LA LÓGICA DE LOS SUICIDAS
El Presidente debe definir con quién quiere gobernar
Las cifras de contagios de coronavirus crecen en forma alarmante y la saturación de camas críticas y del personal adiestrado en terapia intensiva está peor que nunca. La única diferencia es que el problema se desplaza de Capital y el Conurbano hacia las provincias, donde los recursos son exponencialmente menores, las políticas de aislamiento más ineficaces y en varias se llegó hace semanas al límite admisible. La política de prevención de comienzos de año fue de las más exitosas, pero en la mitad del río se impuso la lógica suicida de los sectores económicos a los que la muerte de los semejantes les importa poco. Hoy los llamados al aislamiento son cada vez más ineficaces y el rumbo se parece a El camino hacia la muerte del viejo Reales.
Un hecho sobresaliente de la semana fue la decisión del juez que tiene a su cargo el desalojo de la toma de tierras en Guernica de conceder la prórroga solicitada por el gobierno provincial, para continuar la negociación en la búsqueda de una solución mediada del problema. La definición despejó la angustia de un desalojo inminente, que siempre conlleva riesgos represivos para la población más desprotegida. Cuando la voluntad política busca solucionar los conflictos, estos finalmente terminan por canalizarse.
En la semana se conocieron las cifras oficiales de la pobreza, que rebasa el 40 por ciento, y de indigencia, arriba del 10 por ciento, agravadas por la imposibilidad del acceso a la tierra tanto urbana como rural. Con esos datos en la mano, no es extraño que Axel Kicillof haya convertido el tema en una cuestión de Estado y lance un ambicioso proyecto para solucionar el drama de la vivienda en el AMBA. Son suaves rasgos de la respuesta a la crisis heredada y potenciada por la pandemia, que llegan para quedarse.
Por favor, ¡basta!
El botón rojo es una reivindicación de los trabajadores, porque los muertos son mayoría en las clases populares y los contagios en los lugares de trabajo, sistemáticamente ocultados, van en progresión creciente. El maltrato al personal que arriesga su vida atendiendo a pacientes con coronavirus es un hecho impropio del reclamo de humanidad que está a la orden del día. Personajes nefastos de la política, sin distinción de partido, se muestran en su verdadera esencia en el trato que dan a las reivindicaciones del personal de salud.
Distintos sectores que representan a profesionales de la salud realizaron acciones de visibilización del conflicto que sostienen con el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, para que los reconozca como trabajadores profesionales y actualice el salario a todo el personal de enfermería que hoy cobra miserias en los hospitales porteños.
ATE Capital concentró en cada uno de los hospitales, en una “Jornada de Lucha” con carteles y cortes de calle: “Lxs Trabajadorxs de Salud y Áreas Esenciales junto con integrantes de la Mesa de Salud y Legisladores convocamos a esa Jornada para repudiar la represión sucedida la semana pasada y reclamar por nuestros derechos, centralmente el pase a la Carrera Profesional de Salud y recomposición salarial. Reclamamos además un Bono de Emergencia, Comités de Crisis y pase a Planta Permanente”.
Simultáneamente una actividad transversal de entidades de la salud, donde resultaron mayoría trabajadores autoconvocados, se reunió en el centro de la CABA. Las entidades que representan a los trabajadores de la salud de los hospitales porteños se movilizaron desde el Congreso hacia Plaza de Mayo y la Legislatura porteña, en el marco de un paro de actividades, con apoyo de diversas organizaciones sociales y gremiales.
De la convocatoria participaron el Sindicato de la Salud Privada, la Federación de Profesionales de la Salud (Fesprosa), la Asociación de Licenciados de Enfermería (ALE), algunas comisiones internas de hospitales de la Ciudad y el sindicato de trabajadores de Osplad, la obra social de los docentes.
Quién pone el cascabel
Tanto a nivel nacional como provincial, el punto de partida oficial de la paritaria estatal es insuficiente. No prevé recuperar la pérdida del gobierno de Macri & Vidal, y tampoco asegura siquiera empardarle a la inflación de este año. Esta cuestión erosiona a un amplio sector del sindicalismo de lo más activo en la resistencia al macrismo, como docentes y estatales, que además entienden que en política los gestos acreditan respuestas. La rémora en desplazar funcionarios macristas en cargos que no les corresponden por ser puestos políticos, sumada a la impotencia para llevar adelante el cobro del impuesto a las grandes fortunas, tensan las fidelidades y demandan definiciones políticas que marquen el nuevo rumbo. No alcanza con afirmar que con Macri estaríamos mucho peor, cosa que nadie discute: lo que se impone es definir más claramente con qué política se podrá revertir la concentración, la fuga y las responsabilidades del enemigo político.
Entre las primeras señales para construir un protagonista social que enfrente al poder concentrado, se realizó un encuentro virtual con representantes de todo el país donde se constituyó la “alianza por el trabajo y la producción”. La iniciativa partió de la Corriente Federal de la CGT y de la CTA de los Trabajadores. Héctor el “Gringo” Amichetti y Hugo Yasky fueron los anfitriones y quienes le dieron el puntapié inicial tras el saludo de rigor de los funcionarios nacionales presentes.
En un escenario primereado en los últimos meses por una oposición destemplada, insultante, que ataca en todos los terrenos, incluido el domicilio del ex presidente de la Corte Suprema mientras su sucesor en la clandestinidad iba a recibir instrucciones del ex Presidente; con un Congreso convulsionado funcionando en modo “película”, el Ejecutivo lanzado a dar anuncios que buscan calmar a “los mercados” y los grandes grupos jugados a la guerra, al menos un sector comprometido se dispone a dar la pelea que las circunstancias reclaman.
Un espacio con volumen
Según el sitio especializado Gestión Sindical, “el Fresimona organizó un segundo encuentro virtual con 60 gremios, donde Camioneros y Smata encabezaron la presentación del ‘Plan de Desarrollo Humano Integral’”, motorizado por el dirigente social Juan Grabois.
Más allá del motivo puntual de la reunión, la movida mostró la vitalidad del espacio conducido por Pablo Moyano de cara al escenario sindical de la post pandemia y, sobre todo, a las postergadas elecciones de la CGT, que finalmente tendrán lugar el año que viene.
“El plan impulsa una articulación integral entre gobierno, trabajadores, movimientos sociales y la iglesia católica en base a un gran acuerdo para el crecimiento de la Nación, con miras a una patria justa, libre y soberana”, explicaron desde el Frente Sindical mediante un comunicado.
El bancario Sergio Palazzo también integra el Fresimona, y junto a otros dirigentes como Hugo Yasky (CTA), Daniel Yofra (Aceiteros) y Ricardo Pignanelli (Smata) vienen cuestionando la legitimidad de la desgastada dupla que encabeza la CGT. Desde el entorno de Pablo Moyano grafican que “cada día se acercan más gremios”, en alusión a las últimas fotos resonantes del líder con Jorge García, el nuevo titular del Sindicato de Peones de Taxis, y con Emiliano Genta, miembro de peso del Consejo Directivo del numeroso gremio de los municipales porteños.
Periodismo en la trinchera
Los periodistas, víctimas de miles de despidos y de la destrucción de sus empleos en los últimos años, tienen mucho para decir en la frontera de los derechos. Agustín Lecchi, secretario gremial del sindicato de prensa porteño, señaló: “Los pésimos salarios en Prensa son consecuencia del ajuste de las empresas, pero también de los acuerdos que la Utpba firma en forma inconsulta a espaldas de las y los trabajadores. Todos los años son los peores acuerdos del movimiento sindical argentino. Hoy SiPreBA cuenta con comisiones internas en todos los medios de comunicación de Buenos Aires. Además de la convocatoria que esta vez recibimos para concurrir a audiencias con la cámara por parte del ministerio —que es muy importante y representa un avance—, necesitamos que se reconozca al SiPreBA en las paritarias, para que delegados paritarios de cada asamblea de las redacciones puedan discutir su salario.”
“Fatpren demostró a nivel nacional que con planes de lucha, plenarios y asambleas, se pelea en mejores condiciones y se consiguen resultados concretos. Los aumentos que obtuvimos empresa por empresa durante la pandemia son consecuencia de la lucha del SiPreBA y de cada asamblea, pero necesitamos una paritaria para toda la actividad con los verdaderos representantes de los trabajadores para recomponer nuestros salarios”, concluyó el dirigente del gremio periodístico.
Luego de casi tres años se reanudaron las negociaciones colectivas en la empresa Télam, comandadas por el sindicato reconocido para tal efecto (Sitrapren). Ello permitió avanzar en la reparación salarial producto de las distorsiones generadas en los últimos años por la decisión política de que no existieran paritarias. El acuerdo es un importante avance producto de la lucha continuada del colectivo de trabajadores, que contempla una mayoría importante de trabajadores agrupados en el SiPreBA. El acuerdo es de un incremento del 30 por ciento para el período 2018 y del 28 por ciento correspondiente al 2019. Además, se fijó un incremento del 21,02 por ciento sobre otros conceptos a partir del 1° de octubre de 2020 y absorbiendo las sumas otorgadas a cuenta de aumentos. La semana próxima se tratará la paritaria 2020.
El espejo en los límites
La contradicción entre las decisiones políticas del gobierno de Alberto Fernández y la brutal resistencia opositora toma cuerpo en la guapeada del presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, quien asume la defensa irrestricta de Macri y sus derivados, y amenaza con mantener el statu quo de la justicia del lawfare, orientando la nave hacia un cercano conflicto de poderes. El Poder Judicial se está transformando en el primer escollo que deberá enfrentar la política para recuperar un rumbo económico que recree la esperanza de las mayorías. Sacrificios sin épica, lucha sin enemigo definido, es más un búmeran que una estrategia. La pandemia agobia y la cuarentena aísla: lo único que unifica es la convocatoria a la acción con una clara definición de lo que se tiene que enfrentar.
En Chubut se vive en un estado de crisis permanente, con movilizaciones y protestas que no amainaron pese al cambio de gobierno en la Casa Rosada. Al tiempo, se verifican los niveles más altos de crecimiento de la pobreza. En el segundo semestre de 2016 había poco más de 72.000 pobres y algo más de 8.000 indigentes y en la actualidad la cantidad de pobres se incrementó en un 93 por ciento y la de indigentes en 200 por ciento, en tan sólo cuatro años. Este es el horizonte posible si la política queda librada a su dinámica interna. Se verifica una deuda de tres meses de sueldos y el medio aguinaldo de julio en el pico de una pandemia en ascenso y con un sistema sanitario de alta complejidad al límite. Las movilizaciones se suceden semanalmente. Chubut espera un auxilio extraordinario o una intervención nacional que ponga coto a tanta incertidumbre colectiva.
Las migas del banquete
La Argentina no es ni de lejos el país más dañado por la peste. Es seguramente uno de los que en peores condiciones estaba cuando empezó la pandemia, pero eso a la hora de definirlo en política poco importa, porque los que gobernaron hasta ayer lo ignoran y prometen volver mañana. Es hora de dejar de lamentarnos por su falta de valores, su compulsión golpista y desestabilizadora, por sus mentiras, y preguntarnos si alguna vez fueron distintos, si los poderosos de nuestro país tuvieron rasgos de solidaridad en alguna etapa de la historia. Asistimos a un final de época y estamos disputando el sentido del futuro. Los colectivos de los trabajadores reconocidos en las mesas de negociaciones salariales padecen las mismas realidades: pérdidas salariales acumuladas por cuatro años consecutivos que rondan los 40 puntos porcentuales para los empleados públicos nacionales y provinciales, y dispersión en el sector privado entre quienes mantuvieron el poder adquisitivo y los que perdieron significativamente. ¿Con qué formula se puede pedir esfuerzo a los que trabajan, si al mismo tiempo los ganadores de la fuga y endeudamiento no quieren contribuir con un aporte único para paliar la crisis?
Los anuncios económicos aparecen como una respuesta a la presión sobre el tipo de cambio, intentando un acuerdo con un sector de los exportadores. Si el gobierno lo logra, puede aparecer una breve tregua que afloje las tensiones. Los problemas que acarreó la pandemia se sumaron a los que dejó el macrismo y los trabajadores organizados incrementan las protestas callejeras y acuden a paros parciales por cuestiones salariales, falta de pago de los sueldos o asesinatos de colectiveros que paraliza el transporte en la zona oeste. El estado de gracia que otorga el comienzo de una gestión ya pasó y el acto virtual del 17 de octubre puede ser el momento del lanzamiento de una convocatoria que permita frenar la ofensiva golpista de la derecha destemplada. Las respuestas que dan el gobernador de Buenos Aires y el directorio de Télam en la paritaria son antagónicas con las de los gobernadores conservadores de Mendoza, Jujuy, Córdoba o Chubut. O se recomponen derechos o se profundiza la represión: el Presidente tendrá que definir el rumbo. No se puede gobernar con todos al mismo tiempo.
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