Como el que superó la prueba de la blancura, del humor, de la risa, uno se vuelve mucho mejor de lo que era o estaba cuando empezó. Efectos de la catarsis, que le dicen. Luego de asombrarnos frente a pruebas que nos resultarían imposibles hacer, de cantar, aunque desentonemos, o de reírnos más de setenta u ochenta veces en un rato, el metabolismo se altera hacia el lado de los mejores afectos y eso determina que uno pueda mirar a los ojos de la difícil realidad con una disposición diferente y con mejores herramientas. Después de tres años y medio de convivir con un gobierno exaltador de la tristeza, hoy contamos con ciertos recursos útiles para reírnos de, con y por la llamada Revolución de la Alegría. Los invito a conocer algunos.
Re y Ro
Algo sucede en la Argentina. El irregular y temible ejército de las redes sociales, simbolizado en una aplicación, se hizo cargo del poder. El golpe virtual todo lo puede. Haciendo realidad lo que un poderoso empresario le habría respondido a un ex Presidente hace algunos años (“Puesto menor”), la asonada rebaja a la presidencia de la Nación a secretaría; a su vez, el Honorable Congreso pasa a ser el blog del nuevo país, que hasta su nombre cambia: en adelante @movistar argentina; Marcos Peña pierde su rango de jefe de gabinete y alcanza una posición distinta: community manager. Con videos de archivo, insoportablemente veraces, con música y canciones, Pedro Rosemblat y su personaje El Cadete y Martín Rechimuzzi como Randall López y La ministra Patricia, ponen en escena en el teatro ND una sofisticada muestra de humor político actual.
Proyecto Bisman toma su nombre de la declaración de una mujer, participante de una manifestación Pro Nisman. Cuando le preguntan por qué está allí, ella ensaya una retahíla de (anti) explicaciones, y divagues e incluso confunde el apellido del ex fiscal al que llama Bisman. Reproduciendo palabra por palabra, Rosemblat convierte al dislate en un poema bastante aceptable. Con algo de mitín partidario y con mucho de acto de participación colectiva, Rosenblat (cada vez mejor comediante, que años antes desarrolló otro personaje legendario: El Pibe Trosko) y Rechimuzzi (eficaz actor cómico y politólogo formado en la Universidad de Buenos Aires), los dos humoristas en radio y televisión on line hacen por un posible cambio más que muchos políticos porque, desde el escenario, aclaran y no oscurecen.
Ejemplos. El Cadete explica las tres etapas cruciales del macrismo. “Llegó al poder afirmando que Podés vivir mejor. Al poco tiempo, algo le empezó a molestar: Vivís demasiado bien. Y ya en su cuarto año de gestión lo que nos dice es: Agradece que estás vivo. La ministra Patricia, con andar vacilante, alardea con una Taser pero, como Randall, pierde un desafío. Propone a la concurrencia modificar la letra del Hit del verano (y ahora del otoño también, y promete ser el de las cuatro estaciones del año) por un más amigable Mauricio Macri, te queremos un montón pero el público que colma la sala, díscolo, saltea la sugerencia y responde con el original. El Cadete concluye: “Pasamos de pensar, Se van mañana a imaginar que No se van nunca más“. Y da la vuelta final a la tuerca: “Estamos aquí, nos cagamos de risa, pero tenemos que preguntarnos: ¿Cómo le ganamos a estos tipos?”. Con despilfarro de risas, esa es su tarea. El Cadete y Randall iluminan zonas oscuras, abren compuertas de esperanza y desde el humor se ponen a la cabeza de muchos dirigentes.
El temor del domingo a la tarde
Recuperando el clima de antiguas tradiciones barriales, mezclando el humor de balneario con los números vivos que animaban las funciones cinematográficas entre película y película y con el humilde y entrañable esplendor de los artistas de varieté, Pedro Saborido (coequiper de Diego Capusotto y autor de una rara y loca historia del peronismo) y varios socios (Horacio David, Marcelo Melingo y Florencia Pereiro) rescatan la esencia de la kermesse, un momento artístico en el que cualquier cosa podía ocurrir y en la que cada uno podía descubrir su cachito de bienestar.
La recorrida arranca con un circuito repleto de sorpresas. Un dúo de músicos (intérpretes de varios instrumentos) hacen standards de hot jazz. Hay un metegol, una mesa de ping pong para cruzarse con una experta y una pitonisa que nos advierte cómo nos irá en los próximos minutos. Nos irá bien, porque un actor (que además es counselor y arquitecto) se pone en modo Celestino y casas parejas del sexo que sean, porque hay un bar para reponer energías y porque ante nuestros ojos incrédulos el notable mago Marcelo Goobar nos rompe una ilusión tras otra, con su rutina de monedas doradas y barajas de póker.
La acción siguiente se desarrolla en la amplia sala Caras y Caretas de Sarmiento al 2000. Con la ajada voz del presentador de los sketchs de Capusotto, Saborido explica: “Es domingo y tu alma lo sabe”. El reloj ya superó las seis de la tarde y el convivio continúa. Saborido añade, como modo de definición de la tertulia: “Hamster de regocijo en uno de los peores momentos de la semana” o “Sifón de alegría para apagar la melancolía del domingo”. El que aparece primero para distanciarnos de ese malestar es el payaso Chacovachi, formado en la calle y en las plazas. "Llevo 40 años de profesión, haciendo lo mismo. Odio lo que es mi creación", ironiza y remata: "Así que imagínense lo que Dios piensa de todos nosotros". Una de sus rutinas consiste en dirigir a cinco o seis espectadores que hacen sonar botellas de vidrio. Con gestos simpáticos, algunos procaces, les va ordenando sonidos que aproximan a la Oda a la alegría, de Beethoven. Enseguida llegan los malabares de la payasa Maku. En su número cúlmine termina cabeza abajo, activando con miembros inferiores y superiores más de diez elementos al mismo tiempo, incluido un fueguito artificial sostenido sobre sus glúteos. Le sigue el popular y multifacético Julián Kartún, travestido en su personaje Caro Pardíaco, ahora convertido en influencer. Los muy reconocidos actores Osqui Guzmán y Leticia González de Lellis se lanzan a un torneo de improvisaciones y con sus repentizaciones llegan, incluso a la Casa Rosada, con el Presidente y su esposa. Los Bla Blá hacen humor sin palabras, pero cuando le agregan música, primero parodian a un grupo de músicos de flamenco y a la manera de la murga uruguaya cantan un tema que promete que “los mafiosos ya se van”. Femigangsta cierra con música, entre número y número, cantan y animan Virginia Garófalo y el pianista Martín Pavlovsky y se proyectan célebres cortos de humor en cámara rápida y en blanco y negro.
En otro momento central, Pedro Saborido entrevista a Miguel Rep por su nuevo y fabuloso (lo leí en pdf) libro Nacida para molestar, sobre Evita. Tras repasar algunas viñetas, Saborido admite: “Yo también hice un libro sobre el peronismo, Alejandro Grimson también, ahora el de Rep, pero vino la yegua y nos pasó el trapo a todos”. Rep se pregunta si cualquier mujer que se peine con rodete puede dar Evita y en medio de tan extraña digresión suma a su inquietud si también (Lilita) Carrió podría ser una de ellas. Responde Saborido: “La Carrió diría, dame un rodete y siete Rivotril y millonaré y seré volveres”.
El domingo 12 de mayo, y los dos siguientes domingos de mayo habrá nuevas Kermesses 2037, con distintas atracciones.
Argentinidad al palo
Desde distintas plataformas, generando enorme adhesión en las redes, a través del portal Revolución Popular, ahora con un lugar en el programa Sobredosis de TV (sábados a las 21 por C5N), El Sketch es un baluarte del humor incómodo, esa forma de risa que proviene del dolor. En este caso con inequívocos ingredientes argentos: es tan bizarro como suele serlo la realidad que, en tantas ocasiones, supera la mente de cualquier humorista. El equipo que lidera Guillermo Aquino (dramaturgo, autor de más de una decena de obras de teatro, entre ellas la exitosa Antisocial, actor, guionista) y que, entre otros, integran Lucía Iácono, Pablo Mir y Andrés Ciavaglia, se mete con muchos temas desafiando límites, sin levantar deditos aleccionadores y obteniendo la risa de sus muchos seguidores.
Algunas frases sueltas: ¿Juan Darthés está acusado de abuso? Uh, cuando se entere Adrián Suar. Otra: ¿Vos me estás diciendo que, mi novia, Jéssica Rosinski, es judía? ¿Querés que me convierta? ¿Ya mismo empiezo a seguir al rabino Bergman por Instagram? O, Natacha Jait mató a Nisman. En el boliche Esperanto. Primero lo mató y después le chupó la pija. Espero que no en ese orden.
El sábado 4 de mayo en Sobredosis de TV pusieron en el aire el sketch National Spoiler. Dos amigos discuten.
—Boludo, llegaron 9.000 pesos de luz.
—La pmqtp.
—¿Me estás insultando a mí o a la realidad?
—A vos que me spoileaste la factura.
—¿Qué decís? ¿Sabés cómo termina esto? ¡Que nos cortan la luz!
—Otra vez: te dije que no me gusta que me cuentes el final.
En otra situación, titulada Team Basura, alguien que se presenta como presidente de la patrulla vecinal (SubDivisión Residuos) persigue a un hombre que se lleva un calefactor, presuntamente en desuso, que encontró al lado de un contenedor de basura. Como quien se hace cargo de una alerta grave (‘Vienen por el agua’, ’Quieren nuestro petróleo’), el presidente dice: “Vienen de otros barrios para quedarse con la basura, vienen por la basura”. Cada sketch muestra con cuanta pertinencia Aquino y colaboradores convierten en situaciones reideras serias situaciones cotidianas. En esas ficciones verdaderas, también aluden a la reciente instalación en algunos puntos de la ciudad de los llamados contenedores inteligentes, antipobreza. Uno de los personajes promete: “En dos meses somos ministerio”. En uno más, llamado Amigo Segunda Marca, uno le cuestiona al otro: ”No te puedo seguir más el ritmo. Gasto lo que no tengo un sábado por seguirte a vos y el resto de la semana me la paso a arroz blanco”. Mientras el amigo poderoso persiste en su forma de vida (“Este fin de semana fui a Lolapallooza, al BAFICI”), el otro le presenta su solución. Consiguió un amigo segunda marca “que es como vos, pero mucho más barato”. El estilo de estos sketchs, por cierto, muy bien interpretados y excelentemente realizados, muestran aspectos criticables del ser argentino: individualismo, egoísmo, fanatismo, superficialidad, ignorancia, cobardía, materialismo, racismo. Los ponen en evidencia sin condena, los amplifican y gracias al humor hacen pensar y reír.
Llorar de la risa. Desmayarse de la risa. Hacerse encima de la risa. Reírse mucho puede tener el efecto de viajar en un cohete a la luna y la benéfica consecuencia de sanar temporalmente almas y mentes. Aparte de los mencionados en esta crónica hay muchos otros dadores de risas en este tiempo de vacas flacas (y carísimas) y de amarguras gordas.
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