Irrazonables y escandalosos

 

La empresa Ternium del grupo Techint, que comanda Paolo Rocca, interpuso recurso de apelación contra la resolución del Juzgado Contencioso Administrativo de Primera Instancia de San Nicolás, que rechazó la medida cautelar peticionada por la empresa por la cual se pretendía la suspensión de la normativa municipal que regula y cuantifica la Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene (TISH). Esto sucede hasta tanto se dicte sentencia definitiva en la causa donde Ternium objeta la cuantía de la TISH que cobra la Municipalidad de Ramallo. La empresa de Paolo aduce que sus importes son “escandalosos” e insiste para pagar menos, mientras sus ganancias crecen.

La titular del juzgado, María Isabel Fulgheri, resolvió el 27 de octubre “no hacer lugar a la medida cautelar” que pretendía la empresa. Como contamos en El Cohete, en su resolución expresó que Ternium no demostró la realidad de su situación para poder respaldar su petición cautelar. Evaluó el interés público comprometido en la medida, que podría significar la “interrupción o entorpecimiento de la continuidad y regularidad de los servicios públicos municipales” y advirtió que “se consideran esenciales los servicios sanitarios y hospitalarios, la producción y distribución de agua potable, a través del municipio, todo lo cual debe ser evaluado a esta hora de resolver en esta instancia judicial”. Algo que, sin dudas, estaría seriamente comprometido.

El abogado de Rocca, Juan Carlos Marchetti, ahora sostiene ante la Cámara que “la vigencia de la petición cautelar (la cual ha sido denegada por el Juzgado de Primera Instancia más de cuatro años después de peticionada) se mantiene incólume”. Agregó que “en tanto la pretensión por el fondo del debate se cuestiona la aplicación e inconstitucionalidad de los mecanismos de liquidación de la TISH (en el caso concreto de Ternium) que llevaron –y llevan– a la Municipalidad a cuantificar y exigir importes irrazonables y desproporcionados”. El letrado considera que “la cautelar tiene por objeto, precisamente, impedir que mientras dure la tramitación del presente, se continúen exigiendo tales irrazonables montos a Ternium”.

Marchetti renegó en su apelación del cálculo por el que se establece el monto de la TISH, expresando: “Por un lado, el legislador municipal ha elegido como parámetro de medición de la TISH la cantidad de empleados de mi Mandante (aproximadamente 3.500), multiplicado por un porcentaje de un sueldo municipal (artículos 69, 71 y concordantes de la Ordenanza Fiscal). Ello ha llevado a que mi Mandante deba ingresar a las arcas fiscales importes escandalosos en concepto de TISH, que nada tienen que ver con el costo del servicio estatal brindado”.

 

 

 

 

 

 

Que el abogado de Rocca pretenda que el Poder Judicial se inmiscuya en la función del Legislativo local –encargado de definir en la Ordenanza Fiscal Impositiva de qué manera se debe calcular el importe de la tasa para las empresas que son grandes contribuyentes de la zona– implicaría desconocer la división de poderes. No extraña que Marchetti, quien fue juez de menores durante la dictadura, siga pensando que todo se resuelve de la misma manera que en esa época, cuando ignoró toda normativa al entregar al sobreviviente Manuel Gonçalves a un matrimonio amigo del marido de su prima, privando durante veinte años a Manuel de conocer su verdadera identidad.

Marchetti sostiene en su escrito ante la Cámara que esa es “la tesis central de la postura de Ternium. Sólo en el lapso 2013-2017, la Municipalidad exigió y cobró de Ternium el importe equivalente a 50 millones de dólares de TISH”. También señaló que “desde el 2017 al 2022, exigió más de 1.638 millones de pesos”. Y en esa línea, describió que “la Municipalidad exigió a Ternium 220 millones en el año 2019, 225 millones en el año 2020, 354 millones de pesos en 2021 y 560 millones (proyectados a 12/2022) para el 2022”. Si se analiza –siempre de acuerdo a los montos que el abogado de Rocca detalla en su presentación ante la Cámara– cuánto fue el aumento de 2020 de la TISH comparado con el de 2019, representó casi un 2,3% anual. El aumento fue escaso porque Ternium declaró menos trabajadores en planta durante la pandemia y las paritarias fueron postergadas ese año gracias a el intendente de Rocca.

Sería interesante comprobar si los importes de TISH que paga la empresa de Rocca son tan “escandalosos” en comparación con otras tasas que pagan los habitantes del distrito de Ramallo por diferentes servicios. Leandro Torri, concejal por el Frente de Todos, fue consultado por El Cohete a la Luna sobre cuánto fue el aumento de la tasa por Alumbrado, Barrido y Limpieza. Torri señaló que “existió un aumento del 80% en el año 2020, comparado con 2019”. El 10 de diciembre de 2019, cuando asumió el intendente cambiemita Gustavo Perié, aumentó exorbitantemente el valor de esa tasa para toda la ciudadanía, mientras una empresa que es una de las mayores contribuyentes de la zona se beneficiaba con un porcentaje de aumento ínfimo de un 2,3% anual. Y eso que siempre la TISH tiende ser más alta que cualquier otra tasa ya que, como bien recuerda Torri, “se ajusta de acuerdo a las paritarias”.

Si bien en 2021 el aumento de la TISH para Ternium representó casi un 57% anual, ese monto está lejos de ser “escandaloso” comparado con la inflación. Lo mismo sucede para 2022. Este año, el aumento anual sería de casi un 59% y tendremos una inflación – a la que contribuye con creces la empresa de Rocca– que estará rondando los tres dígitos. Por lo tanto, los intentos de pagar menos por considerar desproporcionada la cuantía de la TISH no están seriamente justificados por la empresa. Incluso, si las fuerzas políticas de Ramallo tuvieran voluntad de que quien gobierne no sea un mero administrador de pobreza, debería modificarse el cálculo por el cual se le cobra la TISH a Ternium y cobrarle Ingresos Brutos, para que paguen lo que deberían.

Para Ternium, los importes de la TISH no guardan relación ni “la más elemental proporción con los costos municipales en brindar los servicios de contralor”, como sostiene Marchetti en su presentación de la apelación. Insiste –erróneamente– en que la cuantía de la TISH debe guardar relación directa con el costo del servicio. Eso no es así, y bien los demostraron los exponentes en la audiencia pública que realizó la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa Esso contra la Municipalidad de Quilmes, donde el contador Roberto Feletti participó en representación de la Federación Argentina de Municipios (FAM). Consultado al respecto por El Cohete, expresó: “Respecto al fallo de la Corte Suprema, nosotros como representación de la Federación Argentina de Municipios, que en ese momento presidía Verónica Magario, hicimos una presentación técnico-política, como amigos de la Corte, fundando que las tasas que cobran los municipios a las empresas son en función de construir un entorno urbano amigable para el desarrollo de sus planes de negocios”, explica Feletti.

Feletti deja claro lo erróneo de establecer una relación directa entre el costo y la cuantía de la tasa, señalando “que la concepción de que la tasa debe ser estrictamente el cobro de un servicio a una gran empresa es un concepto equivocado. Sobre todo porque los municipios tienen hoy en su responsabilidad jurisdiccional la visión o noción de piso de ciudadanía. Es decir, son la puerta de entrada de los ciudadanos al Estado”. Añade que “ningún intendente puede –invocando razones de jurisdicción– desconocer un reclamo ciudadano. Consecuentemente, una empresa que desarrolla su actividad productiva o comercial en un entorno urbano cuenta con un montón de servicios: desde la planificación urbana, asfalto, veredas, señalización, seguridad e inclusive un marcado potencial de consumo, que favorecen el desarrollo de la actividad empresarial”.

A continuación, describe ese entorno amigable del que las empresas gozan por obra de los municipios: “Ya sea desde la logística; desde ese mercado potencial al cual la empresa puede dirigir sus productos economizando fletes; desde el entorno donde sus trabajadores viven y desarrollan sus actividades, con lo cual reducen la movilidad desde y hacia el establecimiento de trabajo favoreciendo el presentismo, la asistencia; desde una política de promoción urbana hecha por los municipios para el acceso a la actividad empresarial; desde la participación de las mismas empresas en los mismos consejos de planeamiento municipal para desarrollos que favorezcan el entorno en el cual la empresa actúa”. Y sostiene que “todo ese conjunto de cosas que se presentaron hacen que una empresa no pueda circunscribirse solamente a un toma y daca de un servicio puntual en una tasa”.

Con claridad, el contador detalla que “una empresa que permanece radicada en un municipio, que desarrolla sus planes de negocios, que hace sus inversiones, que establece sectores de producción, de comercialización y depósito y logística, lo hace porque a sus fines empresariales le conviene actuar en esa jurisdicción. Consecuentemente debe contribuir al financiamiento de todos los servicios de los cuales se beneficia por estar en esa jurisdicción, caso contrario, se iría a otra”. Feletti argumenta y concluye que ese fue “el fundamento que fue tomado para llevar adelante el reconocimiento de las tasas por servicios industriales o empresariales que los municipios cobran, que apenas es una compensación de todo lo que supone administrar un ejido urbano con sus complejidades”.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que cumplió diez años en su importante labor de análisis, fue consultado para esta nota para saber cuánto fue la ganancia de Ternium, planta ubicada en Ramallo, en los últimos años. “La información con la que contamos es la que surge del análisis de los estados contables presentados, por lo que no tenemos la división por planta, tenemos los resultados totales”, respondieron desde el CEPA. Y sobre esos resultados totales, pudieron brindar los siguientes y fundamentales datos:

• La empresa viene teniendo en el periodo 2020-2022 los mejores resultados operativos sobre ventas desde 2015.
• El resultado operativo sobre ventas al tercer trimestre 2022 fue de 23,7%, manteniéndose en niveles históricamente elevados, al igual que en 2021 (que fue de 27,2%).
• Este resultado es el doble que el promedio de resultado operativo sobre ventas durante el macrismo y la pandemia (2015-2020), cuando el número fue de 12% (resultado sobre ventas).
• Producto de los buenos resultados, en lo que va de 2022, los accionistas de Siderar vienen destinando a dividendos $331.000 millones: $121.000 millones en febrero, 171.000 en marzo y $39.000 millones en agosto, que salen de una reserva específica para ser repartida entre accionistas por $293.000 millones.
• El resultado operativo de 2019 fue de $7.860 millones y el de 2020, $20.364 millones, representando un incremento nominal de 159%. El resultado operativo de 2021 fue de 88.980, lo que significa un aumento nominal respecto a 2020 de 336% y hasta el tercer trimestre de 2022, alcanza el resultado operativo de todo 2021.

Lo informado por el CEPA permite afirmar que, fiel a su estilo, el objetivo de Paolo Rocca es pagar poco mientras gana mucho, y por eso insiste en el reclamo para abonar menos en concepto de TISH.

 

 

 

 

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