. Más allá de eso, la capacidad la tiene para desarrollarse donde él se sienta más a gusto, y donde también eso contribuya a la consolidación y al desarrollo del conjunto de la fuerza política. Porque más que pensar la política en términos de lo personal y qué hace cada uno, nosotros por filosofía tenemos la idea de ver dónde y de qué manera aporta uno desde lo individual al proyecto colectivo. Después la realidad va determinando roles, situaciones, ponderaciones, todos tenemos que advertirlas para poder, con sentido de ubicuidad, encontrar nuestro mejor rol.
Con este inteligente replanteo de Larroque y el silencio por el que vienen inclinándose en público Bianco, Mario Secco, Hugo Yasky y Fabián Cagliardi, la posición de choque contra el kirchnerismo ha quedado solo a cargo del ex ministro de Hábitat del Doctor Fernández, Jorge Ferraresi. Su preocupación es electoral, y en sus manifestaciones recientes no deja de hablar acerca de quién maneja la lapicera para confeccionar las listas de candidatos. La actitud de Cristina de no entrar en las disputas internas, y la de Máximo de dejar sin respuesta los ataques que recibe, preanuncian un posible reordenamiento en el peronismo bonaerense, donde también hay que contar a Massa. Larroque tuvo el tino de encomiar el desempeño del ex Ministro de Economía como candidato presidencial en 2023. Tal vez deba volver a apoyarlo en la legislativa próxima.
Esta semana comenzó el debate público en el escandaloso juicio por la tentativa de asesinato de la ex Presidenta, sin el cual es improbable que Javier Milei hubiera llegado a la presidencia. Hablar de desidia en la investigación judicial sería generoso. La forma en que fiscales y jueces excluyeron de la causa a Revolución Federal, a su financiamiento por Caputo Hermanos, a Gerardo Milman, Patricia Bullrich y el experto en el borrado de teléfonos Jorge Teodoro (que acompaña a la Ministra en Seguridad) sólo puede calificarse de encubrimiento y complicidad.
Ni apresurados ni retardatarios
A tres años de la renovación presidencial, el lanzamiento de candidaturas es un ejercicio de la imaginación que distrae de tareas urgentes y profundiza el clivaje entre la política profesional y la cotidianeidad de las personas. Sin embargo, falta mucho menos para los comicios de renovación legislativa de medio término, y los Hermanos Milei tratarán de corregir la anomalía que caracteriza su gestión, con el Poder Ejecutivo pero sin gobernaciones, con escuetas bancadas legislativas y apenas tres intendencias, sólo en La Rioja, fruto de su alianza con el menemismo. Un sondeo reciente de Analogías preguntó a una muestra representativa a quién votará en las elecciones del año próximo. Los resultados mostraron una estable paridad entre LLA y el peronismo. Sobre 2.800 casos, entre el 27 y el 30 de junio, el 33,5% respondió que votaría las listas de Milei y el 30,2% al peronismo, diferencia equivalente al margen de error de la encuesta. En cambio, apenas el 6,5% elegiría al PRO de Maurizio Macrì y nada más que el 4,8% al radicalismo, cifras equivalentes al 5,6% de la izquierda y al 5,7% que lo haría en blanco. Entre los hombres, y entre los jóvenes de entre 16 y 44 años, la izquierda supera a cada uno de los partidos de Juntos por el Cambio.
Si la pregunta no es sobre el voto sino acerca de la afinidad con un partido, el peronismo mantiene casi el mismo registro, igual que radicales y macristas. En cambio los libertarios caen al 18,8%, por debajo del inquietante registro de Ninguno, con el 25,8%.
La gresca PROcaz
Este pobre papel explica la ruidosa confrontación entre Macrì y Patio Bullrich en la franja PROcaz. El ex Presidente consiguió marginar a la Ministra de Seguridad de la Asamblea Partidaria que decidirá la política de alianzas y emitió un parte en el que se anuncia que no habrá fusiones con otras fuerzas, que es lo que propugnaba su rival. Los delegados del tercer referente amarillo, Horacio Rodríguez Larreta, decidieron abstenerse en este despedazamiento de sus verdugos. Javier Milei había vaticinado hace pocos días la fusión y su hermana está registrando provincia por provincia el partido que protagonizaría la próxima etapa, siempre que la paciencia social se mantenga en los términos actuales.
En esos cuadros no se especifica qué entiende cada uno por peronismo. En cambio, otras preguntas de la investigación abordan el tema. El kirchnerismo concentra la amplia mayoría del sector, seguido por los partidarios de Massa y recién después por quienes se definen como No kirchneristas.
Esto tampoco dirime la confrontación impulsada por Ferraresi. Si bien la dispersión es mayor, a la pregunta sobre el principal referente del peronismo, la nómina es encabezada con nitidez por la ex Presidenta.
Humor negro
El último cuadro incluye un rasgo de humor negro: la aparición como referente peronista, bien por debajo de Cristina y Axel, del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, quien como panelista de televisión reúne más adhesiones que cuando reclamaba el voto (la última vez no pasó del 0,8%). Como parte de las confusiones en que se debate el peronismo, Moreno fue el convocante de un encuentro de economistas que representaron a Massa, Kicillof y La Cámpora, para elaborar un programa económico común. Más allá de las generalidades del texto base presentado (el capital debe estar al servicio de la economía y la economía al servicio del ser humano; la subordinación de los instrumentos a los objetivos, la prioridad en la industrialización, la producción y el empleo), y de la emisión de un denominado bono patriótico que deberían suscribir los propietarios de la tierra de la pampa húmeda, Moreno planteó la elaboración de un documento conjunto para entregar a los representantes empresariales, a la CGT y ¡al FMI!. También plantea la posibilidad del reemplazo de Milei por la Vicepresidenta Victoria Villarruel, una catástrofe institucional en la que se regodea con la ligereza que lo distingue. Durante las dos horas de reunión, cinco personas tomaron fotos y filmaron videos, para la publicidad personal del ex funcionario que durante su gestión aniquiló la credibilidad en la palabra pública generando un daño al movimiento popular cuya extensión aún no ha sido comprendida en su cabalidad.
El economista que acompaña a Moreno en esta aventura es otro ex secretario de Comercio, Pablo Challú, quien el año pasado lo acompañó como precandidato a la presidencia. Ex lobbysta de los laboratorios medicinales locales, en 1995 fue denunciado por el ministro Domingo Cavallo de haber puesto “mucha plata” para comprar legisladores que votaran la ley de patentes. El propio Challú lo admitió: "Hicimos aportes para el justicialismo, el radicalismo, el Frepaso y algunos partidos provinciales, pero esta es una cosa normal en las instituciones y no es distinto de lo que han hecho otras cámaras y empresarios". Seguro, muy normal.
El candidato bonaerense de la fórmula fue el merchante de combustible probablemente robado y adulterado, Santiago Cúneo, que se comercializaba con créditos obtenidos en Paraguay y facturas falsas. Su socio era el militar golpista Aldo Rico. Travesti político, en 1999 Cúneo empapeló la ciudad de Buenos Aires con carteles por la reelección de Menem, pero en 2015 fue candidato en las listas de Macrì en San Miguel. Después de la elección se reconvirtió al peronismo y al periodismo. En el mismo estilo de Jorge Lanata, a falta de argumentos insulta, de una forma que rompe el soezómetro. Con un físico parecido al de Tyson Fury además amenaza con pegarle a quienes odia. Es un verdadero pesado. Si alguien piensa reconstruir el peronismo con esta materia prima, está más loco que Milei.
La música que escuché mientras escribía.
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