¿Es necesario que gane Lula?
La relevancia del acto eleccionario en Brasil para el futuro del Mercosur
El 2 de octubre en Brasil se realizará la primera vuelta de la elección de una gran parte de la representación política. Se elegirán el cargo de Presidente y Vicepresidente, 27 gobernadores, 27 senadores, 513 diputados federales y 1.059 diputados estatales.
Si ningún candidato a Presidente y Vice alcanza el 50% de votos, el 30 de octubre se realizará la denominada segunda vuelta, de la que participarán los dos candidatos más votados en la primera.
Las proyecciones de Naciones Unidas calculan que actualmente hay alrededor de 214 millones de habitantes en Brasil. La Corte Superior Electoral estima que en las próximas elecciones votarán 148 millones de personas. La magnitud de este último dato ubica al país como la segunda democracia del hemisferio occidental y una las mayores del mundo.
Brasil es el país más extenso de América del Sur. Menos con Chile y Ecuador, limita con todos los países de la región. Este dato expresa una de las razones por lo que adquiere suma significación en el marco del Mercosur (Mercado Común del Sur).
Frente al inminente acto eleccionario en Brasil, optamos por recabar puntos de vista entre distintos intelectuales que viven en los países miembros del Mercosur. A continuación, pasamos a transcribir las respuestas a cuatro preguntas, respetando el orden temporal de recepción:
Respuestas
Agustín Canzani
Sociólogo y analista político. Director de la Fundación Líber Seregni, profesor de la Universidad de la República y consultor para diversos organismos nacionales e internacionales en temas de política pública.
Respuesta recibida desde Uruguay el 10 de agosto.
1. ¿Cuál es la relación actual de su país con el Mercosur?
Es el segundo socio comercial en términos de bloque y recibe, en promedio, bienes con mayor nivel agregado. Es un aporte clave en algunos sectores de actividad relevantes, como el turismo. Actualmente, su imagen está atravesada por un debate político importante en que la coalición de gobierno, de signo conservador, tiende a presentarlo más bien como un freno a la expansión comercial y el libre comercio mientras que la izquierda, en la oposición, reivindica su rol como articulador de proyectos regionales y espacio de negociación para proyectarse hacia el mundo.
2. ¿Cómo analiza la vinculación entre el Mercosur y China?
China le plantea al Mercosur tensiones económicas y políticas. Económicas, porque su búsqueda de acuerdos de libre comercio incentiva los intentos de acuerdos parciales ante la dificultad de negociar un acuerdo global. Políticas, porque desafía la tradicional prioridad que los vínculos diplomáticos otorgaban a Occidente, entendido como Estados Unidos y Europa.
3. Si Lula gana las próximas elecciones, ¿puede haber cambios en el Mercosur? ¿Podría especificar los posibles cambios?
Supongo que sí. Además de las convicciones políticas de Lula, Brasil necesita reconstruir parte de su influencia regional y, a la vez, volver a proyectarse como un jugador global. Una reactivación del Mercosur es una –aunque no la única– herramienta útil para ello. Adicionalmente, puede permitirle retomar un rol de articulador de iniciativas económicas regionales que supo tener y hoy ha perdido. No descartaría que eso pudiera incluir la invitación a integrarse a terceros países, como –por ejemplo– a Chile.
4.¿Cuáles son sus reflexiones sobre el futuro del Mercosur?
En un contexto como el actual, con un mundo que se cierra y Estados que tienen dificultades para hacerse valer por sí solos, un instrumento como el Mercosur no puede ser desechado. Seguramente necesita un reseteo. Eso implica analizar las bases sobre las que se construye la integración, definir más claramente sus alcances y establecer metas más precisas, tomando en cuenta las evidentes asimetrías entre los países. Quizás, supone también definir la forma en que se inserta el sector privado y las maneras en las que el capital puede participar del proceso de integración.
Javier Alejandro Lifschitz
Sociólogo. Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (UNIRIO) y del Programa de Posgrado en Memoria Social (PPGMS/UNIRIO).
Respuesta recibida desde Brasil el 13 de agosto.
1. ¿Cuál es la relación actual de su país con el Mercosur?
Durante el gobierno de (Jair) Bolsonaro se observa una gran disyunción entre el discurso político del gobierno y las acciones concretas que se vienen tomando. Esto es claro con relación al Mercosur. En 2021 se celebraron los 30 años de la creación del bloque y el gobierno dijo que no le interesaba más el Mercosur, pero el comercio intra-zona, entre 2020 y 2021, creció más de 40% y las exportaciones extra-zona, 37%. La exportación brasileña para el bloque es fundamentalmente de equipos de energía eléctrica, soja y vehículos de transporte de mercaderías. De la misma forma, en su discurso, el gobierno de Bolsonaro enaltece la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), pero el principal destino de sus exportaciones es, desde 2009, China.
2. ¿Cómo analiza la vinculación entre el Mercosur y China?
En un mundo cada vez más multipolar, hay razones para preferir acuerdos con China y con los BRICS, que neutralicen la hegemonía norteamericana. Las posiciones de China con relación a América Latina han sido de respeto a las formas democráticas y soberanas (lo que no sucede con los Estados Unidos) y con la erradicación de la pobreza, que no sólo constituye uno de los ejes, desde el décimo tercer plan quinquenal, sino también una línea de acción de su política global. Otro aspecto muy relevante será la inserción del Mercosur en la nueva ruta de la seda (Iniciativa de la Franja y de la Ruta), lo que abre nuevos horizontes, aunque hasta el momento Brasil no se incorporó al acuerdo.
3. Si Lula gana las próximas elecciones, ¿puede haber cambios en el Mercosur? ¿Podría especificar los posibles cambios?
Si Lula gana las elecciones, sin duda Brasil fortalecerá el Mercosur y su expansión encauzadas a los BRICS. Hay razones económicas para eso –Brasil exporta para el Mercosur productos industrializados y China es el principal mercado de sus commodities–, pero también hay razones políticas y culturales. Los bloques regionales son actores políticos y el intercambio cultural y científico es una precondición para que la presencia política del bloque se torne más preeminente en este escenario geopolítico, en rápida mutación.
4. ¿Cuáles son sus reflexiones sobre el futuro del Mercosur?
Con el triunfo de Lula en Brasil y la recuperación de la actual crisis en la Argentina, el Mercosur se podrá fortalecer en varios aspectos. En términos económicos (y a pesar de las posiciones lamentables de Bolsonaro, diciendo que el Mercosur no era del interés de Brasil), el comercio intra y extra-zona viene aumentando significativamente desde el año 2020. Pero queda por ver el comportamiento de las empresas transnacionales y los agentes financieros que operan en el Mercosur, porque un Mercosur acoplado a los BRICS, y por lo tanto menos vinculado a la OCDE, es algo que tiene implicaciones no sólo económicas.
Fernando Masi
Sociólogo y Economista con especialización en Relaciones Internacionales (The Johns Hopkins University-Estados Unidos). Fundador y director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP).
Respuesta recibida desde Paraguay el 14 de agosto.
1. ¿Cuál es la relación actual de su país con el Mercosur?
Actualmente, el principal mercado de exportación del Paraguay es el Mercosur, con una participación predominante del Brasil como mercado de destino. Las exportaciones al Mercosur son tanto de commodities como de productos manufacturados no agrícolas. El Mercosur es también nuestro principal cliente en materia de venta de energía hidroeléctrica y de reexportación de bienes importados de extra-zona (suntuarios).
2. ¿Cómo analiza la vinculación entre el Mercosur y China?
China es uno de los principales inversores del Mercosur, el país que tiene más créditos destinados al Mercosur que cualquier organización multilateral y el principal socio comercial, tanto en importación como exportación. Sin embargo, un acuerdo de libre comercio con China podrá tener una repercusión negativa rápida sobre el parque industrial brasileño y argentino.
3. Si Lula gana las próximas elecciones, ¿puede haber cambios en el Mercosur? ¿Podría especificar los posibles cambios?
Con Lula, Brasil retomaría en forma inmediata el liderazgo del Mercosur, dejado de lado por la política aislacionista de Bolsonaro. Esto significaría una rápida solución para implementar el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, establecer una mesa de conversaciones sobre el futuro del Mercosur y de la región sudamericana y volver a crear un ambiente de confianza entre las cuatro naciones del bloque.
4. ¿Cuáles son sus reflexiones sobre el futuro del Mercosur?
Los gobiernos del bloque deberán decidir, más temprano que tarde, si sigue siendo realista profundizar el proceso de integración hasta llegar al mercado común, o si hay que establecer un estadio de integración menor como meta. Lo que no puede seguir siendo el Mercosur es una “unión aduanera imperfecta”. Un estadio menor tampoco significará dejar de lado todos los activos ganados por el Mercosur en diversos aspectos de la integración.
Fortunato Mallimaci y Carlos Fidel
Fortunato Mallimaci es profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Carlos Fidel es docente investigador titular consulto de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
1. ¿Cuál es la relación actual de su país con el Mercosur?
Desde los inicios del Mercosur, las exportaciones y las importaciones intra-zona transitaron por una fuerte dinámica de incremento. Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la Argentina aumentó –en promedio– un 650% el flujo de intercambio al interior del Mercosur. Actualmente la balanza comercial con el Mercosur es favorable para la Argentina. Estos intercambios son de bienes primarios e industrializados, por ejemplo, es muy significativa la participación de la industria automotriz. Los datos anteriores expresan la importancia relativa del Mercosur para la Argentina.
2. ¿Cómo analiza la vinculación entre el Mercosur y China?
Los principales países destinatarios de las exportaciones del Mercosur fueron China, Estados Unidos y Países Bajos, con una participación del 29%, 11% y 4% respectivamente. Estos tres países, en su conjunto, representan el 44% de las exportaciones del Mercosur. A su vez, los principales países de origen de las importaciones del Mercosur fueron China con 25%, Estados Unidos con 18% y Alemania con 5%, representando el 48% de las importaciones totales del Mercosur. Hoy las relaciones bilaterales de los países del Mercosur con China difieren sustancialmente, tanto en las relaciones políticas como económicas, lo que está dificultando el propósito de alcanzar posiciones comunes y esto desacelera la profundización de las relaciones en clave regional que beneficie, por la escala, al conjunto de los países.
3. Si Lula gana las próximas elecciones, ¿puede haber cambios en el Mercosur? ¿Podría especificar los posibles cambios?
Entre 2003 y 2019, en los dos periodos que gobernó Lula, se impulsó una mayor densidad en el comercio interno del Mercosur y se incrementaron los flujos destinados a otras zonas del mundo. Esto fue acompañado con políticas de distribución más equitativas del ingreso, sumando iniciativas para ensanchar la soberanía cultural, política y económica. Los anteriores antecedentes y el actual discurso de campaña de Lula podrían indicar que, si gana la Presidencia, le imprimiría una mayor dinámica a la integración del Mercosur, exportando mayor valor agregado y más inserción a escala mundial y generando condiciones para la ampliación del mercado interno y mayor espesor a los derechos sociales, democráticos y judiciales de los países miembros.
4. ¿Cuáles son sus reflexiones sobre el futuro del Mercosur?
El Mercosur tiene varios probables escenarios futuros. Van desde una posible disolución, pasando por una paulatina reducción de su importancia –quedando centrado en temas tales como la fijación de ciertos aranceles comunes limitados a unos pocos bienes–, hasta la construcción real de un escenario de ampliación de las esferas de acuerdos comunes de desarrollo equitativo y cooperativo en cuestiones comerciales, productivas, sociales, de empleo, culturales, científicas; de derechos humanos, urbanos, rurales, sanitarios, medio ambientales, cuestiones de género, entre otras. En el último escenario, se deberán tener en cuenta las asimetrías materiales y simbólicas preexistentes, que son un fuerte obstáculo para la integración. Otras trabas son los corredores de intercambios informales y las cavernas financieras, que recorren los circuitos de la ilegalidad y propician la fuga de los excedentes materiales, afectando al bienestar de buena parte de la población asentada en todos los países miembros.
Algunos comentarios
Es de señalar que las preguntas que le realizamos a nuestros colegas de otros países fueron respondidas rápidamente, tal vez como expresión del interés y la importancia en los ejes temáticos planteados.
Una estrategia que busque la ampliación cooperativa de la inserción internacional de los países miembros del Mercosur es la densificación de los eslabonamientos productivos intra-zona para expandir los bienes y servicios prioritarios en esta cooperación donde todes ganen, realizada desde y con los pueblos del Mercosur.
Para ello se debe incorporar una perspectiva multilateral de un no alineamiento activo, avanzar en la industrialización de nuestros países, ampliar la incorporación local de la tecnología y el trabajo digno y ensanchar el intercambio intra-zona en la esfera científico-técnica, que potencie el uso de la inteligencia artificial. La producción y los servicios se deben orientar a dilatar y consolidar el consumo igualitario y solidario del mercado interno, lo que debería ser la prioridad política y económica de los pueblos y gobiernos que forman parte del Mercosur. Estas perspectivas están hoy en disputa en cada uno de los países miembros.
Un enfoque en el que coinciden los entrevistados es que la apuesta a un Mercosur que promueva el desarrollo popular y justo en el plano económico-social-ambiental depende del signo político que se adopte en Brasil. En ese sentido, considerando la historia reciente y las propuestas de la actual campaña electoral, es necesario que Lula gane las próximas elecciones.
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