Al mismo tiempo que se acrecienta el asedio israelí contra la Franja de Gaza, se prohíbe a la prensa internacional su cobertura periodística directa. En ese contexto de agresión militar, desabastecimiento impuesto y desinformación obligada, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) exigió que se permita la entrada de la prensa internacional en la Franja de Gaza, zona prohibida desde hace más de un año.
El organismo recordó que el libre flujo de información es clave para la rendición de cuentas durante los conflictos y subrayó que “Gaza no debería ser una excepción. Ya es hora de que los medios de comunicación internacionales” entren en la Franja. La prohibición impuesta limita todo tipo de información independiente, hecho que “alimenta la propaganda, la desinformación y la propagación de la deshumanización”, afirmó el tercer jueves de abril Philippe Lazzarini, responsable de la UNRWA.
De igual forma, Ajith Sunghay, jefe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los territorios palestinos ocupados, recordó las dificultades que enfrentan desde siempre los periodistas en Palestina. En muchos casos que han sido debidamente registrados fueron objeto de asesinatos, censura y detenciones.
Según dicho organismo, entre el 7 de octubre de 2023 y el 11 de abril del año en curso fueron asesinados 209 periodistas y trabajadores de medios palestinos, de los cuales 27 son mujeres. Sunghay afirmó que “tanto en Gaza como en Cisjordania varios periodistas palestinos han sido detenidos. Hemos registrado y recibido informes de malos tratos, posiblemente equivalentes a tortura, de periodistas arrestados, así como de inquietantes amenazas de violencia sexual contra mujeres periodistas”.

Ataque sistemático contra la prensa
Según la Federación Internacional de Periodistas (FIP) que es la principal organización mundial de sindicatos y asociaciones del sector, en ese mismo periodo al menos 171 periodistas y personal de medios de comunicación han muerto en Gaza, varios han resultado heridos y otros están desaparecidos. Cifra que representa una tasa de mortalidad de más del 10%, muy superior a la de cualquier otro grupo profesional. La FIP colabora estrechamente con su organización afiliada, el Sindicato de Periodistas Palestinos, para verificar esos hechos en tiempo real y ha podido documentar debidamente 157 de esos casos.
Tal como informa Anthony Bellanger, secretario general de la FIP, la gravedad de la represión contra la prensa en esa región particularmente conflictiva exige intensificar la denuncia. En el marco de las actividades del día mundial sobre la libertad de prensa, la FIP organiza el próximo 6 de mayo una actividad en Bruselas, Bélgica, para exigir el fin del asesinato de periodistas en todo el planeta y en particular en las zonas de guerra más mortíferas como Palestina, Siria y Yemen. La organización internacional actualiza permanentemente en su sitio Web los datos de las víctimas y desde meses promueve un Fondo de Solidaridad para el apoyo directo a las y los trabajadores gazatíes de prensa.
Investigación irrefutable
Cinco meses después de la publicación en junio 2024 de la primera parte del Proyecto Gaza, la red investigativa Forbidden Stories (Historias Prohibidas) y sus socios de prensa han iniciado una nueva colaboración investigativa internacional sobre la guerra de Israel contra Gaza. La Red coincide tanto con la Federación Internacional de Periodistas como con el Comité para la Protección de los Periodistas en la cifra cercana a 170 hombres y mujeres periodistas que han muerto en Gaza a partir de octubre de 2023. “A veces fueron blanco del ejército israelí, a veces murieron entre otras víctimas civiles [como producto] de los bombardeos masivos que asolaron Gaza durante muchos meses, indica Forbidden Stories.
Alrededor de cuarenta periodistas de 12 medios de comunicación participan en esta nueva investigación colaborativa. “Este trabajo colectivo nos permitió contar con detalle cómo los periodistas que filman con drones son objeto de persecución por parte del ejército israelí”. Entre ellos, Mahmoud Isleem Al-Basos, quien murió el 15 de marzo pasado en un ataque con aviones no tripulados israelíes en Beit Lahia mientras acompañaba un convoy humanitario y que había filmado apenas unos días antes imágenes para el Proyecto Gaza. Por su parte, el ejército israelí declaró que ese día atacaba específicamente a “terroristas” que utilizaban un avión no tripulado, aunque nunca confirmó esas afirmaciones.
Sobre la base del análisis de documentos inéditos de varios ministerios israelíes, Forbidden Stories describió la estrategia desplegada por el gobierno de ese país para promover y defender su impunidad ante tribunales internacionales. Y para acusar de terrorismo a algunos periodistas palestinos o a las organizaciones que los defienden. La red afirma que “como matar al mensajero nunca matará el mensaje, continuamos el trabajo de estos reporteros usando drones para filmar las ruinas”. Esta fue, de hecho, la misión asignada a Mahmoud Isleem Al-Basos, unos días antes de su muerte. Gracias a él y a las nuevas técnicas de modelado desarrolladas por la ONG Bellingcat (socio de la red investigativa), se logró diseñar mapas aéreos 3D interactivos e inmersivos de los distritos de Al Shati y Jabalia para visualizar de cerca, y de una forma sin precedentes, la magnitud de la destrucción.
La segunda parte del Programa Gaza incluye también la historia de Fadi Al-Wahidi. Paralizado en su cama de hospital, el reportero cuenta cómo fue el día en que resultó gravemente herido cerca del campo de refugiados de Jabalia, mientras vestía su chaleco identificatorio de "Prensa". Él y sus colegas están convencidos de que fue un disparo intencionado del ejército israelí: “Aún ahora, puedo oír las balas rebotando en la puerta y las paredes junto a mí. Fue un intento de asesinato selectivo. Fue un impacto directo”, afirma el reportero.
Y registra cómo fue asesinado el 24 de marzo Hosam Shabat por un dron israelí, mientras viajaba en un automóvil con el logotipo de Al Jazeera. “Llevo chaleco de prensa y casco. Siempre intentamos que nos identifiquen como periodistas para que el ejército de ocupación no tenga motivos para atacarnos”, explicaba en junio de 2024 Shabat a Le Monde, como parte del Proyecto Gaza. Consciente del peligro, dejó un mensaje testimonial a sus seres queridos. Lo publicaron en X tras su muerte. El periodista de 23 años escribió: “Por Dios, he cumplido con mi deber como periodista. Arriesgué todo para decir la verdad y ahora finalmente encuentro la paz”. Para concluir, pidió a quienes lean su mensaje que “sigamos contando nuestras historias. Ésta es la esencia misma del Proyecto Gaza”.

De mal en peor
A inicios de abril del año en curso una declaración conjunta de seis organismos de Naciones Unidas –entre las cuales la misma UNRWA, UNICEF, dedicada a la infancia y la Organización Mundial de la Salud— publicaron una declaración sobre la situación que enfrentan los habitantes de la Franja de Gaza. Afirman que más de 2,1 millones de personas están nuevamente atrapadas, bombardeadas y desnutridas, mientras en los puntos fronterizos se acumulan y permanecen bloqueados alimentos, medicinas, equipos esenciales y combustible. Solo en la primera semana luego del colapso del alto al fuego, murieron o resultaron heridos más de 1.000 niños, cifra récord en los últimos doce meses.
El sistema de salud, que funciona parcialmente, está desbordado. Los suministros médicos y de traumatología esenciales se están agotando rápidamente, lo que amenaza con revertir los avances logrados con mucho esfuerzo en el mantenimiento de un sistema de salud eficaz. Al mismo tiempo, las 25 panaderías apoyadas por el Programa Mundial de Alimentos durante el alto al fuego se vieron obligadas a cerrar debido a la escasez de harina y gas para cocinar.
Las seis instituciones de la ONU reconocen que esa breve interrupción del conflicto “nos ha permitido lograr en 60 días lo que las bombas, los obstáculos y los saqueos nos impidieron conseguir en 470 días de guerra: la entrega de suministros vitales a casi todas las zonas de Gaza”. Y agregan que, si bien el mismo ofreció un orto momento de respiro, las afirmaciones de que ahora hay suficiente comida para alimentar a todos los palestinos en Gaza están lejos de la realidad que se vive en el terreno y los productos básicos son extremadamente escasos.
Concluyen: “Estamos presenciando actos de guerra en Gaza que demuestran un total desprecio por la vida humana. Nuevas órdenes de desplazamiento israelíes han obligado a cientos de miles de palestinos a huir una vez más, sin ningún lugar seguro al que ir. Ahora que el bloqueo israelí de Gaza se ha endurecido durante dos meses, hacemos un llamamiento a los dirigentes mundiales para que actúen con firmeza, urgencia y decisión para garantizar el respeto de los principios fundamentales del derecho internacional humanitario”.
Mientras los titulares mediáticos mundiales desbordan sobre diversos temas, la situación de Gaza transita una ya institucionalizada letargia. Una guerra de agresión que se ha “institucionalizado” y que sin la presencia de la prensa internacional en el terreno por momentos pareciera no existir.
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