Dos hechos que no pueden interpretarse de manera inconexa ocurrieron en el lapso de pocas horas y despiertan suspicacia acerca de la intervención de los llamados "servicios". Por un lado, la intimidación que sufrió el Secretario General del Suteba Provincial, Roberto Baradel, mediante la publicación de una viñeta supuestamente humorística en el Diario Nuevo Día, de Coronel Suárez; y, por otro, el desvalijamiento de la casa de Pancho Dolmann, Secretario General de la Junta Interna de Ate y delegado del INTI, que se suma al extraño robo selectivo que sufrió el 18 de febrero Giselle Santana, Secretaria Gremial de la Junta Interna de ATE también en el INTI.
La delegación de Suteba de Coronel Suarez, se refirió a la viñeta publicada por el diario local en un comunicado urgente: "Consideramos que la “bala” que apunta al profesor Roberto Baradel es una acción más que se suma a una serie de amenazas dirigidas a su persona y a sus familiares, nunca investigadas por el gobierno actual, y que siempre se intensifican en momentos de las negociaciones paritarias". Hace un año, el secretario general del sindicato de docentes de la provincia de Buenos Aires (SUTEBA) recibió por mail una amenaza contra su familia, en el marco de la tensión por la paritaria del sector y la polémica frase de Mauricio Macri en el inicio de las sesiones ordinarias en el Congreso. "Baradel también fue amenazado", lanzaron desde las bancas de la oposición como respuesta a la mención de Macri a las violencias que atreviesan los docentes en las aulas. Macri contestó: "Los docentes necesitan ser cuidados. No creo que Baradel necesite a nadie que lo cuide". A mediados de enero de este año, un mail de tenor similar le indicaba: "No te metas más con el gobierno, te vamos a hacer desaparecer".
Por otra parte, mientras el INTI continúa militarizado, en un hecho no esclarecido aun entraron a robar en la casa de Pancho Dolmann, Secretario General de Ate en el Instituto nacional de Tecnología Industrial (INTI); al respecto Dolmann aseguró que "buscan doblegarnos, pero no vamos a bajar los brazos. Se llevaron un plasma de mi casa, entraron sin problema. Y acá en INTI pusieron candados, no nos dejan entrar. Tal vez se trate de un apriete de las fuerzas de seguridad, pero la lucha continúa. La lucha está dando duro y les preocupa que los trabajadores del INTI no bajemos los brazos. Pero no creo que nos dobleguen".
A mediados de enero se anunciaran los despidos de 258 trabajadores en el INTI, entre ellos delegados y empleados con participación gremial, entonces se resolvió en asamblea la permanencia en el edificio ubicado en la Avenida General Paz al 5400. Giselle Santana estuvo 20 días sin ir a su casa, pero cuando ella regresó , el 18 de febrero a la madrugada, alguien ingresó a su casa y robó selectivamente la laptop y su celular. “Este acto debe entenderse como un intento de amedrentamiento a la Secretaria Gremial, lo leemos como un ataque al conjunto de las y los trabajadores de INTI que venimos sosteniendo una pelea contra los despidos y el vaciamiento del instituto que ha logrado repercusión mediática”, denunciaron desde la Comisión de Prensa y Difusión de ATE-INTI.
En un contexto de avanzada en el recorte de derechos laborales y gremiales y de conflictividad social en aumento, los tres hechos mencionados no pueden haber sido hilvanados por la casualidad. Los Servicios de Inteligencia operan aun durante los fines de semana.
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