La guerra no será filmada
Cine que reflexiona sobre el hombre como lobo del hombre
En este 2018 se cumplirán cien años del fin de la Primera Guerra Mundial. No faltarán entonces las revisiones y listas de películas acerca de este episodio tremendamente sangriento, acaso eclipsado en su gravedad por la Segunda Guerra.
Llama la atención las pocas ocasiones en las que se citan películas acerca del frente alpino, allí en donde se enfrentaron austrohúngaros e italianos en un insólito escenario bélico que incluyó trincheras en altura, avalanchas de nieve y ataques de esquiadores. Y es que películas hubo pocas, apenas un puñado, seguramente porque el posterior derrumbe del Imperio Austrohúngaro y el exiguo botín de guerra italiano no dejó lugar para las odas bélicas en pantalla grande.
Basada en el libro testimonial de Emilio Lussu, dirigida por el afanoso Francesco Rosi y protagonizada por Gian Maria Volonté (para mayor referencia, el binomio de la mucho más famosa Cristo se detuvo en Eboli), Hombres contra la guerra es una formidable exposición de las desastrosas condiciones en las que los soldados italianos debían atacar una y otra vez las fortificaciones enemigas. Conscientes de que son conducidos hacia una muerte segura, no tardarán en aparecer las deserciones y los cuestionamientos a un alto mando que a la hora de ejecutar sumariamente a sus propios soldados demostrará una eficiencia de la que carece para atacar al enemigo. Aunque dicho esto el lector inevitablemente recuerde películas mucho más conocidas como La patrulla infernal de Stanley Kubrick, muy similar en esta misma veta pacifista del cine bélico, Hombres contra la guerra aporta valiosos elementos para comprender algunos aspectos de la Gran Guerra.
El alto mando está representado por el General Leone (Alain Cuny), militar torpe y arrogante que insiste en ataques prácticamente suicidas. En la escena más recordada de la película pone en práctica el uso de la “coraza Fazzina”, una especie de armadura que más se parece a un termo gigante y que sólo hará que la muerte de los desdichados voluntarios sea aún más grotesca. Ya en el límite del absurdo, serán los mismos soldados austrohúngaros los que rueguen a los italianos que dejen de exponerse a una muerte segura. Tal será el odio que despierte entre los soldados cercanos al sensible Tenente Ottolenghi, que ellos mismos intentarán ponerlo en la mira de los francotiradores enemigos.
Francesco Rosi sostiene que para los combatientes del frente alpino el enemigo más temible estaba en las propias filas italianas, y deja deslizar que el desprecio por la vida de estos muchachos debe explicarse en gran parte por la enorme distancia que había entre la aristocracia militar y la soldadesca. Se trató de una guerra con ricos en el mando y pobres muriendo en tierra de nadie.
Aunque la película se realizó casi cincuenta años después de la Gran Guerra, las escenas debieron rodarse en la Yugoslavia del mariscal Tito. Evidentemente en los cuarteles italianos todavía habría unos cuantos Generales Leone activos, que incluso fueron capaces de entorpecer el estreno de la película. Suerte muy parecida a la que corrió en Francia la ya citada La patrulla infernal y, según cuenta la leyenda, en nuestros pagos La Patagonia rebelde.
Aquí la película completa, subtitulada en castellano.
Aquí una rara entrevista con el director Francesco Rosi, en italiano.
FICHA TÉCNICA
Título original Uomini contro / Año 1970 / Duración 101 min. / País Italia / Dirección Francesco Rosi / Guión: Tonino Guerra (de la novela de Emilio Lussu) / Música: Piero Piccioni / Fotografía: Pasqualino De Santis / Reparto: Gian Maria Volonté, Alain Cuny, Mark Frechette
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