Hantavirus, la negligencia criminal

La situación de indolencia del Estado nacional ante el brote patagónico

 

En las últimas semanas se conocieron varios casos de enfermedades producidas por Hantavirus. El brote que se evidenció a mediados de noviembre en la región andina con epicentro en la ciudad de Epuyén, Chubut, tuvo una evolución más dramática que los episodios endémicos habituales, remedando lo sucedido en la década del '90. El subtipo Andes del virus Hanta, presente en esa región, además de tener una alta mortalidad —cercana al 40%— tiene algunas variantes que pueden producir contagio interhumano.

El Hantavirus es endémico en la zona centro, NOA, NEA y región Andina. La trasmisión se produce por la inhalación de partículas provenientes de saliva o excreciones fecales u orina de ciertos roedores, especialmente los ratones colilargos (Oligoryzomys longicaudatus). Sin embargo, ciertas variantes genéticas del tipo Andes del Hantavirus pueden producir transmisión interhumana, que es lo que se asume que sucedió en Epuyén y costó la vida de 10 personas relacionadas. La aparición de casos aislados en otras regiones del país responde más a la presencia endémica habitual que al brote andino, por ende no tienen correlación epidemiológica ni significan ningún riesgo incrementado.

De 2013 a 2018 se han registrado en promedio 100 casos anuales de Hantavirus. En estos años las provincias que han registrado mayor cantidad de casos son Buenos Aires, Salta y Jujuy. Durante estos años hubo un total de 111 fallecidos por el virus, que tiene una tasa de letalidad cercana al 20% pero que llega en algunas regiones del sur del país a una tasa del 40%. (1)

Aunque los casos comenzaron a mediados de noviembre, el alerta epidemiológica emitida por la Secretaría de Gobierno en Salud se demoró hasta el 19 de diciembre, luego de la aparición en algunos medios de comunicación. (2) Las medidas concretas tardaron todavía más y el presupuesto para trabajo en terreno aún aguarda su concreción. Sin embargo, y dada la posible transmisión entre personas del virus, una orden judicial indicó el aislamiento preventivo de 85 ciudadanos. Para garantizarlo se han enviado 40 policías de ciudades cercanas y el incumplimiento se penalizaría con prisión de 6 meses a 2 años. (3)

La demora y vacilación con la que la Secretaría de Salud se expresó fue tal que sumó al desconcierto y caos, tanto para la población como para el turismo, pero el Estado Nacional nuevamente decidió no ser parte del abordaje del conflicto, dejándolo en manos locales y provinciales, e incluso sumiéndose en polémicas con las autoridades andinas. Solamente emitió un alerta tardía, sin una definición concreta de la situación ni de las medidas adecuadas de cuidado. (4)

 

El (ex) Ministerio de Salud

Merece destacarse cómo la ministra Carolina Stanley ni siquiera hace la simulación de tener algo que ver con el desarrollo de las políticas sanitarias. Entonces cabe referirse al espacio como secretaría o ex ministerio.

El ex Ministerio de Salud tiene dos áreas cuyas funciones se relacionan con el control, prevención y manejo de enfermedades endemo-epidémicas, como el Hantavirus. A su vez, el ANLIS-Malbrán, un organismo científico técnico descentralizado dependiente del ex Ministerio, tiene también dos áreas que se dedican al tema. Analizando la evolución del presupuesto nacional desde el 2016 hasta la fecha, podemos observar: (5)

• Administración nacional de laboratorios e institutos de salud “Dr. Carlos Malbrán” (ANLIS - Malbrán): tiene entre sus funciones realizar la vigilancia e investigación epidemiológica y clínica de enfermedades transmisibles y no transmisibles. El recorte acumulado entre 2016 y 2019 en el presupuesto del área es 35,73%.
• Programa de Investigación, desarrollo y servicio en virosis humanas del ANLIS, acumula una reducción de 28,28% en el presupuesto de 2016 y 2019.
• Programa de prevención y control de enfermedades endémicas del ex Ministerio de Salud, su presupuesto se ha visto reducido en un 72% entre 2016 y 2019.
• Área de prevención epidemiológica y control de enfermedades agudas del ex Ministerio de Salud, acumula una reducción presupuestaria del 80,72% entre 2016 y 2019.

 

Variación presupuestaria de áreas vinculadas a la prevención y el control de Hantavirosis. 2015 - 2019, en porcentaje.

Elaboración Fundación Soberanía Sanitaria en base a datos de los presupuestos nacionales de 2015 a 2019.

 

Elaboración Fundación Soberanía Sanitaria en base a  los presupuestos nacionales de 2015 a 2019.

 

Elaboración Fundación Soberanía Sanitaria en base a los presupuestos nacionales de 2015 a 2019.

 

 

Elaboración Fundación Soberanía Sanitaria en base a  los presupuestos nacionales de 2015 a 2019.

 


La ausencia de políticas públicas de salud

Dado que se conoce la presencia habitual de roedores infectados con Hantavirus en determinadas regiones del país, una medida preventiva y de importancia es el monitoreo habitual de la presencia de virus en los animales, mediante la colocación de trampas y el estudio viral. De esa manera podría conocerse no sólo la prevalencia en los animales, y así estimar un riesgo de brotes, sino también las variantes genéticas y la posibilidad de contagio interhumano. Esta actividad fue discontinuada por las reducciones presupuestarias y aún no fue restablecida, ni siquiera durante el curso del brote con al menos 10 víctimas fatales.

Foto: Periódico El Progreso

 

Según lo informado por el ex Ministerio de Salud, se realizaron captura y evaluación de los roedores en las zonas frecuentadas por el caso índice (así llamado el primer caso del cual se cree que se produjo el contagio interhumano en Epuyén).(6) Si bien es correcto, es una estrategia solo capaz de realizar estudios sobre brotes sucedidos, pero no permite la posibilidad de evitarlos o restringirlos a la mínima expresión, que sería una de las funciones que el ex Ministerio de Salud tendría la obligación de llevar a cabo.

Sin embargo, hemos visto políticas sanitarias tomadas por vía coercitiva donde el Estado Nacional y Provincial envían policías para cumplir las pautas sanitarias emanadas de un juez, que hacen evidente la ausencia de políticas propuestas por el responsable del sistema de salud y el Ejecutivo nacional, que podría enviar equipos para reforzar la zona, realizar rastrillajes, capacitaciones, soporte técnico, visitas domiciliarias, etc.

Como no existe un tratamiento específico para la hantavirosis grave, el tratamiento es de sostén. Es decir, internación oportuna con cuidados intensivos de ser necesario. Debido a la escasa dimensión de las localidades afectadas, las instituciones sanitarias no cuentan con suficientes equipamientos de alta complejidad ni, eventualmente, profesionales para cubrir una demanda exponencialmente creciente. El gobierno nacional debería asistir con el equipamiento de alta complejidad, laboratorios para analizar las muestras virales en el lugar y los equipos médico-asistenciales adecuados, aun preventivamente, en caso de nuevos brotes. Además son necesarios barbijos de alta eficacia, Nº95, que el Estado debería haber enviado para que nunca le falte a nadie que lo precise localmente. Por otro lado, los barbijos pueden cumplir la medida de aislamiento respiratorio mucho más eficazmente que los policías, y con más respeto por los derechos humanos.

La situación de brote por virus Hanta en Epuyén amerita el conocimiento sobre este tipo de enfermedades y sobre las posibles medidas de prevención para generar prácticas de cuidados en la población.

Estas situaciones epidemiológicas, que comprometen áreas de al menos tres provincias (Chubut, Río Negro y Neuquén), precisan de un Ministerio Nacional que coordine las acciones con presupuestos acordes a las tareas que debe realizar. A su vez, la articulación del sistema científico y sanitario nacional es indispensable para el control de endemias y la prevención de epidemias. Este sistema es demasiado complejo para que pueda ser desarrollado por las provincia en forma independiente. La degradación del Ministerio de Salud de la Nación, incluido en un ministerio cuya autoridad máxima jamás se expresó sobre políticas sanitarias, es completamente funcional con el abandono del rol rector del Estado Nacional respecto de la salud.

Esto sumado a la voluntad política de no asistir en estos casos y un blindaje mediático que aísla a las poblaciones en sus padecimientos, propone un alarmante panorama hacia el futuro. Algunos de estos brotes epidémicos tratados con indolencia y negligencia —como dengue, fiebre amarilla, sarampión, etc.— pueden en algún caso tener consecuencias no controlables.

 

 

* Nicolás Kreplak es presidente de la Fundación Soberanía Sanitaria. 
Médico clínico, sanitarista y docente universitario. 
Ex viceministro de salud de la nación.

 

1) Secretaría de Gobierno en Salud. Alerta epidemiológica. Aumento de casos de hantavirosis en Epuyén, provincia de Chubut. Ver 19 de diciembre de 2018 – SE 51.
2) Chubut: Investigan una posible cuarta muerte por Hantavirus. 18 de diciembre de 2018.
3) Según información publicada en Cholila On Line. Disponible aquí. Boletín Integrado de Vigilancia N° 434 - SE 01. 04/01/2019. Disponible aquí.
3) Nota publicada diario La Nación, 12 de enero de 2019. Disponible aquí.
4) Para conocer información sobre cuadro clínico, medidas de prevención o pautas para los equipos de salud:
• InformeFSS No. 39 - ENERO 2019. Brote de Hantavirus o o como un Estado ausente agrava las situaciones epidemiológicas. Disponible en Fundación Soberanía Sanitaria.
• Informe de Situación Hantavirus 2018-2019. Sociedad Argentina de Medicina.
• Hantavirus. Actualización epidemiológica y terapéutica. Sociedad Argentina De Infectología. Enero de 2019.
5) InformeFSS No 37 · OCTUBRE 2018. Serie que analiza el proyecto de presupuesto en salud para 2019.
6) Sala de situación de Hantavirus 2019 - SE 01 Dirección Nacional de Epidemiología y Análisis de Situación de Salud. Secretaria de Gobierno de Salud.

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí