Las universidades en la mira
El ataque televisado de Patricia Bullrich a la Universidad Nacional de La Pampa
Patricia Bullrich, ex ministra de Trabajo y Seguridad y actual precandidata presidencial de Juntos por el Cambio, continúa radicalizando su discurso por derecha. Esta vez, la víctima apuntada fue el sistema universitario público y, como ejemplo particular, la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPAM).
El viernes 9, en el canal La Nación+, Bullrich repitió un latiguillo que ya había utilizado cinco días antes en otro programa de la misma señal y ante Luis Majul. “Hemos dejado de ser un país universitario”, dijo en ambas oportunidades, siempre como parte de una cadena de frases y conceptos extremos en materia económica, laboral y de seguridad.
Ante Majul, proclamó también que “muchas de las universidades que están en la provincia de Buenos Aires son ideológicas” (sic).
La frase macartista no pudo ser más oportuna en días previos a dos aniversarios significativos en el mundo académico. El primero, el de la Reforma Universitaria de 1918, que conquistó la libertad de cátedra que la precandidata defiende para los propios, pero objeta para los ajenos. El segundo, del inicio durante la última dictadura de una causa penal por “infiltración ideológica” en la Universidad Nacional del Sur, lo que dio insólito ropaje formal a una persecución clandestina sobre intelectuales. El general Adel Vilas la imaginó ejemplificadora para las instituciones más grandes y con mayor potencial contestatario, como las de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario y Cuyo.
La aspirante presidencial de hoy debería recordarlo, porque en esa época militaba en Montoneros. No es extraño que su mensaje guarde una lógica similar a aquel, porque utilizó a la UNLPAM sólo como ejemplo de una realidad que presenta como general.
El pampeano anónimo
Para graficar su repetida afirmación sobre la pérdida de perfil universitario de la Argentina, en el minuto de cierre de su entrevista semanal con La Nación+, Bullrich ofreció números de ingresos y graduaciones en la UNLPAM que adjudicó a una fuente imprecisa.
—Hoy me contaba un pampeano… ¿Cuántos estudiantes entran en la UNLPAM por año? —interrogó en clave retórica.
—¿Cuántos? —le devolvió el hijo de Mauro Viale.
—Doce mil. ¿Cuántos se reciben? 800. ¿Cuántos ingenieros? Siete —se preguntó y respondió.
—Ufff —suspiró Viale.
—Hemos dejado de ser un país universitario, con 56 universidades públicas y la misma cantidad de privadas —concluyó la precandidata, por si hiciera falta aclarar que el ataque no se limitaba al ejemplo puntual.
—Gracias, Patricia —cerraron la entrevista, sin repreguntas.
De haberse molestado en revisar los anuarios de la UNLPAM, elaborados por el Departamento de Estadísticas de la institución y disponibles para su consulta pública, Bullrich habría advertido que lo que le dijo su anónimo amigo pampeano era completamente inexacto. Los datos de 2022 aún se encuentran en elaboración, pero de acuerdo al anuario de 2021:
— 12.000 (12.807, para mayor exactitud) no es el número de ingresantes por año, sino el total de estudiantes de la UNLPAM.
—La cantidad de ingresantes por año osciló en la década previa al anuario entre 2.112 para el inicio de la serie y 3.450 para el pico de 2018, y en 2021 fue de 2.955.
—El número de estudiantes de la Facultad de Ingeniería trepaba a 864. Si se añaden los de la Ingeniería Agronómica y los de Ingeniería en Recursos Naturales y Medio Ambiente, que se dictan en otras unidades académicas, sumaban 1.411.
—En 2021 se inscribieron 220 ingresantes en la Facultad de Ingeniería, 55 en Ingeniería Agronómica y 23 en la de Recursos Naturales y Medio Ambiente;
—Durante el mismo año se graduaron 46 profesionales en el primer caso, 53 en el segundo y 7 en el tercero.
—La única oportunidad en la década en que el número total de graduadas y graduados en Ingenierías resultó inferior a 70 fue durante el primer año de pandemia.
—Específicamente, dentro de la Facultad de Ingeniería, 2021 fue el mejor año de graduaciones en la década, con 46 diplomas.
—La de Ingeniería en Sistemas de la UNLPAM también tuvo en 2021 su pico en diez años, en contraste con la tendencia general creciente de que las y los estudiantes ralenticen sus cursados por la alta demanda y buenos salarios que ofrece el rubro aun antes de contar con diplomas universitarios.
—Entre el inicio y el final de la serie, el número total de graduaciones en la UNLPAM creció de menos de 400 a más de 500 títulos por año.
La Pampa, en defensa propia
Más que por el cruce fortuito con un ocasional amigo, pampeano y mal informado, el ataque de Bullrich puede haberse direccionado a La Pampa por el hecho de que el rector de la UNLPAM, Oscar Alpa, es el actual secretario de Políticas Universitarias de la Presidencia de la Nación.
Otra hipótesis que consideran en la provincia es que las declaraciones de la precandidata halcona puedan oficiar como reacción ante la reciente derrota de las palomas radicales pampeanas frente al reelecto peronista Sergio Ziliotto. Bullrich tiene cuentas para saldar con el radicalismo provincial, que le ganó la interna al macrismo y se opuso tenazmente al ingreso al frente de Juan Carlos Tierno, un personaje sobre cuyos pergaminos ya ha enfocado El Cohete y que desde hace un lustro se ha convertido en un alfil provincial de la ex ministra de Seguridad de Macri.
Cualquiera sea la razón por la que Bullrich atacó a la UNLPAM en su avanzada contra el sistema universitario público, lo cierto es que las reacciones no se hicieron esperar. Al menos, en lo local.
En la propia Universidad, el repudio al ataque y la desmentida a los datos esgrimidos por Bullrich reunieron unanimidad en el Consejo Superior, cuyos 24 integrantes presentaron un proyecto de declaración y por la urgencia del caso solicitaron a la vicerrectora María Ema Martín, a cargo del Rectorado por la licencia de Alpa, que la emitiera ad referéndum del cuerpo. Del consenso participó incluso la representación estudiantil de la Franja Morada radical, que acusó a Bullrich de ir por el arancelamiento y ajuste presupuestario de las universidades.
Además de actualizar los datos del anuario 2021, anticipando índices del de 2022 en elaboración, la declaración subraya que las expresiones de Bullrich no amenazan sólo a la UNLPAM, sino que constituyen “un ataque a la educación pública en general”, que la legislación actual —recuerda— consagra como bien público y derecho humano.
Por otra parte, el texto señala que “a lo largo de la historia argentina, la educación pública y las universidades han sido atacadas en repetidas oportunidades por ser instituciones que no solo son centros de estudios, investigación y formación profesional, sino que principalmente promueven el desarrollo humano, social, cultural y económico de la sociedad, fomentan el espíritu crítico de la ciudadanía y, en definitiva, fortalecen así el sistema democrático”.
Este miércoles 14, en su primer plenario después de los dichos de Bullrich, el Consejo la refrendó.
“Al conocer las declaraciones (de Bullrich), lo primero que me surgió fue el enojo. Porque son datos que no son fidedignos”, dijo a El Cohete la vicerrectora Martín.
“No negamos las problemáticas del ingreso y la permanencia en el sistema universitario, pero se está trabajando en eso tanto con programas propios como del Ministerio (de Educación). Pero en las instituciones educativas los procesos de transformación siempre son lentos y demandan mucho trabajo, que se está haciendo”, destacó. En tal sentido, ejemplificó con la atención que brinda la Universidad a la salud mental de sus estudiantes, un requerimiento propio de los tiempos post-pandémicos.
Desde su óptica, no pueden plantearse debates ideológicos ni de políticas públicas sobre la base de datos no corroborados. A partir de esa premisa, diferenció la falta de rigurosidad de Bullrich de la reciente elaboración por parte de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación de siete puntos sobre la agenda inmediata de acción en la materia, que incluye la necesidad de trabajar sobre la brecha entre los tiempos plasmados en planes de estudio y los reales de finalización de las carreras.
En La Pampa esperan que el plenario extraordinario del Consejo Interuniversitario Nacional, que reunirá a rectores y rectoras en Rosario el 20 de junio, se exprese sobre el tema. Oficialmente, el CIN anticipó que el Día de la Bandera sería “un marco excepcional para reafirmar el compromiso del sistema universitario público nacional con la sociedad argentina”.
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