La fábula de la puja

 

El 5 de junio último, el gobierno nacional estableció mediante una resolución el nuevo precio para el gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que en la práctica es el boca de pozo, y que se cargará a las facturas a partir de junio: 3,30 U$/MMBTU (123,21 U$/MMBTU) (valor pleno para los usuarios de consumos N1, que al cambio oficial resultó en 107,03 $/m3).

El comunicado indica que, a fin de garantizar un suministro de gas sostenible y equitativo para todos los usuarios, evitar el desabastecimiento y asegurar la viabilidad económica del sector energético, el gobierno fijó los nuevos valores de producción de gas que se trasladarán a los usuarios. E indica que dicho traslado se realizará, para los usuarios residenciales y los sectores productivos (comercios e industrias), a 3,30 U$/MMBTU, según distribuidora.

Esto introduce una plataforma para los próximos meses haciendo bajar el ilegal y falso precio determinado en abril por la Secretaría de Energía, de 4,43 U$/MMBTU, indicado en la resolución de “Estimación precios PIST. Planes gas ar. Demanda prioritaria” para el invierno, que hubiera provocado más estragos a millones de usuarios y miles de pymes.

El nuevo valor de 3,30 U$/MMBTU aplicable desde junio aparece como si fuera un precio atractivo para los usuarios. Sin embargo, el tema resulta controvertido dado que el nuevo valor es ajustable mes a mes con el valor del cambio oficial, como lo indica la resolución 456/24 del 28 de mayo. Así, en el mes de julio dicho valor puede subir, según cómo se defina dicho cambio oficial. Ante una posible y probable devaluación (se habla de un 30%), el precio del gas estaría entonces por encima del precio del terror de 4,43 U$/MMBTU.

En la nota del 5 de mayo (Los precios ilegítimos del gas) decíamos: “Sería correcto y beneficioso eliminar la diferencia de precios verano/invierno, hoy sin fundamentos en la Argentina, dada la sobreoferta del gas no convencional”. Enhorabuena el comunicado de la Secretaría de Energía del 5 de junio elimina esa diferencia, estableciendo así una tarifa plana, que permite una mayor transparencia de los precios. No se sabe si se volverá a los anacrónicos factores de rebajas y subas. Estimamos que la suspensión de la aplicación del decreto 41/24 no implica la caducidad del mismo. Dicho decreto contiene maniobras graves de los tarifarios de gas. Solo para dar un ejemplo: de abril a diciembre de 2024 la aplicación de factores de disminución de precios al periodo de estiaje (abril, octubre, noviembre y diciembre), con un volumen medio de 20 MM m3/d al precio de 2,89 U$/MMBTU, equilibrado con el invierno (mayo/septiembre), con una media de 65 MM m3/d y un precio de 4,43 U$/MMBTU, determinaba por esta razón de volúmenes distintos que dicho equilibrio era falso y posibilitaba una recaudación adicional para las productoras de 265 MM U$ en detrimento de los usuarios.

Es esperable que la Secretaría de Energía asuma la decisión de promover precios del gas a la baja siguiendo el comportamiento dado por la referencia de mercado del gas natural mundial en Henry Hub, Estados Unidos. La misma se halla en una media de los últimos dos años de 2,50 U$/MMBTU, precio al que resulta necesario tender para poder vender en el mercado regional y mundial. Los mismos se hallan en torno a un 66% del costo medio (break even price) de1,50 U$/MMBTU (55.5U $/Mm3), lo que implica un valor aceptable para cubrir la renta financiera y empresaria. Estos precios como materia prima le permitieron a Estados Unidos en pocos años ser el mayor exportador del Gas Natural Licuado ( GNL) en el mundo. Se trata de valores a los que debería mirar la Argentina para ser exportadora y competir en el mercado mundial. ¿Podrá?

Los usuarios residenciales, pymes, GNC, GNL e industria esperan del fenomenal potencial de Vaca Muerta y otros yacimientos también dichos precios. Para que esto suceda, mientras más volumen aporte el consumo interno mejores condiciones se van a ir dando para una adecuada explotación integral del gas argentino. YPF planea cuadruplicar en cuatro años la producción de gas y crudo no convencional. Cabe la pregunta sobre cuánto de esa producción está dispuesto a promover el Estado para que sea absorbida por el mercado interno y cuáles serán los volúmenes exportables.

Bahía Blanca posee una rica historia de emprendimientos de gas y petróleo, dando legitimidad a la ubicación allí de la promocionada planta de licuefacción de YPF-Petronas. También cabe abrir la alternativa del Golfo de San Matías, así como el legitimo reclamo de Río Negro para un puerto de inflamables y producciones complementarias de materia prima y la localización de plantas petroquímicas, en especial fertilizantes.

En resumen, volviendo el precio PIST propuesto por la Secretaría de Energía de 3,3 U$/MMBTU, no es resultado de la puja de precios del mercado. No se indica en ningún párrafo una puja de oferta y demanda ni una adecuada regulación para que ello suceda. Las tarifas públicas resultantes no fueron transparentes ni basadas en costos internos verificados. Los precios del gas implican peligros en la salud de la población por falta de calefacción, falencia que motiva la implementación de los derechos económicos, sociales y culturales como parte esencial de los derechos humanos reconocidos por la Constitución de la Nación.

También podría hacerse un plan gasífero que, como se hizo con las prepagas, incremente los precios por ajuste por índice IPC en lugar de dejarlo a merced del cambio oficial.

El Poder Ejecutivo, en ejercicio de las atribuciones otorgadas, posee facultades suficientes para proteger adecuadamente los derechos de los consumidores, lamentablemente pisoteados. La energía la defendemos como prioritaria, al servicio del país, con una adecuada actividad privada, acercándonos a lo que en el mediano plazo es el valor real del gas de Vaca Muerta, que nos permita tener un precio del gas en relación con la mega oferta existente, un precio competitivo para los hogares y las pymes y un valor adecuado para competir en los mercados mundiales.

 

 

 

* Andrés Repar es vicepresidente del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO), miembro de la Mesa Federal Energética y del Centro de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN).

 

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