Toby Walsh es la máxima estrella de la revolución digital australiana, considerado entre los grandes expertos del mundo en Inteligencia Artificial.Pero con el tiempo y el conocimiento, pasó del deslumbramiento al pánico. En su último libro (Las máquinas se portan mal, la moralidad de la IA, sería su traducción al castellano) sostiene que las armas operadas por inteligencia artificial constituyen una amenaza para la humanidad más peligrosa que las bombas nucleares, porque no requieren una enorme inversión y no están sólo al alcance de las grandes potencias.
En entrevistas por el lanzamiento del libro mencionó varios ejemplos:
- La mina de metralla, desarrollada por Rusia. Detecta los pasos en la superficie, se eleva y detona a un metro de altura, para alcanzar al mayor número posible de soldados.
- Rusia también se propone desarrollar un submarino autónomo, equipado con armas nucleares.
- El Ejército de Estados Unidos tiene un tanque robótico,
- La marina norteamericana opera un acorazado robótico, que ya navegó sin tripulantes de Hawai a California.
- Los misiles controlados por IA de China.
“Qué pesadilla”, dice Walsh. “¿Es posible imaginar algo más aterrador que un submarino en el que en lugar de un capitán, un software de computadora decide inducir una guerra nuclear?”
Siguiendo la repugnante costumbre practicada por Estados Unidos, que bautizó Little Boy (Pibito, le llamaríamos aquí) la bomba nuclear que arrasó Hiroshima, estas armas han sido llamadas la mina Betty, el tanque Atlas, el acorazado Sea Hunter.
La política argentina puede aportar la bomba Lilita, que, en un momento imposible de prever, escapa al control de su creadora y además de las filas enemigas produce efectos devastadores en la propia. La semana pasada estalló sobre Juntos por el Cambio, pero también abrió heridas en el Frente de Todos, porque la recriminación mayor que dirigió entre otros a Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Gustavo Ferrari, fue la proximidad política (y en algún caso de negocios) con Sergio Massa, que haría las veces de elemento radiocativo contaminante. El único títere que dejó con cabeza fue Mauricio Macri, con quien dijo haber consultado antes de estallar. Su argumento es que de ahora en más “Juntos por el Cambio tiene que tener reglas decentes, tiene que estar conformada por decentes. No puede haber más negocios”. Hicieron fila para contestarle:
ESTE NO ES EL CAMINO pic.twitter.com/EOSBhsOnJ5
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) August 10, 2022
No vale todo, @elisacarrio. Es de una gran irresponsabilidad tu actitud insultante hacia mí como Gobernador. Si hay alguien al que le tocó enfrentar a la mafia y que no negocia impunidad, soy yo. [+] pic.twitter.com/rgrAGlQS7r
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) August 10, 2022
Como presidenta del PRO digo basta y no me callo. La unidad es la herramienta más potente contra el kirchnerismo. Quien atente contra ella pone en riesgo la construcción del cambio que sueñan millones de argentinos.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) August 10, 2022
Habría que preguntarle a Toby Walsh si la Coalición Cambiante resistirá este ataque del arma robótica fuera de control o seguirá el mismo destino que las formaciones anteriores que la bomba Lilita ayudó a construir y a destruir.
--------------------------------
Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí