La historia nos juzgará

 

El genocidio perpetrado por Israel en los territorios palestinos, con el firme apoyo de los Estados Unidos y otras potencias occidentales (Reino Unido, Alemania, entre otras) ha generado importantes movidas diplomáticas durante la semana, tanto en las Naciones Unidas como en la Unión Europea. Ambas han emitido el viernes declaraciones conjuntas con respecto a la guerra en esa región.

La resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, propuesta por Jordania en representación de los países árabes, ha sido rechazada tajantemente por el embajador de Israel ante este organismo, Gilad Erdan, quien ha señalado que ese día pasará a la infamia. “Todos hemos sido testigos de que la ONU ya no tiene ni un ápice de legitimidad o relevancia. ¡Qué vergüenza! Israel seguirá defendiéndose para garantizar su futuro y existencia como Estado, librando al mundo de la maldad de Hamás para que nunca pueda volver a amenazar a nadie. Lo sucedido en la Asamblea General fue un hecho podrido y miserable”.

Las relaciones con ese organismo son tan tensas que el gobierno israelí ha pedido la renuncia de su secretario general, y ha anunciado que negará visados a funcionarios de Naciones Unidas. Ello debido a que, al condenar tajantemente el atentado por parte de Hamas a ciudadanos civiles israelíes el pasado 7 de octubre, Guterres dijo también que estos “no venían de la nada” y señaló que el pueblo palestino había sido sometido a 56 años de ocupación asfixiante, y visto sus tierras constantemente devoradas por los asentamientos y plagadas de violencia.

Guterres se ha mantenido firme en su posición y el jueves, horas después de que el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, general de brigada Daniel Hagari, anunciara la expansión de maniobras terrestres en la Franja de Gaza, escribió en su cuenta X (antes Twitter) que el sistema humanitario en Gaza se enfrenta a un colapso total con consecuencias inimaginables para más de 2 millones de civiles. Las necesidades son cada vez más críticas y colosales. Se debe permitir que los alimentos, el agua, las medicinas y el combustible lleguen a todos los civiles de forma rápida, segura y a gran escala. Asimismo, reiteró su llamado a un alto el fuego humanitario en el Medio Oriente, a la liberación incondicional de todos los rehenes y a la entrega de suministros vitales en la cantidad necesaria. “Todos deben asumir sus responsabilidades. Este es un momento de definiciones. La historia nos juzgará a todos”, señaló.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha informado que Gaza ha perdido todo contacto con el mundo exterior, debido a que las líneas telefónicas, internet y las redes móviles han sido cortadas, mientras Israel realiza grandes bombardeos. Los ataques israelíes a los territorios palestinos han matado desde el 7 de octubre a 7.326 personas en Gaza, incluidos 3.038 niños, El atentado perpetrado por Hamás contra la población civil israelí ocasionó 1.400 muertes y el secuestro de 220 ciudadanos de ese país.

 

Israel en las Naciones Unidas

Esta semana el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no pudo aprobar, nuevamente, dos proyectos de resolución presentados por Estados Unidos y por Rusia para detener los ataques israelíes contra Gaza. Por un lado, una resolución propuesta por Estados Unidos pedía una “pausa” en los ataques para permitir la entrega de ayuda humanitaria. Rusia y China vetaron la propuesta. A su vez, una resolución alternativa impulsada por Rusia que pedía un alto el fuego inmediato tampoco fue aprobada y fue vetada por Estados Unidos y el Reino Unido.

Como el Consejo de Seguridad no logró ninguna resolución, en un contexto de asfixia de la población civil en Gaza, se convocó a una asamblea general extraordinaria que aprobó un proyecto de resolución liderado por Jordania, en nombre del grupo de países árabes, con 120 a favor, 14 en contra y 45 abstenciones. En la región, sólo Paraguay y Guatemala votaron en contra, en tanto Uruguay, Panamá y Haití se abstuvieron.

El documento pide la liberación incondicional de todos los civiles cautivos. Asimismo, una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida; la exigencia de que todas las partes cumplan el derecho internacional humanitario y de que se proporcionen suministros y servicios esenciales a la Franja de Gaza de forma “continua, suficiente y sin obstáculos”.

Además, se exige seguridad, bienestar y trato humano de acuerdo con el derecho internacional y rechaza el traslado forzoso de la población civil palestina.

En el texto de la resolución no hay una condena explícita a Hamás, por lo que Canadá, en coordinación con Israel y Estados Unidos, propuso una enmienda que “rechaza y condena inequívocamente los atentados terroristas perpetrados por Hamás” en Israel que se produjeron a partir del 7 de octubre y la toma de rehenes. Como corresponde a las reglas, la enmienda también fue sometida a votación, y obtuvo 88 votos a favor, 55 en contra y 23 abstenciones. No fue adoptada porque no obtuvo dos tercios de los votos necesarios.

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, hizo un llamamiento a Estados Unidos para que trabaje por la paz y la seguridad y no por la guerra contra personas, mujeres y niños, afirmando que “en lugar de enviar cohetes, tanques y bombas para que se utilicen contra Gaza, debería dejar de apoyar el genocidio en Gaza y Palestina”.

Advirtió a las autoridades estadounidenses que “gestionan ahora el genocidio en Palestina”: “No acogemos con satisfacción la expansión de la guerra en la región”, pero observó que, “si continúa el genocidio en Gaza, no se librarán de este fuego”.

 

Las diferencias en la Unión Europea

Mientras ocurrían estos desacuerdos en las Naciones Unidas, en Lisboa tenía lugar una cumbre en la que debían unificarse las posiciones divididas en esa región. Los une el haber condenado tajantemente los ataques de Hamás. Sin embargo, evalúan de formas distintas la respuesta de Israel.

Es así que en la declaración de la cumbre de los líderes de gobierno de la Unión Europea, estos pidieron tibiamente una “pausa humanitaria” de los bombardeos israelíes en Gaza, pero no un alto el fuego. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reafirmó el apoyo de la Unión Europea a Israel, alegando que dicho país tiene derecho a la autodefensa conforme al derecho internacional, y responsabilizó a la organización Hamás de provocar la crisis humanitaria en Gaza.

Los comentarios de von der Leyen tuvieron lugar a pesar de que la directora de la organización Human Rights Watch, Tirana Hassan, condenara tanto a Hamás como a Israel por atacar a civiles inocentes durante su presentación ante la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. Hassan les comentó que “no se puede aniquilar a familias enteras, hacer colapsar a un sistema sanitario, arrasar vecindarios enteros, referirse a las personas como animales. No se puede castigar a toda una población al impedir que la ayuda llegue a quienes la necesitan con desesperación. El derecho internacional humanitario es claro: las atrocidades que se cometen de un bando no justifican las atrocidades que se cometen del otro bando”.

Pero nada de esto ayudó para que la Unión Europea tuviera una voz única en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Así, de los 27 miembros de la Unión Europea, siete (Francia, España, Bélgica, Irlanda, Portugal, Liechtenstein y Noruega) aprobaron la resolución de las Naciones Unidas. El embajador de Francia, Nicolas de Rivière, declaró que su delegación votó a favor, ya que “nada justifica la matanza de civiles”. El Presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ya había pedido anteriormente un alto el fuego humanitario inmediato y no estaba de acuerdo con la tibia pausa humanitaria.

Sin embargo, otros países, como Alemania, que ha respaldado estrechamente a Israel tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, han expresado su preocupación por que un alto el fuego vulnere el derecho de Israel a la autodefensa. El canciller Olaf Scholz dijo que no tenía “ninguna duda” de que el Ejército israelí respetaría el derecho internacional. De allí que la declaración conjunta de la Cumbre Europea no fuera respetada por todos los miembros.

El asedio histórico contra la población palestina y el irrespeto de Israel por dar cumplimiento a las múltiples resoluciones de las Naciones Unidas le ha hecho perder los papeles en su enfrentamiento con ese organismo. La ONU dispone los informes que presentan las misiones presentes en la Franja de Gaza que reportan in situ. El director de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina, Philippe Lazzarini, ha advertido que las operaciones de la agencia a su cargo están colapsando y que la población de Gaza está pasando hambre. Ha señalado que el asedio de Israel constituye un “castigo colectivo” a más de dos millones de personas, la mayoría de las cuales son mujeres y niños. Y ha dicho también que los escasos 84 camiones de ayuda humanitaria que Israel ha permitido hasta el momento ingresar a Gaza son totalmente inadecuados para atender las necesidades de la población y que no son más que migajas. En las últimas tres semanas han muerto 27 funcionarios de la ONU.

La guerra se ha ensañado también con la prensa. El Comité para la Protección de los Periodistas informa que al menos 27 periodistas han muerto en Israel y Palestina desde el 7 de octubre. Cuatro de los fallecidos eran israelíes, uno libanés y 22 palestinos.

A pesar de que la vieja institucionalidad de la ONU no tiene actualmente capacidad real para detener el conflicto, es la única entidad en la que los gobiernos de todo el mundo pueden expresar su visión política de igual a igual. La resolución aprobada el viernes en la asamblea general no tiene carácter vinculante, pero sí una importancia política en la que se observa un aislamiento creciente de Israel, Estados Unidos y algunos países europeos. La votación de los países emergentes y en desarrollo tiende a ser más soberana. Y digna. Pero el daño está hecho y será difícil detener la espiral del dolor y la venganza frente a un gobierno que está cometiendo un genocidio.

 

 

 

 

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