LEALTAD Y CONFLICTOS

 

 

El lunes 17 el sindicalismo marcará agenda por el Día de la Lealtad. Bajo distintas consignas el movimiento obrero realizará actos y movilizaciones en ocasión del 17 de octubre. Por un lado, el sector de los gordos e independientes de la CGT, llevará a cabo un acto en la sede de Obras Sanitarias. Mientras que el moyanismo, la CTA y la Corriente Federal marcharán a la Plaza de Mayo. El #17O se presenta en la arena política donde hace una semana la caída del salario real puso en primera plana a los trabajadores neumáticos y ya muestra a otros sectores —como los camioneros— pidiendo reaperturas de paritarias de más de cien puntos. Mientras tanto, Mauricio Macri describe que la coyuntura atraviesa una “sensación de descomposición social, donde nadie cumple las reglas y nadie se las hace cumplir”, aunque datos oficiales revelan que la cantidad de conflictos laborales en el sector privado es la más baja desde hace más de quince años.

Bajo la consigna de “unidad nacional por la soberanía con justicia social”, los sectores más afines a la Vicepresidenta organizan una movilización a Plaza de Mayo para el lunes 17 a las 16. La decisión surgió de una reunión que congregó a la CTA, la Corriente Federal, el Frente Sindical y referentes de pymes y cooperativas. Fuentes que participaron del encuentro afirman que se encuentran a favor que otros sectores realicen sus homenajes y que para ellos lo fundamental es “retomar la plaza del pueblo” en una jornada donde invitarán a participar a organizaciones políticas como La Cámpora y movimientos sociales. 

 

 

 

Basta recordar el armado y articulaciones obreras del último año para inferir que no sorprende llegar al 17 de octubre con un abanico de opciones que celebrarán el nacimiento del peronismo. El año corriente cerrará con una clara distinción entre las acciones del Frente Sindical en conjunto con la CTA y la Corriente Federal, en contraposición de aquellas estructuradas por los gordos e independientes de la CGT. Pese a todo, la unidad primó en dos instancias claves: el atentado contra CFK y la movilización al Congreso de la Nación del 17 de agosto concretada frente a la demanda social por la pérdida adquisitiva del salario.

El martes pasado en la sede de la UOCRA, la mesa chica de la CGT decidió que el Día de la Lealtad será celebrado en un acto en el predio de Obras Sanitarias. Héctor Daer fue el impulsor de esta propuesta, luego de que desistiera de encabezar un acto en Tucumán con presencia del Presidente Alberto Fernández. Los Gordos esperan que el club de Núñez  (que sólo puede albergar a 4.700 pesonas) sea colmado por dirigentes sindicales entre delegados e integrantes de Consejos Directivos. Ese día lanzarán un espacio de volumen político que sirva como impulso para incidir en políticas públicas y en el armado electoral que se avecina. “Están acostumbrados a que nos movilicemos, nos invitan a ser una fuerza de choque y no a pensar desde nuestras ideas”, dijo un importante sindicalista a cargo del evento. Y agregó que “están ante la menor cantidad de diputados sindicales en años”. La jornada en Obras para el lanzamiento de la organización estaba prevista para el 19 de octubre, pero ante la proximidad con la efeméride dispusieron ambos acontecimientos para el mismo día.

 

La conflictividad laboral

El ex Presidente Macri describió en su cuenta de Facebook “la sensación de descomposición social” de las últimas semanas en relación al conflicto en el sector del neumático, la situación de los mapuches, el narcotráfico y los reclamos de los trabajadores. Sin embargo, el clima al que se refiere no se condice con el escenario actual. Según datos oficiales la conflictividad es la más baja desde hace más de quince años. Un informe del centro de estudios del Trabajo y  el Desarrollo, que creó en la Universidad Nacional de San Martín el ex ministro Carlos Tomada,  muestra que el paro de actividades no es la primera reacción de los trabajadores ante un desacuerdo con las empresas.

En un contexto de aceleración inflacionaria donde los salarios de los trabajadores aún no recuperan la pérdida en su poder adquisitivo que sufrieron durante el gobierno de Cambiemos, el CETyD explica que “por cada paro llevado adelante durante 2022 se registraron cerca de dos medidas de fuerza en las que se realizaron otras acciones que no implicaron detener la producción”. Los registros estadísticos sobre conflictividad se llevan desde 2006 y nunca se verificaron niveles inferiores. 

Otro de los datos salientes es que dos de cada tres conflictos con paro tuvieron como reclamo principal los ingresos. “El 35% se centró en mejoras salariales y el 34% en pagos adeudados” y “durante el primer semestre de 2022 se registraron, en promedio, 24 conflictos mensuales con paro y 41 sin paro”.

 

 

La ex gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, es uno de los halcones más aferrados a la campaña en favor de una reforma laboral. En su cuenta de Twitter se refiere habitualmente al sindicalismo como “mafias” y “patotas” que atentan contra el mercado laboral. Además anticipa que de gobernar nuevamente presentará un proyecto que abordará las “regulaciones obsoletas, la industria del juicio, las cargas laborales y lo difícil que es conseguir empleados calificados”. 

Abel Furlán, Secretario General de la UOM, en diálogo con El Cohete a la Luna dijo que “el macrismo tiene que dejar de insistir que el problema de la Argentina son las convenciones colectivas de trabajo o la legislación laboral”. Y puntualizó en que no son los trabajadores “los que desestabilizan, ocasionan inflación o los que generan pobreza”. Al contrario,  aclaró que son los que “la sufren” y en consecuencia de ello “que se dejen de estar pensando en quitarnos derechos porque el movimiento obrero va a salir a expresarse en la calle en contra de esa situación”.

El CETyD señaló que “el riesgo al que nos enfrentamos no parece ser tanto el de sindicatos desbocados, que obstaculizan la producción y ponen en juego el porvenir económico de nuestro país”. Sino que “la crisis económica, la sucesión de algunos conflictos de alta intensidad y la mayor pregnancia social de discursos punitivos se convirtieron en una oportunidad para avanzar en el disciplinamiento de la clase trabajadora”.

 

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