Empresarios aceitosos
Una empresa productora de biodiesel de aceite vegetal de soja despidió a 28 trabajadores
La totalidad de los trabajadores que fueron despedidos el 16 de mayo llevan más de 40 días de acampe fuera de la planta Bio Ramallo, ubicada en el Parque Industrial Comirsa del partido de Ramallo. La empresa no respetó la conciliación obligatoria y no dejó ingresar a los empleados que con la presencia de la policía de la provincia de Buenos Aires, a través del subcomisario Cristian Ponce —oficiando de portero— notificó la imposibilidad de acceso el 13 de junio a los trabajadores enrolados en el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (SOEAR). El jueves existió una audiencia en la Secretaría de Trabajo de Nación. Ante la inacción y violación por parte de la empresa de los pasados veinte días de Conciliación Obligatoria, se resolvió extender el plazo una semana más. La Secretaría pretende sentarse con el dueño de la empresa, que ha estado ausente en las audiencias. Los trabajadores seguirán resistiendo y SOER no descarta medidas de fuerza regional y nacional en caso de no arribar a una solución que en principio es tener a los 28 trabajadores dentro de la planta.
Subcomisario Ponce oficia de mensajero en la portería anunciando la decisión de la empresa de no dejarlos ingresar a los trabajadores.
La empresa paga todavía los sueldos de los 28 trabajadores que siguen sin poder ingresar. La producción está parada pero en los papeles se sigue comercializando como Bio Ramallo, denuncian los trabajadores. La maniobra se efectúa a través de otras tres plantas relacionadas. Bio Ramallo es una empresa productora de biodiesel de aceite vegetal de soja que se creó en 2011. Su dueño es Juan Carlos Bojanich, con negocios en el juego en Bahía Blanca. Refinar Bio, Biobal Energy SA y Bio Corba SA están relacionadas al Grupo Bojanich. Juan Manuel Bojanich preside Bio Corba y Carlos Balassone, socio fundador de Biobal Energy SA, aparece además como socio en Bio Ramallo, donde el ramallense Carlos Balestrino es también socio inversor. Emiliana Borra es directora de Refinar Bio, pero aparece también como directora junto a Juan Ignacio Bojanich en una compañía dedicada a la elaboración de bioetanol. “La planta no está funcionando en este momento porque estamos todos los despedidos afuera y no vamos a permitir que nadie ingrese bajo otro convenio, porque lo que pretenden es un convenio a la baja. El problema es que la empresa sigue funcionando en los papeles, esta empresa está ‘fasoniando’, como lo llamamos nosotros, el producto sale de otras empresas a nombre de Bio Ramallo”, dice el delegado Fabián Sola. “Tenemos evidencia de que sigue viniendo etanol, sigue viniendo aceite y ellos venden el biodiesel a nombre de Bio Ramallo, pero lo están sacando de otras plantas”.
La maniobra de Bio Ramallo —señalan los trabajadores— viola la cláusula octava de la Resolución 56/2012 de Acuerdo de Abastecimiento de Biodiesel para su Mezcla con Combustibles Fósiles en el Territorio Nacional, que prohíbe el servicio de fasón (manufactura de un producto por mandato de un tercero) y los préstamos de producto entre empresas sin debida autorización.
Flojas de papeles
Las empresas Refinar Bio, Biobal Energy SA y Bio Corba SA no cuentan con la habilitación municipal correspondiente. La empresa Biobal Energy S.A quiso acogerse a los beneficios de la Ley de Promoción Industrial 13.656, pero el trámite fue rechazado por Resolución 173 publicada en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires con fecha 26 de junio de 2019, donde se puede leer: “‘Habiendo recabado información en las propias empresas, (Biocorba S.A., Refinar Bio S.A. y Biobal Energy S.A.), nos comunican que empiezan formalmente a funcionar, entre enero y marzo de 2017. Complementando lo antedicho, es necesario informar que a la fecha ninguna de las tres empresas cuenta con habilitación municipal producto de estar pendientes las categorizaciones expedidas por la autoridad de aplicación correspondiente, habiendo iniciado los expedientes municipales respectivos" (fojas 117). En otros de los considerandos también se expresa “que la empresa omitió acompañar el correspondiente certificado de aptitud ambiental (Ley 11.459)”, lo que llevó al ministro Javier Miguel Tizado a rechazar la solicitud efectuada por la firma Biobal Energy S.A con respecto a acogerse a los beneficios del Régimen de Promoción Industrial.
Los trabajadores advierten que “la empresa BioCorba además no cuenta con planta de tratamiento de efluentes líquidos, por lo cual todos sus efluentes generados son enviados a la planta de tratamiento de efluentes líquidos de Bio Ramallo”. También denuncian que existen “una serie de conexiones no declaradas tales como cañerías que conectan los tanques de Neutro seco de Biocorba a Bio Ramallo, cañerías que conectan la caldera de Biocorba con la de Bio Ramallo, para proveer de vapor desde Biocorba, sin necesidad de utilizar la caldera y personal de Bio Ramallo”. El 20 de junio el Concejo Deliberante de Ramallo votó por unanimidad suspender los beneficios de exención de tasas municipales otorgados por la Ordenanza 3458/08 a las empresas beneficiarias que despidan a sus trabajadores en forma injustificada y sin haber cumplimentado el procedimiento preventivo de crisis de empresa y/o no se encuentre al día en el pago de tasas y tributos municipales, como es el caso de Bio Ramallo. El Senado provincial declaró su repudio y preocupación por la resolución de la empresa Bio Ramallo de despedir a la totalidad del personal de su planta. El Concejo Deliberante debería exigir al Municipio que ejerza su rol de contralor poniendo el ojo en las irregularidades con la que están operando las plantas espejos, como denuncian los trabajadores.
Cronología del conflicto
El conflicto estalla en abril de este año, cuando la empresa niega la aplicación del convenio 420/05, firmado en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires en junio de 2015, donde la empresa se comprometió a la aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo para Obreros y Empleados de la Industria Aceitera a partir del 01/05/2015, reconociendo sueldos, delegados, permisos gremiales, día del aceitero, día del trabajador, navidad y año nuevo. En el año 2016 y 2017 se abonaron sin inconvenientes las paritarias correspondientes. El 4 de mayo del año 2018 se firmó una nueva paritaria de la que se adeuda retroactivos de los meses: enero, febrero y marzo. En el mes de agosto de 2018 se fijó una nueva escala salarial vigente a partir del 1 de agosto la cual fue abonada sin inconvenientes. El 1 de diciembre del 2018 se produjo una nueva revisión de la paritaria y se fijó una nueva escala salarial vigente a partir del 1 de diciembre de 2018, que la empresa abonó luego de una serie de audiencias en el Ministerio de trabajo de la provincia de Buenos Aires. El 6 de diciembre del 2018 se fijó nueva escala salarial vigente a partir del 1/1/2019: categoría A $43.821,83; categoría B $47.492,34; categoría C $51.956,91; categoría D $56.873,72.
Luego de una serie de audiencias en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y ante la negativa de la empresa Bio Ramallo a abonar las deudas, el 24 de abril de 2019 se intimó a la empresa a abonar las deudas y diferencias salariales. El 30 de abril la empresa brindó respuesta negando la aplicación del convenio 420/05 y deudas existentes. El 14 de mayo los trabajadores comenzaron una huelga por tiempo indeterminado. El 15 de mayo recibieron Carta Documento, intimándolos a reincorporarse a sus puestos de trabajo. El 16 de mayo se realizó una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. Los trabajadores comenzaron a recibir los telegramas de despido. Bio Ramallo despidió la totalidad de los obreros. El 20 de mayo en una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires se dictó Conciliación Obligatoria por 20 días. Durante esos días se realizaron varias audiencias sin llegar a ningún acuerdo. Pero el día 13 de junio la empresa rompió la Conciliación, no dejando ingresar a los empleados a la planta, acto que fue constatado mediante escribana pública.
Finalizada la Conciliación Obligatoria la empresa ratificó los despidos de la totalidad del plantel de Bio Ramallo. Sin solución al conflicto, los trabajadores declararon una nueva huelga por tiempo indeterminado a partir del día 14 de junio. El 24 de junio la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo dictó una nueva Conciliación Obligatoria por 15 días, bajo la cual la empresa debió retrotraer los despidos y otorgar tareas en forma normal y habitual a todos sus trabajadores. Ese mismo día la empresa nuevamente incumplió e impidió que los trabajadores ingresen a la planta utilizando la fuerza policial. La empresa ratifica que el convenio 420/05 no es aplicable a la actividad que se realiza en Bio Ramallo y mantiene firme los despidos de la totalidad de los trabajadores.
La fuerte presencia policial que aún existe se debe a que el gerente de Bio Ramallo, Néstor Fabián Astrada, denunció a los trabajadores ante la Fiscalía nº 3 de San Nicolás a cargo de María Belén Baños, quien dispuso “librar oficio urgente a Jefatura de Policía Departamental a los fines de que arbitren los medios necesarios para solicitar al Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, personal de infantería y policía ecológica, con equipos suficientes, se constituya en el lugar de los hechos denunciados —calle pública nro. 24, Parque Industrial Comirsa— sector Pymes 2, y empresas Bio Ramallo S.A; Biocorba S.A; Biobal Energy S.A”, con el propósito de “hacer cesar y/o impedir la comisión de los delitos de coacción y turbación de la posesión, como así también garantizar el libre tránsito y circulación de la calle pública”. Una vez más la alianza del Poder Judicial con el poder empresarial y las fuerzas de seguridad del Hada Buena iban contra los trabajadores. La empresa violó la Conciliación Obligatoria no dejando ingresar a los obreros a la planta, y eso no importó. Los querían afuera, callados y dispersos, nada de andar ejerciendo el derecho a la protesta, vedado en tiempos amarillos por ese palito de abollar ideologías, como dice la Mafalda de Quino. “La fiscal nunca vino a constatar que lo que estábamos realizando era nuestro legítimo derecho a huelga, se dejó llevar por los dichos del gerente de la planta, donde nada de lo que dijo era real”, expresa Fabián Sola. Los trabajadores continuarán con el acampe y lucha hasta que Bojanich entienda que no se trata de un juego.
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