LAs brujas no existen
O la ‘Ndrangheta in Argentina non c’è
El diario La Nación sostiene que la ‘ndrangheta en la Argentina no existe. Ciertos emergentes de la vida pública demuestran lo contrario.
“‘Ndrangheta, la multinacional del crimen”. Es el título elocuente de un artículo publicado en la edición del 15 de noviembre de La Nación. Se trata de una nota muy precisa que reconstruye los avatares de esa organización criminal en su declinación económica ilegal. En apenas dos pasajes hace referencia a Sudamérica: “Hay decenas de hombres de la organización que viven allí de manera estable. Se han casado y tienen familias en Colombia, en Bolivia y en Perú, y de ahí hacen llegar a Europa toneladas de cocaína”; “Los controles en Colombia han obligado a los proveedores de la ‘Ndrangheta a transportar la coca en camiones por la selva amazónica, llegar a Brasil y embarcarla en el puerto de Santos (en el Estado de São Paulo, el más grande de Sudamérica)”. Sea.
La lógica de la negación
La mafia sigue una lógica de la negación. En la Argentina hay que estudiar las modalidades de presencia de las mafias, su radicación y la operatividad de las organizaciones criminales que se mueven en el territorio nacional. Puesto que se trata de organizaciones secretas es necesario individualizar sus declinaciones secretas, y luego develarlas. La tarea no es fácil porque las mafias son fenómenos multidimensionales que implican redes de relaciones complejas que vinculan acciones criminales con ámbitos legales (económicos, sociales, políticos). La cultura mafiosa oculta hasta su propia existencia, la niega, y cuando el Estado o los movimientos sociales (con sus acciones de lucha colectivas por fuera de las instituciones) logran identificar algunas de esas lógicas, la respuesta es siempre la misma: disimular, negar u ocultar las características de sus propias estructuras. Desmentir su existencia y su capacidad de expansión tiene el objetivo de preservar su poder criminal. Poder que es económico (a través de gestiones tanto legales como ilegales) y político.
Hacia mediados de junio del año pasado, durante la toma de juramento de Jorge Faurie, el Presidente Mauricio Macri señaló a Héctor Recalde, entonces jefe de la bancada kirchnerista en Diputados, como el líder de una mafia y lo mismo dijo de algunos sindicalistas. En ese gesto de sindicar a otro como lo que se es, hay que reconocer la huella de una ausencia. Una forma de ocultamiento o negación.
Si atendemos al diario La Nación, la ‘ndrangheta es un problema que no nos concierne. “‘Ndrangheta, la multinacional del crimen” puede ser leído en este sentido. Es una publicación muy precisa: apela a las autoridades existentes en la materia y ofrece una buena cantidad de datos. Precisa, pero sobre todo tranquilizadora: se publica en este país pero –¿paradójicamente?– no hace ni una sola mención a la Argentina. Sin plantearlo explícitamente pretende demostrar que las derivas ‘ndragnhetistas latinoamericanas pasan por otras latitudes: Colombia, Brasil, Bolivia, Perú. Nos dice, en resumen, que aquí la ‘ndrangheta no existe. Podemos aventurar que se trata de una operación: denunciar que la ‘ndrangheta está en otro lado para que la atención se tuerza, aunque es difícil decir hacia dónde. Nuevamente: es la huella de una ausencia. Algo que ahora buscamos con la mirada, no se ve, pero está. Se trata de una forma más de ocultamiento o negación. Estas formas, además de la lógica de la negación nos hablan también de otra cosa. De la protección (mutua) entre la política y las organizaciones mafiosas.
Protección
En las publicaciones de El Cohete a la Luna me ocupé de mostrar distintos tipos de relaciones entre el mundo de la política y el de las organizaciones mafiosas, especialmente de la ‘ndrangheta (https://www.elcohetealaluna.com/author/rocco-carbone/). Ahora quiero avanzar sobre otra relación existente entre política (sean individuos, corrientes partidarias o partidos propiamente dichos) y organizaciones criminales. El negocio de la protección. La política puede asegurar servicios de protección a las organizaciones mafiosas por medio de contratos con el Estado o a través de facilidades relacionadas con sus negocios (i)lícitos. Es lo que en la Argentina conocemos como la “Patria contratista”. Esas interrelaciones en Italia las reveló un arrepentido, Rocco Varacalli: “La ‘ndrangheta necesita de la política y los políticos necesitan de la ‘ndrangheta. El pacto se hace antes: a ellos los votos, a nosotros las obras”.
(https://www.repubblica.it/cronaca/2012/01/14/news/pentito_varacalli_a_volto_scoperto_ndrangheta_mafia_nord-28098934/, 14/1/2012).
En Italia las organizaciones criminales ofrecen desde siempre sus “servicios de protección” a los actores políticos. Apenas un ejemplo: en el norte de Italia, la ‘ndrangheta siempre contó con un capital social nada desdeñable, ligado a la organización del “voto étnico”: de calabreses emigrados que trabajaban en empresas vinculadas con el crimen organizado calabrés. Votos que iban en beneficio de tales o cuales partidos (sin que fuera necesaria adhesión ideológica alguna, sino más bien consideraciones de orden pragmático). O sea, que la ‘ndrangheta tiene en su agenda de acciones políticas la recolección del consenso –o la regulación del mercado del voto– a través de punteros políticos mafiosos. En la Argentina las cosas no son muy distintas. Según la agencia Real Politik, un narco que contrabandeaba cocaína en España solía timbrear para el intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, inscripto en la filas de Cambiemos. Se trata de Mauricio Di Bello. No es el único caso: a mediados de este año, una empleada de la Municipalidad de Morón –Cintia Gabarro, vinculada con la Unidad de Gestión Comunitaria de Castelar Sur, no. 5– fue detenida también por contrabando de droga. Un emergente es un emergente. Dos permiten postular una tendencia.
(https://realpolitik.com.ar/nota/35290/cambiemos--un-narco-deportado-timbrea-para-tagliaferro/, 5/11).
(https://www.infobae.com/sociedad/2018/08/27/detuvieron-con-diez-kilos-de-marihuana-a-una-empleada-del-municipio-de-moron/, 27/8; https://www.clarin.com/policiales/detuvieron-10-kilos-marihuana-empleada-municipio-moron_0_Bk6gLngwX.html, 26/8).
Tagliaferro tiene tres hijos con la gobernadora bonaerense Maria Eugenia Vidal, de quien se separó en marzo de 2016.
Otras formas de protección que las organizaciones criminales pueden ofrecerle al mundo de la política son los recursos económicos para sostener candidatxs, campañas, etc., y los recursos de la violencia para intimidar o eliminar adversarixs (Alberto Vannucci, “Il ‘Partito della mafia’ tra criminalità, política e corruzione in Italia”, Atlante delle mafie 2, p. 351). La intimidación y el asesinato mafioso no están ausentes de la vida pública argentina. A fines de octubre un empresario italiano de 46 años –que había desaparecido a mediados de ese mes– fue encontrado asesinado en un campo del partido de Zárate (https://www.clarin.com/policiales/matan-empresario-italiano-tiros-espalda-queman-cuerpo_0_UegqNT9Vl.html, 25/10) con todas las características de un ritual mafioso, que además de quitar la vida busca enviar un mensaje. Difícil descifrar cuál o a quién está dirigido. Pero cuatro balazos (en el pecho o en la espalda) para un cuerpo además calcinado y boca arriba son elementos que permiten conjeturar que no estamos apenas frente a un asesinato para saldar alguna cuenta, sino que nos enfrentamos a una muerte violenta que en general sucede cuando hay una lucha entre clanes. Este hombre, Vittorio Piva, había sido detenido en 2016 con dos paquetes de cocaína, pero la causa fue anulada por irregularidades en el procedimiento policial.
El año pasado La Nación informó que el presidente del club Juventus de Turín, Andrea Agnelli, fue suspendido por la Federación Italiana de fútbol, "por haber proporcionado entradas a hinchas violentos que tenían contacto con la mafia calabresa 'Ndrangheta" (https://www.lanacion.com.ar/2066272-juventus-andrea-agnelli-presidente-del-club-fue-suspendido-por-un-ano).
Andrea es hijo de Umberto Agnelli, quien fue el vicepresidente de la FIAT que en 1980 cedió a los Macri la franquicia argentina de FIAT, que fue manejada por el actual Presidente. El primo hermano de Andrea, Cristiano Rattazzi, es el actual presidente de FIAT Auto en la Argentina. Andrea Agnelli también fue citado por "una comisión antimafia del Parlamento italiano que investigaba posibles vínculos del crimen organizado con grupos de hinchas".
Moraleja
La forma de recolectar votos a la que me referí, que al fin y al cabo es una movilización forzada de consensos a través de ciertas figuras punteriles, condiciona el ejercicio del poder. Poder encerrado en una maraña tupida de relaciones y presiones ocultas que escapan al control democrático. Uno. Y dos: una de las características que les permitió a las asociaciones mafiosas perpetuar su cultura de la muerte es la tendencia al hermetismo, que se alimenta de la refuncionalización de prácticas tradicionales. Una de esas prácticas es la cultura de la violencia, otra la movilización de consensos. Y por más que el diario La Nación –una de las mediaciones más representativas del imperialismo en la Argentina, cuya línea editorial está pegada sin reparos a los posicionamientos políticos del gobierno de la Alianza Cambiemos, ya que hay un “contrato de lectura” explícito– nos quiera convencer de lo contrario, los emergentes de la vida pública demuestran otra cosa.
Carbone es calabrés y enseña en la Universidad Nacional de General Sarmiento/CONICET--------------------------------
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