El gobierno de Mauricio Macri volvió a mostrar su verdadera esencia. Degradó al rango de secretaría a ministerios clave para dar respuestas a cuestiones sociales que tienen que ver con la inmensa mayoría de la población. Es el caso de los ministerios de Trabajo, Salud y Ciencia y Tecnología, sólo por mencionar algunos. Nunca, desde su creación, ni siquiera durante la Revolución Libertadora u otras dictaduras, se atrevieron a eliminar el Ministerio de Trabajo.
Algo que se contradice, además, en forma directa con lo que dijo el Presidente, cuando aseguró que entre sus preocupaciones y los ejes de consensos básicos, uno de los puntos era el trabajo formal como eje de desarrollo. Es decir lo contrario a lo que ha hecho el titular de esa cartera desde su asunción, que utilizó el mecanismo de Conciliación Obligatoria como presión a los trabajadores para que acepten las condiciones de las patronales y jamás se puso del lado de los más vulnerables para mediar en los conflictos.
Por otra parte, la degradación del ministerio de Salud a secretaría es de una gravedad inusitada. Esto viene a agravar señales que ya se daban desde el gobierno, con la eliminación de la entrega gratuita de medicamentos para los adultos mayores, la suspensión en los últimos días de las vacunas contra la meningitis para los niños de 11 años, los despidos de trabajadores en hospitales públicos, la falta de insumos. Es decir, un desprecio por la vida de los más vulnerables.
Durante el gobierno anterior, se apostó al desarrollo científico tecnológico, con la repatriación de cientos de científicos de distintas partes del mundo, con la jerarquización que implicó en 2007 la creación del Ministerio en esa materia, con el desarrollo y lanzamiento de dos satélites, solo por mencionar algunos hitos. Un país que no apuesta al conocimiento, es un país sin futuro, que se somete no solo a la tecnología que se desarrolla en otros lugares sino también a la imposición de modos de pensar que no tienen que ver con las necesidades de su pueblo.
Los trabajadores vamos a resistir esta profundización del ajuste que afecta a la producción, a la industria y a la vida de los argentinos mientras los sectores agroexportadores y las mineras, amigos del Presidente, siguen sin pagar los costos de una crisis generada no por situaciones externas sino por la propia política que impulsó Macri desde el día de su asunción y que implicó la fuga de capitales por parte de los sectores que hoy siguen beneficiándose de este modelo.
- Pedro Wasiejko es Secretario Adjunto de la CTA / Secretario General de la FeTIA
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