Aquí una joya de uno de los maestros indiscutidos del cine japonés
Con un estilo perfeccionado y depurado a lo largo de medio centenar de películas, el maestro japonés Yasujiro Ozu llegó al pináculo de su cine transitando la década final de su carrera, época en la que realizó sus únicos seis films en color. El fin del otoño es uno de ellos: un argumento propio de una típica comedia americana, con un humor que debe extraerse con serenidad.
Tras el fallecimiento de un hombre llamado Miwa, sus tres íntimos amigos asumen la responsabilidad de asistir a su hija y a su viuda. Van a intentar casar a la joven, dando por hecho que ella aceptará la primera oferta que se le presente tal cual lo marcan las costumbres japonesas. Pero ella rechaza a un candidato tras otro con total cortesía, aduciendo que no tiene apuro y que quiere estar cerca de su madre. Esto desconcierta a todos, que para facilitar las cosas se ponen en campaña para casar a la viuda de Miwa, confiando en que de este modo liberarán a la joven. El elegido será uno de estos viejos amigos, que también ha enviudado hace tiempo.
Sublimadas por el uso del color, en El fin del otoño las virtudes estilísticas de Ozu brillan como nunca. Capturados por una cámara ubicada a la altura de un tatami, la misma que la de un hombre en cuclillas, los interiores lucen austeros pero con una notable fuerza expresiva. En estos espacios los personajes se mueven apenas, su gestualidad parecerá casi imperceptible, pero sus emociones van a transitarlos con total libertad. Y es que Ozu no necesita sacudir la pantalla para mantener el interés del espectador.
Una vez más estarán presentes los temas recurrentes del autor: las relaciones entre generaciones, la persistencia de las tradiciones, la soledad ante la partida de un ser querido, las instituciones familiares. Pero todo esto tendría poco de original si no fuera por un elemento que Ozu incorpora siempre y que lo ha convertido no solo en un magnífico director sino en un certero cronista de su tiempo. En cada una de sus historias, mientras los personajes resuelven sus asuntos cotidianos, la cultura occidental se va filtrando en sus usos y costumbres. De este modo podemos ver una boda en la que el hombre luce saco y corbata y la mujer las ropas tradicionales japonesas.
El fin del otoño muestra además a los dos actores sociales que irán impulsando los cambios en la sociedad japonesa. Unos son las jóvenes generaciones, que no están nada apuradas en cumplir con las urgencias familiares. Y el otro son las mujeres que, supuestamente relegadas a un estado de sumisión, hacen una perfecta lectura de los tiempos que corren y asoman como una silenciosa fuerza transformadora.
FICHA COMPLETA
Título original: Akibiyori / Año 1960 / Duración 130 min. / País Japón / Dirección Yasujiro Ozu / Guion Kôgo Noda, Yasujiro Ozu (Novela de Ton Satomi) / Música Takanobu Saitô / Fotografía Yuuharu Astuta / Reparto Stesuko Hara, Yoko Tsukasa, Shin Saburi
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