Es jueves, al mediodía, y la humedad paraguaya invade soporíficamente el ambiente. El aeródromo de Arrayán en la ciudad de Areguá, a 18 kilómetros al este de Asunción, conocida como la Ciudad del Lago, tierra de la frutilla y la artesanía en barro, parece no esconder ningún secreto a la vista de desconocidos. Salvo para dos fiscales que irrumpen con una orden judicial y deciden entrar con una escolta de policías a un hangar privado, donde el calor se concentra de forma notable. Habían llegado hasta allí siguiendo una pista narco: la que vincula la ruta del Comando Vermelho (CV), y que une Paraguay con Bolivia y Brasil. No se asombraron de ver en el hangar aviones Cessna y otras aeronaves que suelen encontrar en sus allanamientos: Paraguay, después de todo, es un país de tránsito por excelencia para el narcotráfico, con más de 60 vuelos diarios.
Lo que impactó a los fiscales Marcelo Pecci y Alicia Sapriza fue encontrar, entre las nueve aeronaves, un helicóptero Robinson R-44 II con matrícula LV-GWK, estacionado en uno de los extremos. Estaba ploteado con el logo de la Policía Bonaerense y rezaba: “Escuela de vuelo. Ministerio de Seguridad, Buenos Aires, Provincia”. Las alarmas se encendieron rápidamente.
¿Qué hacía un helicóptero del Estado argentino en un depósito atribuido a los narcos paraguayos?
Según las primeras informaciones de la pesquisa local, el hangar sería una de las plataformas operativas del capo narco Jorge Teófilo Samudio, alias “Samura”, hoy prófugo. El centro es la marihuana, pero el transporte por avión está monopolizado por la cocaína, con llegada a Europa. La Unidad Especializada contra el Crimen Organizado del Paraguay sospecha que desde allí se habrían realizado vuelos para proveer drogas tanto a la gigantesca CV como a otra organización criminal brasileña conocida como Primer Comando Capital (PCC). Los fiscales abrieron la investigación cuando, hace diez días, fue hallado el cadáver de un piloto boliviano, ejecutado de un tiro en la cabeza.
Pero el escándalo entre los países limítrofes estalló cuando se comprobó que el dueño de la aeronave es Leonardo Spokojny, de la empresa Beech Flying SA (creada en 2001) y amigo personal del ex Presidente Mauricio Macri, cuya gestión había contratado sus servicios de forma ilegal —más allá de contratos públicos, una parte de la flota no estaba habilitada para volar— y bajo cifras millonarias.
“Lo de Spokojny no sorprende. Ya es una constante que ante un negocio que involucra al Estado se levante una baldosa y se encuentre un amigo de Macri salpicado en una maniobra turbia. No hay duda que los amigos de Macri se encuentran en todos lados, alevosamente. No existe negocio ni licitación en la que falten, y el caso de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, como concesionario de autopistas argentinas, fue el paroxismo de que hubo amigos tanto de acá como de afuera”, dijo a El Cohete una fuente que investiga la corrupción macrista en despachos judiciales.
Cultor del alto perfil, el empresario tiene una página propia (leonardospokojny.com) donde proclama una vasta experiencia en la prestación de servicios aéreos, bajo una flota de helicópteros de diferentes características “según la necesidad, la empresa que lidera ofrece distintos tipos de trabajo aéreo y transporte rápido, seguro y eficiente a exclusivos clientes de la Argentina y la región. También cuenta entre sus clientes al Estado Provincial y distintos Municipios”.
Hasta último momento, la fiscalía paraguaya no mandó ningún oficio al Ministerio de Seguridad argentino. Pero se cree que las actuaciones están al caer, en las próximas horas, por dos motivos centrales. Uno, es que Paraguay se encuentra en la órbita de la investigación judicial por narcotráfico y contrabando, y no es casual que en el último tiempo los allanamientos no sólo involucran al CV sino también a otras organizaciones latinoamericanas.
“Paraguay está en un momento tremendo y los aviones que trabajan para la falopa son miles y miles”, comentó un periodista avezado en el tema, para el cual el caso demostró algo evidente: el modelo del macrismo con sus amigos tiene un mismo modus operandi. Lo del helicóptero es similar a la causa de peajes, parques eólicos y las ventas de terrenos privilegiados: el negocio fue para un entorno cercano, íntimo a Macri, y con enormes desventajas para el Estado. Y las consecuencias saltan recién ahora, con costos altísimos.
El otro motivo es el escándalo diplomático que se originó por la muerte de dos niñas argentinas de 11 años en tierra guaraní, en un hecho ocurrido en septiembre durante un operativo contra la organización guerrillera Ejército del Pueblo Paraguayo. La Cancillería argentina demandó al gobierno paraguayo un urgente esclarecimiento, algo que aún no ha tenido resultados. Es posible —creen los investigadores— que la pesquisa sobre el helicóptero no pase desapercibida y entonces el gobierno paraguayo vuelque el tablero exigiendo una investigación a fondo.
Lo cierto es que los protagonistas principales —aunque no exclusivos— de la historia salieron a dar prontas explicaciones. Primero, el ex ministro y actual diputado Cristian Ritondo mostró documentos donde reconocía vínculo contractual entre el Ministerio de Seguridad durante su gestión y Beech Flying para el Operativo Sol en Mar del Plata entre 2017 y 2019, con una orden dirigida a Spokojny de quitar los ploteos al término del mismo. Luego, Sergio Berni dio una conferencia de prensa donde remarcó que Spokojny era un empresario cuestionado, sin relación actual con su gestión.
“Es cierto que este helicóptero prestó servicio en la provincia de Buenos Aires —declaró—. Es cierto que por sus servicios se le pagaron a la empresa más de 100 millones de pesos. Estamos hablando de un Robinson 44, un helicóptero de lo más precario que hay en el mercado. Es cierto que en esta empresa se contactaba y movilizaba también a la ex gobernadora Vidal”.
Y luego profundizó: “Lo que tenemos que aclarar es que no es un helicóptero de la provincia de Buenos Aires. Cuando el gobernador Kicillof se hizo cargo, tenía toda su flota completamente destruida y los aparatos en tierra. Ninguno volaba. Era más negocio contratar que tener sus propios aviones funcionando. El gobernador dio la orden de que se ponga toda la flota en funcionamiento y por eso hoy estamos volando con nuestros propios helicópteros”.
Desde su empresa Beech Flying, Spokojny se vio obligado a hablar y se desmarcó del hecho.
Dijo a la prensa que lamentó no haber sacado el ploteo de la Bonaerense.
Entonces, ¿por qué estaba el helicóptero en un hangar narco? No es que la nave se halló abandonada en un galpón de Lomas de Zamora: fue descubierta en la pista del tráfico de drogas, fuera del país.
El empresario enfatizó que a comienzos de 2019 la enviaron a reparar a Paraguay por los bajos costos. Y que quedó varada en el hangar ante problemas con la importación de los repuestos, por eso la referenció actualmente con faltantes de piezas fundamentales como el motor.
Ahora bien, ¿voló alguna vez desde que llegó a Paraguay? ¿Fue usada por los narcos?
La pregunta es compleja para los investigadores: se sabe que el registro de vuelos del narcotráfico elude cualquier control oficial. Sin embargo, por lo menos existe una irregularidad comprobada: Spokojny no debió haber mandado el helicóptero ploteado al exterior tras la orden de Ritondo. Y su lamento parece poco creíble, al transcurrir más de un año con el ploteo encima.
Más allá de la pista narco, lo que descubrió el equipo de Rodolfo Tailhade, diputado nacional del Frente de Todos, es que el derrotero de dicho helicóptero había sido irregular desde un principio. Se supo que la aeronave partió el 30 de marzo de 2019 desde Concordia hacia Paraguay y semanas después la Aduana presentó una denuncia en el juzgado número 1 del Fuero Penal Económico, a cargo de Ezequiel Berón de Astrada. En una inspección a los hangares de Aeroparque y San Fernando, los agentes encontraron 16 naves que habían ingresado ilegalmente al país.
“Entre ellas, había tres que eran propiedad de Beech Flying. Y una de las naves, sí, era el helicóptero LV-GWK, encontrado ahora en Paraguay. La pregunta que subyace, entonces, es: ¿cómo es posible que la Bonaerense de Vidal y Ritondo haya alquilado entre 2017 y 2019 un helicóptero ingresado de contrabando? ¿Se usó durante años una nave contrabandeada y nadie se dio cuenta?”, dice el periodista Fabricio Dietrich, habitual asesor de Tailhade en la investigación legislativa de negocios macristas.
La hipótesis apunta a que la nave podría haberse ocultado deliberadamente en el hangar privado de los narcos paraguayos. Se comprobó, además, que a raíz de su origen ilegal tenía orden de secuestro de la AFIP por su falta de nacionalización y deudas impositivas. Y todo bajo el conocimiento de su dueño, que antes había contado con la ayudita de sus amigos macristas a sabiendas que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) no había permitido su vuelo, pero ahora se ve gravemente implicado con la justicia paraguaya.
¿Cómo fue que el helicóptero, que tendría que haber sido secuestrado por la justicia ante la denuncia de la Aduana, siguió su curso hasta convertirse en la intriga de un aeródromo paraguayo? ¿Pudo haber sido comprado por los narcos, aprovechando la endeblez de papeles, para su tráfico privado?
Si a eso se le suman los antecedentes de Leonardo Spokojny, las piezas del rompecabezas parecen encajar notablemente.
Spokojny estuvo a cargo de los traslados personales en la campaña Macri 2015, y luego se le hizo un contrato por unos 100 millones de pesos por el uso de las naves. Eso incluyó sueldos de combustible y pilotos, pagados por el Ministerio de Seguridad Bonaerense, de acuerdo a un una denuncia existente en Asuntos Internos de la Bonaerense. Además, su flota fue la principal proveedora de viajes en helicóptero de custodia para la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, con más de $51 millones anuales.
No fue la única vez que el empresario había sido investigado. En 2018 intentó cruzar con su camioneta 4X4 desde Gualeguaychú a Uruguay. Durante una requisa le encontraron nueve obras de arte sin su correspondiente documentación, entre ellas pinturas del artista Benito Quinquela Martín como Recuerdo de la Boca.
El caso dio lugar a una causa penal investigada por la fiscal Josefina Minatta. La fiscala buscó antecedentes del empresario y logró obtener las facturas a través de las cuales el empresario sostenía haber comprado las pinturas. Le llamó la atención que la facturación correspondía a una galería de arte y parecía valuada en poco dinero. Cuando se disponía a profundizar la pesquisa, notó que no iba a poder avanzar.
La legislación para atravesar las fronteras con bienes culturales había cambiado como parte del decreto ómnibus 27 sancionado por el Presidente Mauricio Macri en enero de ese 2018. Spokojny no había presentado las declaraciones juradas. Pero el cambio de disposición modificaba de inmediato la situación de su causa. Aquello que podía haberse investigado en el contexto de una causa penal, pasó a convertirse sólo en una infracción: Spokojny presentó, finalmente, las declaraciones juradas y el juez federal Pablo Sero resolvió remitir las actuaciones a la Aduana donde lo esperaba sólo el pago de una multa.
Con varios juicios ejecutivos por falta de pago en la justicia porteña, Leo Spokojny figura actualmente como socio de varias empresas: Hangares Porteños SA, Buya SA, Sales Master SRL, Conspo SA, Lámparas del Sur SA, Bertylo SA, Pregrino III SRL, Recipet Internacional SA y Trintel SA. Y el panorama actual de la empresa Beech Flying está en caída libre: de una empresa que se benefició a con contratos del Estado a un presente estrepitoso con pasivos millonarios.
Según información oficial, registra una deuda con acreedores cercana a los 4 millones de pesos, así como también cheques rechazados por más de 7 millones. Eso se desprende de un informe reciente de la Central de Deudores del Sistema Financiero del Banco Central (BCRA), donde la firma del empresario tiene un pasivo con Garantizar SGR, una entidad financiera que tiene como objetivo principal facilitar el acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas (PyMES). Ante el no pago de la deuda, el Banco Central calificó al pasivo como "irrecuperable", una de las peores calificaciones crediticias que otorga la entidad monetaria. Y eso que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta le paga casi un millón de pesos por mes por el alquiler de un inmueble ubicado en Juan Carlos Gómez y Los Patos, que figura a nombre de su empresa Conspo SA.
La impunidad del amigo personal de Macri —como él mismo admitió públicamente con orgullo— parece desmoronarse. Su familia también es cercana: de hecho, su hijo Joaquín fue uno de los secretarios privados full time de Macri y el encargado del manejo de la flota de helicópteros durante la campaña presidencial de 2014 y 2015. Leo Spokojny tiene diez ingresos a la oficina privada del ex Presidente en Casa Rosada, entre 2016 y 2019.
Por lo pronto, los últimos movimientos de la fiscalía paraguaya consistieron en incautar documentos donde comprobaron que el helicóptero de Spokojny no cuenta con permiso de permanencia en Paraguay. Lo secuestraron, poniéndolo a cargo de la Policía Nacional, y se espera el resultado de un peritaje que detecta partículas de cocaína y marihuana. Fuentes de la investigación dijeron a El Cohete que es posible que los fiscales investiguen el entorno de Mauricio Macri en Paraguay y de sus amistades con familiares del ex presidente de Paraguay Horacio Cartes, acusado de contrabando y narcotráfico en su país.
Mientras tanto la figura de Spokojny, refulgente de éxito en el pasado, sale de su cueva. Y ahora se ve seriamente comprometida con el helicóptero ploteado de una fuerza estatal, sospechado de ser usado para espurios negocios privados.
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