Ganar la elección y tener el poder
Sergio Palazzo habla sobre salarios, inflación y el panorama electoral para el Frente de Todos
El diputado nacional y secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, quien logró cerrar la primera etapa de la negociación paritaria hasta el mes de mayo con un 32,5% más una compensación por Ganancias para su sindicato, dialoga con El Cohete sobre salarios, inflación, la proscripción de CFK y la imperiosa unidad en la acción del Frente de Todos.
Palazzo cumplirá 61 años el 5 de abril. Inició su carrera sindical tempranamente en el Banco Mendoza, entidad estatal de la provincia de la que es oriundo. En pocos meses fue delegado de la Tesorería. A los tres años se convirtió en el secretario general de la comisión gremial y posteriormente fue secretario general en la seccional, siendo el más joven, con 28 años. Su trayectoria en la Asociación Bancaria transcurrió como miembro del Consejo Directivo, llegando a ser secretario de Acción Social y Deporte en la Conducción Nacional por un período de cuatro años. En 2009 fue secretario adjunto, y cuando el secretario general, Juan José Zanola, fue detenido, le tocó a Palazzo dirigir el gremio. Ganó la elección posterior para secretario general con la lista Celeste y Blanca, con casi el 80% de los votos. Tiempo después fue en una lista de unidad con todos los sectores.
La Asociación Bancaria recibió la donación de la biblioteca del historiador Norberto Galasso. El gremio adecuó un lugar para resguardar los ejemplares. “El respeto por Norberto es el que tenemos todos los que provenimos del movimiento nacional y popular y particularmente el movimiento obrero”, señala Palazzo. “Pretendemos que sea elemento de consulta no sólo de los bancarios, sino de cualquiera que desee bucear en parte de la historia”. El espacio estará definido el año próximo, cuando el gremio inaugure su propio instituto universitario.
Palazzo es, además, presidente de la organización global de bancarios UNI Finanzas América. También integra la conducción mundial de UNI en el Consejo Directivo Mundial, organización internacional global de trabajadores del servicio. En lo político, sus inicios fueron con la Juventud Radical del alfonsinismo. “Fui un enamorado de la figura de Raúl Alfonsín”, expresa respecto a lo que significó la prédica para los jóvenes del primer Presidente tras la última dictadura militar. Luego renunció a los cargos partidarios que tenía en Mendoza, cuando el gobierno de la alianza (UCR y Frepaso) decidió llevar a Domingo Cavallo como ministro de Economía. Más tarde, cuando se instaló en Buenos Aires, el radicalismo giró a la derecha en su alianza con Mauricio Macri y Palazzo, una vez más, decidió continuar en la vereda nacional y popular. Su militancia está desde hace un tiempo dentro del Frente de Todos.
En relación con su actividad legislativa como diputado nacional, Palazzo considera que “el Congreso está paralizado. Lamentablemente, cuando deberíamos estar todos discutiendo el juicio a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la conducta que han tenido sus miembros. Puedo entender que exista una posición política de un sector que se ha convertido en los abogados de los miembros de la Corte y no en legisladores del bien común”, desliza en su crítica hacia la oposición. “Lo que no puedo entender es que, habiendo acuerdo parlamentario, habiéndose votado en las distintas comisiones las creaciones de universidades que sirven a la formación que necesitamos de nuestros jóvenes –algunas propuestas por ellos–, se nieguen al debate dentro del recinto”. Cree que “la sociedad debería reclamar y empezar a diferenciar entre quienes queremos discutir todo y quienes no quieren discutir nada. Claramente de parte de Juntos por el Cambio, los libertarios, la decisión de no concurrir al Parlamento es bastante triste y una actitud irresponsable”.
Desde mayo, el salario inicial de un trabajador bancario será de 317.897 pesos. “Fue una negociación complicada, por la variedad de temas y la tecnicidad de muchos de ellos, que tuvo una resolución favorable hacia los trabajadores”, expresa Palazzo. La compensación para que se reconozca el impacto del impuesto a las Ganancias, “va de 50.000 a 150.000 pesos, de acuerdo al rango salarial”, explica, y agrega que a partir del “acuerdo previsto para este primer semestre, el bancario percibe 24,1% a partir de marzo. Esto está por encima de la inflación proyectada. En mayo se agrega lo que falta para llegar al 32,1%. En los demás meses no se ha perdido”, destaca. Además, “en la segunda quincena de mayo tenemos la posibilidad de revisión, por si vemos que la inflación de junio va a exceder el acuerdo”, remarca.
El secretario general de la Asociación Bancaria dice que influyó “para que la negociación no se trabara, la presencia y aporte de la presidenta de ABAPPRA (Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina) y presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, como la intervención fuerte del ministro de Economía, Sergio Massa, y la ministra de Trabajo, Raquel Kismer”. Si bien las cámaras “siempre se niegan a reconocernos derechos, la acción de estos tres funcionarios influyó mucho, acompañado por la decisión del sindicato de dar pelea”. De este modo, “se logró una paritaria inusual que encuentra esta compensación en Ganancias”.
Palazzo afirma que si se toma el salario promedio de la actividad privada y se la compara con 2015, se perdieron 58.000 pesos promedio por trabajador, por mes. 50.000 pesos durante el gobierno de Macri y 8.000 pesos durante el gobierno de Alberto Fernández. Si esta situación salarial –incluso en el sector privado– sigue ese camino de pérdida, afectará la posibilidad de que el Frente de Todos pueda ser competitivo en las elecciones. Dependerá “de que se revierta esta política en el trayecto que queda. Tiene que haber un reconocimiento hacia los sectores que menos ganan”, sostiene Palazzo.
“Está claro que quizá no se puede hacer todo de golpe, pero tiene que haber un vuelco muy fuerte en utilizar los recursos del Estado –que soy consciente que son escasos–, para atender la situación particularmente de los que menos tienen”. Que se tomen medidas en esa dirección es para el dirigente sindical no solamente un acto de “estricta justicia social”, sino también imprescindible para satisfacer “a la base social muy fuerte y consolidada del Frente de Todos”, quienes hoy “pueden tener un sabor amargo de desagrado porque no se ha cumplido plenamente con ellos”. Así, cree “se puede revertir ese estado de ánimo, de mal humor y no sólo volcar su voto favorable al Frente de Todos, porque ideológicamente es el sector más cercano”.
El acuerdo con el FMI ha sido y es inflacionario. ¿De qué manera puede darse una rediscusión para que ese condicionamiento no sea perjudicial para las y los argentinos?
Perdimos una oportunidad cuando se suscribe el acuerdo en la negociación con el ministro (Martín) Guzmán, porque ese préstamo de 45.000 millones de dólares que le otorgó el Fondo Monetario Internacional al gobierno de Macri sirvió para la fuga o transferencia de recursos del sector de trabajadores al sector empresarial o del gran capital, pero también hubo un reconocimiento de integrantes del staff del Fondo, expresando que el préstamo otorgado fue en condiciones políticas para que Macri ganara la elección. La atipicidad de una declaración semejante, que vulnera los principios de la Carta Orgánica del Fondo, era la herramienta de negociación dura que tenía el gobierno. Y se desaprovechó. Ahora, la realidad es la que va hacer modificar ese acuerdo. Esa renegociación se hizo porque la Argentina no iba a poder cumplir con el compromiso que tenía con el FMI de pagar 18.000 millones de dólares en 2022, entre intereses y capitales. Lo que sugiero es que se lea el acuerdo y se vea la curva de vencimientos a partir de 2025 y por el lapso de ocho años, cuando la Argentina va a tener vencimientos por el orden de los 18.000 y 20.000 millones de dólares, entre acreedores privados, organismos multilaterales y FMI. Si tuvimos que renegociar un acuerdo porque un año no pudimos pagar, imaginemos ocho años seguidos.
La realidad va imponer que haya una renegociación con el FMI, más allá de otras cuestiones que tienen que ver con el funcionamiento de la economía a nivel global. Por un lado, el impacto de la guerra, que tiene un alto costo económico para la Argentina y otros países, porque sube el costo de la energía, sube el costo de los comestibles. Además, situaciones imprevistas como la sequía, que va impedir que ingresen esos dólares que habitualmente son de agro-exportación. Con lo cual, hay un frente externo global económico producto de la guerra y hay un frente interno impensado a partir de condiciones climáticas que impiden un ingreso de divisas que estaban previstas como para hacer frente al acuerdo.
El intendente de Avellaneda y recientemente nombrado interventor administrativo de Edesur, Jorge Ferraresi, sostuvo que el ministro de Economía, Sergio Massa, “asumió un día antes de que nos vayamos en helicóptero. El gobierno estaba sin reservas en el Banco Central, con una corrida cambiaria fuerte, con un aumento de precios importantes. Fue una tarea titánica”, dijo. ¿Qué piensa respecto del desempeño de Massa y de la inflación que sigue creciendo? ¿Qué medidas integrales deberían tomarse para limitarla?
La comparación es excesiva. Creo que el gobierno no estaba a punto de irse en helicóptero si no asumía Massa. Sí que estábamos en una dificultad, en un cuello de botella. También valoro que el ministro Massa haya asumido esa responsabilidad en un momento tan crítico porque arriesga todo su capital político. Arriesgar siendo figura principal para hacerse cargo merece un reconocimiento de todos los que integramos el Frente de Todos y de la sociedad. Ahora bien, arrancó con un proceso inflacionario hacia la baja y de golpe nuevamente la avaricia rentística de los sectores poderosos de la Argentina, particularmente de aquellos que tienen que ver con la industria del alimento, empieza a dar por tierra con el sacrificio del ministro y con el sacrificio del pueblo argentino. Está siendo hora de que todos los partidos políticos hagan un acuerdo vinculado a inflación y precios. Porque resulta contradictorio que el poder económico haya puesto un Presidente de la Nación durante cuatro años, electo por el voto popular (Mauricio Macri), y uno de ellos mismos no haya podido controlar la inflación: la entregó con más del 54%. Quiere decir que no tienen piedad ni con los propios a la hora de su mezquindad y avaricia de su rentabilidad.
Hay que pensar en un acuerdo político sobre dos ejes: uno tiene que ver con controlar la inflación y controlar a estos empresarios que producen este tipo de desajustes. El segundo, discutir qué rol tiene la Justicia en la sociedad. De qué sirve que la Secretaría de Comercio haga multas millonarias a quienes incumplen acuerdos de precios, si después cualquier juez a quien le pagan un viaje a Lago Escondido resuelve sobre las propias personas que le pagan el viaje. Por otro lado, los grandes empresarios hacen lo que quieren. La prueba más cabal de lo que digo es que el Presidente de la Nación en pandemia declaró como servicio público a Internet, telefonía móvil y el cable, y un juez de primera instancia decide que eso no suceda. Desde ese entonces hasta ahora, la medida cautelar sigue vigente y no se expide sobre la cuestión de fondo. Son las telecomunicaciones lo que más aumentaron e impulsaron varias veces los índices de inflación. De no hacerse ese gran acuerdo, en nuestro país los partidos políticos van a seguir ganando elecciones, pero no van a ganar el poder.
¿Cómo piensa que es posible romper el cerco de la proscripción contra Cristina Fernández de Kirchner?
Lo primero es que deberíamos encontrar un marco de unidad efectiva. Porque tenemos un marco de unidad discursiva respecto de la proscripción de Cristina en el Frente de Todos, pero no un marco de unidad en la acción. Hubo una mesa política que se reunió con representantes de cada sector donde propusimos formar una comisión para pedirle a Cristina que reviera su decisión, hasta el Presidente de la Nación, que es el presidente del Partido Justicialista (PJ), estuvo de acuerdo, y luego esa comisión no se conformó para hablar con Cristina. Entonces, discursivamente decimos todos que hay que romper la proscripción, pero en la acción no tenemos la misma conducta de unidad para hacer los actos útiles y necesarios para que eso suceda. Ojalá esto se corrija y podamos romper esa proscripción, no sólo desde la unidad de la dirigencia del Frente de Todos, sino que esa unidad impulse a que la ciudadanía esté en la calle diciéndole al Poder Judicial que no tiene autoridad para decir quién tiene que ser el candidato o no de un espacio político. Van a decir que Cristina no está proscripta o que puede participar de la elección, es tecnicismo puro. Me preocupa cuando de distintos lugares se dice esto puerilmente, desde una inocencia que todos los que estamos en esto no tenemos, de creer que Cristina puede ser candidata cuando a los treinta segundos de confirmar su candidatura, la Cámara de Casación va a confirmar la sentencia y la Corte hará lo mismo a las 24 horas. Además, no se trata solamente de la proscripción, porque Cristina ya había sido juzgada por esta causa y había sido declarada inocente. Se rompió el principio constitucional de que una persona no puede ser juzgada dos veces por la misma causa. Entonces, hay que discutir la inocencia de Cristina, porque así fue declarada por los tribunales, y después hablar de proscripción.
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