LAS CUEVAS TIENEN BANCA
El Estado ante operaciones legales e ilegales de bancos, agentes de bolsa, financieras y cuevas
La brecha cambiaria entre la cotización del dólar oficial y sus otras variantes (blue, contado con liquidación, cable) no obedece, simplemente, a una falta de incentivos para que los ahorristas se vuelquen al peso. La especulación no está en los que compraban sus 200 dólares mensuales ni en aquellos trabajadores y trabajadoras informales que recurren a las cuevas para vender a mejor precio los pocos dólares que compraron en el mercado legal.
El problema de fondo es que parte del complejo sistema financiero convive con la ilegalidad y esto incluye a bancos, casas de cambio, agentes de bolsa, financieras, cuevas y grandes empresas. Existen puentes entre estos actores. Las cuevas, algunas manejadas por enormes organizaciones criminales, abastecen a las financieras, que, como las sociedades de bolsas y mercados de valores nucleadas en BYMA, también poseen la ingeniería para la fuga de dinero, y estas a los bancos, que a su vez poseen firmas que otorgan préstamos a tasas usureras.
En enero de 2014 había un diagnóstico bastante certero de esta situación. Juan José Aranguren ya había logrado una disparada del tipo de cambio al comprar divisas, vía Shell, a un valor muy por encima de lo que se pagaba en el mercado formal; situación que le valió una causa penal en la que fue sobreseído tras su asunción como ministro de Energía de la Alianza Cambiemos.
La movida del ex Shell impulsó al Estado a poner la mira sobre la superficie de la City porteña, pero también en el submundo de las cuevas y las financieras ubicadas en los edificios circundantes al Banco Central. Los puentes entre la legalidad y la ilegalidad del sistema financiero resultaban evidentes. La Unidad de Información Financiera (UIF), la Procuraduría contra la Criminalidad Económica (Procelac), el Banco Central (BCRA) y la Comisión Nacional de Valores (CNV) llevaron adelante investigaciones que les permitieron determinar la existencia de nexos concretos entre bancos, sociedades de bolsa y casas de cambio que fondean a las “cuevas”, muchas de las cuales estaban vinculadas directamente con el narcotráfico.
Es sabido que el precio del dólar blue o contado con liqui lo fijan un puñado de personas: un par de llamadas telefónicas cada mañana basta para definir cuál será la brecha del día. Y mucho más si el Estado nacional los deja actuar libremente. “Che, no tenemos precio, nos secaron. ¿Y ahora qué hacemos con esos 500.000 que necesitamos?” Así hablaba un grupo de policías de la Federal, la Bonaerense y la ex SIDE que operaba desde una oficina en calle Florida, capaz de cambiar un viernes por la tarde 750.000 euros, tal como describió Alejandra Dandan en su nota “Los demonios” del pasado 23 de agosto. Ese día de 2014, la intervención de la UIF, el BCRA, la Procelac y la CNV había “secado” completamente el circuito del dólar ilegal. Los medios de comunicación hegemónicos porteños sólo dijeron que había caído la demanda. La conversación quedó registrada en una causa penal que se anexó al caso del fiscal Claudio Scapolán, imputado como jefe de una estructura mafiosa y extorsiva de narcocriminalidad.
“El Banco Central tiene mal puesta la mira. Tiene sólo diez inspectores para mirar las casas de cambio y no hay ninguna articulación con la CNV, la UIF y la AFIP. Ninguna política económica será eficaz sin tener en cuenta las hipótesis del comportamiento delictivo del sistema financiero”, resumió a este Cohete un ex funcionario que trabajó en los diferentes entes de regulación.
Legalidad fraguada
El mismo diagnóstico de hace seis años se repite ahora en relación a los jugadores que buscan torcerle la muñeca al gobierno con las operaciones alrededor del dólar legal, ilegal y/o gris. Un escenario de legalidad fraguada, donde el Estado parece actuar solamente a partir de los hechos consumados.
“Actualmente tenemos un superávit comercial de 1.200 millones de dólares por mes y logramos patear los vencimientos de deuda para adelante. No debería haber problemas con el dólar. De repente, a las empresas privadas se les ocurrió, a todas juntas, salir a pagar sus deudas en dólares en el exterior. Es un poco raro. Necesitamos un Estado con poder, que sepa cuál es la real producción de riqueza. No puede quedar todo sujeto a una declaración jurada de una empresa minera, petrolera o agroexportadora. El Estado tiene que defender la legalidad”, exclamó a El Cohete Ricardo Aronskind, economista investigador de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
La mayoría de las causas penales que se iniciaron en 2014 vinculadas al tráfico de divisas, que tramitaron ante el Fuero Penal Económico, quedaron en la nada. No es un dato menor. El poder económico real se mueve en la opacidad. Los tribunales de Comodoro Py, que también forman parte de los sótanos de la democracia, cuentan con una mesa de entradas pública, que permite ver en tiempo real las causas que ingresan, número de expediente, partes y delitos imputados. No sucede lo mismo con el fuero penal económico: las causas que transcurren por esos tribunales están lejos del escrutinio público, en parte por la misma opacidad con la que se manejan las sociedades y empresarios denunciados.
“Los mercados ilegales como el dólar blue se activan cuando aparecen gobiernos que intentan ponerle algunos controles. Durante el macrismo se desactivaron porque se les permitió operar sin límites y fugar dinero a gran escala. Pero no dejaron de existir. Pensemos lo que significó el hallazgo de las cuentas ocultas y luego blanqueadas del HSBC. Después del triunfo de Macri todo quedó en la nada y el control estatal sobre las maniobras de lavado se lo entregaron al mismo HSBC (Mariano Federici y María Eugenia Talerico al frente de la UIF). Hay muchos recursos que no son blanqueados, sobre todo en una economía con un 40 por ciento de informalidad”, describió a este periodista Walter Bosisio, coautor junto a Celeste Perosino y Bruno Nápoli del libro La dictadura del capital financiero.
El texto fue parte de una investigación desarrollada desde el equipo de Derechos Humanos de la CNV que indagó sobre las vinculaciones económicas bursátiles durante la última dictadura cívico militar, trabajo que luego se trasladó al Banco Central. Con la llegada del macrismo, las áreas de DDHH de la CNV y el BCRA fueron disueltas.
“Nuestra investigación en la CNV y el BCRA se concentró en la última dictadura cívico militar genocida, un período clave porque desde allí se construyó el proceso de valorización financiera. Es cuando surgieron los actores económicos de las finanzas que desarrollaron un mercado de mesa de dinero y fuga muy grande. Hoy vemos que la misma estructura de poder, las mismas corporaciones siguen marcando la vida de la Argentina. Es un entramado que hay que desarmar, pero al mismo tiempo es necesario darles incentivos a otros actores de la economía para equilibrar la correlación de fuerzas”, agregó Bosisio.
Puentes
Desde las cuevas, por donde efectivamente se mueven y blanquean millones del narcotráfico y otros delitos complejos, como lo demuestra el caso Scapolán, se tienden puentes y hasta llegan a operar en sintonía con los Agentes de Liquidación y Compensación (ALyC) nucleados en Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), los bancos y las financieras y mutuales que otorgan créditos de consumo a tasas usureras, en muchos casos integradas a los propios bancos, tal como demostró una investigación de la Procelac de 2013.
“De tres compañías financieras destinadas a los créditos para el consumo informadas por el BCRA, dos están vinculadas a entidades bancarias quedando una sola sin aparentes vinculaciones a un banco del circuito formal. Ilustrativo de estas vinculaciones es la comparación de los directorios de las compañías financieras líderes en el mercado de créditos para el consumo y los bancos”, explicaba la Procelac a partir de su informe “Créditos para el Consumo”, elaborado desde el área de Fraudes Económicos y Bancarios.
El escenario era el siguiente:
- el Banco Galicia tenía una superposición de directorios con “Efectivo Sí” (Compañía Financiera Argentina SA);
- el Banco Supervielle poseía una superposición de directores con la Compañía Financiera Cordial y
- el Banco de Servicios y Transacciones SA (BST) era el dueño de Credilogros SA.
En 2014, el ex titular de la Procelac, Carlos Gonella, impulsó una demanda penal contra el BST por el posible delito de lavado de dinero a partir de una serie de Reportes de Operaciones Sospechosas comunicados por el Banco Central a la Unidad de Información Financiera entre 2009 y 2010. La causa quedó planchada.
“Habíamos detectado que existían en el fuero en lo criminal y correccional de la Ciudad de Buenos Aires poco más de una decena de causas por el delito de usura en los últimos años. Este cuadro ofrecía una mirada más fina de la selectividad del sistema de administración de justicia. Importan más ciertos delitos contra la propiedad que otros, los que afectan a determinadas personas y que están asociadas a determinados patrones delictivos”, escribió el sociólogo Germán Feldman, ex integrante de la Procelac, en un artículo de noviembre de 2015 publicado por la extinta Infojus.
¿A quién poner en la mira?
El conflicto de 2008 con parte del sector agropecuario (retenciones móviles) dejó una enseñanza: no son lo mismo los pequeños productores y agricultores familiares que los grandes pools de siembra y agroexportadores, también ávidos de eludir al fisco vía precios de transferencia, triangulación de operaciones o utilización de facturas apócrifas. Con el dólar debería tenerse el mismo parámetro. No son lo mismo los grandes especuladores, los que fugan divisas a través del contado con liqui o “dólar cable”, que aquellos que compran 200 dólares por mes para ahorro. Entre este último grupo también están los trabajadores y trabajadoras subsumidos en la informalidad laboral, que en el país llega a casi el 40 por ciento.
“Gran parte de la población no tiene cuenta bancaria o bien prefiere atesorar su dinero en cajas de seguridad o debajo del colchón. También están los agentes económicos como las pymes que necesitan financiamiento pero no llegan con los requisitos que exigen los bancos para brindarles un crédito”, explicó María Soledad Sánchez, socióloga investigadora del Conicet, en un reciente artículo publicado en Anfibia.
Los funcionarios gubernamentales (de diferentes gestiones) suelen decir que lo que circula por las cuevas (entre el chiquitaje de la clase media y los grandes especuladores y delincuentes) es una suma muy chica. ¿Será así? Un ex director el BCRA le explicó a El Cohete que si en el Mercado Único de Cambio se movilizan 500 millones de dólares por día, las cuevas de la City manejarían 250 millones.
Entonces, ¿sobre qué actores económicos debería recaer la regulación? “Es ilusorio creer que la brecha que importa para la generación de arbitraje es la operación del ‘dólar puré’ (comprar dólar oficial y venderlo en el paralelo para hacer una diferencia). La brecha que importa es con respecto al dólar ilegal, donde hay diez financistas dueños de las cuevas que ponen el precio”, analizó el economista Sergio Chouza, de la Universidad Nacional de Avellaneda.
Por lo tanto, urge una tercera pregunta: ¿no debería regresarse a un esquema de articulación entre el BCRA, la CNV y la UIF para cortar con este submundo que incide en la vida diaria de todes?
Reservas
Las reservas internacionales cayeron un 30 por ciento entre agosto de este año y el mismo mes de 2019. Hasta las PASO había en el BCRA 62.325 millones de dólares. Macri profundizó la crisis económica, la fuga de capitales y terminó su mandato con 44.300 millones de reservas internacionales.
Desde fines de agosto hasta el 21 de septiembre, el goteo en las arcas del Central fue de 594 millones de dólares, pero lo que más preocupó fue la brecha entre la cotización del tipo de cambio oficial y todas las variantes blue. El contado con liqui llegó a cotizar en 148 pesos, una brecha superior al 90 por ciento con la cotización oficial. Las nuevas regulaciones llegaron el 15 de septiembre. Para muchos, tarde.
“El gobierno lo dejó escapar y ahora lo que se pide es que se defienda, que defienda la legalidad. Las empresas solamente van a poder comprar el 40 por ciento de los dólares que necesitan para pagar deudas. Me pregunto si ese será el número que tiene en mente el Estado de lo que realmente necesita el sector privado, que justo empezó a pagar deuda en efectivo de manera sincronizada y compulsiva en medio de la recesión por la pandemia”, planteó Aronskind. ¿El resto era para la fuga?
“Algo que debería encararse desde la política es salir a buscar fondos en Noruega, Malasia, China, distintos fondos soberanos, para volcar a las reservas 10.000 millones de dólares y así quebrar todas las expectativas de devaluación que son generadas por los grupos económicos más concentrados”, agregó el investigador de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
Desde el BCRA confirmaron a El Cohete que se están pensando medidas para robustecer las reservas internacionales.
FMI
Con estas tensiones políticas y económicas alrededor del dólar, el FMI confirmó su “visita” al país para escuchar en boca de Martín Guzmán cuál será el programa que sustentará la renegociación de la deuda contraída por la Alianza Cambiemos. Las gestiones no serán sencillas, más allá de los gestos de buena sintonía esbozados por Kristalina Georgieva. Lo que ocurre en torno a la fagocitación de las reservas, la brecha cambiaria y las operaciones mediáticas, con las denuncias de un inminente corralito, también será parte de la discusión con el Fondo.
“El objetivo es poder mantener la estabilidad del tipo de cambio real, competitividad, y contar con regulaciones a la cuenta de capital distintas a las presentes pero que por una razón tienen que estar. Regulaciones macro prudenciales que favorezcan la entrada de inversiones para la economía real pero que desalienten la entrada de capitales especulativos”, sostuvo Guzmán durante la presentación del Presupuesto 2021.
La corrida cambiaria ya estaba ahí; algo debía hacerse. En el Palacio de Hacienda sostenían que cerrar o achicar la válvula del dólar ahorro iba a encarecer el blue y el contado con liqui, la suba del riesgo país, sumado a las operaciones mediáticas sobre nuevos corralitos. La evaluación tenía que ver con el FMI, negociaciones que siempre son duras pero más cuando el gobierno pretende que sean bajo sus propias reglas de política económica.
Un posible razonamiento sería el siguiente: si el gobierno quiere que prevalezca su plan económico pero al regular más la cuenta capital se dispara la cotización del dólar blue, cable, contado con liquidación y sube el Riesgo País, el staff del Fondo podría decir: “Está bien, déjenos a nosotros”. “El debate será en esos términos”, respondió a El Cohete un funcionario del Ministerio de Economía.
(No más) Parches
¿Entonces? “Quedó en evidencia que la dinámica de reservas era insostenible. El mercado cambiario está roto, pero lo que se hace es parche sobre parche”, expresó Chouza.
Por cómo caían las reservas (corrida cambiaria), “el mercado” descontaba que se implementaría una política más aguda sobre la cuenta capital. “Pero fue un parche. Una solución más de fondo, que debe hacerse con tiempo y pericia, sería el desdoblamiento formal del segmento financiero, donde los privados y particulares puedan pagar el precio que quieran. Estimo que habría poco o nulo impacto en materia de precios y con una alta posibilidad de domesticar a ese segmento con todo el poder de fuego del Estado”, concluyó el economista de la UNDAV.
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