Guaridas sin palmeras

Un puñado de países ricos es responsable de los abusos fiscales que destruyen los servicios de salud

 

Los países pierden un total de 483.000 millones de dólares en impuestos al año debido a los abusos fiscales cometidos por las empresas multinacionales y los individuos ricos, lo que es suficiente para vacunar completamente a la población mundial contra el Covid-19 más de tres veces. La edición 2021 del Estado de la Justicia Fiscal, publicada esta semana por la Internacional de Servicios Públicos, la Red para la Justicia Fiscal y la Alianza Mundial por la Justicia Fiscal (descargar aquí), documenta cómo un pequeño grupo de países ricos con gran influencia sobre la reforma de las normas fiscales mundiales es responsable de la mayoría de las pérdidas fiscales que matan de hambre a los servicios de salud pública del mundo. Los países con menores ingresos, que son proporcionalmente más dependientes de los ingresos del impuesto de sociedades, son los más afectados.

Rosa Pavanelli, secretaria general de la Federación Sindical Internacional de Servicios Públicos, que representa a millones de trabajadorxs de primera línea en todo el mundo, ha declarado: “Muchos líderes empresariales y políticos aplauden a nuestrxs trabajadorxs de primera línea en público; sin embargo, en privado, socavan los servicios de primera línea al seguir perpetuando el abuso fiscal a una escala repulsiva. Acabar con la evasión fiscal permitiría vacunar a 1.000 personas cada segundo; podríamos vacunar completamente a lxs 135 millones de trabajadorxs de la salud y del cuidado del mundo en tan solo un día y medio. La única manera de salir de esta crisis es acabar con la desigualdad en las vacunas, y eso requiere tanto la renuncia a las patentes como la lucha contra la evasión fiscal de las empresas, que aleja el dinero de nuestros servicios de salud de primera línea para llevarlo a sus cuentas bancarias en el extranjero.

El Estado de la Justicia Fiscal 2021 revela que por cada dólar que los países de la OCDE prometieron al programa COVAX, una iniciativa mundial establecida para abordar la desigualdad en materia de vacunas, hubo un coste para el resto del mundo de 43 dólares por persona, al facilitar el abuso fiscal global.

“La fanfarria que rodea el reciente acuerdo entre la OCDE y el G20 para frenar los abusos fiscales enmascara el hecho de que la mayor parte de los ingresos irán a parar a Europa y Estados Unidos, y no a los países del sur global, que pierden un porcentaje mucho mayor de ingresos públicos debido a los abusos fiscales. El tipo impositivo mínimo del 15% para las empresas más ricas del mundo supone una bofetada en la cara para lxs enfermerxs que hacen turnos de noche en las salas COVID, que pagan habitualmente un tipo más alto sobre sus salarios”, destacó Pavanelli.

 

Los países europeos, y no las islas rodeadas de palmeras, son los responsables de la mayor parte de los abusos fiscales a nivel mundial

Más del 99% de las pérdidas fiscales a nivel mundial se deben a que las empresas multinacionales y las personas ricas utilizan las normas fiscales abusivas y las lagunas jurídicas de los países con mayores ingresos. La mayor parte de la culpa entre los países de renta alta recae en el Reino Unido, junto con los Países Bajos, Luxemburgo y Suiza, que son responsables de más de la mitad de las pérdidas fiscales que sufre el mundo (55%), razón por la que a menudo se hace referencia a estos países de forma colectiva como el “eje de la evasión fiscal”.

A pesar de los compromisos asumidos por los miembros de la OCDE para frenar el abuso fiscal en el mundo, el estudio revela que son responsables de facilitar el 78% de las pérdidas fiscales que sufren los países al año. Los miembros de la OCDE facilitan la entrega de 378.000 millones de dólares al año del erario público de todo el mundo a las empresas multinacionales e individuos más ricos. Sin embargo, ningún miembro de la OCDE ni ningún país del eje de la evasión fiscal aparece en la lista negra de paraísos fiscales de la UE. El puñado de países, en su mayoría pequeñas islas, que figuran en la lista negra de la UE son responsables del 1,1% del abuso fiscal mundial. Estos hallazgos refuerzan los llamamientos para trasladar la elaboración de normas sobre fiscalidad internacional de la OCDE a la ONU.

Incluso en los países responsables de los niveles más extremos de abuso, son pocxs los ciudadanxs que disfrutan de algún beneficio, ya que casi todas las pérdidas fiscales que permiten sus gobiernos se las embolsan las ricas empresas multinacionales y algunxs particulares. Acabar con los paraísos fiscales de los miembros de la OCDE generaría grandes beneficios para lxs habitantes de los países miembros y no miembros de la OCDE.

 

 

Las promesas de vacunas de los países ricos ocultan el saqueo de los impuestos de los países más pobres

El abuso fiscal global permitido por los países ricos está afectando con más dureza a los países más pobres. Aunque los países con mayores ingresos pierden más impuestos en términos absolutos, 443.000 millones de dólares al año, sus pérdidas fiscales representan una parte menor de sus ingresos: el 9,7% de sus presupuestos colectivos de salud pública. En comparación, los países de ingresos más bajos pierden menos impuestos en términos absolutos, 39.700 millones de dólares al año, pero sus pérdidas representan una parte mucho mayor de sus ingresos y gastos fiscales actuales. En conjunto, los países de menor renta pierden el equivalente a casi la mitad (48%) de sus presupuestos de salud pública, y a diferencia de los miembros de la OCDE, tienen poca o ninguna voz en las normas internacionales que siguen permitiendo estos abusos. Con sus tasas de vacunación mucho más bajas, el abuso fiscal mundial asesta un doble golpe a los países de menor renta, al privarles de los fondos necesarios para proteger a sus poblaciones contra el Covid-19 y, en consecuencia, exponerlos a un coste humano y económico aún mayor.

 

Impuestos sobre el patrimonio y el exceso de beneficios

Además de pedir que la ONU desempeñe un papel en la elaboración de la política fiscal de las empresas a nivel mundial, Estado de la Justicia Fiscal recomienda las siguientes medidas que los gobiernos deberían aplicar unilateralmente:

  • Introducir un impuesto sobre el exceso de beneficios a las corporaciones multinacionales que obtengan beneficios excesivos durante la pandemia, como las empresas digitales globales. El exceso de beneficios de las empresas multinacionales se identificaría a nivel mundial, basándose en un método de imposición unitaria, para evitar que las empresas no declaren sus beneficios trasladándolos a los paraísos fiscales.
  • Introducción de un impuesto sobre la riqueza para financiar la respuesta al Covid-19 y abordar las desigualdades a largo plazo que la pandemia ha exacerbado, con tasas punitivas para los activos en paraísos fiscales de propiedad opaca y un compromiso entre los gobiernos para eliminar esta opacidad. La pandemia ya ha sido testigo de una explosión en el valor de los activos de los ricos, incluso cuando el desempleo se ha disparado a niveles récord en muchos países.
  • Introducción de informes públicos desglosados por país para rastrear a dónde va el dinero.

 

 

 

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