Extremadamente peligroso para la democracia
Un grupo de medios de USA ataca a su competencia, con modales orwellianos
Así como en la Argentina existe el grupo Clarín y en Brasil está O’Globo y en España el grupo PRISA, en Estados Unidos el conglomerado mediático más poderoso (cuyo nombre ‘no suena’ o no es tan conocido) es el Sinclair Broadcasting Group.
De la misma forma en la que Clarín fue comprando canales en el interior del país, aprovechando que tenía los derechos del fútbol para luego ‘destruir’ a la competencia, lo mismo hizo Sinclair. Pero si bien el objetivo era/es el mismo, ellos no necesitaron tener los derechos de ningún deporte para lograrlo. Les bastó con tener dinero… mucho dinero. Lo más rancio de la ultra-derecha norteamericana, que nosotros conocemos bien porque están y estuvieron detrás de los fondos buitre (por poner un ejemplo), hacen campaña desde hace mucho por los candidatos republicanos. No es casual que haya aparecido Trump.
Créame que lo que estoy escribiendo es absolutamente menor. Solo sirve para poner en contexto lo que usted verá si sigue leyendo. Yo nunca vi en mi vida un video como el que aparece más abajo y créame que estaría dispuesto a apostar que usted tampoco. Ahora bien: ¿qué video? Téngame un poquito de paciencia.
Voy a imaginar lo que sería en nuestro país. Suponga que usted vive en Resistencia (Chaco) o en Formosa o en General Pico. En cada una de estas ciudades, llega TN. Pero además, hay –por lo menos— un canal local que tiene sus propios noticieros. La gente que vive allí conoce a los periodistas porque son los que reflejan la actividad local, los que varias veces por día acompañan a las personas que allí viven. Se genera un grado de credibilidad producto de que son reporteros, movileros, conductores que muy posiblemente nacieron allí y trabajan en televisión desde antes que llegáramos de la Capital para decirles qué noticias les tenían que importar (y cuáles no). Algo así como establecer la agenda que más interesa a quienes necesitan infiltrar sus ideas a los futuros votantes.
Ahora imagine lo mismo, pero en Estados Unidos. ¿Qué hizo el grupo Sinclair? Fue comprando los canales locales y empezó a ‘bajar línea’, a designar como jefes de noticias a aquellas personas a quienes les darían las instrucciones sobre qué noticias eran importantes, cuáles no, y cuáles eran los textos que los conductores de los noticieros tenían que leer.
Pero el último domingo, 1 de abril, se produjo un acontecimiento espectacular (y ya llego al video). La gente de Sinclair escribió un texto que envió a todos los canales de los que es dueño. Los jefes de noticias pusieron en un ‘teleprompter’ (algo así como una pantalla que está puesta arriba de la cámara que los conductores tienen frente de sí), el texto que habían recibido [1].
Los conductores de cada noticiero en cada una de las ciudades, tenían que leer TEXTUALMENTE lo que tenían delante… casi como si lo estuvieran recitando. Por supuesto, la idea era atacar a todos los otros medios de comunicación como si estuvieran intentando ‘lavarles la cabeza’ a los lugareños que ‘desprevenidos’ eran engañados desde los medios masivos de comunicación. (Piense en la CNN, en la NBC, en la ABC, etc.)
“Compartir información tendenciosa y falsa —dijeron literalmente los conductores / conductoras— se ha transformado en algo muy común a través de las redes sociales. Algunos miembros de los medios de comunicación usan sus plataformas para ‘empujar’ sus inclinaciones personales. Esto es extremadamente peligroso para nuestra democracia”.
Y aquí fue donde en un hecho espectacular, con una imaginación extraordinaria y con un poder de edición que emociona, apareció un periodista que trabaja para la organización Deadspin. Me refiero a Timothy Burke.
Burke consiguió las grabaciones de todos los conductores que en cada ciudad fueron leyendo el texto. Los editó y los puso todos juntos. Y generó un video que —creo— lo va a conmocionar.
No se preocupe si no entiende inglés: ¡no le hace falta! El video dura 1 minuto y 39 segundos. Y al final, solo para que se entienda un poco más, los periodistas dicen lo siguiente: “This is extremely dangerous to our democracy”. (O sea, esto es extremadamente peligroso para nuestra democracia.) Sí, sin ninguna duda. La diferencia es que lo que es extremely dangerous to our democracy es más bien lo que hacen ELLOS.
Como es imaginable, hubo periodistas que se resistieron, y si bien no hay un registro verificable de cuántos ni de qué lugares, uno de ellos comentó en forma anónima que el ‘castigo’ o ‘penalidad’ por negarse o por renunciar al cargo que tenían dentro del noticiero, los obligaba a entregar o retornar el 40 por ciento (el cuarenta por ciento) del sueldo anual del o de la periodista.
Antes de que me lo pregunte o si se lo está preguntando usted, la cuenta oficial indica que el Grupo Sinclair es dueña de 173 estaciones de televisión (hasta hoy, pero el diario USA Today dijo días atrás que ese número es incorrecto y que ya son propietarios de más de 200 canales, incluidas filiales locales [1]. Como usted verá también, el escandalosa mayoría de los periodistas que leen el texto son blancos (creo que hay una sola persona afro-americana). Hasta el miércoles 4 de abril a las 5 de la tarde, el video había sido visto por más de 7 millones y medio de personas.
Y hay más: Sinclair habría hecho una oferta de más de 4.000 millones de dólares (sí, cuatro mil millones de dólares) para comprar otro conglomerado (Tribune Media Group), que en particular es dueño de algunos diarios (como el Chicago Tribune). ¿Por qué hago mención a esto? Si esa oferta fuera aceptada, Sinclair habría hecho pie (o puesto ambos pies y algo más) en ciudades como Chicago, Los Angeles y Nueva York, las tres ciudades más importantes y pobladas de todo Estados Unidos.
No hace falta que yo agregue nada más. Cualquier similitud con nuestro país (u otros) ¡no es casual! Es premeditado, pensado, y operado en forma extraordinaria. Suba sus defensas y preste atención. De alguna forma, visible o no tanto, esto está pasando alrededor nuestro. No es solamente Facebook. Continuará.
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