En busca del salario perdido

 

Con un paro de 72 horas y una masiva movilización en la ciudad de Campana, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) inició el martes su tercera semana de acción de lucha en busca de recomposición salarial. La estrategia del grupo Techint —una vez que llegó al gobierno Javier Milei— fue romper el compromiso paritario con los metalúrgicos de que los salarios no debían perder frente a la inflación. 

En diálogo con El Cohete a la Luna, el secretario general de la UOM, Abel Furlán, comienza explicando el inicio de la paritaria 2023-2024. “Nuestra paritaria va desde el 1 de abril de 2023 hasta el 21 de marzo de 2024, o sea que está finalizando. Y lo primero que consensuamos con el sector empresario, con todas las cámaras de nuestra actividad, allá por abril de 2023, fue que los salarios no debían perder frente a la inflación”, recalca. “Esa situación se vino llevando adelante de manera normal, cumpliendo con ese compromiso hasta el mes de diciembre, cuando la Cámara Argentina del Acero (CAA), liderada por el grupo Techint, empezó a manifestar que no iba a dar cumplimiento a esa manera de acompañar la inflación”.

Ante esa decisión, la UOM pidió explicaciones. La respuesta empresarial fue “que no estaban en condiciones de acompañar la inflación”. Furlán relata: “Empezamos a discutir y a fundamentar que eso no era verdad, que no tenía consistencia, que faltaban argumentos. Porque veíamos que la situación de las empresas estaba muy bien. Pero la CAA siguió insistiendo en que no estaban en condiciones de que los salarios de los obreros se incrementaran debido a la inflación”.

“Con el resto de las cámaras —porque tenemos dos unidades de negociación, una con la CAA y otra con el resto de las cámaras—, pudimos resolver diciembre. Pero luego, el grupo Techint empezó a liderar una estrategia y una presión sobre el resto de las cámaras, en la que las obliga a la negación de nuestra petición en el mes de enero y mes de febrero. Ellos (por la CAA) siguen estando en la misma sintonía, no dándonos la posibilidad de que nosotros recuperemos el salario perdido”, describe. “No estamos pidiendo aumento, solamente recuperar el salario que se pierde por el proceso inflacionario que vive la Argentina”, recalca Furlán.

“Así pasó enero, febrero; estamos en marzo y todavía no pudimos resolver el problema con la CAA durante ese trimestre y nos adeudan enero y febrero el resto de las cámaras. Esa dilación, esa estrategia de las cámaras, la dimos a conocer a nuestro Consejo Directivo y resolvimos un plan de lucha que consistía en 24 horas de paro al inicio (el 6 de marzo), 48 horas en la semana siguiente (13 de marzo) y 72 horas de paro en esa tercera semana (19 de marzo)”, explica el Secretario General de la UOM sobre las acciones emprendidas a nivel nacional.

 

 

Cumplimentado el acto administrativo de conciliación obligatoria con la CAA, “que teníamos desde diciembre —finalizó hace dos semanas—, pudimos comenzar con el paro de 24 horas y la extensión de esa medida para las semanas que siguieron”, expresa Abel Furlán. La UOM tuvo su congreso siderúrgico el lunes en San Nicolás con todos sus delegados de las distintas ramas, donde se ratificó el plan de acción. Con el resto de las cámaras, la UOM se encuentra transitando la conciliación obligatoria: “Nos queda una semana. Si no hay acuerdo, seguramente la semana entrante vamos a estar iniciando un plan de lucha”, precisa Furlán.

 

 

Llevan más de 90 días con la petición. Mantuvieron unos 12 encuentros con el sector empresarial. ¿Cuál ha sido el pedido puntual de ustedes y qué ofreció la patronal?

—Lo que estamos pidiendo es que se recompongan los salarios en los porcentajes que anuncia el INDEC de inflación. Lo hemos hecho en el mes de octubre, en el mes de noviembre y en diciembre comenzaron a decir que no. Peticionamos para el mes de diciembre el 25,5% de lo que fue la inflación, el 20,6% de enero y el 13,2% de febrero. Y como contraprestación, la empresa dio un anticipo del 15% sobre los salarios de noviembre, en diciembre. Otro 15% en enero y en el mes febrero, sabiendo que se venía un plan de lucha, dieron un anticipo del 22%. Todo eso es totalmente insuficiente y está 14 puntos por debajo de la inflación. Eso es a lo que nos negamos nosotros a acordar. Porque no podemos deteriorar el poder adquisitivo de los trabajadores más de lo que lo hizo la propia inflación.

¿A qué obedece la decisión de Acindar (empresa del grupo multinacional Arcelor Mittal) de parar la producción por un mes?

—Nunca se sabe. Siempre esconden información. Pero parar por 30 días la producción nos hace pensar que están estoqueados. Puede haber alguna situación de caída de la actividad y de la demanda, a partir de la política que está llevando el gobierno con el ajuste brutal. De igual manera, nada justifica que a los trabajadores se les esté negando la recomposición del salario. Porque el balance de 2023 de Acindar fue escandaloso positivamente. (El jueves la seccional Villa Constitución de la UOM acordó con Acindar la suspensión de trabajadores que percibirán el 83% del salario y la preservación de los puestos de trabajo con la empresa y firmas contratistas). Siderar (empresa de Techint, ubicada en Ramallo, que desde 2017 se llama Ternium, que elabora y fabrica aceros laminados en caliente y en frío, galvanizados, electrocincados, prepintados y hojalata) anunció su balance 2023 —hace quince días— en 192.000 millones de pesos de rentabilidad libre de impuestos. Y Siderca (la empresa de Rocca ubicada en Campana, que fabrica tubos sin costura) va a anunciar en las próximas semanas un balance superior o similar al de Siderar. Queda claro que no hay ningún motivo para negarnos a los trabajadores la recomposición del poder adquisitivo perdido, que es por una estrategia liderada por el grupo Techint para que  tengamos que naturalizar sueldos de hambre en el país.

El monopolio de la producción que ejerce Rocca incide fuertemente en la inflación. Por lo tanto, mayor ganancia también para el grupo Techint. ¿Tienen registrada esa ganancia?

—A nosotros nos niegan la recomposición del salario del mes de diciembre del 25,5% y Siderar aumentó el 100% el precio de la chapa.

La UOM encontró —escondidos en el INDEC— gráficos que muestran la evolución del acero en Argentina. En acero aletado, conformado en barra, fue de un 105,8% para diciembre de 2023. En perfiles de hierro-acero, 38,9% para diciembre. Chapas de hierro-acero, 89,2% para el mes de diciembre. Chapas metálicas, un 137,2%, también para el mes de diciembre de 2023. 

—Exactamente. Ahí queda a las claras que a favor de la inflación están jugando a instalar salarios de hambre para defender y maximizar la rentabilidad de sus empresas. Mientras el Estado nacional está llevando adelante un ajuste sobre el sector público, fundamentalmente sobre los jubilados, el grupo Techint le está haciendo la pata al gobierno nacional, llevando adelante la misma estrategia para que en el sector privado también los salarios pierdan contra la inflación, porque de esa manera se garantizan rentabilidades.  

Cuando imponen un precio de la chapa —de la magnitud en que lo hicieron en el mes de diciembre—, lo que están poniendo en riesgo es que a muchas de las cadenas de valor que nosotros representamos se les haga imposible la recomposición del salario. Por ejemplo: ¿cuánto vale hoy una heladera, ¿cuánto vale hoy un lavarropas?, ¿cuánto vale hoy una cocina? En todo eso, fundamentalmente, tiene incidencia el precio de la chapa en más de un 70% del valor del producto. Se entiende entonces que también no es solamente la baja del salario, sino cómo imposibilitan que el trabajador pueda acceder a artículos de primera necesidad que estos sectores están imponiéndoles al resto de la cadena de valor. Una situación que a los trabajadores nos deja cada vez más lejos de poder acceder.

 

 

 

Paolo Rocca también puso otro hombre suyo en el gobierno. Se trata del abogado de Techint Julio Cordero, como nuevo secretario de Trabajo del gobierno de Milei. ¿Esto significa que también tienen un árbitro que inclinará la cancha a favor del empresariado en el Ministerio de Trabajo?

—Bueno, lo que pasó con el secretario de Trabajo hace pocos días deja muy en claro que el grupo Techint hoy co-gobierna y es parte de la actual gestión. Y si el Ministerio también presiona a las organizaciones sindicales con que no va a homologar salario por encima del 12%, concuerda con la posición del grupo de negar la recomposición salarial en esta negociación.

De acuerdo a la escala salarial, ¿cuál es el salario que percibe un obrero ingresante?

—Viene bien la pregunta, porque si los metalúrgicos tuvieran salarios que se aproximaran al millón de pesos, no estaríamos hablando de la petición que llevamos adelante para que se cumpla con lo que se había sostenido, que es acompañar la suba de acuerdo a la pérdida por inflación. Pero lo que ocurre es que estamos pidiendo recomponer los salarios de 300.000 pesos de bolsillo. Que está muy lejos de la canasta familiar que está en 690.000 pesos. 300.000 pesos es lo que cobra un ingresante, esa es la categoría mínima. Eso es lo que genera mayor bronca en los trabajadores. La poca sensibilidad que tiene la patronal y la irresponsabilidad de pretender que alguien pueda vivir con una contraprestación que no cubre las necesidades básicas de cualquier familia.

—¿El obrero metalúrgico adhiere a la medida de fuerza o puede más el miedo de los descuentos a su salario que aplica la empresa?

—A pesar de la situación que vive el trabajador —que es angustiante y dolorosa—, y de que muchas veces se enfrenta a que el día 15 ó 16 de cada mes tiene que dirimir que hace con los poquitos pesos que le quedan en el bolsillo, que es la situación de muchos trabajadores hoy, que están entre comprar el pan con ese dinero o gastarlo en el transporte hacia el trabajo, así y todo, podemos decir que los trabajadores están con un espíritu de lucha en la que el paro de 24 horas fue de un acatamiento total, como también lo fue el paro de 48 horas. Y el paro por 72 horas volvió a demostrar un acatamiento total. Nosotros nos sentimos orgullosos del espíritu de lucha de los compañeros y esperamos que las empresas reflexionen. Nosotros vamos a hacer todos los esfuerzos necesarios para que en el ámbito de la paritaria —que es donde se tiene que resolver esta cuestión— podamos alcanzar un acuerdo. Pero no vamos a poder alcanzar un acuerdo si las empresas, en este caso las que más rentabilidades tienen, las que más dinero han ganado en los últimos tiempos, se niegan a atender la petición que hoy estamos llevando adelante los metalúrgicos.

 

 

 

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