Especulando ando

 

El pasado miércoles 23 de junio, la provincia de Jujuy registró la mayor cantidad de contagios en un día desde el inicio de la pandemia. Fueron 358 casos, más del doble que los que contabilizó un mes atrás. Sin embargo, el gobernador Gerardo Morales no dio el brazo a torcer y continuó con la convocatoria a elecciones legislativas locales prevista para el día de hoy, cuando 570.879 personas están en condiciones de asistir a las urnas. Un informe del Observatorio Covid-19 de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), a cargo del ingeniero Carlos Marín, advirtió que frente al incremento de la incidencia de casos, el gobierno debería tomar medidas excepcionales. Claramente, frenar la convocatoria a las elecciones no fue una de ellas.

 

 

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener la positividad diaria debajo del 10%, en Jujuy, en el transcurso de la pandemia, se registra un promedio del 26%. La provincia, según el informe de la UNJU, cuenta con 1.190 fallecidos acumulados que determinan un índice de letalidad del 3,51%, el más alto del país.

Un dato que no especifica este informe, pero que sirve para ilustrar la gravedad de la situación que se vive en la provincia, es la cantidad de docentes fallecidos desde que se retomó este año la presencialidad de las clases. Según los colectivos educativos, entre 26 y 30 maestros murieron a causa del Covid en Jujuy, que apenas supera los 700.000 habitantes. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires registra 25 docentes fallecidos con una población de poco más de 3 millones de personas.

En el contexto del incremento de casos y las altas tasas de letalidad, el informe de Marín también advierte que si bien la Subdirección de Epidemiología no informa en su reporte diario la cantidad de camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI) ocupadas ni la cantidad total de camas UTI habilitadas, dicho nivel es alto.

Por otro lado, cinco de los departamentos con mayor población de la provincia registran en los últimos 14 días incidencias acumuladas muy superiores a los 250 casos por 100.000 habitantes, lo que implica un riesgo epidemiológico y sanitario alto. Se trata de los departamentos de Manuel Belgrano –que incluye a San Salvador de Jujuy–, El Carmen, Ledesma, Palpalá y San Pedro. Esta situación “coloca en máxima tensión al sistema de salud y genera o puede generar grave riesgo de saturación y consiguiente aumento de la mortalidad”, especifica el informe.

 

 

Las medidas adoptadas por el Tribunal Electoral que conduce el ex candidato a vicegobernador de la UCR en 2011, Federico Otaola –nombrado por Morales en diciembre de 2015 como integrante del Superior Tribunal de Justicia–, lejos de tener que ver con una cuestión sanitaria, se relacionan más con la habilitación del fraude electoral. El 15 de junio, a través de una resolución, el tribunal determinó que las únicas personas habilitadas para firmar los sobres con los votos serían el presidente o en su defecto el vicepresidente de mesa. Temían que al compartir la lapicera o pasar el sobre pudieran expandir la pandemia. La oposición puso el grito en el cielo porque de esa manera quedaría habilitado el voto en cadena, entre otras formas de fraude. Caso extraño en la provincia, lograron que se revirtiera dicha medida y habilitaron a los fiscales que lo deseen a que firmen los sobres.

Desde el Frente de Izquierda de los Trabajadores también denunciaron que el Tribunal Electoral niega la posibilidad de controlar la carga de las actas. Gastón Remy explicó: “En primer lugar, las actas de escrutinio que realicen los presidentes de mesa en cada urna de votación se enviarán por Correo Argentino a la empresa SIMECOM, sin embargo, no podrá ser controlada en el lugar de origen (la escuela), como tampoco podrá ser controlada al momento de llegar a la empresa que realizará la carga. O sea, no se puede controlar qué acta sale y qué acta llega y, por ende, qué números estará cargando el personal de la empresa a cargo del escrutinio provisorio. De esta forma, habrá un agujero negro que habilita a todo tipo de irregularidades”. Es decir que las medidas que adoptan para controlar la pandemia en el marco de las elecciones siempre están vinculadas con alguna forma de restricción de los controles por parte de los partidos, cuando la medida más racional en este contexto sería simplemente postergar los comicios (si la intención fuera verdaderamente la de minimizar los contagios).

Otro hecho que no tiene que ver directamente con la pandemia, pero que da cuenta de la imparcialidad y el apego a la legalidad del Tribunal Electoral, fue la autorización para que la lista de Cambia Jujuy lleve impresa en la boleta la cara de Morales, cuando la normativa establece que no pueden ir imágenes de personas vivas por fuera de los candidatos. En 2019, este mismo tribunal le prohibió a la lista de Unidad Ciudadana que en la boleta aparezca el rostro de Cristina Kirchner.

Con este escenario, resulta interesante analizar el proceso de vacunación. Según los datos del Monitor Público del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el viernes pasado se entregaron en la provincia 381.157 vacunas, de las cuales se aplicaron 354.000: 275.507 de la primera dosis y 78.541 de la segunda. Como indica el informe de la UNJU, sólo el 10% de la población tiene las dos dosis aplicadas.

“La gestión de la pandemia tiene por objetivo la maximización del proceso de vacunación y, ante la detección de situaciones de urgencia y necesidad, actuar en forma oportuna, focalizada y temporaria para suspender la realización de determinadas actividades o restringir la circulación, para disminuir la velocidad en el incremento de los contagios y para prevenir la saturación del sistema de salud”, señala el informe de la UNJU. En ese contexto, el Congreso Nacional votó la postergación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para el 12 de septiembre, cuando se espera llegar al proceso electoral con la mayor parte de los votantes inmunizados, en función del incremento del ritmo de vacunación.

En cambio, Morales decidió adelantar los comicios, especulando que de ese modo evitaba una mayor unidad en la oposición y que algún sector que no sea el de su socio Rubén Rivarola –presidente del PJ local, quien no tiene el apoyo del Frente de Todos a nivel nacional– pudiese compartir lista con el espacio que lideran Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. En su visita a Salta del 17 de junio, el Presidente de la Nación se reunió con Diego “Dingui” Palmieri, Alejandra Cejas, Fernando Acosta y Sandra Cruz, candidatos del Frente Unidad para la Victoria, espacio cercano a Milagro Sala.

Lo que no se puede desconocer es que el gobernador jujeño sí se preocupó por difundir el dispositivo de vacunación. Para ello distribuyó panfletos con el logo de Cambia Jujuy y una leyenda que rezaba “votá a los diputados de Gerardo”. No había espacio en el volante para aclarar que las vacunas las envió el gobierno nacional.

 

 

Para finalizar con una perlita, el video que originó un operativo clamor para afiliar al perro que allí aparece.

 

 

La renovación del perronismo lo reclama. Perrón, Perrón, que grande sos.

 

 

 

 

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